Haruhi, una mujer.
Capítulo 1: Setas y recuerdos de plebeyos.
Querida madre que estás en el cielo, no puedo creer que ya volvamos a Japón. El año que pasamos en Boston con el Host Club fue, a pesar de que se colaron en mi viaje, muy divertido, aunque nos la pasamos estudiando… Bueno, al menos Kyoya-sempai y yo. Tamaki-sempai prefirió ver la Estatua de la Libertad, Boston, río Charles, Biblioteca y Museo Presidencial de John F. Kennedy, la Primera Iglesia de Cristo, la Universidad de Havard, el monumento a Lincon… bueno muchas cosas, que, a veces, ni siquiera estaban cerca una de otras y pretendía visitarlas en un mismo día… Creo que Kyoya-sempai mencionó algo como que era una especie de deja vú, pero no le presté mucha atención, Tamaki-sempai no me lo permitió mientras me arrastraba a comprar recuerdos de plebeyos, como los llamó…
En fin, estamos volviendo. Hikaru y Kaoru me han "secuestrado" así que estoy sentada con ellos en el avión. Tamaki-sempai (que por cierto, está deprimido porque no puede estar conmigo, aunque a mí me da igual, es un asiento de avión después de todo), Kuma-chan y Kyoya-sempai van juntos en el asiento de atrás y detrás de ellos Honey-sempai, Mori-sempai y Usa-chan, por supuesto. Francamente, sólo los ricos pagarían asientos para sus peluches…
Los pensamientos de Haruhi fueron interrumpidos enseguida.
-¡Haru-chan!-Honey-sempai apareció con sus florcitas alrededor.
- Honey-sempai…
-¡Haru-chan, Haru-chan! ¿Cómo harás este año en el colegio?- parecía bastante preocupado, y mostraba toda su inocencia.
-¿A qué te refieres, Honey-sempai?- preguntó Haruhi.
- Que en Japón aún creen que eres un chico…- dijo Honey-sempai -. O al menos un travesti… eso es lo que dijeron las chicas cuando vinieron a visitarnos en Navidad, ¿no?
Sí…- le dio la razón Mori-sempai, que apreció de la nada detrás de Honey-sempai.
Haruhi lo miró sorprendida. Era verdad: todos en el Ouran pensaban que era un travesti. Malditos ricos bastardos, pensó.
Pero nos acostumbramos a ver a Haruhi con ropa de mujer!- se quejaron los gemelos en estéreo.
Honey-sempai… porqué siempre has de decir estas cosas- se lamentó Tamaki desde el asiento de atrás.
Sólo digo lo que me preocupa –confesó Honey al borde de las lágrimas, abrazando a Usa-chan.
Si Haruhi volviera como mujer al Host Club no tendríamos ganancia- pensó en voz alta Kyoya.
Pero a este tipo siempre le importa la ganancia, supongo que era demasiado pedir que se abstuviera un año…
De todas maneras, pensé que con todos los sempais ya en la Universidad no habría Host Club…- como siempre Haruhi dijo la verdad directamente, lo que hizo que Tamaki se fuera a su rincón de depresión.
Como hace para tener un rincón (en todos los lugares a los que vamos) en donde deprimirse y plantar setas, este tipo…
¡Tono!- corearon los gemelos -. ¡No te deprimas! ¡Pensamos que ya habías superado esta etapa!
¡Es que Haruhi sigue siendo tan malhablada! ¡Mamá!- agregó mirando a Kyoya.
¿Estamos en una especie de retroceso?- dijo este con indiferencia, anotando cosas en su libreta -. Se supone que Haruhi es tu novia ahora, no tu hija, estúpido.
Esta gente… no ha cambiado. Pero para nada.
Bueno, ¿habrá o no habrá Host Club?- preguntó Honey, volviendo al tema principal.
Bueno, debemos compensar muchos de los gastos que tuvimos en Boston- de la nada Kyoya sacó una larga lista de cosas que Tamaki y los gemelos, principalmente, habían gastado en cosas de plebeyos -. Café de plebeyos Starbucks, pizza, miniaturas de la estatua de la Libertad, cookies, gorros del Gran Tazón…- Kyoya le pasó la lista a Haruhi que abrió los ojos con sorpresa.
¿Han gastado todo esto en shampoo con olor a fresas?- preguntó a Haruhi al leerla, mirando a los gemelos.
Nuestro shampoo de fresas, tiene pedazos de esa fruta, queríamos ver el de plebeyos con todos esos químicos que hacen que salga más barato- aclaró Hikaru con normalidad.
¿Y la sopa instantánea? Creo que con todo lo que compraron, no hace falta comprar ramen- Haruhi miró a Kaoru.
Me prevengo de adelgazar- este se encogió de hombros.
Como si necesitarás eso…
Lo siento, Haruhi, pero al llegar a Japón deberás hacerte pasar por hombre un año más… - Kyoya-sempai declaró- . Y terminar de pagar el jarrón, claro. Aún te quedan 2.000.000 yenes…
- ¿Qué?- Haruhi no podía creer su mala suerte.
Creí que la cuenta de Haru-chan estaba saldada.
Malos cálculos – reconoció Kyoya, acomodándose los anteojos.
Tono, está muy callado…- comentó Kaoru.
Sí, con la noticia de que Haruhi tiene que volver a ser hombre debería estar quejándose o algo… - Hikaru y Kaoru se acercan muy despacio al cuarto de setas de Tamaki -. ¡TONOOO!- llamaron a unísono.
Haruhi… hombre… todo otra vez…- balbuceaba este, totalmente traumado -. ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
El grito fue tal que unas de las lámparas del avión se rompió y… cayó sobre la cabeza de Haruhi.
-¡Haruhi!- dijeron todos y eso fue lo último que ella escuchó.
