El cielo se encuentra despejado, la noche muestra su colección de estrellas. El aire barre sutilmente la arena. Una tuza retoza alegremente por el paraje. La quietud pondera en este escenario. Hasta que un meteorito se estampa directo en un matorral, rodeado por cactus y flores de desierto. Por fortuna se trata de un lugar inhóspito, alejado de la civilización. Mucho más allá pero más allá de este lugar desértico. Se localiza la ciudad llamada "Rió Salvaje" con una población que asciende cada día, entre descendientes y extranjeros, venidos de otros lados; me refiero a otros humanos.
En un vecindario típico y clasemediero. Se encuentra una casa grande de corte victoriano. Dentro de ahí, en una habitación de arriba, suenan los primeros acordes de "Mr blue sky". La señal para que el joven se levante, debe cumplir con otro aburrido y tortuoso día de clases. Para su alivio, hoy es viernes, viernes de romper rutinas. Se estira en la cama, todavía con los ojos cerrados. Al parecer le gusta mucho la canción. Tras titubear si se levantaba o no se levantaba. Por fin se levanta. Una vez de pie, corre la cortina que cubre la enorme ventana, el sol tiene que alumbrar su camino hacia el baño. Las ventajas de poseer una habitación con baño incorporado. Ya adentro del baño, se acerca al escusado, le urge liberar el rocío dorado matutino. Después de eso, se olfatea a sí mismo como un perro policía. Éxito, no huele tan mal; así que la ducha será suspendida por esta vez. No obstante, es vital que se lave las manos y también se cepille los dientes. Una hora y media, después, tiempo que tardo en asearse y decidir que ropa se pondría. No sabía que par de botas ponerse.
Baja a tomar el desayuno con sus padres y un hermano mayor, él es el bebé. Su madre lo saluda tiernamente, su padre le da una hogaza de pan. Su hermano mayor se levanta porqué escuchó el timbre de la puerta principal. Son los dos mejores amigos del muchacho. Cada mañana pasan por él, porque además de amigos son vecinos. Los tres chicos viven en el mismo vecindario.
—¡Ah son ustedes! Brandon todavía no acaba con su desayuno —dijo Shane en tono desanimado.
—¿Qué está desayunando? —preguntó Jake con una mirada refulgente.
—Huevos con tocino, hotcakes, jugo de naranja, pan y café negro.
—Yo sólo comí un plato de cereal —se toca su pansa Jay.
—¡Podemos desayunar! —exclamó Jake.
—No se hagan, siempre es lo mismo con ustedes —recordó Shane—. Pasen antes de que mi hermano termine con todo.
Brandon Flowers de diecisiete años conoció a Jake Gyllenhaal de diecisiete y Jay Baruchel de dieciséis años, desde que adquirió consciencia. Los dos muchachos se sientan cerca de Brandon. La señora Flowers, siente gran cariño por ambos chicos, debido a que los dos son muy tiernos y dulces; por eso hacen buenas migas con su hijo. La señora se introduce en la cocina para traerles el desayuno, su primogénito la acompaña para ayudarle.
Tras un copioso y exquisito desayuno. Brandon se despide de sus familiares. Junto con sus dos mejores amigos se encaminan hacia la escuela preparatoria. Posteriormente de traspasar varias calles. Los tres se detienen frente la inmensa verja que rodea el colegio.
Entran. Mientras caminan, Jay presume su nuevo reloj de pulsera, Jake le jala el brazo para apreciarlo mejor. Jay emite un quejido. Brandon le pregunta si contiene chicles. Jake niega con la cara. El pobre Jay, gruñe molesto. Casi media hora después, los tres amigos se introducen en el colegio.
El amplio corredor se encuentra más o menos lleno. Los tres amigos con pericia evitan a los bravucones, despavoridos huyen hacia el baño para hombres. Un maestro les pregunta con viveza, ¿Hacia donde se dirigen? Los muchachos hacen caso omiso. Cada día es un bravucón distinto. Por desconocidas razones y causas, siempre terminan golpeados; o como en ésta ocasión huyendo. El precio por ser un friki con F súper mayúscula. El maestro gritón los alcanza en el baño y sin parpadear los saca de allí.
Posterior ordena que lo sigan. Los tres nerviosos miran con recelo hacia cada lado. Como si se hubieran metido a la casa de sustos de alguna feria. El maestro los envía al salón que les corresponde. Por nada del mundo se iban a perder la primera clase del día viernes. Al fin llegaron a su salón, de inmediato se meten. Brandon y Jay toman su lugar sin contratiempos, excepto Jake. La causa, un gracioso le metió el pie, jake cayó de bruces hacia el piso.
—¿Señor Gyllenhaal, se encuentra bien? —preguntó el profesor de forma indiferente.
El infortunado chico con dolor se revuelve en el suelo. Nadie se preocupa del dolorido judío. El profesor absorto llenando el pizarrón con los ejemplos de la clase, que dentro de poco enseñará. En eso, dan tres golpes sonoros en la puerta. Es el director acompañado con un nuevo alumno. El profesor se voltea y los invita a pasar. El director agradece la invitación, no obstante cuenta con muchos pendientes por cumplir. Agradece al profesor y pronto se retira del lugar. El nuevo alumno se arrima con el profesor, al acto le entrega una hoja. El profesor la recibe y le ordena que se presente. El nuevo alumno aclara su garganta e inicia su presentación:
—¡Hola, soy Chris Martin! Tengo diecisiete años. Nací en Inglaterra, toda mi familia se quedó allá. Por medio de un intercambio cultural estoy precisamente aquí. Sin más, paso a tomar asiento.
Todos los alumnos quedaron estupefactos, con la forma tan fresca de expresarse. No suficiente con esto, Martin ayuda al infortunado a levantarse. Jake muy asombrado le agradece su ayuda. Ambos se miran con alegría y buscan su asiento.
El profesor termina de leer la hoja que le entregó el nuevo alumno. Después de esto, el profesor aplaude, da a entender que va comenzar la clase de matemáticas. Durante eso, los tres amigos no despegaban la vista del nuevo alumno. Al parecer su personalidad los flecho.
La mañana abrumada con tantas materias se fue en un suspiro. Por fin llegó la hora más divertida de cualquier alumno vago. El receso, tiempo de mover la buchaca. La cafetería es amplia, decorada con adornos cherokees. Ideas del consejo estudiantil.
Brandon, Jake y Jay, aguardan en la fila del comedor, Chris Martin se acerca a ellos.
—¡Y bien muchachos! ¿Qué piensan hacer más al rato? —pregunta poniendose detrás de Jay en la fila. Brandon se da cuenta, quiere contestarle pero es imposible, porque están llenando su bandeja con los preciados alimentos.
—¿A qué te refieres? —preguntó Jay, volviéndose para observar a Martin.
El ruido de los otros estudiantes les impide tener una platica. Por tanto, mejor guardan silencio en lo que les sirven el desayuno. Luego, los tres amigos con su bandeja llena, se dirigen a su mesa de costumbre. La del fondo, el exilio de los rechazados. Chris los está siguiendo.
La mesa es mediana con ocho sillas, dos-dos en cada lado, dos en el norte y las otras dos en el sur. Brandon y Jay se sientan en las sillas del lado izquierdo, Jake en la silla que apunta hacia el norte y Chris se sienta en la primera silla del lado derecho, justo en frente de Brandon y Jay.
—Me refiero a como es viernes, por lo general, los chicos de nuestra edad salimos a refrescarnos el cogote y sacudir el esqueleto.
Los tres intercambian miradas de incomodidad. Chris continúa diciendo:
—Necesito un guía turístico. No solo quiero conocer la ciudad de las Vegas, sino también, me interesa mucho su comportamiento primate — sonríe por lo dicho—. ¡Por cierto, no se han presentado!
Brandon se pasa un guisante, Jay frota el cordón de su sudadera rojiblanca y Jake se ríe nervioso. Chris al no obtener una respuesta, abre su sándwich para ver su contenido.
—¡Estamos hartos de los antros y similares… este viernes decidimos quedarnos en mi casa! ¡Me llamo Brandon Flowers! —el chico nerd mintió. Chris todavía no muerde el sándwich.
—¡Muchas gracias por ayudarme! Soy Jake Gyllenhaal —estira su brazo para el saludo formal, pero Martin en vez de saludarlo, choca su mano, le da los cinco. El golpe fue intenso. Jay se siente un poco molesto con la conducta descarada mostrada por Martin. Pero lo cortés no quita lo valiente. Se presenta:
—¡Mucho susto en conocerte! Soy Jay Baruchel.
—¿Por qué susto? Quisiste decir gusto —aclara Martin, llevandose una papa francesa a la boca.
—¡Je je, sí claro! —Jay mira a Brandon y a Jake le vibra la mano por el choque recibido.
—¡Vaya, si que eres muy prendido! —Flowers luce una mueca de sorpresa.
—Entonces, Brandon me invitas a tu casa. Porqué estoy solo, no tengo ningún pariente por acá —sujeta la leche con popote de cartón — . Solamente éste fin de semana, en lo que me aclimato.
—¡¿Por qué en mi casa; Jay y Jake, también poseen casas?! —aletea sus manos para enseñar su descontento.
—Bueno, bueno… te escogí a ti, porque eres el líder de la triada. Además comentaste que iban hacer una pijamada en tu canton (casa).
—¡Sí, pero no te conozco! —sujeta con timidez su envase de arroz con leche.
—Sin duda, será divertido, que nos acompañes en nuestra primera pijamada —comenta Jake, sintiéndose perplejo.
Chris Martin, pide la dirección de su casa, Flowers, dice que se la dará durante la salida. Posterior, los cuatro dejan de platicar. Se ponen de acuerdo en terminar con su desayuno. Aunque Chris sólo está jugando con la comida. Quizá desayuno muy bien en su casa.
Luego de cumplir con cada asignatura, los chicos se alegran mucho porqué se aproxima la hora de regresar a casa.
En la entrada y salida del colegio. Brandon le entrega un papel a Chris, conteniendo la dirección de su hogar. Gustosos lo esperan a él, hoy en la noche. Flowers finge una sonrisa, no está convencido del todo. El joven británico agradece y se despide de mano de cada uno. Avanza unos cuantos pasos, toma un sendero diferente al que acostumbra tomar el trío. En el camino para llegar a la casa de Flowers. Jake y Jay solicitan a Brandon darle una oportunidad al nuevo chico, tal vez no sea tan loco como se dio a conocer.
Por fin llegaron a la casa de la familia Flowers. Los tres amigos entran en un santiamén. Brandon va a la cocina, le urge ver a su mamá y además le urge una coca bien helada. Por el contrario, Jake y Jay toman asiento en el sofá grande, ubicado en medio de la sala. Shane Flowers, se encuentra sentado en el enorme sofá.
Mirando el noticiero de las cuatro de la tarde. El hermano mayor de su amigo Brandon, desea preguntarles cómo les fue en el colegio. Pero es interrumpido con una noticia espectacular. Sube el volumen de la televisión para escucharla mejor.
—Durante la madrugada, un meteorito se estrelló en un remoto paraje desértico. Formó un enorme cráter de cientos de kilometros de diámetro, sin consecuencias fatales para la humanidad, claro está. Sin embargo, los astronomos no pudieron inspeccionar el cráter debido a que los agentes del FBI los sacaron con violencia de la zona, donde ocurrió el impacto. Uno de los astronomos alcanzo ver el supuesto meteorito; él asegura que se trata de una nave alienígena. El FBI acodornó toda el área, a nadie se le permite la entrada. Un compañero, nuestro camarógrafo, fue agredido con mucha vehemencia por acercarse demasiado. La casa blanca se niega hablar acerca de lo acontecido. No se vayan, seguiremos informando sobre esto — Sentencio y concluyó la reportera del noticiero del canal seis.
Jake y Jay, se maravillaron con la noticia. Shane baja el volumen de la tele. ¡Suerte! Se avecinaba el comercial cuyo tienden a gritar mucho.
—¿Bien muchachos, qué tal su día? —preguntó Shane mirando a los dos.
—¡Casi muy bien! —sonríe seguro Jay.
Y antes de que Shane se confunda más, Jake despeja su duda.
—¡Un imbécil me metió el pie y caí al suelo, por fortuna no me lastime! Y conocimos a un nuevo amigo, algo extraño. A tu hermano no le cayó tan bien que digamos. Lo invitamos a tu casa, más tarde llega.
Jake se acurruca en el sofá con cuidado de no golpear a Jay, mientras éste, se ríe de la cara de confusión de Shane. La señora Flowers atraviesa el umbral de la sala de estar. Para avisar que la comida estará lista dentro de poco tiempo. Brandon se encuentra detrás de ella. En eso escuchan una voz grave… Es el papá de los muchachos Flowers. Introduciéndose y aproximándose hacia donde están. Brandon gira para saludar a su papá, Shane se levanta, también quiere saludarlo.
Hello! Este cuento nada que ver con el universo del Fandom, mas vivo con la ilusión de que alguien lo lea y quizás le llegue a gustar. (:
