¡Hola! Aca les traigo una pequeña historia que se me ocurrió hoy xD. No sé qué tan larga será, pero los capítulos serán cortos, a su vez, al ser cortos probablemente tendrán incluso dos capítulos semanales.
El nombre aún no sé de donde salió xD pero me encanta y tiene mucho que ver con la historia :3.
Bueno, espero les guste y todo eso, y pues, en tal caso, hasta el siguiente capítulo :*.
Nota: Me enfocaré principalmente en NaruHina y SasuSaku pero, es muy probable que aparezcan otras, principalmente ShikaTema. También deberían saber que hay viajes en el tiempo involucrados.
Declainer: Masashi Kishimoto creó a Naruto, yo no he sido, sí hubiese sido yo, sería millonaria y viviría en Japón :3.
Ahora sí, a leer.
CAPÍTULO 1:
Preguntas Que Nunca Le Debes Preguntar A Tu Futuro Esposo -Sí Es Un Ninja Huérfano, Con Problemas Familiares O Con Extraños Inners En Su Interior- Antes De Tu Boda.
—No sabría cómo explicar esto pero, tengo más de dos días dándole vueltas a algo. No es que me detenga demasiado a pensarlo, o que sea estrictamente importante, simplemente, no logro sacarlo de mi cabeza. Una simple pregunta casual ha puesto mi mundo de cabeza en un segundo, « ¿crees que las cosas serían diferentes sí tus padres vivieran?» Se atrevió a preguntarme eso. No quería una escena, o una discusión así que simplemente le respondí que aunque mis padres vivieran yo seguiría estando a su lado. La respuesta que daría un Casanova embustero. Pero bueno, así soy yo, no se puede esperar menos de alguien como Uchiha Sasuke, además, no podría decirle a Sakura que sí mis padres vivieran, ella y yo probablemente no fuéramos ni siquiera amigos.
—« ¿Qué tiene de malo querer saber más sobre el pasado de la persona con quien estas a punto de casarte?» Entiendo que nunca he contado demasiado sobre mi o mi familia pero, realmente, de verdad es un tema que no me agrada demasiado. El pasado de mi familia es algo tan horrible que ni a mí me gusta, simplemente no concibo aprobar muchas de las hazañas hechas por mis antepasados, y realmente me ha costado mucho el borrarlos a todos de mi mente como para obligarme a hablar al respecto. La verdad, no pensé que terminaría a la defensiva, huyendo despavorida pero fue lo que hice. Le dije que no quería hablar al respecto y huí, por primera y única vez, huí de la persona que amo, pero yo, Hyuuga Hinata no podía hablarle a Naruto de algo tan delicado como lo es el pasado del Clan Hyuuga.
—No pensé que las cosas estuvieran tan graves —el azabache suspiró y pidió una botella mas al cantinero que pasaba por su lado—. Supongo que esos dos idiotas no pueden entender que nuestra vida es diferente a la suya.
—Es cierto —le dio la razón quién le acompañaba, suspirando y estirando los brazos sobre la mesa—. No pensé que Naruto-kun se enojara tanto conmigo —murmuró entre dientes.
—Y aunque Sakura no diga nada, sé bien que está enojada —se recostó al espaldar y bebió un trago grueso raspándose la garganta con el picor del alcohol—. Pero conociéndola, espero que llegue mañana corriendo a casa a decirme que debemos entregar las invitaciones —su compañera de trago sonrió tranquila.
—De seguro lo hará, Sakura-san te quiere mucho y ella está muy emocionada con la boda, sobre todo porque se harán las dos juntas —suspiró y llenó su copa una vez más, sentándose derecha—. Supongo que Naruto hará lo mismo mañana.
—Bueno, algo es seguro —dijo con fuerza, llamando por completo la atención de Hinata—. Cuando tomas no tartamudeas.
—¡Ba, cállate! —exclamó sonriendo con las mejillas ya rojas por los efectos del alcohol—. ¿Por el despecho? —preguntó levantando su copa, invitándole a brindar.
—Por el despecho —chocó su copa con la de ella y tomaron ambos tragos a fondo blanco sonriendo.
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—¡Soy la persona más afortunada del mundo! Se supone que ahora mismo debería estar gritando algo como eso, pues al fin, en una semana voy a casarme con el hombre de mis sueños, esa persona a la que siempre quise, que siempre admiré y siempre amé, y sin embargo aquí estoy, preguntándome a mi misma porque siento que algo no está bien. Esta tarde discutimos luego de que le pregunté una tontería por simple curiosidad, pero su respuesta no acabó de convencerme, y lo peor es que al final terminé siendo el blanco de sus cuestionamientos sin sentidos; « ¿Por qué estas tan enojada últimamente, acaso ya no deseas casarte conmigo?» ¡Por Dios ¿qué pregunta es esa?! Debería saber que nada en este mundo me haría más feliz en este momento, aunque, no debí responder como lo hice. Tal vez decirle «No lo sé…» no fue la mejor respuesta para la ocasión.
—Vaya, que difícil es entender a las mujeres. Se supone que quieren que les andes preguntando sobre ellas y ser ellas el centro de atención. ¡Ah! Pero voy y le pregunto a Hinata sobre sus familia y me arma el berrinche que nunca imagine podría dedicarme. ¿Acaso era tan malo querer saber un poco sobre ella? Es que vamos, yo no sé prácticamente nada sobre Hinata, ósea nada que ella me haya dicho, algo así como algo que solo yo sepa, se supone que seré su esposo, debería confiar más en mi. Lo peor es que cuando intenté reclamarle me lanzo un golpe bajo « ¿Aún te gusta Sakura-san?» ¡AAAAH! ¿De dónde saca tal tontería? No tengo idea que le pasa, tal vez sea eso que dijo Obaa-chan, Nervios pre-maritales, pero estoy comenzando a cabrearme.
—¡Naruto! —exclamó Sakura golpeándole la cabeza con fuerza—. ¡Te estoy hablando! —suspiró cansada—. Va, sí los dos estamos igual de enredados.
—Y que lo digas —aseguró su ex compañero de equipo siguiéndole los pasos con pesadez.
—¿Hinata estaba muy enojada? —preguntó calmada, guardando las manos en los bolsillos para aliviarse del frio.
—Nunca la había visto tan enojada como hoy —suspiró mientras las lágrimas corrían por sus ojos con exageración—. De hecho nunca la había visto enojada.
—Ya, ya, cálmate —pidió frustrada Sakura golpeándole la espalda—. Ya verás cómo se le pasa —suspiró—. Hinata-chan es un pan de Dios después de todo.
—Sí… Lo sé —resopló y las lágrimas volvieron haciendo enojar a Sakura.
—¿Y ahora porque lloras? —preguntó prepara para asestarle otro golpe.
—Porque… porque… de seguro Hinata-chan está en su casa durmiendo tranquila y yo dando vueltas por la aldea en busca de sake —se aferró a las piernas de Sakura—. Quiero ir a ver a Hinata-chan.
—Deja de llorar Naruto, no seas idiota —sacudió el pie soltándose y le haló del brazo obligándolo a ponerse en pie—. No puedes hablar con ella como estas ahora.
—Es cierto —suspiró y cruzó la calle para llegar al bar, seguido de la pelirosa y una vez allí levantó la cortina que cubría la entrada—. Sakura… —ella lo miró desde afuera asomándose sin mirar dentro del local.
—¿Qué pasa? —preguntó extrañada.
—¿Qué tanto he bebido? —preguntó apretando los puños y mordiéndose el labio inferior.
—Solo dos botellas, ¿por qué? —el rubio señaló en dirección a una mesa en un rincón del local al que se disponían a entrar.
—Entonces estoy suficientemente sobrio para no estar imaginando que allí están Sasuke y Hinata juntos, ¿verdad? —con los ojos como platos la ojiverde miró en la dirección señalada, sin creerse lo que veía.
Sentados en la mesa estaban Sasuke y Hinata, de espalda a la entrada y sonriendo, sí, ella le había sonreído al azabache ofreciéndole un brindis, él le había respondido la sonrisa y hasta le había rozado la mejilla con sus dedos delicadamente apartándole unos mechones rebeldes de cabello. Aquella actitud -a los ojos de Naruto y Sakura- era completamente extraña en ambos, es decir, Sasuke no era amable con nadie, incluso con Sakura era un poco distante y Hinata pues, era la última persona que esperaban encontrar en un bar tomándose unos tragos, sola, con un hombre, ¡con el mejor amigo de su futuro esposo!
—¿Qué diablos…
—…Está pasando? —completó la pregunta Sakura.
Continuara…
¡Bueno! ¿Qué les pareció? Jeje. A mí me gustó :3 xD
Espero opiniones y sí todo está bien -y no me voy a comprar los presentes para san nicolas de mis dos sobrinos chiquitos-, el siguiente capítulo estará para el miércoles o jueves :3
:*
