Pasión y Júbilo

Sus débiles lamentos se levantaban con el viento y desaparecían en el eco de aquella solitaria plaza.

Se encontraba sentada en un banco, abrazando sus piernas y escondiendo su rostro entre sus rodillas. Ella lloraba desconsoladamente; con sus ojos aperlados totalmente aguados y sus mejillas rojas de tanto sollozar.

Hinata Hyuuga lloraba porque era débil y con sus lágrimas lo estaba demostrando; también lloraba porque se sentía tonta, por pasar toda su vida creyendo en imposibles.

Lloraba…porque al parecer a nadie le importaba.

-¿Hinata-san?-

O acaso…

-¿Por qué lloras?- el mismo tono de voz interrogante llamo a la Hyuuga a levantar su rostro. Se sorprendió un poco al ver a Rock Lee posado frente a ella. De su frente descendían grandes gotas de sudor, señal de que había estado entrenando.

-Por…nada…- respondió la Hyuuga con su voz hecha un hilo mientras se secaba las lágrimas rápidamente con la manga de su blusa.

-Las personas no lloran por nada Hinata-san…-la voz de Lee se escuchaba reconfortante, más para la ojiblanco eso no parecía ser suficiente.

Hinata permaneció en silencio por unos segundos, hasta que una fuerte exclamación por parte de "La bestia verde de Konoha" logro pegarle tremendo susto.

-¡Hinata-san, no puedo dejar que tu llama de la juventud se extinga!-

-¿Eh?-

-¡Ven conmigo Hinata-san!-exclamó mientras la tomaba de la mano y le hacía ponerse de pie.

La ojiblanco no tuvo tiempo de protestar, ya que el brazo de Lee fue mucho más hábil y logro envolverla por los hombros, mientras que apuntaba hacia el horizonte, con aire de decisión.

-¡Corramos juntos hasta el sol, para que sus rayos calienten nuestra alma y nuestra llama queme con pasión y júbilo!-

Pasión y júbilo. Dos palabras que describen perfectamente a Rock Lee.

Y mientras el cielo se teñía de rojo, se proyectaban sombras alargadas de dos personas, tomadas de la mano que corrían hasta querer tocar el sol.

En esos instantes Hinata sintió como un inmensa tibieza dominaba en su cuerpo, al encontrarse directo con la sonrisa de Lee…

Fin