Disclaimers— Los personajes de Hetalia no me pertenecen, son propiedad de Hideki Hiramuya. Yo uso parte de estas ideas para la creación de esta historia sin intención de lucro. La Música utilizada a modo de referencia o contenida en este escrito le pertenece a sus autores, compositores y propietarios intelectuales.

Notas— Gia'Sou!~ Oooh damn it. La verdad no creí hacer esto. Pero fue algo tan random. Este fic está inspirado en el famoso "30 days Challenge" en este caso son los treinta días de limonadas salvajes, cada capítulo corresponde a un día (y no pienso seguir el orden, me voy a ir en modo random, con música y respetando el orden de parejas) y cada día es una situación… ya saben… subida de tono, de hecho comienza leve y va en aumento, ya por la mitad es todo hard. Lo decidí hacer aparte porque no quiero meter tanto lemon en Random, ya si los que lo leen quieren leer esto está genial y los que no, pues, no se pierden de nada (solo dos que tres datos de la historia) Y la vedad, no me culpen, no soy de hacer mucho estas cosas por ende creo que nunca me saldrá algo decente, pero se hace el intento. Con amor y esas cosas. En fin! No los entretengo y sin más: Buena lectura~

Aclaraciones—"Este fin forma parte de Random. No es una secuela y para entenderle se necesita leer al menos una parte, sin embargo se pueden ver como momentos random subidos de tono en la vida estudiantil de los personajes, por si no quieres leerte Random"El fic sigue siendo sin orden cronológico y los días están al azar.


Random II: 30 days challenge

Día uno: Besos

"Made of stone"— Evanescence


"Nunca es suficiente para ti, cariño

No quiero jugar tu juego, nunca más no importa lo que digas

No tengo más amor, cariño y ahora que lo he intentado todo

Calmaré mi dolor hasta hacerme de piedra"

Lukas tenía un punto débil, uno que solo Mathias conocía y que le costó un poco de trabajo encontrar. Porque pesé a lo rápido que habían iniciado a relacionarse entre ellos la primera vez aún no había llegado y ya tenía al menos un años de salir (o al menos de intercambiar besos).

Era el arma mortal con la que Mathias contaba incondicionalmente, el arma blanca que podía usar cuando las cosas se estaban poniendo muy tensas, pero había un problema, no funcionaba con él pero si con los demás. Solo bastaba un sutil y poco llamativo gesto para hacer que Lukas perdiera la noción de las cosas. Comenzaba con un pequeño toque en la nuca, algo casual, luego la mano se deslizaba por toda la línea de las vértebras hasta llegar a la marcada curva entre los omoplatos y la cintura. Era esa pequeña curva el punto débil de Lukas. Pero como se menciona, Mathias tiene que estar lo suficientemente cerca como para poder efectuar la maniobra, si esta discutiendo con Lukas es caso perdido, pero si Lukas lo hace con alguien más, entonces Mathias actúa rápidamente.

Lukas ha usado Ira contra Arthur.

Arthur ha usado Insulto. No es muy efectivo.

Alfred está paralizado, no se puede mover.

Mathias usa mano rápida. Es muy efectiva.

Lukas está confundido.

Mathias ha usado Huida. Lukas no puede seguir peleado.

Internamente todo el grupo de amigos agradecía esta inusual maniobra porque sus vidas eran salvadas constantemente de los extraños cambios de humor que Lukas tenía a principios del último periodo de escuela.

Fue una tarde de finales del segundo año en que Mathias había llevado a Lukas a su departamento para enseñarle bajo qué clase de condiciones sanitarias vivía. A Lukas le sorprendió mucho el orden en que existía. Era una habitación sencilla. Tenía justo al entrar una pequeña puerta que daba para el baño (uno muy pequeño pero funcional), avanzabas solo un par de pasos y estaba el resto del lugar. Había un ropero de madera que según Mathias era usado tanto para guardar sus cosas como la comida porque cuando lo abrías de la parte de arriba destacaba un hornito de microondas y una reserva de comida como para un apocalipsis zombie, entre eso mucha chatarra. Del lado opuesto estaba la ventana y junto a ésta la cama que era pequeña… pequeña para el tamaño de Mathias, sin embargo decía que no era nada incomoda (y lo comprobó muchas veces) A lado de la cama se encontraba un escritorio con una portátil, libros, revistas y un par de peluches de cabritas. Y en una esquina había dos o tres cajas (a Lukas realmente nunca le importo saber) con cosas que había traído de su casa. No había decoraciones porque no estaba permitido pintar ni estropear las paredes del lugar.

Mathias era muy ordenado y viva con lo justo porque no tenía ni televisión ni otros muebles como sillas o estantes.

A Lukas le gustaba ir al departamento (o habitación) de Mathias y claro que a Mathias le encantaba porque como todos en ese edificio ya era mayores de edad, los ruidos extraños no eran acusados ni callados (y tampoco había mucho ruido, en el fondo todos era muy discretos).

La cosa entre ellos no había sido rápida, parecía que era una lenta competencia de "quien quita más ropa". Porque Lukas era muy modoso y cuando sentía que estaba a punto de perder la camisa se ponía tenso e inventada cualquier cosa para parar. Y Mathias ya tenía ganas de conquistar noruega, pero los nativos de allí eran muy difíciles.

Así que como todo buen nativo de Dinamarca, Mathias se desnudó primero. En realidad solo se quitó la playera diciendo que hacía mucho calor y que se pondría otra cosa más fresca. Se sacó los pantalones de la escuela y aventó las calcetas al cesto a lado del closet.

—Me pondré cómodo ¿Quieres algo de comer?—Preguntó casualmente mientras buscaba algo qué ponerse—. La cocina ya cerró así que tendremos que usar mis reservas para el invierno.

—Quédate así— ordenó.

Mathias giró su cabeza rápidamente porque el tono demandante lo asustó. Lukas ensombreció un poco la mirada aunque realmente sus pupilas se movían de un lado a otro escudriñándole. Mathias se sintió violado porque nunca antes había tenido esa incomoda sensación.

La sensación de sentirse deseado.

Lukas estaba serio, más de lo usual. Como si en su cabeza se comenzara a maquilar un plan. Uno muy bueno.

—¿Quieres algo de comer?… tengo… galletas.

Pero él no respondió. Mathias proceso más rápido la información y se sonrió internamente. Se relajó y eso hizo que los músculos se su abdomen se movieran un poco –pero lo suficiente como para que Lukas entreabriera los labios- ladeó la cadera y posó sus manos en la cintura.

—Es un poco injusto. ¿Disfrutas la vista?

—No te creas tanto— desvió la mirada.

—Bueno, me voy a vestir porque acabo de ser toqueteado visualmente.

—No he dicho que te vistieras— le miró de reojo y Mathias no se había movido de su lugar. Le sonrió y Lukas bajó la cabeza. Abochornado. Sí. Estaba haciendo calor.

Se hizo un silencio denso entre ellos. Mathias se quería poner ropa porque algo estaba despertando y realmente no quería ser pateado en las bolas menos cuando estaba tan caliente, eso sí dolería. Lukas subió las manos hasta su pecho y aun con la cabeza inclinada se quitó el chaleco beige y lo posó rápidamente en sus caderas, cubriendo su entrepierna.

Mathias acababa de desembarcar en las costas de Noruega y los nativos estaban con la guardia baja. Dio un par de pasos y Lukas retrocedió también. Luz roja, mala jugada.

—No mires.

—Uhm… — Mathias cubrió con sus manos sus ojos pero no se resistió y a los pocos segundos abrió el dedo anular y corazón para poder ver algo. Lukas apretó sus labios y se volteó— No estaba mirando.

—Cállate o me iré.

Sino se fue en ese momento entonces no lo haría nunca.

Lukas abrió lentamente cada uno de los botones de su camisa, con un pequeño temblor en sus dedos. Estaba terriblemente nervioso y no entendía las palabras de Vlad "Déjate llevar". Pues hacerlo sería muy estúpido porque no sabía hasta dónde quería llegar. Lo más que había visto de Mathias eran sus calzoncillos. Pero nuca antes lo había tenido a una sola prenda. Deslizó la camisa de sus hombros y la dejó caer del lado izquierdo. Aspiró profundamente antes de girar lentamente la cabeza y encarar los brillantes ojos de Mathias.

Estaban pensando en lo mismo y eso lo asustaba.

Mathias le rodeó lentamente por la cintura, tan suave que el roce con sus dedos le quemó. Entre más lento más contacto. De pronto, lo tenía pegado a él y sintió el miembro duro contra su trasero, jadeó muy quedito, por la sorpresa y el miedo. La mano derecha de Mathias le tiraba de la ropa para que dejara caer la camisa y el chaleco. Lo hizo muy a su pesar.

Estaba igual de duro, pero no entendía esa emoción que estaba sintiendo, porque tenía miedo, pero a la vez lo quería, deseaba ver a Mathias así y deseaba ser tocado. Se sentía tan bien que parecía algo malo.

—Todo está bien— dijo Mathias con un susurró, como sí él pensara lo mismo—. Todo está bien.

—No estoy listo… no ahora— respondió con la voz quebrada. Lindo momento para ser débil.

—Yo tampoco— soltó una carcajada y acomodó su cabeza en el hombro de Lukas—. Pero no lo puedo evitar, te deseo demasiado y me siento mal.

—¿Mal?

—Una parte de mí te quiere obligar, doblegar y dominar— cerró los ojos y aspiró con fuerza la colonia de su pareja—. Pero otra parte quiere que tú lo hagas. Como siempre lo has hecho. Quisiera que tuvieras la iniciativa, que me demandaras quitarte la ropa, morder cada centímetro y qué me gritaras que lo quieres más duro… y más adentro…

—Lo quiero— acotó casi como orden—. Lo quiero incluso más, pero…— deslizó su mano por los brazos de Mathias. Ladeó la cabeza y beso su mejilla—. No ahora. Quizá cuando lo entienda un poco mejor.

—¿Entender qué? —lo beso en la comisura de los labios.

—No es tan fácil ¿sabes? —tensión.

—Bien, bien— le abrazó más fuerte—. Me puedo alimentar de besos un par de meses. Solo déjame, disfrutar la vista— se separó un poco y besó su nuca.

Lukas cerró los ojos por inercia cuando Mathias comenzó a bajar lentamente por su columna, marcando con un beso cada una de las vértebras. Respiraba pausadamente sobre su piel mientras sus manos le sostenían de las costillas. Y cuando llegó a la curva de la cintura Lukas jadeó con fuerza y arqueó la espalda. Luego se sobresaltó y se giró rápidamente, con las manos en la boca y la expresión asombrada.

—Woah, eso no me lo esperaba.

—¿Qué hiciste?— exclamó rojo como un tomate. Con las orejas coloradas y su pecho marcado tenuemente por un color rosado.

—Oh, por todos los dioses, esto es oro.

Avanzó tan rápidamente que no le dio tiempo de reaccionar, Mathias lo abrazó y besó furiosamente, recibió respuesta inmediata y Lukas pareció olvidar rápidamente el incidente, cuando Mathias lo tenía en la bolsa, lo rozó lentamente en la columna. Lukas se estremeció dentro del beso y clavo sus uñas en la espalda ajena. Mathias deslizo más la mano hasta llegar a línea de su pantalón, metió lentamente la mano tanteando hasta dónde Lukas lo iba a dejar llegar.

Muy lejos, muy, muy lejos porque ahora había comprobado que ese trasero redondo era de verdad y no una ilusión de su propio deseo. Sintió que se humedeció un poco más y estaba comenzando a llegar al punto sin retorno. Retiró la mano y Lukas gruñó entre una mordida y un beso tronado.

Parecía que la conversación había sido ignorada porque era Lukas quien estaba toqueteándole por todos lados, le tiraba del cabello, rasguñaba la espalda y pronto esta estaba apretándole el trasero. ¿En qué momento las cosas habían cambiado? Se besaban ya no como un acto romántico, sino como una necesidad de poderío por el cual habían luchado y Mathias siempre perdía. Ahora no le estaba dando tegua. Llevó sus manos hasta los pantalones de Lukas y trató de abrirlo pasando primero por el cinturón, pero la hebilla parecía tener seguro contra violaciones porque ya tenía rato peleando con él.

Lukas se separó de pronto. Lo miró y giró su cabeza hasta la mochila abandonada en la cama. Luego miró a Mathias y le sonrió. Mierda, el mundo se iba a acabar. Pero no fue una linda sonrisa sino una que estaba destilando maldad. Se alejó y tomó el aparato para responder.

—¿Qué pasa?

¿Dónde estás marica de mierda? Llevamos rato esperándote.

—Estoy en la plaza— mentira—. Voy para allá, pidan por mí, no tardo.

Colgó y comenzó a vestirse con un Mathias tan duro como roca y caliente como bestia. Se comenzó a poner la camisa y le robó un poco de desodorante. Se puso el chaleco y entró al baño dónde escucho la llave del agua abrirse. Salió peinado y con la misma expresión monocromática.

—Los chicos me están esperando en el café— dijo como quien habla del clima—. Llegó tarde. ¿Pasas por mí mañana, como siempre?

—¿Me vas a dejar así? — se señaló y frunció la cejas porque estaba realmente cabreado.

—Confórmate con besos— se acercó a él, pero pese a que Mathias se esperaba un beso en los labios, Lukas bajó el dorso y su cabeza y besó su miembro por sobre la ropa interior. Tan natural y espontaneo que esa ligera succión que hizo para poner tronar los labios lo condenaron— Nos vemos.

Cerró la puerta y Mathias se había venido en seco. Fue tan rápido que no tuvo tiempo de disfrutarlo. Se dejó caer en la cama y ocupó su almohada para callar un grito lleno de frustración.

Se preguntó que sería capaz de provocar la boca de Lukas sin con un simple beso lo había hecho correrse de la forma más dolorosa que jamás había sentido.


—¿Dónde estabas?— exclamó Vlad cuando Lukas llegó al café y se sentó. Estaba un poco acelerado.

—En la plaza.

—No mientras… — Arthur entrecerró los ojos—. Noto algo raro en ti.

Estaba sonrojado, con la mirada brillante e inusualmente alegre.

—¿Has tomado algo?

—Nada.

—Un momento… — Vlad alzó las cejas.

—¿Ya pidieron?— Lukas alzó la carta y cubrió su rostro.

—Esa expresión es la misma que tiene Dimitri cuando… ¡Oh mierda, no estabas en la plaza! Estabas en casa de Mathias. ¿Qué hicieron?

—Los ojos brillantes… como si acabaras de hacer una travesura…

—¿Ya lo hicieron?

Lukas bajó lentamente la carta.

—No.

—¿Qué hicieron?

—Solo nos besamos… con poca ropa— Arthur y Vlad se iban acercando lentamente—, le toqué el trasero, el también… y las cosas estaba bien, pero yo no estaba seguro— y luego se alejaron algo decepcionados porque sabían que efectivamente nada había pasado—. Y cuando me iba a ir…— se volvieron a acercar—… le besé… bueno… ya saben…

—¿y luego?

—Me fui…

Arthur y Vlad se miraron entre ellos.

—¿Lo dejaste así?— cuestionó Arthur—. ¿Con plena erección?

Lukas asintió.

—Eso es maldad pura— rio Vlad y tomó un sorbo de su café— Dejar a alguien así de duro se debe de considerar pecado capital.

—Se le llama Lujuria, genio— Arthur arrugó las cejas—. ¿Y qué vas a hacer?

—¿Hacer de qué?

—Has llegado a una estación nueva, ahora vas a tener que… no solo… —hizo un par de ademanes con la boca—, no solo besar al niño. Vas a tener que comerte la paleta.

—¿Cuánto mide?

—¡Vlad!

—No me fije, ni siquiera lo toque —alzó los hombros un poco más relajado.

Un teléfono sonó con un tintineo. Arthur miró la pantalla y leyó el mensaje. Miró a sus amigos y se comenzó a reír.

—Mathias llamó a Alfred llorando, dice que lo violaste cruelmente y luego lo dejaste a la mitad.

Lukas frunció las cejas porque eso no era cierto.

—Lo voy a matar… le voy a arrancar el pene a mordidas.

Vlad y Arthur hicieron muecas de dolor porque había visto la determinación en el rostro de Lukas.


Notas— Soy un asco haciendo limonadas. De verdad, lo intento pero no puedo evitar meter algo hilarante. Trato de respetar lo más que puedo las personalidades que yo misma les asigne, y me es difícil hacer que Lukas haga eso… no sé. Es raro.

Ahora: Random sigue normal, seguirán los capítulos cada tres o cuatro días o menos. Este es un poco más especial por lo que creo que me iré entr días y no sé si pueda cumplir los 30 días (apenas llegamos a Random) Y la verdad no sé si meter otras parejas como el HongIce que ya le leyó una vez o no sé, por allí tengo el Fruk, el Gerita, RoChu y esto es spoiler ((SPOILER ALERT))pero hay menciones de NedDen y SuNor. ((FIN DEL SPOILER)) Sin embargo no sé qué tan fan sean de estas parejas o que tan bien este incluirlas o no. Digo A MÍ me encantaría meter ScotEng o WalesEng pero… pues no hay lugar y siento que todo se vendría abajo (a menos que fuera sueños húmedos de Arthur, así justifico todo y todos disfrutamos a posta de las costillas del cejón) pero ya, eso es su criterio y el mío. ¿Qué inicien los juegos de ships?

En fin!~ Gracias por leer. Todo comentario, favorito y alerta es bien recibido y atendido. Se aprecian un montón y ayudar a crecer como persona y ficker. Un saludo muy grande a todos.