Buenas lo que sea en el momento que estén leyendo.

Aunque debería actualizar mas capítulos en vez de reemplazar los viejos, sentí que en estos momentos el fic no me identificaba como escritora (Este fue el segundo fic que escribí hace ya casi tres años y desde esos tiempos hasta acá, me he pulido un poco) y que era necesario editar los viejos para poder seguir los nuevos.

Pero para las que ya lo ha leído , tranquilas que la trama sigue siendo la misma. Lo único que he cambia es la manera en como expreso las ideas, el resto (la estructura del fic como tal) es igual.

Diclaimer: Naruto no es mío, es de un japonés con serios traumas psicológicos que antes de dibujar se fuma quién sabe qué cosa revuelta con opio.

Si mas que decir, ¡Enjoy it!.


El primer día del resto de mi vida.

–Buenos días, mi nombre es Haruno Sakura, tengo 16 años y estoy feliz por empezar clases aquí… ¡Espero que todos podamos ser muy buenos amigos!– dije de la manera más amable y dulce que pude al espejo… no es que estuviera loca y hablara con los muebles sino que hoy era un día muy especial: Mi primer día en la preparatoria Konoha y desde luego todo tenía que salir perfecto.

–Eh, creo que lo tuyo no es ser bonita y tierna, es obvio que no lo eres–Escuché a alguien decir a mi espalda–. Lo mejor será que te alistes rápido a menos de que te quieras ir caminando por cierto…–me miró de arriba debajo de forma burlona–. ¿En vez de practicar como una tonta lo que vas a decir no deberías mejor cambiarte? ¿O vas a ir a la escuela con tu pijama de cerezos? Se burló Takeshi.

Haruno Takeshi. Mi insoportable hermano mayor de 17 años y estudiante de tercer año de la preparatoria Konoha.

– ¡Jum! nadie te dijo que me llevaras, yo me puedo ir perfectamente en metro–Le respondí arrogantemente para después caer en cuenta de un pequeño detalle–. ¡QUIEN RAYOS TE DEJO ENTRAR A MI CUARTO!- le grité mientras le lanzaba el cepillo… ¡Es una lástima que el baka tenga tan buenos reflejos!

–Saku-chan, creo que deberías practicar tu puntería…–se burló, ayudando a crecer el enorme deseo en mí de cometer asesinato.

– ¡Lárgate de aquí y no me digas Saku-chan!

–A propósito, casi se me olvidaba, la condición de llevarte hoy a la escuela es que en la tarde tienes que desaparecer.

– ¿Por qué? – tengo un mal presentimiento de esto, pensé para mis adentros. Cuando él dice que no quiere en casa es porque…

–Porque hoy viene Haruko y como sabrás papá y mamá van a salir así que…

¡Bingo! ¡Tenemos una ganadora!

Mi hermano es muy popular en la escuela, lo cual hace que tenga muchas admiradoras. Por esa razón, siempre está con alguna chica aunque algunas sólo duran una semana o una noche. Hasta ahora no había nombrado nunca a esa tal Haruko por lo que me imagino ya a qué vendrá hoy.

–No quiero saber los detalles, mejor lárgate de mi habitación y tranquilo que voy a buscar a donde ir en toda la tarde–le respondí algo avergonzada luego de imaginarme la situación–. Ahora lárgate para que pueda cambiarme en paz.

–Chicos, se les está haciendo tarde bajen a desayunar– gritó desde las escaleras mi mamá.

– ¡Voy para allá! –Gritó Takeshi.

–Voy en un momento –dije yo.

Al irse mi hermano, busqué en mi closet el uniforme nuevo: una falda tipo escocesa blanca con negro, una clásica camisa blanca manga larga, un chaleco negro, una chaqueta negra y todo esto acompañado con un absurdo moño rojo. En definitiva, este uniforme gritaba a los cuatro vientos "Niña tonta y mimada de escuela privada" por lo que deseché el estúpido moño, la camisa y el chaleco para colocarme una camiseta estampada debajo de la chaqueta. Luego me coloqué unas pantimedias negras y encima las medias blancas de uniforme junto con mis zapatillas deportivas. Al final le agregué a mi conjunto unos guantes con un estampado animal print,unas pulseras de cadenas, una gargantilla tipo lolita y unas gafas grandes.

Al bajar a desayunar, me encuentro con la mirada desaprobatoria de mis padres y la sonrisa burlona de mi hermano.

– ¿Qué paso?–pregunté confundida

–Sakura, Konoha es mucho más exigente que tu antigua escuela, no puedes ir así- me reprochó mi padre.

–Jajaja, Sakurita te vas a ganar una suspensión en tu primer día, de solo imaginarme como se pondrá Tsunade cuando te vea… como mínimo se va a desmayar –Agregó mi hermano–. Así como estas vestida parece gritas "¡Mírenme, soy otra tonta adolescente incomprendida que busca llamar la atención!".

Lo fulminé con la mirada mientras seguía riendo a carcajada limpia.

–Hija, creo que deberías ponerte tu uniforme como debe ser, así como vas es un poco…inapropiado–comentó mi madre–. Sabes que la gente piensa mal de alguien que va vestida así.

–No tiene nada de malo que exprese mi personalidad mediante mi forma de vestir, además, Takeshi lleva el cabello largo y nadie le dice nada- señalé despectivamente al susodicho.

–es diferente, a mí si me queda bien y no parezco sacado de un manga de mal gusto.

– ¡Argh! ¡Te odio maldito baka! –Le grité mientras lo apuntaba con un dedo– ¡métete tus putos comentarios por donde te quepan!

– ¡SAKURA!, ¿Qué es ese lenguaje? Esas no son las clases de palabras que usaría una señorita formal–dijo mi madre–. Jamás escuche esas palabras de Nanami, ella era muy respetuosa…

No la seguí escuchando, odio cuando comienza a hablar de la linda y perfecta Nanami.

Haruno Nanami es mi hermana mayor, tiene 19 años, ella se encuentra en Kioto estudiando licenciatura en física y viene de vez en cuando a visitarnos, pero mi mamá no sabe que ella es mucho peor que yo, incluso que Takeshi.

–Señorita, estas castigada y discúlpate con tu hermano en este momento –Ordenó mi padre seriamente como si fuera una niñita de 8 años.

–Pero otou-san, fue…

–Pero nada, este fin de semana no vas a salir y si no te disculpas ahora no vas a ir a esa convención en Akihabara.

– ¿Me perdonas Take-chan?– dije con mi cara de disculpa más fingida que cualquiera notaría que lo que quería era darle una patada en donde más le doliera.

–Aunque hayas lastimado mis sentimientos te perdono porque eres mi hermanita menor y te quiero mucho –Sonrió con superioridad, pero mis padres no se dieron cuenta de eso.

–déjame darte un abrazo querido hermano mayor.

Lo abracé mientras le daba un pisotón y le susurraba al oído.

–Esta me la vas a pagar, maldito engendro.

–Ha, eso lo quiero ver –respondió también en un susurro.

Después de este pequeño inconveniente me dispuse a desayunar tranquila mientras charlaba con mis padres sobre cualquier cosa para aliviar la tensión y salvarme del castigo. Al terminar, mi padre tomó su maletín y se dirigió a mi hermano y a mí.

–Takeshi, hoy no te vas a llevar el carro porque hoy salgo temprano de la oficina y además así le vas a poder mostrar a Sakura el camino de la escuela a la casa.

–Pero otou-san, me prometiste que hoy me lo podía llevar–protestó el aludido.

–Vamos hijo, será bueno para ti que tomes el transporte público –le respondió con una sonrisa.

Al escuchar eso, una sonrisa se dibujó en mi rostro mientras le susurraba triunfalmente a mi hermano "El karma es una perra, ¿No crees?".

–Pero como van tarde, hoy los voy a llevar yo así que tomen sus cosas que nos vamos.

–OK –replicamos al tiempo.

Camino a la escuela, mi padre estaba diciendo algo pero la verdad es que no tengo ni idea de que se trataba porque iba escuchando música en mi reproductor mientras mi mente divagaba.

People give you my life through music

Feel the rhythm tonight, I'm crazy

Para para deep in my heart

I must be Tokyo's superstar[1].

La letra de esa canción retumbaba en mi mente una y otra vez ya que mi mayor sueño era llegar a ser una gran artista. Por eso odiaba tener que verme y sonar como lo demás, yo quería ser diferente y eso era lo que intentaba todo el tiempo.

–Ya llegamos Sakura –Escuché vagamente decir a mi padre luego de un tiempo.

–Perdona... ¿Qué? –pregunté sin entender.

–Que te bajes del auto, que ya llegamos a la escuela– agregó mi hermano.

-OK.

Al bajarme del auto, comencé a admirar la escuela: era un gran edificio color blanco que lucía muy elegante, el jardín de la entrada lucía bastante prolijo y bien cuidado, los alumnos todos parecían ser sacados de algún documental sobre la vida estudiantil ya que todos iban con su uniforme bien limpio y arreglado. Al detallar a los estudiantes, caí en cuenta de tres detalles:

Primero, no conocía esta escuela y por la forma de vestir de la gente y la limpieza mostraba que era muy exigente… ¡¿En qué clase escuela estoy metida?

Segundo, todos me miraban como si estuvieran observando un bicho raro, desde una pelirroja hasta un chico de coleta con aspecto despreocupado.

Tercero y más importante… ¡OLVIDE MIS LIBROS EN EL AUTO!

– ¡AH! ¡¿Como pude ser tan tonta? –Grité ocasionando que más personas me mirara–. Espera, tengo que sacar algo, otou-san– Pero fue en vano gritar, ya se había ido.

– ¿Podrías dejar de hacer tanto escándalo? En serio me estas avergonzando– Susurró fastidiado Takeshi.

–Es que se me quedaron los libros en el auto.

– ¿Qué clase de persona normal olvida su maleta el primer día de clase? Aunque pensándolo bien, eso es normal en ti –Suspiró–. Entonces dile a alguien que te los preste.

– ¿Tan temprano y ya están haciendo escándalo? –Dijo alguien que se acercaba a nosotros–. Por eso los Haruno son mi familia disfuncional favorita.

–Ah, hola Itachi-saludó mi hermano.

–Hola Takeshi– dijo alegremente para voltearse a mí–. Hola Sakura-chan– me sonrió a modo de saludo.

Uchiha Itachi es el mejor amigo de mi hermano desde hace muchos años. Es el hijo de Uchiha Fugaku, Comandante Regional de la policía de Tokio. Además de ser muy guapo, es inteligente y carismático y por eso hace tiempo, tuve algo parecido a un enamoramiento por él pero tuve miedo de decirle. Aún me intimida hablarle por lo que siempre que lo hago suena formal y tímida.

–Ho-la Itachi-Senpai–Lo saludé y me sonrojé.

–Itachi, a la tonta se le quedaron los libros en el auto, por eso estaba armando el escándalo que viste–frunció el seño–. Por hoy nada más, ¿Podrías decirle a Sasuke que se los preste?

–Claro que le voy a decir, esperemos que diga que sí, tú sabes que es algo temperamental.

–Lo sé por eso dile que es como si me hiciera un favor a mí.

–Eh… ni-san, Itachi ¿Quién es Sasuke? –Interrumpí.

–Es mi hermano menor Sakura –dijo amablemente Itachi–, Es de tu edad y también va en segundo año.

¿Su hermano menor? ¿Desde cuándo Itachi tiene un hermano menor? Pensé. Para mí, Itachi siempre fue hijo único aunque en parte tiene lógica que yo no sepa de la existencia de un hermano menor: Itachi nunca cuenta su vida personal y cuando éramos niños y acompañaba a Oka-san a buscar a Takeshi, no había nadie en la residencia Uchiha más que los sirvientes e Itachi.

Luego comencé a imaginarme cómo sería una versión mas pequeña de Itachi: guapo, buenos modales, inteligencia y galante.

–Así es pero creo que YA tiene NOVIA– dijo bruscamente mi hermano adivinando mi expresión.

–Eh… Bueno voy a decirle–Agregó algo incómodo por la situación–. Nos vemos en clase Takeshi, adiós Sakura, te deseo buen día.

–Nos vemos luego Itachi –Se despidió mi hermano sin dejar de mirarme.

–adiós, Itachi-kun

Cuando se fue, Takeshi iba a comenzar a decir quién sabe qué sarta de grosería cuando escuchó que alguien lo llamaba y se detuvo.

-¡Konichiwa Take-kun!-gritó una chica pelinegra abrazándolo por el cuello y haciendo un puchero –. Te extrañé mucho anoche.

Por la forma como hablaba, supuse que esa era la tal Haruko pero esa deducción me alarmó mas: Era bajita, delgada, de ojos color miel, tez blanca y un largo cabello negro recogido en dos coletas que hacía que se viera mas infantil e inocente, tanto que parecía una niña de escuela elemental.

Pero si parece una niña pensé alarmada. Ese sentimiento despertó un asco por mi hermano porque como era posible que se acostara con alguien así. Me pregunté sino se sentiría como un pervertido violador de niñas sacado de la imaginación retorcida de algún mangaka de hentai.

Decidí irme antes de pensar en la idea de llamar a la policía para denunciar al degenerado de mi hermano cuando Haruko se puso frente a mí y comenzó a verme de arriba debajo de forma arrogante.

– ¿Quién es ésta, Take-kun? Parece un mamarracho con esa ropa–pregunto despectivamente… ¿Ésta? ¿Mamarracho? ¡¿Quién rayos se cree que es esta niñita?

Adopté la misma posición que ella tenía mientras usaba todo el poder de mi mirada.

–Lo mismo pregunto yo, Takeshi-niisan, ¿Quién carajos es esta niñita? ¿Es la hermanita de tu nueva novia? –pregunté con el mismo tono que ella usó mientras la empujaba levemente–. Niña, por si no lo sabías esta es una escuela preparatoria y además está mal usar el uniforme de tu hermana mayor ya que te ves más bajita y fea de lo que eres –Por alguna razón, una vez comencé a insultarla no pude detenerme–. ¿Y sabes otra cosa? Mejor ve y dile a la zorra de tu hermana que no se haga ilusiones con mi hermano porque una vez que se acuesten jamás la va a volver a llamar.

Luego de este discurso, comenzó a mirarme fijamente con unos ojos que reflejaban una ira asesina. Fui vagamente consciente de que muchas personas estaban oyendo mis palabras y que por eso la había humillado enormemente.

– ¿De qué estás hablando? Yo soy la novia de Take-kun –Dijo a modo de pataleta.

–No me hagas reír, las tontas pequeñas como tú jamás las vería alguien como mi hermano

Ahora si sentía muchas miradas a puestas en mí.

Haruko se veía roja del enfado y trataba de intimidarme con su infantil mirada, luego, se dio cuenta de que no iba a lograrlo así que hizo lo que creyó mejor: Se volteo y salió corriendo llorando hacia supongo que los baños de mujeres. Como si yo hubiera sido la que empezó, mi hermano me miró en forma de reproche y pareció murmurar algo como "baka insensible" y se fue seguramente a buscarla.

Pasado ese incidente, decidí que era hora de buscar mi salón de clases pero recordé que no tenía mi horario así que comencé a tratar de buscar gente conocida entre todos los estudiantes

–Sakura por aquí– me gritó a lo lejos una voz tan conocida como chillona.

–Hola Ino– Respondía mientras llegaba a donde ella estaba.

– ¿Dónde estabas? Se supone que nos íbamos a encontrar en la puerta –me miró ceñuda–. Me hiciste quedarme como una idiota en la puerta de la escuela como por 15 minutos.

–Perdón Ino, es que mi padre me trajo y por eso se me olvidó que nos íbamos a encontrar.

–Como siempre, eres una despistada –luego comenzó a detallarme–. Sakura, ¿Te volviste loca o qué? ¿Cómo se te ocurre venir así a la escuela? Seguro hoy te ganas un castigo o algo peor aunque aún estamos a tiempo de evitarlo si vamos a oficina y pedimos que te presten un uniforme.

–Olvídalo Ino, luego veré que hago, por lo pronto vamos a clase –Dije fastidiada de que repitieran el asunto de mi forma de vestir.

–Luego no digas que no te intenté ayudar.

Yamanaka Ino es una de mis mejores amigas desde que tengo uso de razón. Tiene la misma edad que yo y somos vecinas. Gracias a ella, conocí a mucha gente de Konoha antes de entrar y algunas de esas personas luego se convirtieron en mis amigos más allegados.

Subimos las escaleras hasta que llegamos a un salón donde había un grupo de personas entre ellos pude distinguir a la pelirroja que me miraba raro, al chico de la coleta de aspecto cansado, a una chica de chonguitos que había visto antes pero no recordaba dónde y a mi otra amiga Hinata, que parecía tan ocupada enviando un mensaje de texto, que ni siquiera me prestó atención cuando la saludé.

Estaba tratando de buscar un sitio donde sentarme cuando me encontré con unos ojos color ónice, fue entonces cuando lo vi.

Había algo en él que se me hacía vagamente familiar aunque no sabía de dónde podía ser ya que ese chico podía pasar sencillamente por un supermodelo: Además de su aspecto tenía un aire de misterio que lo hacía fascinante y atractivo, también lucía despreocupado mientras estaba recostado en uno de los escritorios leyendo algún libro que por el título parecía ser en otro idioma lo que demostraba que era alguien inteligente. Luego de darme cuenta del detalle del libro, recordé de dónde se me hacía familiar: tenía esa misma aura que Itachi por lo que seguramente era su hermano menor que se llamaba Sasuke.

Estaba en ese estado de ensoñación cuando noté que cerraba el libro y se dirigía en mi dirección. Sabía que tenía que dejar de mirarlo pero ya era demasiado tarde porque ya estaba en frente de mí

–Hola – dijo secamente y con cierto enojo en la voz, pero eso no le quitaba lo seductora que sonaba.

Yo trataba de decir algo pero sólo abría y cerraba la boca como si fuera una idiota retrasada mental. Cerebro, no me abandones era lo único que pasaba por mi mente.

– ¿Tú eres Haruno Sakura? –Continuó al ver que no había respuesta de mi parte más que unos extraños movimientos vocales.

–I-i-ta-chi– fue lo único que salió de mi bocota.

–Sakura o como sea que te llames, la clase especial no es aquí es en la escuela de al lado y otra cosa deja de mirarme de esa manera que parece que nunca en tu vida hubieras visto a un hombre– dijo con cierto aire de arrogancia, fui vagamente consiente de que había una risitas a mi lado.

Esas palabras me sacaron de mi trance. Puede ser muy lindo pero este tipo de humillaciones no las voy a aceptar.

– ¿Disculpa? ¿A quién te refieres? – le hablé de manera sarcástica.

–A la frentona que tengo al frente– dijo suavemente mientras se retiraba.

Ese último comentario de su parte me llenó de una ira casi asesina ya que ése era mi punto débil. Debido a eso, tomé lo primero que encontré y se lo lancé con toda la fuerza que pude, dándole en la cabeza haciéndole perder el equilibrio. Rápidamente, se volteó y comenzó a regresar hasta llegar al frente mío y agarrar mi brazo bruscamente.

– ¡¿Estás loca o qué? –dijo mientras cada una de sus palabras destilaban veneno.

– ¿Qué me vas a hacer? ¿Me vas a golpear o qué? –Pregunté de manera altanera–. Para que sepas, no te tengo miedo.

– ¿Crees que soy tan bajo como tú para responder de esa manera?

–Muy buena escena señor Uchiha y señorita… –Dijo una voz a nuestra espalda.

Al voltear, me encontré con el que seguramente era el profesor. Entonces, Sasuke me soltó y yo me incliné a modo de saludo.

–Haruno– le aclaré algo avergonzada.

– ¡AH! Usted es la hermanita de Haruno Takeshi ¿verdad? –me preguntó con el gesto que parecía ser una sonrisa bajo su bufanda.

–Hai –Respondí todavía cohibida.

–Ya que usted se presentó, me toca a mí: Me llamo Hatake Kakashi pero me puede decir Kakashi-sensei, soy su profesor de matemáticas y su tutor –Luego cambió de semblante–. Y ni usted ni el joven Uchiha me caen bien en lo absoluto.

Después de esas palabras, sólo pude agachar la cabeza y pedirle perdón por haber hecho lo que sea que hice para caerle mal.

–Eso no importa, en todo caso, ya que se lleva tan bien con el señor Uchiha los invito a los dos a sentarse allá –Señaló hacia los dos puestos de atrás que estaban juntos–, así podrán tener sus peleas de pareja tranquilos sin molestias… y otra cosa, Uchiha esta castigado.

– ¿Por qué? – gruñó fastidiado.

–Por dar este tipo de espectáculos el primer día de clase en una institución como ésta, a Haruno-san se lo perdono por ser nueva…

¡Qué felicidad que exista la justicia! Le sonreí de manera autosuficiente al arrogante a mi compañero mientras caminaba hacia mi puesto, cuando el profesor me detuvo.

–Sin embargo, creo que usted ya debería saber que no puede venir a la escuela vestida de esa manera así que también está castigada –Continuó–, los veo en mi oficina al final del día. Ahora si me disculpan, vamos a empezar con la clase

Me dirigí hacia mí puesto con cierto fastidio y mirando al piso, no quería mirar al chico que tenía al lado, sabía perfectamente que le había arruinado todo el día y no sólo eso, también tendría que ir a un castigo mi primer día de clases, un record. Al sentarme, no puedo evitar sentirme culpable porque después de todo era mi culpa.

–Ahora saquen su libro de matemáticas –Siguió Kakashi-sensei mientras escribía unos números en el tablero–, hoy empezaremos con un tema bastante interesante: identidades trigonométricas, así que quiero que todos comiencen a leer sus libros y a preparar el tema porque mañana tenemos examen sobre él y sé que es el primer día de clases pero no me importa –mientras decía eso se sentaba en su escritorio y sacaba un libro color naranja–. Si tienen alguna pregunta procuren no hacérmela porque de otra manera, les mandaré trabajo extra para que hagan durante su castigo y sobre todo, quiero silencio a partir de este momento… ¿Alguna duda?

En ese momento, todos comenzaron a sacar sus libros sin hacer el menor ruido

–No –gemí al recordar que no tenía libros y que mis amigas estaban lejos de mí.

Al voltear, vi que mi compañero de puesto, Uchiha Sasuke, sacaba su libro y comenzaba a leer sin prestarme la más mínima atención. Sabia que debía disculparme por lo que puse mi mejor sonrisa de disculpa mientras le tocaba el hombro en un intento de llamar su atención.

–Eh…-no–Empecé sin saber como seguir

–Escucha bien porque no lo repetiré: Mi nombre es Uchiha Sasuke, soy el hermano menor de Itachi, aunque creo que eso ya lo sabes y él me dijo que hoy no trajiste tus libros así que puedes usar los míos, no creas que lo hago por ti, lo hago porque Itachi me obligó y porque se lo debo a tu hermano–Dijo rápidamente sin siquiera mirarme, tomó aire y siguió–. Y ya sé que te llamas Sakura y que eres la hermanita menor de Takeshi y no me interesa en lo mas mínimo saber de ti, sé lo suficiente. Punto.

– ¿Ah, si? ¿Qué sabes? – Logré articular cuando por fin me dejo hablar.

–Que eres una molestia, no me habían castigado en cuatro años y tú en un día ya lograste destruir mi limpio historial.

Me sonroje avergonzada porque sabía que sí era mi culpa.

–Perdón – Me disculpé sinceramente–. En serio, lo siento mucho.

–Da igual, al final eres como todas.

– ¿Todas? –Repetí confusamente.

–Todas mis estúpidas y superficiales Fangirls –Aclaró como si fuera lo más obvio del mundo.

–En serio debes estar bromeando, no me interesas en absoluto Uchiha, no te miraba a ti –Mentí para tratar de conservar lo poquito de dignidad que me quedaba.

– ¿Ah, no? –Levanto una ceja en señal de escepticismo–. ¿Entonces a quien?

–A esa persona– señalé con la mirada al frente sin saber a quién.

Sasuke miró al frente mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa burlona.

– ¿A Hyuga? Esto de verdad es una sorpresa, no sabía que te gustaban las mujeres –anunció con esa misma sonrisa.

Voltee a ver para encontrarme con que efectivamente había señalado a mi amiga.

Adiós a lo poco de dignidad que me quedaba.

–A ella no, al que está al lado.

– ¿A Nara?

–Así es, solo que tú te metiste en medio, y te confundí con Itachi –Me excusé en un estéril intento de arreglar todo.

–Como sea –bufó, aunque todavía se le notaba que se estaba divirtiendo de lo lindo con mi situación.

El resto del día fue bastante extraño: Al ser el mejor estudiante de la clase, Sasuke no tuvo ningún problema con las materias y de paso me ayudó muchísimo; aunque mientras lo hacía, no dejaba de hacerme comentarios despectivos, llamarme "molestia" y dejando en claro que lo caía bien y que lo única razón por la que me ayudaba era porque su hermano se lo había pedido. Además, al parecer tampoco le caí muy bien a muchas de las chicas del salón por haberle lanzado el libro a Uchiha y algunos de los chicos me tomaban por una extraña y sicópata loca por lo que mucha gente trató de evitarme ese día. Mis amigas, Ino e Hinata, estuvieron todo el descanso conmigo acompañándome en mi soledad no voluntaria, pero luego Ino se fue con Nara Shikamaru, el chico de la coleta que lucía como un vago, e Hinata comenzó a usar su teléfono móvil, olvidando completamente a su amiga que la necesitaba.

Debido a eso, a la hora de la salida estaba en el jardín de la escuela más sola que una ostra.

–Se supone que hoy iba a ser un día perfecto –me quejé mientras golpeaba mi cabeza contra la pared.

–Y si te sigues golpeando contra la pared probablemente tu día termine pero con una ida al hospital –dijo una voz encima de mí.

–Lo que me faltaba, ahora oigo voces –murmuré ahora mas fastidiada.

–Si miraras arriba tal vez te darías cuenta que no te estás volviendo loca.

Al mirar arriba me encontré con la chica del peinado de chonguitos, quien me miraba desde la ventana del pasillo y sonreía de manera amistosa.

–Mucho gusto, me llamo Shikisai Tenten y soy amiga de Ino e Hinata, nos presentaron en el festival del verano pasado, no sé si lo recuerdas.

–Claro que si – mentí pero noté que ella ya sabía que lo estaba haciendo por lo que decidí presentarme mejor–. Mi nombre es Haruno Sakura.

–Mucho gusto en volver a conocerte Sakura.

–Lo mismo digo.

–Haruno, te he estado esperando ¿No piensas ir al castigo? –Dijo una voz a mi lado que supuse era Sasuke–. Te espero en la puerta al pasillo.

–Voy en un momento –le respondí secamente.

–Ve, nos veremos luego–Añadió Tenten mientras me señalaba es camino que debía tomar.

–Gracias, hasta pronto.

Siempre dicen que hay que estar preparados para las cosas nuevas y que es normal sentir miedo hacia esos cambios. Nueva escuela, una nueva amiga, nuevos compañeros, nuevo régimen de disciplina y nuevas reglas… pero aun así no tengo miedo, sólo tengo una emoción y muchas expectativas, y con este pensamiento me dirijo hacia mi castigo en donde tengo la intuición de que va a ser el inicio de algo bueno. Aunque en mi interior siento que a partir de hoy mi vida no va a ser como era

–Sólo espero que todo sea para mejor –murmuré mientras le sonreía al cielo –Espérame un momento Uchiha –grité al recordar que éste ya había empezado a avanzar.


Espero que les haya gustado, aunque se vea un poco soso y cliché, les aseguro que estoy haciendo lo mejor de mi misma para que este fic sea un poco original de lo que normalmente se ve.

[1] La canción es "Nori Nori Nori" de Judy Crystal. Les aconsejo que hayan entendido bien ese fragmento de la canción porque explica un poco el enfoque de lo que puede llegar a ser este fic o puede simplemente llegar a ser una canción random que puse por estar aburrida.

Originalmente, en este fic se van a usar muchas canciones del rock japonés o Jrock (especialmente de An Cafe, por algo el nombre del título)

Ah, y un dato curioso: Smile Ichiban ii Onna significa "La chica con la mejor sonrisa".

No siendo más solo me resta decir que espero sus reviews como un muerto de hambre espera comida (Si sonó desesperado pero ese es mi motor para seguir escribiendo) y recuerden: Por cada review que dejan de escribir, muere un gatito en alguna parte del mundo.

Bye Bye~*