Bien, quiero perdir disculpas por mi evidente torpeza, me resulta dificil seguir la mecánica de esta página.
Disclamed: Los personajes no me pertenecen son se Suzanne Collins, la historia es completamente mía, quise subir un original pero creo que no es posible asi que la adaptaré. Está publicada en otra página PF con este mismo nick. La accion se desarrolla en Madrid.
Por favor ruego que me deis cuartelillo, es mi primera historia aqui. gracias.
Introducción
- Katniss, Katniss, no te hagas la sorda, y haz el favor de salir del baño, tengo que ir a clase, y por cierto, tu también.
- Uff - resoplo, la cara que me devuelve el espejo no es todo lo buena que yo quisiera, llevo una semana vomitando, tengo ojeras y mis peores temores acaban de confirmarse.
El pelo me cuelga lacio a los lados de la cara, siento que me desmorono, los restos de mis lágrimas aun se marcan en mi cara.
Abro el grifo, y dejo correr un poco el agua antes de cepillarme los dientes, me mojo la cara para intentar borrar los estragos de otra noche más sin dormir, me encuentro tan cansada.
- Katniss, vamos, déjame entrar.
- Ya voy, ya voy, mira que eres pesada, Magde yo no te meto a ti tanta prisa, j...der, además hoy no tengo clase.
Magde es mi compañera de piso, normalmente pasa horas en el baño, depilación cejas, y rizos, claro mantener su perfecto aspecto, requiere tiempo...; ahora me viene con estas, no es mala chica pero a veces se pone insoportable.
Oigo como vuelve a entrar en su habitación y aprovecho el momento.
Salgo del baño y corro a mi habitación , no quiero que me vea tan demacrada, escondo bajo el colchón la cajita que llevo en la mano y vuelvo a meterme en la cama, es cierto que hoy no tengo clases, Magde estudia telecomunicaciones, yo derecho, estoy en 4º aunque aun se me resiste el administrativo, en fin es un rollo, hoy en la facultad hay una visita oficial, no se algún juez famoso va a dar unas conferencias para mi curso, puedo pasar sin ello y no me apetece ver a nadie.
Me tapo con las mantas cuando Magde entra en mi habitación - ¿te encuentras bien? - pregunta preocupada.
- ¡Hum! si, perfectamente, solo que ayer no dormí mucho, estuve estudiando hasta tarde - mentira cochina, pero ¿qué puedo decirle?
- ¿Estás segura?, últimamente estás muy rara.
- Segura, no te preocupes, solo intentaré dormir un rato.
- De acuerdo, sé que no quieres contármelo, pero ya sabes si me necesitas, vivo aquí al lado. Ok?
Oigo que va a cerrar la puerta y digo - Gracias Magde, de verdad que estaré bien.
La puerta de la calle se cierra, y me quedo sola en casa, me doy la vuelta y me quedo mirando al techo con la vista perdida.
Tengo cosas más importantes en que pensar...
Por ejemplo, el tremendo lío en el que estoy, metida. Tengo 22 años, aun no he terminado la carrera, no tengo familia a quien acudir ya que mi tío se encargó de mi a la muerte de mis padres, vive en Los Ángeles y ha conseguido rehacer su vida, no sé qué va a pasar cuando se entere.
Estoy embarazada, he cortado con mi novio, me he liado con un "desconocido" y para colmo, no sé de quién es el niño.
Creo que voy a morirme, sin poderlo evitar me quedo dormida, - este maldito cansancio.
No dejo de dar vueltas a como llegue a este momento de mi vida. Esta es mi historia.
