Prologo: Encuentro.

-Asgard, (Después de la Batalla Contra Loki)-

A veces el final de una historia puede llevar al inicio de otra historia.

Esta historia era una de esas.

El lugar donde nos encontramos ahora es Asgard, ubicado en el norte de Europa.

Este lugar una vez fue el escenario de una batalla entre los Santos de Athena y los God Warriors.

E inesperadamente… también el escenario de una segunda batalla entre los Santos de Athena y nuevos God Warriors.

Sin embargo aquí aquellos Santos que aparecieron para pelear… eran los Santos Dorados, los más poderosos del ejército de Athena… pero que a la vez habían muerto todos al sacrificar sus vidas.

Voluntad Divina. Quizás esa es la mejor palabra para explicar lo que sucedió.

Varias batallas continuaron con los Dorados peleando contra los God Warriors que estaban del lado de Andreas.

Los God Warriors caían derrotados pero igualmente los Dorados de alguna u otra forma terminaron siendo víctimas de Yggdrasill y a la vez siendo absorbidos por este.

Sin embargo debido a uno de los Santos fue que los Dorados no murieron al ser absorbidos por Yggdrasill.

Gracias a que Afrodita de Piscis había sido absorbido primero fue que los Santos Dorados pudieron sobrevivir.

Al final la derrota del Dios Loki había sido lograda cuando todos los Santos Dorados alcanzaron las Armaduras Divinas y unieron sus fuerzas para acabar con el mal.

La batalla había terminado pero con eso también… la vida que le había sido a los Santos Dorados había llegado a su fin.

Incluso el mismísimo Poseidón hizo conocer su presencia y les informo a los Dorados que el ayudaría a enviar sus Armadura a ayudar a los Santos de Bronce.

Asique por lo menos ellos se despedirían de Lyfia y de los demás habitante de Asgard.

Mu de Aries fue el primero en irse, aunque eso le quedaba bien si se consideraba que la casa de Aries que el protegía era la primera de todas.

Luego fueron Dohko de Libra y Shaka de Virgo los próximos en irse.

Seguidos fueron Milo de Escorpio y Camus de Acuario.

Entonces siguieron Shura de Capricornio y Aldebarán de Tauro.

Cada uno de esos Dorados solo dijeron unas pocas palabras de despedida, pero igual aquí no se necesitaban muchas palabras.

Sin embargo los próximos Dorados en irse…

"Para ser sincero me gustaría disfrutar un poco más del pueblo," Admitió Mascara de la muerte mientras se rascaba la parte de atrás de la cabeza, al parecer él no tenía ninguna vergüenza con decir aquellas palabras a pesar de la situación.

Sin embargo la mirada que le dio Afrodita de Piscis al Santo de Cáncer decía más que cualquier palabra.

"Uno debe retirarse con elegancia," Dijo a modo de reproche Afrodita de Piscis, quien procedió a agarrar a Mascara de la Muerte

Honestamente ya que todo estaba hecho y la batalla había sido ganada no había porque quedarse más a perder el tiempo… además no era como si realmente fuese posible disfrutar más tiempo entre los vivos.

Y así llevándose a Mascara de la Muerte con él, los Santos de Piscis y de Cáncer desaparecieron también de este mundo.

Después de él fueron Saga de Géminis y Aioros de Sagitario los siguientes en irse, y ahora los dos estaban en buenos términos habiendo hecho las paces con ese evento que llevo a muchos problemas posteriores.

Al final Aioria de Leo fue el último en desaparecer después de despedirse de Lyfia.

La historia de los Santos Dorados en Asgard había llegado a su fin… pero aquella Alma Dorada ardió al máximo y pudo traer un milagro.

Para uno de esos doce este no era un final, sino que un nuevo comienzo.

Ya que existía un lugar que necesitaba la ayuda de un Santo, y cuando el mundo necesitase la ayuda en contra de las fuerzas del mal… de alguna forma u otra los guerreros de la esperanza aparecerían.

-Remnant, (Un claro en un bosque)-

Por otra parte nuestro escenario cambio drásticamente de un momento para el otro.

En un mundo donde los humanos existían pero que era radicalmente distinto a aquel mundo donde los Santos y los Dioses existían.

Para comenzar aquí no existían los Dioses que existían en el mundo original de los Santos ni tampoco el conocimiento del Cosmos.

Por otro lado la tecnología en este mundo era distinta, en algunos aspectos más avanzada que el del mundo de dónde venían los Santos pero en otros aspectos era menos avanzado.

Pero en general este no era un mundo para los Santos o un mundo donde un Santo debía existir de forma natural debido a la diferencia que existía entre dichos mundos.

Esa es la simple verdad: Los Santos no existen en Remnant.

Esa verdad iba a cambiar por alguna razón… o quizás porque Remnant necesitaba a un Santo para ayudar en alguna catástrofe o problema de gravedad que pudiese ocurrir.

Como sea lo primero era ver quien había sido el Santo que había llegado a Remnant.

Y así nuestra atención se centra en un claro en el bosque ubicado en alguna parte de Remnant, ese claro era un lugar puramente natural no tocado por las manos humanas y quizás lo más notable era el rio que se encontraba en medio.

En medio de ese lugar estaba… el Guardián de la Doceava Casa, Afrodita de Piscis.

Aun cuando la lógica decía que en Asgard era la última vez que el caminaría en el mundo de los vivos… Afrodita se encontraba respirando, señalizando que el una vez más vivía.

Durmiendo ahí en ese bosque con su angelical rostro teniendo una expresión de serenidad hacían de esa una escena cautivadora que solo funcionaba debido a la belleza de Afrodita.

Sus ropas eran esas ropas que el usaba cuando estaba en Asgard.

Su Armadura de Piscis había regresado adentro de su Pandora Box que había caído en el rio, quedando al fondo.

Durante varios minutos que luego se transformaron en horas el Santo de Piscis quedo ahí durmiendo un profundo sueño.

El forma de forma tan tranquila haciendo un movimiento de respiración tan poco notable que uno incluso hubiese pensado que Afrodita había muerto.

Pero él estaba vivo… y a punto de ser encontrado por una persona que eventualmente se volvería alguien importante en la vida del Santo de Piscis.

Esa persona era… un niño.

-Cinco Horas Después-

Un niño estaba corriendo por un camino secreto por el bosque, un camino que llevaba directamente al claro donde se encontraba el dormido Santo de Piscis. Para ese niño ese lugar era un escondite secreto que sus hermanas mayores descubrieron y que se volvió en escondite secreto de él y todas sus hermanas.

Un niño de apenas cinco años…

El nombre de ese pequeño niño es… Jaune Arc. Un chico que no era exactamente normal ya que él era descendiente de una familia de héroes, pero fuera de eso él era un chico común y corriente que quizás era más amable que la mayoría de niños de su edad.

Aunque su anormal número de hermanas (7) era otra cosa inusual acerca de el pero a la vez algo que él consideraba como normal aun siendo el más joven de todos los hijos de sus padres.

Sin embargo para Jaune quien usualmente vivía una vida feliz y calmada con su familia y con sueños de algún día llegar a ser un Cazador… el día de hoy no era un día muy feliz que se diga.

Sus hermanas que habían ido a la escuela habían hecho amigas que finalmente terminaron invitando a casa.

Si bien eso no era un problema para Jaune, las cosas comenzaron a complicarse cuando sus hermanas le dijeron a Jaune que ellas no podían pasar tiempo con él porque ellas iban a jugar con sus amigas.

Para Jaune el hacer amigos era algo muy difícil por lo que él no tenía ninguno con excepción de sus hermanas. Y por eso un molesto y triste Jaune se fue al escondite secreto para pasar tiempo, aun cuando estuviese cerca el anochecer.

Jaune planeaba irse cuando comenzase a oscurecerse ya que como las amigas de sus hermanas estaban en casa nadie notaria que él se había ido, seguramente pensarían que él estaría en su habitación porque Jaune no era del tipo de chico que rompiese una promesa como la de no ir solo al escondite secreto.

Si bien su plan originalmente habría funcionado, una persona inesperada terminaría cambiando muchas cosas por el simple hecho de estar en el mismo lugar al que Jaune se dirigía.

"Finalmente…" Se escucha el suspiro de alivio de Jaune.

Si bien él se conocía de memoria el camino igual le daba un poco de miedo el caminar solo por ese camino que atravesaba el bosque.

Pero al llegar al final del camino Jaune pudo entrar al claro ya con intenciones de irse a nadar un rato en el rio para olvidarse de sus problemas.

Sin embargo él se iba a llevar una sorpresa.

Cuando Jaune entro al claro el noto a una persona estando inconsciente en medio del claro. Y si bien normalmente un niño estaría molesto de que una persona desconocida estuviese en su lugar secreto, para Jaune la emoción que el sintió en lugar de molestia fue… preocupación.

Jaune fue corriendo hacia donde se encontraba esa persona y grito…

"¡Señorita!" Lamentablemente Jaune había caído en un error un tanto común entre aquellos que veían a Afrodita de Piscis por primera vez.

Ese era un modo muy torpe de dar una primera impresión. Pero quizás así simplemente eran las cosas para alguien como Jaune Arc.

Además esos labios de Afrodita hacían que cualquiera pensase que se trataba de una mujer.

Y para la suerte de Jaune, el equivocarse en su género era algo a lo que Afrodita estaba tan acostumbrado que para este punto tenia cero efectos en él.

Su respuesta consecuentemente era una respuesta que el siempre daba para corregir ese mal entendido, aun estando medio dormido Afrodita supo que respuesta dar.

"No, estas equivocado," Fue la respuesta del semi-dormido Santo de Piscis, "Yo soy un hombre,".

Y para la mente infantil de Jaune esa admisión solo tuvo una reacción apropiada.

"¿¡Ehhh!?" Exclamo en sorpresa Jaune quien retrocedió unos pasos pero termino cayendo al suelo debido a que él no se podía creer lo que escucho.

Y aquel grito de parte de Jaune fue lo que pudo despertar a Afrodita.

Abriendo los ojos y mirando al cielo azul arriba fue lo primero que Afrodita vio junto con el acto reflejo de intentar levantarse… aunque eso no iba a ser tan fácil.

Afrodita sentía como cada musculo de su cuerpo protestaba sus movimientos. Clara señal de un cuerpo muy cansado que había sido llevado a su límite.

De hecho la única sensación comparable a tal tipo de dolor en su cuerpo fue cuando Shun de Andrómeda dio el ataque final en la Batalla de la Casa de Piscis al usar la Nebula Storm (Tormenta Nebular) para marcar el final de la vida de Afrodita.

E incluso ahí el dolor solo duro por unos momentos antes de morir a causa del daño que causo ese ataque.

Sin embargo ese dolor muscular solo hacia molesto el moverse, pero no imposible.

Asique ignorando el dolor Afrodita se levantó del suelo y miro a sus alrededores.

Él se encontraba en un claro en medio de un bosque, los bordes del claro estaban rodeados de árboles, un rio de agua cristalina atravesaba el claro… y un niño muy joven de cabello rubio y ojos azules vestido en camiseta blanca y unos pantalones cortos le estaba mirando a él con sorpresa.

Afrodita incuso pudo notar que en el fondo de ese rio que estaba en el claro se encontraba su Pandora Box. Solo bastaría con llamarla ahora que el sabia donde estaba.

Finalmente al confirmar que todo era real y no un sueño, en lugar de sorprenderse o preguntarse cómo era posible estar una vez más en el mundo de los vivos a pesar de los eventos de Asgard… en lugar de eso Afrodita únicamente dio un suspiro de resignación.

Ya esta era la tercera vez que el regresaba a la vida por lo que la sorpresa no era tan fuerte como en la segunda ocasión… ¿Aunque si no era Odín entonces que otra deidad hubiese le resucitado ahora?

Asique entonces Afrodia decidió tratar de entender mejor su situación y quizás encontrar donde el estaba.

'Esto definitivamente no es Asgard…' Dedujo al instante Afrodita con solo ver sus alrededores y sentir que no hacia frio.

Claramente este claro en medio del bosque no podía pertenecer al clima del norte de Europa que era el indicado para un lugar como Asgard.

El clima era ni muy caluroso ni muy frio, por lo que no se trataba de Asgard pero a la vez Afrodita no podía usar ese clima para identificar en que parte del mundo él se encontraba.

Como descifrar por sí mismo donde estaba sin ninguna ayuda era algo imposible incluso para un Santo Dorado, Afrodita decidió aprovechar que había alguien junto a él.

"Oye niño," Dijo Afrodita, quien enfoco su atención en Jaune por primera vez, "¿En qué parte de Europa nos encontramos?".

Sin embargo la respuesta de Jaune fue… una cara de confusión.

"¿E-uro-pa?" Repitió Jaune siendo que era la primera vez que el había escuchado esa palabra, "No sé dónde queda eso, y mi nombre es Jaune,".

Pero esa respuesta solo hizo que Afrodita se sorprendiese un poco… para después de darle una mirada de lastima a Jaune.

'¿Ni siquiera sabe el nombre de un continente? Incluso niños de zonas pobres lo saben…' Dijo mentalmente el Santo de Piscis.

Fue en ese momento que Afrodita comenzó a sospechar que quizás algo realmente raro estaba ocurriendo.

Para comenzar con solo una mirada Afrodita pudo notar que Jaune no era un chico de una zona muy pobre…

"En ese caso Jaune, ¿Puedes decirme en que continente nos encontramos?" Y como si nada el Santo de Piscis hizo una pregunta que causaría que muchos fuesen vistos con ojos raros.

Sin embargo Jaune se estaba preocupando porque él creía que ese hombre que parecía mujer se había golpeado en la cabeza o algo así que le causo olvidar cosas.

"Pues estamos en…" Y ahí Jaune le revelo la localización de este lugar en el mundo de Remnant.

"Nunca escuche hablar de un lugar con ese nombre," Respondió Afrodita, quien ya se había dado cuenta de que no podía ser Jaune simplemente siendo un chico ignorante.

"Eh, pero mi padre me dijo que en Remnant era conocido," Respondió un confundido Jaune.

"¿Remnant?" Repitió un Afrodita que se estaba comenzando a dar cuenta de que el ya no estaba en Asgard… posiblemente ni siquiera en su mundo simplemente por lo convencido que se veía ese chico, ósea que para Jaune el que el mundo se llamase 'Remnant' era tan normal como que el mundo de Afrodita se llamase 'Tierra'.

Ahora gracias a esa respuesta Jaune veía todavía más raro a Afrodita e incluso se preguntaba si esa persona se había golpeado la cabeza ya que incluso un niño como él sabía lo que era Remnant.

Sin embargo esa pequeña conversación que tuvieron el joven Arc y el Santo de Piscis seria interrumpida… a causa de ciertas criaturas que son el origen de gran parte de los problemas de Remnant desde el inicio de los tiempos.

"Grr…" Se escucha un gruñido animal que era comparable con el de lobos salvajes.

Afrodita y Jaune simultáneamente se voltearon para ver cuál era el origen de aquel sonido.

Lo que Afrodita vio lo sorprendió por el hecho de no haber visto antes algo como eso, pero únicamente sorpresa y en ningún instante él se sintió intimidado.

Y a pesar de ver la misma cosa lo que Jaune vio hizo que su rostro se pusiese blanco por el horror.

Viniendo de la ruta de entrada al escondite secreto… se encontraban unos cinco Grimms que eran unos Beowolves.

Los Grimm eran criaturas que se sentían atraídas hacia las emociones negativas, asique en un lugar donde se juntasen varias emociones negativas eventualmente atraería a los Grimms, sin embargo era la calidad de aquellas emociones de lo que dependería el número de Grimms que aparecerían.

Las fuertes emociones negativas que había en este 'escondite secreto' de Jaune y sus hermanas se habían hecho notar debido a que ambos, Jaune y Afrodita habían estado emitiendo emociones negativas.

En el caso de Jaune había sido a causa de dicha situación con sus hermanas que había causado su precipitada decisión de ir solo al escondite secreto.

Y en el caso de Afrodita era molestia por su confusa situación y aparecer en un lugar desconocido después de lo que supuestamente hubiese sido su muerte final, además de los dolores de cansancio que experimentaba su cuerpo.

Quizás no fuesen las emociones negativas más potentes y por eso el número de Grimms que se sentirían atraídos no hubiesen sido particularmente un numero grande, pero al menos unos pocos llegaron.

Sin embargo el miedo que Jaune estaba proyectando ahora mismo de seguro haría que los Grimms se volviesen más agresivos… y enfocados en él.

Eso se notó cuando los Beowolves mostraron los colmillos y los cinco taparon la ruta que servía como entrada y salida del lugar.

"T-tenemos que irnos…" Dijo un totalmente aterrado Jaune al ver como el grupo de cinco Beowolves estaba en frente de él y de Afrodita y se veían listos para atacar.

Aun nunca antes habiéndose encontrado a los Grimm, toda persona de Remnant sabía de la existencia de ellos y de lo peligroso que podían ser, de hecho sin un Cazador cerca las posibilidades de una persona de sobrevivir a un encuentro con ellos eran muy pocas.

Por eso Jaune sabía que si uno que no era Cazador se encontraba con un Grimm lo único que se podía hacer era correr y esperar lo mejor, esperando que la suerte estuviese del lado de uno.

Afrodita no parecía ser para nada un Cazador o siquiera una persona que supiese pelear y por eso Jaune estaba muy asustado por lo que seguramente iba a ocurrir con ellos dos. Aun apenas habiéndolo conocido y habiendo confundido su género Jaune encontró tiempo para preocuparse por Afrodita.

…Y nuevamente Jaune Arc había caído en otro error común sobre Afrodita, pero este era un error capaz de llevar a uno a la muerte como había pasado muchas veces en el pasado del hermoso Santo de Piscis.

Ese error era el asumir que únicamente por su delicado aspecto físico Afrodita era una persona débil que moriría fácilmente en una situación peligrosa como esta.

De hecho ese error era lo que hacía a Afrodita el más peligroso de los Santos Dorados ya que si uno le subestimaba sumado a lo letales que eran sus técnicas… entonces enfrentarlo a el era casi una sentencia de muerte.

Pero Jaune no lo sabía… él no sabía que él estaba al lado de la persona más poderosa en todo Remnant y que por eso no había nada que temer en lo absoluto.

Es por eso que…

Lágrimas de miedo y tristeza comenzaron a caer de los ojos de Jaune. Ya que ahora él se dio cuenta de que nunca más el volvería ver a su familia.

De que sus padres y hermanas iban a estar tristes por que el ya no iba a regresar a casa…

Jaune estaba a tal punto atemorizado que él ni vio el rostro de Afrodita ya que si lo hubiese visto él hubiese notado que Afrodita se encontraba… francamente desinteresado y nada amenazado por los Grimms en frente suyo a pesar de nunca antes haberlos visto en su vida.

Ya que con mirarlos solo una vez Afrodita fue capaz de calcular la fuerza real de esas criaturas y el vio que eran perfectas para ser blanco de practica para Santos de Bronce novatos.

Para un Santo Dorado por otra parte esas criaturas no merecían la pena.

Pero por lo visto Afrodita no tenía mucha elección en sobre ignorar o no a esas criaturas… y no era como si el pudiese simplemente irse en estos momentos asique lo mejor que el podía hacer era asegurarse de que este agradable lugar estuviese tranquilo.

Además aunque no lo pareciese él no era del tipo que simplemente dejaría morir a un niño asustado, después de todo el corazón de Afrodita era noble… y además Afrodita

"Que molesto," Suspiro en resignación Afrodita, a decir verdad el no deseaba perder su tiempo en contra de criaturas tan débiles como esas ya que simplemente no valía la pena y el seguía teniendo su orgullo de Santo Dorado.

Sin embargo era además bastante claro que esas criaturas no planeaban retirarse y que iban a atacar.

Asique para evitar problemas Afrodita decidió hacer algo aun cuando efectivamente era lo equivalente de mandar a un león a aplastar unas hormigas.

Ni sus propias rosas eran necesarias, esas criaturas ni se merecían las rosas del Santo de Piscis para acabar con ellos.

Asique el usaría un método más simple pero igualmente efectivo, únicamente porque era lo único garantizado a terminar en un instante con esta situación.

Lo siguiente que paso fue algo que en esos momentos Jaune solo pudo entender como los 'fantásticos poderes de un Cazador'.

Afrodita apareció detrás de los Beowolves con la única diferencia de que su mano izquierda ahora se había convertido en un puño que estaba extendido.

Y ni un segundo más tarde los Grimms cayeron sin vida al suelo y procedieron a desvanecerse señalizando que ellos habían muerto.

Hubiese parecido para los ojos de Jaune que Afrodita se había teletransportado y aparecido detrás de los Grimms para haber acabado con ellos con algún arma escondida.

Sin embargo eso paso porque los ojos de Jaune… o mejor dicho los ojos de los humanos comunes y corrientes no podían seguir la velocidad de los Santos Dorados.

Afrodita se había movido a una gran velocidad y con un simple movimiento de sus manos él le quito la vida a los Grimms.

Y la velocidad a la cual el Santo de Piscis se había movido seguía siendo inferior a la verdadera velocidad que el podía lograr, ni siquiera esos Grimms se merecieron que Afrodita usase toda su velocidad, pero aun siendo una velocidad menor Jaune no lo pudo ver.

Pero cuando Jaune pudo finalmente procesar todo lo que había pasado con Afrodita… que él era capaz de pelear y había salvado su vida…

Jaune fue corriendo hacia Afrodita hasta estar en frente de él, y las lágrimas de sus ojos habían sido reemplazadas por estrellas de admiración.

"¡Eso fue increíble! ¿¡Acaso eres un Cazador!?" Pregunto con asombro y admiración Jaune.

Un Cazador… el tipo de guerreros que eran conocidos y una parte clave de Remnant ya que ellos eran aquellos que peleaban en contra de los Grimms y además luchaban por un mundo mejor, eso era lo que Jaune tenía entendido sobre ellos.

Eso era lo que Jaune realmente deseaba ser un día, era su sueño ser uno para poder proteger Remnant y su gente de los Grimms.

Para la mente infantil de Jaune y debido a lo que el sabia del mundo, Afrodita siendo un Cazador era la única respuesta lógica para sus sorprendentes habilidades.

Para el no existía otra clase de guerrero capaz de hacer cosas que las personas normales no pudiesen hacer.

Por otra parte Afrodita simplemente miraba como Jaune lo miraba a él con admiración sin duda por lo que el había hecho para acabar con esas criaturas.

Afrodita estaba acostumbrado a ser tratado con respeto (De aquellos de menor rango en el Santuario) y con admiración (De aquellas personas comunes y corrientes que podían ver su hermoso rostro cada vez que el iba a una misión afuera del Santuario, aunque la gran mayoría de esas personas únicamente se enfocaba en su belleza y nada mas).

Pero nunca antes le había tocado ser mirado con ese tipo de admiración y curiosidad que poseían los niños.

Si bien era un sentimiento inusual… realmente no era en si algo 'desagradable'.

"No," Negó con la cabeza Afrodita, "No soy una de esas personas,".

Por la forma en la que Jaune hizo esa pregunta Afrodita asumió que esos 'Cazadores' debían ser guerreros de importancia en Remmant por el hecho que Jaune asociase su poder con el de esas personas.

Jaune estaba confundido porque solo los Cazadores podían hacer algo como eso… a menos que.

Entonces Jaune recordó que su padre una vez le dijo que en Remnant existían muchas personas que tenían el poder de ser un Cazador pero nunca oficialmente obtuvieron el reconocimiento como tales por alguna razón u otra.

"Está bien, lo entiendo," Respondió Jaune, creyendo que Afrodita era una persona que nunca pudo volverse Cazador en lugar de algo más.

Simplemente él tendría que aprender que a partir de este momento otro tipo de guerrero existía.

"Ah, está comenzando a oscurecer…" Dijo Jaune al ver que el cielo naranja estaba poco a poco comenzando a volverse más oscuro.

Afrodita lo noto también y a la vez le dieron más ganas de ponerse a dormir al ver como el cielo comenzaba a oscurecer.

Como un chico como Jaune pudo llegar aquí entonces la civilización no debía estar muy lejos y solo era cosa de seguirle el paso al pequeño rubio.

Pero Afrodita sabía que con su cuerpo así no valía la pena intentar irse ahora mismo y que era mejor descansar para recuperar su cuerpo.

"Creo que debería volver a casa," Dijo Jaune… pero no sin antes mirar a Afrodita al rostro, siendo todavía un niño pequeño Jaune no tenía la madurez mental para ser capturado por esa belleza, algo que Afrodita notaba que ocurría con una gran parte de niños.

"Ahora que lo pienso… nunca te pregunte tu nombre," Y así Jaune miro a Afrodita con expectantes ojos azules que tenían una inocencia que solo los niños podían tener.

Era claramente obvio lo que Jaune quería…

Y bueno incluso Afrodita no era el tipo de persona de rechazar algo como eso.

"Mi nombre es Afrodita," Finalmente el Santo de Piscis vio que no había daño alguno… y que probablemente ese niño llamado Jaune se pondría a llorar si no se le daba una respuesta.

Asintiendo energéticamente Jaune se fue corriendo a la entrada al claro pero antes de irse se dio una última vuelta para despedirse de Afrodita.

"¡Nos vemos mañana Afrodita!" Y con eso Jaune se fue corriendo por el camino del que el vino en primer lugar.

Afrodita simplemente se quedó quieto en su posición, el hermoso hombre de cabello celeste ni se molestó en despedirse de Jaune y simplemente vio como el niño rubio se iba.

A decir esa fue la primera vez que él tuvo una conversación tan casual con alguien que no perteneciese a los demás Santos Dorados, pero quizás ese chico llamado Jaune solo actuó de esa forma al no saber el verdadero poder e identidad de Afrodita de Piscis.

"Este ha sido un día demasiado raro…" Dando un suspiro el Santo de Piscis negó levemente con la cabeza ante la cantidad de eventos sin explicación que habían ocurrido después de su supuesto final.

Al ahora quedar totalmente solo en el escondite secreto de Jaune y sus hermanas, Afrodita tuvo una gran paz y tranquilidad para pensar y decidir qué hacer.

De hecho él podía tomar su Pandora Box e irse de inmediato a un lugar más poblado en lugar de tener que pasar al aire libre el resto del día.

Ya que él quería comprobar una cosa muy importante:

¿Acaso sus compañeros también se encontraban en este extraño mundo llamado Remnant?

De entre todas las posibilidades esa era la más posible de todas, después de todo los Santos Dorados aparecieron inesperadamente en Asgard gracias a las acciones de Odín.

Si eso era así entonces ellos podían haber caído en distintos lugares del mundo ya que Afrodita no podía sentir nada cerca de él.

Si Remant era un mundo distinto al menos era posible que este mundo que podía ser de tamaño similar al Planeta Tierra. Entonces si todos cayeron en partes distintas del mundo en lugar de un solo lugar como lo fue en Asgard entonces reunirse podría ser un tanto complicado.

Pero eso solo era si los demás también habían terminado en Remnant…

Para saberlo Afrodita quería irse de ese claro en el bosque a un lugar más civilizado.

Como un niño como Jaune pudo llegar solo eso quería decir que la civilización debería estar relativamente cerca.

El podría irse y listo… pero…

"Sin embargo estoy demasiado cansado como para irme de aquí ahora mismo," Reconoció para sí mismo Afrodita.

Era justo después de recordar todos los eventos que ocurrieron en Asgard que Afrodita se dio cuenta de cuan cansado él se encontraba, incluso un Santo de Oro seguía siendo un ser humano y eventualmente un ser humano necesitaba descansar. Incluso aun cuando el había dormido desde llegar a Remnant el descanso no era suficiente.

Aunque… ¿Afrodita realmente era un humano en estos momentos?

De que en su momento Afrodita fue un ser humano con un cuerpo humano eso no se podía dudar.

Pero sin embargo el murió… y fue resucitado como un Espectro para luego morir nuevamente… y supuestamente por última vez regresar a la vida para destruir el Muro de los Lamentos.

Luego despertar en Asgard con una nueva vida gracias al dios Odín y terminar junto a sus compañeros derrotando al dios Loki e incluso logrando hacer evolucionar a su Armadura de Piscis de Armadura Dorada a una Armadura Divina.

Finalmente él se desvaneció por lo que supuestamente debía ser su ultima vez en el mundo de los vivos… únicamente para reaparecer en este mundo llamado Remnant.

Pensar en todo eso simplemente hizo que Afrodita se sintiese más exhausto.

Por eso el creo una cosa para ayudarlo a dormir de forma segura.

"Con esto nada debería molestarme," Dijo afrodita mientras admiraba su trabajo.

Lo que el había creado era… una cama de rosas. Simplemente haciendo que varias Royal Demon Rose (Rosas Demoniacas Reales) apareciesen en el suelo en un área suficiente para que entrase el cuerpo de una persona.

Realmente una hermosa cama de rosas en la que a uno le daría la curiosidad el intentar dormir en ella a pesar del riesgo de las espinas.

Sin embargo para cualquier otra persona que no fuese Afrodita el intentar siquiera caminar sobre esas rosas significaría… una muerte asegurada.

Pero esa muerte no sería dolorosa, sino que sería una pacífica y tranquila muerte que se sentiría como caer en un profundo sueño.

Con la intensidad del aroma cualquiera que intentase acercarse caería antes de tener la oportunidad de pisar una rosa sin darse cuenta de que ese sueño seria uno eterno.

Era una cama perfecta para el Santo de Piscis, el podía dormir tranquilo sabiendo que cualquiera que se le acercase moriría.

Y así lo hizo el, primero Afrodita se aseguró de que su Pandora Box todavía se encontraba en el fondo de ese pequeño rio y luego al asegurarse de eso Afrodita se recostó en su cama de rosas y se preparó para poner a descansar su cansado cuerpo.

"Toda esta situación es realmente… molesta…" Y con esas últimas palabras Afrodita de Piscis cerró sus ojos y se puso a dormir en su cama de rosas.

Y al estar un hombre como el dormido en aquella cama de Rosas Rojas…

Realmente Afrodita en estos momentos parecía una obra de arte y más de uno le hubiese confundido con una mujer que dormía.

Algo hermoso que hacía que uno bajase la guardia, pero que si uno se acercaba demasiado entonces Afrodita podría llegar a ser completamente letal y temible… eso en si era una buena descripción de Afrodita de Piscis.

Pero por ahora con simplemente tener una buena noche de descanso Afrodita estaba feliz.

En toda su vida el hermoso Santo de Piscis nunca durmió de manera tan profunda como la que el durmió aquel día.

-Al Día Siguiente, (10 de la mañana)-

En ese bosque que usualmente era muy tranquilo y sin Grimms… en una ruta específica se podía escuchar algo en esta pacifica mañana.

Se escuchaba el sonido de un niño corriendo a toda velocidad por una ruta que solo él y sus hermanas conocían.

Claramente ese niño podía únicamente ser Jaune Arc, quien nuevamente había roto el pacto con sus hermanas y había ido el solo al escondite secreto.

Sin embargo a diferencia del día de ayer, el Jaune del día de hoy no va el solo debido al enojo y frustración que el sintió el ayer. De hecho ahora le pareció un poco tonto el haberse molestado tanto el día de ayer por lo de sus hermanas.

Y si bien nuevamente él estaba rompiendo la promesa de no ir solo al escondite secreto… en estos momentos esa promesa no parecía muy importante.

Debido a que una persona a la que Jaune respetaba mucho se encontraba en el escondite secreto.

"¡Afrodita! ¡Afrodita!" Se escuchaba como la voz de un niño resonaba por entre los arboles de la entrada del bosque.

Jaune salió de la entrada al claro y ciertamente ahí se encontraba Afrodita…

Pero Jaune no encontró a Afrodita de la forma que él esperaba encontrarlo.

"¡L-lo siento!" Dijo un avergonzado Jaune quien se cubrió los ojos con las manos y se dio vuelta.

Afrodita estaba en el rio…

Afrodita de Piscis se encontraba… totalmente desnudo bañándose en ese rio (Imagínense la escena de la Película de Abel en donde Afrodita se estaba bañando).

Si el que hubiese visto esa escena hubiese sido una persona mayor a un niño pequeño como Jaune entonces el haber visto tal majestuosidad hubiese causado a cualquier otro, hombre o mujer hubiese perdido el control e ido directo hacia Afrodita con intenciones más que claras.

Y el Santo de Piscis hubiese encontrado ese tipo de reacción… como algo natural.

Afrodita sabía muy bien sobre su belleza e incluso era capaz de usarla para su propio beneficio si la situación lo ameritase.

Pero aun así después de un tiempo cansaba el ser visto por los demás con ojos de atracción debido a su rostro, al menos en el Santuario se sabía de su rango como Dorado y se le respetaba por su poder en lugar de que su belleza lo decidiese todo.

Que su poder fuese reconocido en el corazón de Afrodita era más importante que su propia belleza siendo reconocida.

Y para alguien como Jaune, Afrodita solo tenía una respuesta.

"Realmente eres solo un niño," Dijo simplemente Afrodita mientras se acercaba al borde del rio en donde yacían sus ropas.

Él dijo aquellas palabras porque Jaune mostro únicamente vergüenza al verlo desnudo en lugar de evidente atracción sexual que mostrarían personas de más edad o madurez mental.

Igual se sentía bien el poder estar desnudo sin preocuparse de como reaccionaria la persona que estaba cerca, ya que aun cuando Afrodita entendía que era debido a su belleza, igual era algo molesto con lo que lidiar.

Y sin preocuparse por nada, el Santo de Piscis tranquilamente agarro sus ropas y comenzó a vestirse.

Jaune simplemente espero pacientemente a que Afrodita se terminase de vestir aun cuando Jaune había visto antes a gente desnuda después de todo Jaune se bañaba con sus hermanas pero Afrodita era una persona con la que él no era bien familiar y además por el respeto que Jaune le tenía este decidió mirar hacia otro lado.

Afrodita se vistió con aquellas ropas que el uso en Asgard cuando él estaba sin usar su Armadura.

Cuando termino el enfoco su atención en Jaune.

"Y bien, ¿Hay alguna razón por la que volviste?" Pregunto de forma casual el Santo de Piscis, como si no le importase que Jaune haya mirado su desnudo cuerpo.

Pero el tono de voz del Santo de Piscis era uno neutral, ni molesto ni nada como eso pero al mismo tiempo ni alegre ni nada como eso.

"Ah, sí," Al haber escuchado esa pregunta Jaune rápidamente abrió su mochila y saco lo que el había traído para darle a Afrodita.

"¡Toma!" Y de ahí Jaune saco lo él llevaba en su mochila y se lo presento a Afrodita.

Y aquello que Jaune había sacado de su mochila eran… unos sándwiches. Cuatro sándwiches para ser más específicos.

"Mi mamá los hizo y pensé que podrías tener hambre," Explico el rubio, quien seguía presentándole los sándwiches al Santo de Piscis.

A decir verdad la madre de Jaune no tenía idea que su hijo planeaba compartir esos sándwiches con alguien más ya que Jaune solo dijo que hoy quería una doble porción por tener hambre.

La madre de Jaune no sospecho nada y no pensó que la comida extra podría ser para alguien más. Además tampoco había sospechado ella ni nadie de la familia que Jaune habría ido al escondite secreto por sí mismo.

Jaune no se había dado cuenta todavía debido a que él estaba muy enfocado en volver a ver a Afrodita, pero esa había sido la primera vez que él le había mentido a su madre.

Si bien Afrodita había salvado a Jaune y se había ganado su admiración al acabar de modo impresionante con los Grimms… al final el Santo de Piscis continuaba siendo una persona desconocida para Jaune que el había conocido hace un día.

Eso quizás era señal del fuerte impacto que dejo en Jaune el encuentro con Afrodita.

Y sin decir ni una sola palabra el Santo de Piscis extendió su mano y tomo uno de los sándwiches que Jaune le había ofrecido.

El Santo de Piscis se comió uno de los sándwiches que Jaune le había traído y que el rubio realmente esperaba que le gustasen al hombre que le había salvado la vida.

Y afortunadamente para Jaune…

"Realmente están deliciosos…" Dijo Afrodita sin darse cuenta que su tono de voz había sido uno normal… por lo que Jaune pudo escucharlo.

Y una sonrisa apareció en su rostro al ver que la comida fue del agrado de Afrodita, después de todo esos sándwiches eran de los favoritos de Jaune.

Además de que sin saberlo el había ayudado a Afrodita al darle esa comida.

Fue probando esa comida que Afrodita se dio cuenta de cuan hambriento estaba el… de hecho el no recordaba la última vez que el había comido algo desde que el había sido resucitado en Asgard hasta la batalla contra Loki.

Asique él se comió todos los sándwiches que Jaune le había dado, pero aun cuando el tenía hambre el Santo de Piscis comió su comida de forma tranquila elegante en lugar de comerse todo de una debido al hambre.

Aunque en una situación similar Afrodita hubiese podido ver a Mascara de la Muerte comiéndose todos esos sándwiches a una gran velocidad sin importarle como se viese.

Para Afrodita comer de una forma como esa no era ni siquiera una opción aun si el tuviese mucha hambre.

Jaune por su parte se comió un solo sándwich, había traído cuatro en total para dividirlo en dos para cada uno, sin embargo al ver que Afrodita si tenía bastante hambre, Jaune decidió comer solo un sándwich para que Afrodita pudiese comer uno más. Era lo menos que podía hacer por aquel que le salvo la vida.

Así los dos pasaron en silencio un rato en el que ambos comieron.

Pero cuando terminaron la comida Afrodita vio una buena oportunidad para que Jaune le aclarase una cosa.

"Por cierto Jaune," Dijo el Santo de Piscis, cosa que de inmediato capto la atención del pequeño rubio.

"Si," Respondió atentamente Jaune, quien se veía muy listo para responder lo que fuese que Afrodita fuese a preguntar aun si el mismo Jaune no tuviese una respuesta.

"¿Que tan lejos está tu hogar?" Fue la simple pregunta de Afrodita.

Si un niño como Jaune era capaz de venir solo entonces su hogar no debería estar muy lejos por lo que Afrodita podría ir hacia allá para y con suerte encontrar un pueblo o algo así si la familia de Jaune no era de esas que vivían separadas de la civilización.

"Mi familia vive en…" Dijo Jaune donde vivían él y su familia, "…que esta como a veinte minutos de aquí," Y con eso la distancia que había hasta la civilización más cercana.

"Hmm… eso es demasiado lejos como para que un niño como tu venga solo," Contesto Afrodita luego de considerar lo que Jaune le había dicho.

Esa distancia no era la más grande de todas… pero para que un niño tan joven como Jaune fuese solo ya era algo distinto, más aún porque Jaune dijo tener una familia.

Afrodita estaría más convencido si Jaune fuese un chico sin hogar ni familia al que nadie le importase que se alejase demasiado del pueblo, pero Jaune se veía como el típico chico que llevaba una buena vida familiar.

Aunque sin darse cuenta el Santo de Piscis estaba mostrando un poco de preocupación o interés por Jaune, quizás por la comida o por ser la primera persona con la cual él se encontró en este nuevo mundo.

Afrodita de por si no era del tipo de persona que se interesase por los demás a menos que mostrasen un gran poder, por lo que Jaune sin saberlo estaba viviendo un privilegio al ser un simple niño.

"Este es el escondite secreto que mis hermanas y yo encontramos un día," Dijo Jaune, quien extendió los brazos para señalar todo el lugar, "Después de decirle a nuestros padres acordamos no decirle a nadie más, entonces este se convirtió en el escondite secreto mío y de mis siete hermanas," Dijo Jaune el número de hermanas que el poseía sin darse cuenta que ese alto número podía tomar por sorpresa a muchos.

Y Afrodita estaba incluido entre esas personas ya que si bien el había visto muchas cosas… algo como eso era algo que él no había escuchado jamás.

"¿Siete hermanas?" Repitió con sorpresa el Santo de Piscis. Siendo nuevamente esa una ocasión en la que Jaune le había causado sorpresa…

Igual esa era la primera vez que el Santo de Piscis había escuchado de alguien teniendo un número tan masivo de hermanas. Aun cuando Afrodita salía por el mundo si se necesitaba que él se encargase de algo que requiriese a un Santo Dorado con sus talentos… el nunca conoció a nadie con tantas hermanas.

Aunque al imaginar algo como eso el Santo de Piscis no pudo evitar pensar lo molesto que eso podía llegar a ser el tener que compartir un hogar con tantas personas.

"¡Si!" Confirmo con una sonrisa Jaune, "Sus nombres son…" Y así Jaune le dijo a Afrodita el nombre de cada una de sus hermanas.

Y sorprendentemente Afrodita escucho calmadamente como Jaune decía el nombre de sus hermanas cuando normalmente él no hubiese mostrado interés y hubiese ignorado las palabras de Jaune mientras pretendía escuchar lo que el pequeño niño decía.

Luego de decir los nombres de sus hermanas Jaune le conto que las mayores habían descubierto este lugar y que de ahí en más todas sus hermanas y el conocían este lugar y prometieron ir solamente acompañados entre ellos y nunca solos.

Al oír eso y ver como Jaune fue solo el día de ayer Afrodita ya se imaginó que algo habría pasado para que Jaune (Quien se veía como el típico buen niño que obedecía lo que los demás le decían) ignorase esa regla de nunca ir solo al escondite.

Entonces Jaune le dijo a Afrodita que el día de ayer sus hermanas habían hecho amigas con otras chicas que ellas habían conocido en la escuela.

Como sus hermanas eran sus únicas amigas y el no podía jugar con ellas Jaune se sintió muy frustrado y sin decirle a nadie se fue el solo al escondite secreto aun cuando él y sus hermanas habían prometido ir en grupo.

"Y entonces por eso vine solo ayer hacia nuestro escondite secreto…" Murmuro en voz baja Jaune debido a lo triste que él estaba al recordar como él se había molestado con sus hermanas. Aunque Afrodita aun así pudo escuchar lo que él estaba diciendo.

Afrodita al menos pudo entender la situación y porque Jaune termino encontrándolo el día de ayer.

Resulta que solo fue un mal día lo que los llevo a conocerse en primer lugar y si él no hubiese tenido ese problema con sus hermanas entonces Afrodita hubiese estado solo y en paz, con eso el eventualmente se hubiese recuperado e ido a investigar y seguramente jamás hubiese regresado al lugar donde el apareció en primer lugar.

Con esos los caminos de Jaune y Afrodita nunca se hubiesen cruzado en primer lugar.

Sin embargo las circunstancias para que ambos se conociesen terminaron dándose.

Quizás por mera coincidencia… o quizás por destino.

"Hmm… realmente fue una mera coincidencia que nos hayamos encontrado entonces," Contemplo Afrodita mientras miraba la Rosa Roja que estaba entre los dedos de su mano izquierda.

Por supuesto que esa rosa era una a la que se le había quitado el veneno ya que Jaune siendo un niño pequeño probablemente sería afectado con el simple aroma de una rosa de Afrodita.

Y como Jaune había ayudado un poco hasta ahora, Afrodita encontraba que hubiese sido poco elegante arriesgarse a exponerlo al veneno de una de sus Rosas.

Sin embargo ese silencio se estaba volviendo incómodo para Jaune al terminarse el tema de conversación.

Para Afrodita no era el caso ya que el disfrutaba de ese agradable silencio en un lugar como ese claro en medio del bosque y más aún después de haber comido algo.

Pero Jaune no podía permitir que ese silencio continuase por mucho tiempo ya que había algo que desde el momento en que Afrodita lo salvo que el pequeño rubio le quería decir al hombre de cabellos celestes.

"Por cierto Afrodita…" Jaune miro al suelo y comenzó a hablar de forma tímida, como un niño que hizo algo malo o que estaba a punto de pedir algo.

Afrodita reconoció eso de inmediato y si bien normalmente el rechazaría antes de siquiera permitir una pregunta, por todos los acontecimientos y que Jaune demostró no ser totalmente un niño llorón e inútil, Afrodita decidió darle la oportunidad de hacer su pregunta.

Aunque el Santo de Piscis tenía una ligera idea de lo que podría ser aquella pregunta. Y a decir verdad el no estaría en contra.

"Por favor… hay un favor que realmente quiero pedirte…" Dijo con dificultad Jaune debido a que realmente hacer aquella pregunta resulto mucho más difícil que lo que el había practicado en su habitación para estar listo para este momento.

Pero el hacerlo en la vida real… pues Jaune no podía ganarle a los nervios pero el realmente deseaba hacer aquella pregunta.

Ya que lo que el pequeño rubio más temía era que Afrodita se fuese sin haberle hecho aquella pregunta y terminar arrepintiéndose por perder esa oportunidad dorada.

Afrodita no dijo nada ni se movió de su lugar, el simplemente veía como Jaune hacia grandes esfuerzos para hacer su pregunta.

Sin embargo el Santo de Piscis acepto el escuchar al menos la petición del rubio. Pero el ya decidió que si esa petición terminaba siendo una petición estúpida o algo que alguien de su posición no debiese hacer entonces rechazaría lo que fuese que Jaune quería decir.

Afrodita tenía su orgullo después de todo.

Pero incluso el Santo de Piscis fue tomado por sorpresa por las palabras que salieron de la boca de Jaune.

"¡Por favor enséñame a ser fuerte como tú!" Finalmente Jaune revelo lo que él deseaba preguntar más que nada a Afrodita.

Aquella pregunta y deseo que nació de la admiración del poder del Santo de Piscis al acabar de esa forma y con total facilidad con esos Grimms del día de ayer.

Jaune comenzó a pensar que si el tenía un poder como ese entonces ser un héroe como sus ancestros no sería algo imposible. Jaune sabía que sus padres no querían que el fuese un Cazador… pero el realmente lo deseaba.

Pero él no sabía cómo llegar a ser tan fuerte como Afrodita… hasta que se le ocurrió que sería posible que Afrodita le enseñase a ser fuerte.

Normalmente seria arriesgado al no saber mucho de Afrodita, pero Jaune estaba convencido de que Afrodita era una buena persona.

"¿Quieres que yo te enseñe?" Repitió un perplejo y sorprendido Afrodita debido a que esa pregunta era algo que el realmente no se esperaba.

A lo más Afrodita pensó que Jaune planeaba invitarlo a su casa para presentarle a su familia al hombre que le había salvado la vida y que por eso le estaba contando sobre sus hermanas y cómo fue que el había terminado encontrándolo el día de ayer.

Jaune asintió con mucha velocidad.

"Los miembros de mi familia han sido héroes desde hace mucho tiempo," Comenzó a contarle Jaune a Afrodita la razón por la cual el había hecho tal petición, "Por eso yo quería hacerle honor a esa historia y volverme un Cazador para ser un héroe como mis ancestros,".

De entre todas las cosas, Afrodita (Cuando él estaba originalmente vivo antes de la Batalla de las Doce Casas) nunca se vio a sí mismo como el maestro de alguien más.

Claro, no era como si un Santo Dorado no fuese capaz de tomar a una persona y enseñarle a ser un Santo, era que en el caso de Afrodita él no tenía el interés en ser un maestro de alguien en primer lugar.

Sobra decir que este no era el momento ni lugar para que Afrodita tuviese un estudiante. De hecho incluso en su mundo él hubiese aceptado tener un estudiante si era una orden del Patriarca o de Athena y que dicho posible estudiante mostrase tener potencial.

Y honestamente viendo a Jaune… Afrodita no podía encontrar mucho potencial que digamos.

Si alguien a quien un niño de cinco años había llegado a admirar de tal forma en tiempo record le rechazase de tal forma diciéndole que no tenía potencial, eso sería traumatizante para Jaune. Incluso Afrodita sabia eso pero aun así él no quería tener que lidiar con las responsabilidades de ser un maestro en estas circunstancias.

Para Afrodita su mayor prioridad en estos momentos era investigar sobre su situación y confirmar si los demás Santos Dorados habían caído en este mundo llamado Remnant a causa de otra intervención divina.

Ahora, Afrodita simplemente podría negarse a esa petición ya que en el fondo era una pérdida de tiempo siendo que el tenia cosas más importantes que hacer.

Eso sin mencionar que Afrodita no tenía ni idea de cómo tener un rol de maestro para enseñarle a alguien más.

Afrodita en si no tuvo que hacer ese tipo de entrenamiento que hacían los aprendices comunes y corrientes… su propio entrenamiento había sido distinto del de los demás pero los resultados no se podían discutir.

Sin embargo en algunas ocasiones en las que el caminaba por el Santuario y ocasiones en las que él iba o venia regresando de una misión el Santo de Piscis se tomaba unos momentos para observar cómo se entrenaban los jóvenes que soñaban con poder vestir una Armadura.

Eso le daba a Afrodita una ligera idea de cómo entrenar a Jaune si este de verdad se volvía su aprendiz.

Afrodita en el fondo solo sabría cómo entrenar a una persona para que fuese un Santo y nada más. El no podía cumplir las expectativas de Jaune de entrenarlo para ser un Cazador aun si el Santo de Piscis aceptase a entrenarlo.

Pero a la vez Jaune solo deseo ser fuerte, nunca ser un Santo (Aunque eso era porque Jaune no sabía que los Santos existían).

Sin embargo Jaune realmente le había ayudado al darle información de Remnant (Aun cuando la información fuese escasa) y especialmente le dio esos deliciosos sándwiches.

Asique con eso… bueno no estaría de más darle una pequeña oportunidad a ese chico, igual Afrodita no veía muy probable que Jaune pudiese pasar esa pequeña prueba que se le acababa de ocurrir.

Afrodita cerró sus ojos ya habiendo decidido su respuesta y procedió a decírselo a Jaune.

"…Muy bien…" Y finalmente después de lo que pareció una eternidad, Jaune obtuvo la respuesta del hombre al que el respetaba.

El resultado fue instantáneo.

Los ojos de Jaune parecían tener estrellas saliendo de ellos y miraba con absoluta felicidad a Afrodita.

Jaune estaba por ponerse a saltar de la emoción pero se contuvo únicamente para confirmar que si era verdad y que él no había escuchado mal las palabras del hombre de cabellos celestes.

"¿¡Realmente me enseñaras a pelear!?" Pregunto un emocionadísimo Jaune a Afrodita. Había una enorme sonrisa en el rostro del rubio en estos instantes debido a que Afrodita había aceptado la su petición.

Después de todo Jaune soñaba con ser alguien fuerte, de ser alguien con poder para poder hacerle honra al legado de su familia, pero como sus padres no querían eso para él, Jaune no podría ir a escuelas que enseñen a ser un Cazador.

Pero Afrodita había mostrado ser una persona increíblemente fuerte que pudo eliminar a un gran número de Grimm en un abrir y cerrar de ojos, ¡Entonces aprender de él podía ser mejor que aprender en una escuela!

¡Eso significaba que un tipo tan genial como Afrodita podría ayudarlo sin duda alguna!

Para Jaune era como si se hubiese ganado un gran premio debido a su suerte (La que usualmente era de la mala…) de haber encontrado ayer a Afrodita ya que encontró a una persona fuerte que estaba dispuesto a ayudarlo.

Sin embargo Jaune no lo sabía pero el tipo de entrenamiento y poder que Afrodita podía ofrecerle no eran los del el Cazador que el soñaba con ser.

Sino los poderes de un guerrero que peleaba por una Justicia que creía en el poder…

Y de hecho incluso había duda de que Jaune siquiera pudiese manifestar el Cosmos necesario para ser considerado un verdadero estudiante de Afrodita.

Aun así increíblemente el Santo de Piscis estaba dando una oportunidad, quizás por el tiempo que ambos pasaron juntos y pequeños momentos que los dos compartieron, Afrodita desarrollo cierta consideración por Jaune después del corto pero agradable tiempo que los dos pasaron juntos.

Aunque lo más probable en la mente de Afrodita era que Jaune lo abandonaría con la primera 'prueba'.

Después de que Jaune se fuese a casa Afrodita tendría libertad para hacer lo que él quisiese.

Asique para probar a Jaune, Afrodita decidió un método rápido, simple pero a la vez efectivo.

"Tu primera tarea para demostrar de que quizás eres digno de ser mi estudiante…" Afrodita entonces apunto con el dedo índice de la mano izquierda hacia una dirección en particular dentro del bosque, "Seguirme el paso sin descansar," Declaro Afrodita.

Esa era la tarea más simple y efectiva para encargarse de esta situación con Jaune. Ya que Afrodita veía que ese chico no era muy fuerte y que lo más probable fuese que el volvería por donde vino después de un rato caminando por el bosque.

Pero en caso de que Jaune lograse seguirle el paso… bien Afrodita decidió pensar en eso si esa situación realmente llegase a ocurrir, si bien Afrodita le estaba al menos dando una oportunidad, al final en sus ojos era poco probable que Jaune realmente pudiese seguirle el paso.

A los ojos de un Santo Dorado que ya había pasado por muchas batallas e incluso muerto y que estaba orgulloso de su poder… Jaune era un simple chico que soñaba demasiado. Un chico que tenía una casa con unos padres y siete hermanas que lo amaban.

Un chico que tenía una cama cálida y comida cálida esperando por el en casa junto a una familia completa.

Afrodita no se había dado cuenta ya que ese sentimiento cruzo su cabeza de forma inconsciente pero… quizás el había sentido un poco de envidia al considerar la situación familiar de Jaune.

Ya que aun cuando Afrodita ya no pensase en eso ya que había pasado hace mucho tiempo y aun cuando él se dijese a si mismo que ya lo había olvidado todo… Afrodita no pudo evitar recordar sus días anteriores al Santuario en donde él una vez tuvo lo que Jaune tenía en estos momentos (Aunque claro, sin el masivo número de hermanas).

Pero como se dijo era una emoción que apareció en el subconsciente de Afrodita por lo que él ni se dio cuenta de que el había sentido esa pizca de envidia.

Y rápidamente los pensamientos del Santo de Piscis volvieron a enfocarse en solo una cosa mientras el Santo y su posible discípulo comenzaron la caminata.

¿De quién… o de que era la voluntad que lo trajo a Remnant?

NOTAS DEL AUTOR:

Me imagino que ninguno de ustedes se esperaba esta historia. Pues originalmente yo tampoco, de hecho tenia a Kamito de Seirei Tsukai como el protagonista original del Capítulo de Piscis ya que su apariencia física me decía que el sería un perfecto Piscis.

Pero mis deseos de poner a Jaune Arc en la Saga Dorada me superaron XD

Como pueden ver él era otra consideración muy fuerte era Escorpio.

Por apariencia física (Rubio de ojos azules) me pareció más adecuado para Virgo, pero el Virgo de la Saga Dorada es alguien que necesita más de esos poderes.

Asique pensando y pensando, llegue a la conclusión de que Piscis puede servir (Aun cuando con eso Ruby podría ser mejor protagonista como Santa de Piscis… meh, igual yo elegiría a Jaune -_-).

Para mi Jaune realmente queda como un gran Piscis, solo hay que dar unos pocos ajustes y creo que esta historia puede avanzar bien. Si bien él no es tan 'hermoso' como los demás (Bien parecido si es, pero no tiene la belleza extrema que tienen los Piscis) sé que puedo sacarle provecho.

Originalmente quise hacer de esta una historia con Saint Seiya Omega ya que si se dan cuenta Amor de Piscis es lo suficientemente similar en apariencia con Jaune que incluso pensé hacer una historia donde ambos eran la misma persona.

Esa historia hubiese tenido a un Jaune muy anti-heroico desde el inicio, de hecho prácticamente un villano que toma un camino de héroe solo por estar en un mal lugar en un mal momento.

Sin embargo antes de implementar esa idea pensé en Afrodita de Piscis… en lo personal es uno de mis dorados favoritos por su orgullo y sentido de la justicia. Y así comencé a considerar la posibilidad de tenerlo como una figura de mentor para Jaune ya que me encantaría verlo haciendo de maestro.

Y así nació esta historia.

Pero como ven aquí también decidí que si Jaune deseaba seguir el camino de Afrodita él tendría que GANAR el derecho a siquiera ser considerado una opción de aprendiz.

De ahí en más esta historia se expande y puede que tome un poco para llegar al inicio del 'Canon' de RWBY.

Además Jaune aquí seguirá el camino de un Santo debido a su admiración por Afrodita.

Ósea que este Jaune no buscara entrar a Beacon y más bien buscara su propio destino como un Santo porque la presencia de Afrodita significa que hay un mal que necesita ser combatido ya que él no cae a este mundo por coincidencia. Pero aún no se revela la identidad de ese enemigo y por lo pronto no será revelada.

Bueno en si eso sería todo. So les gusto por favor comenten y si no les gusta… entonces que al menos la crítica sea constructiva :3

Solo recuerden que puede que Jaune en si aún no será oficialmente Piscis a pesar de estar en el titulo sino que lo será en el futuro cuando su poder sea el necesario… aun así la historia es de Jaune de Piscis aun cuando el no posea armadura al inicio.

'Jaune de Piscis' más bien hace alusión a un evento que ocurrirá en el futuro del fic, pero lo pongo como tal para que quede claro que la historia es parte de la Saga Dorada.

Y finalmente aun cuando Afrodita es el maestro de Jaune, considerando todo su poder el no actuara ni aunque su discípulo esté a punto de morir, en otras palabras será el típico maestro que se queda al margen de las cosas a menos que la situación fuese excepcional.

¿Quién creen que será?

Como sea por favor dejen comentarios y alguna sugerencia si creen que se puede ayudar a hacer mejor esta historia.

Ah, una última cosa importante:

¿Creen que Afrodita deba seguir con su ideología de 'Poder es Justicia' y transmitírsela a Jaune?

Lo digo porque esa es una creencia bien arraigada a la personalidad de Afrodita y no creo que él la deje ir tan fácilmente.

Sin embargo también veo que su tiempo con Jaune pueda cambiar un poco esa creencia. Igualmente es el 'Poder' de Afrodita lo que gano la gran admiración de Jaune en primer lugar, por lo que es posible que él también tenga ideas sobre el poder y la justicia.

Asique… ¿Que opinan?

PD: Sobre la pareja… no se… pero siguiendo el tema de la Saga Dorada esto muy posible termine como Harem (Considerando que Jaune será Piscis eso tiene sentido XD).