Me sentía tan estúpida por creer que el de verdad se fijaría en mi , todo esto era un revoltijo de emociones: felicidad por el cumpleaños de mi mejor amiga Alice, emoción porque organizamos una fiesta sorpresa para ella, pero todo esto se veía opacado en comparación por esta tristeza tan grande. Me enamore de la persona menos indicada, el hermano de Alice: Edward Cullen

Edward era universitario, excelentes calificaciones, caballero, amable, gracioso, y por todas estas razones… Era todo un Play-Boy. Tenía a todas las chicas de la universidad locas por el. Era todo un dios griego, un cuerpo de infarto: no era tan musculoso pero tan poco era esquelético tenia la figura perfecta, un rostro de ángel travieso con todas sus facciones rectas y perfectas, y por si fuera poco unos ojos color verde que con una sola mirada me dejan como idiota.

¿Por qué tuve que caer en sus encantos?¿Por qué me lastiman tanto? ¡¿Por qué maldita sea me tengo que enamorar? Esas eran preguntas que por más que buscara la respuesta… Nunca la encontraba.

Primero Jacob (Termino conmigo porque ''Quería su espacio'')

Después Mike (Lo encontré intercambiando saliva con Jessica)

Y ahora Edward (Amor no correspondido) Maravilloso no creen?

-ISABELLA MARIE SWAN! ME ESTAS ESCUCHANDO?- Grito Alice a todo pulmón por el teléfono.

-Si… Me decías?- Conteste con desgana

Alice suspiro- Te decía que si quieres ir de compras conmigo… Si mañana no vamos a celebrar mi cumpleaños como se debe al menos hagamos algo para distraernos- Me sorprendí al oír que su voz reflejaba poco entusiasmo tratándose de pasar un día entero dentro del centro comercial… Me sentí un poco mal.

- Ok, acepto… Pero solo por tu cumpleaños eh? – Trate de subirle el ánimo.

-Yeeiihh! Tuxs Tuxs Tuxs!- Celebro con fingido entusiasmo.

- Allie! Qué pasa? Porque tan triste?- No aguante mucho en preguntarle que le pasaba.

-Te parece poco? Mis padres están de viaje y ni siquiera una llamada! No encuentro a Jasper en ningún lado! Rose y Emmett no están seguros si vienen! Estoy prácticamente sola en mi casa UN DIA ANTES DE MI CUMPLEAÑOS!- Woow Cuando se entere lo que tenemos planeado… Esperen! Dijo que esta…

-Estas sola en tu casa?- Dije con interés. Donde estará Edward?

-Sii, Si Bella, Edward esta aquí, Solo que ayer se fue de fiesta y llego en plena madrugada, para después llegar a mi cuarto para despertarme y cantarme las mañanitas con un sombrero de mariachi!- Alice suspiro en un intento de relajación- Ok, el punto es que el aun está durmiendo-

Ahhh si! Se me olvidaba decirles que yo tengo 17 y el 20… Asi que NOTICIAS! Cree que aun soy una chiquilla de esas que andan con vestidos de princesa, una tremenda paleta de fresa y hoyuelos en las mejillas.

-Bellita… Amor… Cariño… Ehmm te importaría venir a mi casa? Es que no quiero estar sola! Siii?- No sabia que su adorable puchero servia a través del teléfono, si es así… Estoy jodida.

-Estás segura?- De tan solo saber que Edward estaba allí se me ponían los nervios de punta.

-Segurísima… Además, quedate tranquila! Lo mas seguro es que se despierte como a las 4 de la tarde y a esa hora seguro no estaremos aquí así que no hay problema alguno- Como es obvio Alice ya sabía de mis sentimientos por Edward así que ella buscaba mi comodidad y eso implicaba o quedarnos en su cuarto, o ir a mi casa, o simplemente ignorarlo (Cosa muy difícil para mí)

-De acuerdo… Pero ya calmate! O quieres algunas arrugas en tu cara?- Con esto seguro va a dejar de estar así.

-Ni las menciones… Ya estoy radiante otra vez- Podía percibir su enorme sonrisa a través del teléfono.

-Ok, me ire a bañar… chao-

-Te espero- Y después colgó

Tome una rápida ducha, quería sorprender a Alice así que me puse un corto vestido con volados de flores, unas sandalias blancas, el cabello suelto y mi collar con la mitad de un corazón (La otra parte la tenia Alice). Un poco de maquillaje y ya estaba lista. Tome las llaves de mi auto y baje a la cocina: Mis padres se fueron de segunda luna de miel así que estaba sola en mi casa, la cerré y partí a casa de Alice.

Cuando llegue a que Alice empecé a tocar y no habrían la puerta. No esperaba que estuviera abierta pero de igual forma la empuje y se abrió.

Me adentre a la casa y allí estaba Alice, dormida en el gran sofá de la sala, rodee los ojos, Alice y sus bajones de energía

Subí al armario por una cobija para Alice y allí estaba él, saliendo del baño solo con una toalla alrededor de su cintura. Sentí que mis rodillas cedían, no puede ser cierta tanta belleza y perfección, del caían unas cuantas gotas de agua. Oigan! Allá en el cielo! Se les cayó un ángel!

Cuando él se percato de mi presencia se sorprendió mucho( No me pregunten la razón que yo tampoco la se) Y me recorría con la mirada. Eso me hizo sentir algo avergonzada y como es obvio, me sonroje.

POV EDWARD:

-Ahhmm… hola- Me aclare la garganta. Ok lo admito, estaba avergonzado, Por los sagrados clavos de Cristo! Esta chiquilla me hará tener una combustión espontanea!

¿Qué demonios estoy diciendo? ¡Es la mejor amiga de mi hermana!

Pues debes admitir que tiene una amiguita muy sexy

La verdad es que si, otro yo… Esta muy bien para ser una chiquilla. Ese pequeño vestido y el evidente sonrojo le daba un aspecto de sexy inocencia que haría caer a cualquiera, menos a mi por supuesto.

-Hola… ehmm perdón por molestarte, es que Alice se quedo dormida en la sala y vine a buscar algo para arroparla- Luego se mordió el labio inferior y esta pequeña no sabe lo endemoniadamente atractiva que se ve haciendo eso

-No te preocupes linda, Ehhmm…-Ok! Situación incómoda!- En este armario hay algunas cobijas, llevale una- Le dije con mi característica sonrisa de lado.

-Ok, gracias- Dijo amablemente.

-Mmmm… Me iré a mi habitación a ponerme algo encima, con permiso- Cuando llegue a mi habitación me pegue en la frente con la mano (Lo cual dolió)

Sabes que la cagastes cierto?

¡No hace falta que me lo repitas!

Ok, solo quería confirmarlo

Decidí no hacerle caso a esa necia vocecita en mi cabeza y me empecé a vestir. Me puse unos pantalones de mezclilla y una camisa blanca con cuello ''V'' y baje a la sala. Allí estaba Bella, sentada en el sofá viendo la televisión. Trate de ignorarla, pero se me hacía imposible.

Mientras se me hacia el café pegue la vista a la sección de deportes del periódico, sentí unos pasos que se aproximaban a la cocina.

Tómatelo con calma y no lo arruines!

Ok, Ok! Pero ya cállate!

Cuando Bella se percato de mi presencia bajo la mirada en un intento de ocultar su sonrojo (Lo cual no le funciono). Abrió el refrigerador y tomo un poco de agua, esta chica de verdad que era linda, no tenía tantas curvas, pero tampoco era tan recta… su figura era perfecta; Labios rellenos, piernas largas… Uf!

-Ehhmm… Edward, creo que se te quema algo- Dijo con la vista fija en el café. MIERDA!

No había notado que el café se me estaba quemando. MALDITA LA HORA EN QUE LA CAFETERA SE DAÑO!

Gruñí, y me apresure a quitar el pequeño recipiente pero Bella ya lo había bajado del fuego.

-Gracias… Salvaste la vida de mi café- Dije sonriéndole, Ella sonrió de una manera deslumbrante.

-Siempre a la orden- Dijo entre pequeñas risitas. Tome mi taza de café y me la lleve a los labios pero en el intento de probarlo me queme la lengua, solté un pequeño gemido.

-Que paso?- Pregunto Bella con el ceño fruncido.

-Caliente- dije señalando la taza. Ella rodo los ojos y se le escapo una pequeña risita. Se dio media vuelta y lleno un vaso con agua fría, yo me acerque a ella un poco más. Cuando Bella se volvió hacia mí, tropezó con la taza y así quede con café hirviendo en mi torso.

-Lo siento, Lo siento, Lo siento!- repetía una y otra vez mientras tomaba unas servilletas para limpiarme. Bella frotaba insistentemente las servilletas en mi pecho hasta que nuestras miradas se encontraron, no pude seguir conteniéndome y la bese, El beso era apasionado, la danza de nuestras lenguas era frenética.

La sujete fuertemente de su estrecha cintura y ella introdujo sus pequeños dedos en mi cabello y lo tiraba suavemente, esta niña me tenia loco!

Nos separamos solo un poco para tomar aire, y seguimos con lo nuestro, besaba y mordía sus labios y su cuello. La tome desde sus piernas y la senté en el desayunador, ella envolvió mi cintura con sus piernas. Deje sus labios, pero no su piel: Repartía besos húmedos por todo su cuello y hombro derecho, ella acariciaba mi pecho por debajo de la camisa hasta que al fin me la saco, yo masajeaba la piel de sus muslos hasta donde me daba el alcance el vestido, fui descendiendo hasta el nacimiento de sus senos cuando nos sobresaltamos al escuchar un grito:

-BELLA!- Era Alice.

Isabella se quedo paralizada con una cara de asombro por unos segundos, Cuando volvió a la realidad salto del desayunador y se acomodo su vestido al igual que su cabello.

-Mmmm, Bella- Le susurre. Si Alice nos encontraba así… Seguro me mataría, pero extrañamente eso no me importaba.

-Sii? – Respondió con la cabeza gacha, le tome el mentón dulcemente y le alce para ver su cara, estaba sonrojada como nunca la había visto, tenia los labios hinchados y rojos, la piel de su cuello y hombros tenían ligeras marcas, MIS marcas, no sabía porque pero eso me daba algo de satisfacción. Me acerque a ella hasta que pude sentir su respiración, su irregular respiración, ya estábamos a escasos centímetros cuando no me pude resistir a volver a probar sus labios y la bese pero en esta ocasión era un beso dulce y moderado.

-Ehhmm… Alice! Creo que nuestra pequeña Isabella está algo ocupada!- Dijo Emmett con una sonrisa burlona.

Nos separamos a duras penas, sus labios eran adictivos, eran mi propia marca de heroína.

-Callate imbécil!- Susurro Bella completamente ruborizada y un poco enojada.

-Ok, Ok, Me callo pero me explicaran esto… Se imaginan si no hubiera sido yo el que haya entrado si no Alice?- Dijo con cara seria, su primera cara seria de toda su vida.

-Tranquilo hermano. No paso y eso es lo importante- Dije tratando de calmarlo. Emmett volvió a su sonrisita burlona.

-Esta bien- Solto una risotada que se escucho por toda la casa para luego irse guiñándonos un ojo teatralmente.

-Mmm… Sera mejor que me vaya… nos vemos-Y asi la pequeña Isabella, la de labios adictivos, la de piel suave y tersa como una pluma, la mejor amiga de mi hermana que me tenia loco se fue precipitadamente de la cocina dejándome a mi con varias cosas en que pensar.