¡Hola-hola~! ¡He vuelto! ¡Y con un fic! Un fic que es, en realidad, un adaptación de un hermoso manhwa llamado Annarasumanara :3
Disclaimer: Kagerou Project no me pertenece y la historia original le pertenece Ha Il-Kwon.
1
El día lluvioso cubría en su totalidad los edificios grises de la ciudad, dificultándole la ida al trabajo. Caminaba rápido porque no tenía paraguas, se le había roto hace rato y tenía otras prioridades antes que comprar otro, por lo que no podía darse el lujo de aflojar el paso, aun estando ya cansada. Pero lo hizo de pronto, cuando el frío la embargó al resultar completamente empapada por un auto que pasó a mucha velocidad. Ya no tenía sentido seguir corriendo.
"Pero en la vida todo es un sacrificio", fue lo que pensó resignada a su miseria.
Cuando llegó vio al gerente, que nunca salía de su despacho a menos que sea totalmente necesario, supo que estaba en problemas.
―Lo siento, ya no podemos mantenerte el puesto ―le dijo cuando aun no había entrado. Ella sólo asintió y el perezoso tipo estiró su mano a alcanzarle su paga del mes. Luego, sin perder más tiempo, entró al local.
Arrugó el papel entre sus manos, lo habría roto, pero era el dinero que necesitaba. Con ojos opacos y desesperanzados se dio la vuelta, caminando a paso pesado, sin importarle la lluvia.
No lloró, porque no se le permitía llorar. No teniendo la vida que tenía.
Sin darse cuenta caminó para el lado contrario del que debería haber ido y se encontró con un escenario totalmente desconocido. Con el viento soplándole en la cara y el frío calándole los huesos se supo perdida y comenzó a buscar un lugar para refugiarse en lo que vio una pequeña puerta, nada llamativa, al fondo de un callejón. Sin pensarlo mucho se encaminó hacia ella. Adentro el lugar parecía abandonado, estaba sucio, tenía olor a humedad y estaba lleno de telarañas, pero era mejor que nada.
Con un suspiro cansado cerró esa vieja puerta y se apoyó en ella; la mugre casi rebalsaba la habitación, pero por lo menos no había goteras, no a la vista, por lo menos.
Oyó un ruido, pero no se alarmó, pensando que de seguro era algún animalejo que andaba por ahí.
―Bienvenida, señorita.
Del susto casi se golpea la cabeza contra la puerta, miró a todos lados, pero no vio a nadie. Se creyó loca.
―¿Se encuentra bien? La lluvia no ha parado desde la mañana ―volvió a escuchar.
En un parpadeo se encontró con un joven, aparentemente de su misma edad, sentado frente a ella mientras sonreía. Kido se pegó a la puerta.
―¿Quién… eres tú?
El desconocido sonrió ampliamente.
―Un mago ―contestó con simpleza.
Frunció el ceño, pensando que le estaba tomando el pelo, pero vio que no era peligroso, no por el momento.
―¿Crees… en la magia? ―preguntó él mirándola a los ojos.
―No ―contestó por inercia―. La magia no existe. Los magos menos ―afirmó con dureza y se levantó, dispuesta a marcharse, pues no podía darse el lujo de andar holgazaneando.
"Sólo aquellos que viven bien pueden hacerlo", pensó abriendo la puerta.
―Me voy ―anunció.
―¿Eh? Está bien, pero no te olvides de tu paraguas ―respondió señalando al lado del quicio.
Kido miró hacia donde apuntaba y, efectivamente, allí estaba. Lo observó incrédula, porque cuando llegó no había ningún paraguas.
―No es mío ―dijo.
―Tampoco mío ―repuso el desconocido―. Llévatelo, de todos modos lo necesitas más que yo. Cuando vuelvas dime si crees en la magia.
―No volveré.
―Sí lo harás.
Se miraron a los ojos por un momento.
―Loco ―terminó diciendo antes de irse con un portazo. Se llevó el paraguas porque lo necesitaba.
―¡No soy un loco, soy un mago! ―lo escuchó protestar desde dentro, pero decidió ignorarlo, tenía cosas más importantes que hacer.
Bueno, este es el primer capítulo... de muchos :3
Aprovecho para decir que la publicación será semanal ;3 Así que... ¡Nos vemos la próxima semana~!
Atte:
Jeffy Iha
