Nota de la autora: Generalmente el término "Anagennao" se utiliza para hacer referencia a un renacer simbólico, espiritual. Tomé la traducción literal para el título, que es renacer. Se sobreentiende que al volverse alguien un vampiro está trascendiendo a una especie superior, como si volviera a nacer, así que no me linchen por favor.
Disclaimer: El universo de Hellsing, así como sus respectivos personajes son propiedad intelectual del gran mangaka Kōta Hirano y son empleados sin fines de lucro.
Renacer
La ira tomó control de su mente, dejó de pensar con claridad, solo había una frase que retumbaba en su cabeza, un eco incesante con aquel acento francés que ya no escucharía jamás.
"Bebe de mí sangre y acabemos con ellos…"
En alguna parte de su conciencia, la pequeña niña que se rehusaba a beber sangre asintió en silencio, le quitaron nuevamente lo que amaba, la historia se repetía como si estuviera atrapada en un círculo de desgracias, pero esta vez sí haría justicia por su propia mano. Pudo sentir el crecimiento de sus caninos, un curioso escozor en la garganta, por primera vez desde que era un vampiro fue consciente de lo hambrienta que estaba. No podía ver, pero supo exactamente donde clavar sus colmillos, justo en la yugular que palpitó una vez más para dar presión al anhelado líquido cuando succionó sin detenerse. Pip le entregó voluntariamente su vida y ella no permitiría que ese sacrificio fuera en vano; si no fuese una inexperta draculina se habría percatado de que el corazón del mercenario aun latía cuando lo mordió, su saliva se mezcló con la sangre que succionaba de la arteria, diseminándola en todo el torrente sanguíneo a un ritmo lento pero constante. Había recuperado la vista por su regeneración vampírica, pero la rabia y el enojo por la impotencia seguían cegando su cordura, solo podía pensar en algo: venganza.
— Señor Bernadotte… yo lo haré, acabaré con todos…no, iremos juntos. ¡Juntos acabaremos con todos ellos!
Lo primero que vieron sus ojos fue el ensangrentado cuerpo del capitán, las marcas de sus colmillos resaltaban sobre las manchas rojizas y los tonos violáceos que los golpes dejan en la piel. Se lanzó sobre los soldados alemanes, destazando sin piedad esos pútridos cuerpos, ella sola contra veteranos de la Waffen-SS y nada parecía ser capaz de detenerla. Zorin Blitz tragó saliva con nerviosismo, ¿qué monstruo es el que había creado? Fue advertida, no debía subestimar a Seras Victoria, pero se confió y ahí estaban las consecuencias, ella misma había firmado su sentencia de muerte.
Se abalanzó sobre la bruja vampiro, era ligera y aun así tenía una fuerza que sobrepasaba la de Zorin, quiso noquearla con el puño, pero Seras mordió su mano y arrancó los dedos como si fueran parte de la cascara de una fruta, escupiéndolos como si nada. Por primera vez en mucho tiempo tuvo miedo, hubiera preferido que ese vampiro bebiera su sangre a tener que pasar por la tortura que siguió, ya no pudo hacerse con el control de su mente y terminó con el rostro embarrado en toda la pared, desfigurada y destazada. Antes de morir vio a Schrödinger una vez más y él le recalcó el gran error que acababa de cometer.
"La sangre es el dinero del alma…monedas de vida. Cuando la sangre es dada por voluntad se crea un vínculo que ni la muerte puede destruir, más allá de toda norma establecida."
Seras miró arder el destrozado cuerpo de su adversario, había logrado parte de su venganza, pero aun no terminaba. Nuevamente se acercó al cuerpo de Pip, quiso admirarlo una vez más, como si esperara que en cualquier momento se incorporara y le reclamara por su demora…pero Pip no se levantó. Prestó atención a los chicos que permanecían a distancia, a pesar del espectáculo que acababa de darles no la miraban con miedo, sino todo lo contrario, era como si les inspirara respeto y admiración. Sonrió, ellos cuidarían bien de los restos del capitán Bernadotte.
— Yo, debo ir a cumplir mi promesa… acabaré con todos ellos.
Debía encontrar a Integra y acabar de una buena vez con toda esa locura; los chicos se despidieron con un "¡Señor, si señor!", eran buenos hombres que no merecían el infierno que acababan de vivir. Tenía que cumplir su promesa, acabar con esos malditos, vengar a todas las almas inocentes que se perdieron esa noche, hacer justicia en el nombre de Pip. Se sentía más poderosa que nunca, invencible, el poder de la sangre recorriendo sus venas la volvía la bestia del averno que debió ser desde un inicio; ella tan inexperta no supo que esa fortaleza derivaba de la sangre que se entrega voluntariamente, porque eso es lo más valioso para un vampiro y si un mortal la cede desinteresadamente es como si estuviera ofreciendo su alma. Seras no sabía que la virginidad no era una restricción total para volver a alguien un vampiro, bastaba con que un mortal se entregara sin dudar a los brazos de su depredador para crear un lazo entre ellos, una unión distinta a la del amo-siervo que tenía con Alucard, algo más íntimo, capaz de burlar a la muerte.
Primer multichap para el reto del foro "La mansión Hellsing". Tengo todo el año para terminarlo, así que no me apresuren XD
