"El único destino del cual estamos realmente seguros, es el de la muerte."
PRÓLOGO.-
Hace mucho tiempo, existió un hombre muy poderoso, capaz de controlar a los espíritus de la muerte. Con su magia negra, intentó revivir a su ser más amado, pero falló. En vez de regresarlo a la vida, creó una nueva especie de seres inmortales que se alimentan de sangre humana. El destino de este hombre fue perecer a manos de su propia creación.
Muchísimos años después, nacerían tres personas con los poderes necesarios para destruir o salvar a esta nueva raza, denominada, la raza de los vampiros.
Estas tres personas son:
Ryoma Echizen, un joven vampiro, que destaca de su raza al ser capaz de crecer, aunque muy lentamente.
Seiichi Yukimura, ex-miembro de un grupo que se encarga de exterminar a los vampiros.
Y por último…
Syusuke Fuji, Un chico aparentemente normal…
Está en mano de estos tres el destino de la guerra entre humanos y vampiros.
Vampire Stories
: T h e i r L a s t W a r:
Primer
episodio
"El psíquico"
Justo antes de salir de su casa, Ryou Shishido tuvo un mal presentimiento. Sintió por un instante que era mejor no salir aquella noche y quedarse en su casa, pero luego decidió no hacerle caso a sus tontos presentimientos y optó por salir de todos modos.
- Tonterías…- se decía a si mismo mientras caminaba por las solitarias y oscuras calles. Antes de lo esperado, había llegado a la casa de su enamorada. Espero hasta que ella saliera, y luego se fueron a pasear juntos por un parque solitario que estaba muy cerca.
- Las estrellas se ven hermosas esta noche. – comentó sonriendo la muchacha.
- Si, porque no hay luna que opaque su brillo.
- Ryou, adoro cuando hablas así… - la chica enlazó sus brazos alrededor del muchacho.
Ambos se besaron. De pronto, escucharon un ruido que provenía de unos arbustos que estaban detrás de ellos.
- ¿Qué es eso? – la muchacha se puso tensa.
De pronto, un muchacho andrajoso salió de los arbustos. Su cabello era color rojo. Estaba sangrando.
Ryou se puso delante de su enamorada, protegiéndola.
El muchacho dio unos pasos en dirección a la pareja y luego se desplomó en el suelo.
- ¡Necesita ayuda! –la muchacha se acercó al chico que yacía en el suelo.
- Mejor aléjate… - le aconsejó Shishido, acercándose lentamente a ella.
- ¡Pero está herido!
Rápidamente, el muchacho en el suelo se incorporó y se abalanzó sobre la muchacha, clavando sus colmillos en el cuello de esta. Todo sucedió muy rápido. La chica no tuvo ni tiempo de gritar. Shishido sintió que su cuerpo se paralizaba. No pudo hacer nada por su enamorada. En cuestión de segundos, el muchacho con colmillos había absorbido casi toda la sangre de la muchacha.
- … Ka… Kanami… - Shishido no pudo mas que pronunciar con dolor el nombre de su chica. Quería moverse, pero sus piernas no le respondían, seguro debido al terror que sentía.
La "bestia" que tenía en frente suyo levantó su mirada y lo examinó con sus atemorizantes ojos rojos. Lentamente, este se puso de pie y empezó a caminar en dirección de Shishido, quien ni se molestó en huir. Sabía que su fin estaba cerca. No debió haber salido de su casa aquella noche.
De pronto, cuando pensó que todo estaba perdido, escuchó unos disparos. Atemorizado, Shishido cerró los ojos. Cuando los abrió, vio al muchacho que iba a atacarlo tendido en el suelo, sus ojos rojos seguían abiertos, pero parecía que no podía moverse.
- El blanco ha sido inmovilizado.- Shishido escuchó una voz detrás suya. Se volteó y vio a un muchacho de cabello gris que apuntaba al muchacho pelirrojo con una pistola.
- Buen trabajo, Ohtori.- Otro muchacho apareció en escena. Su cabello era azul y llevaba gafas. – El jefe estará contento. ¡Átenlo!
Detrás de los árboles estaban ocultos muchos cazadores. Estos corrieron hacía el muchacho pelirrojo que yacía en el suelo y lo ataron con cadenas.
- ¿Quiénes son ustedes? – preguntó Shishido. La voz le temblaba. Nada de lo que estaba sucediendo le parecía real. Más parecía una escena de una película de terror. Choutaro Ohtori se acerco a él.
- Siento que hayas presenciado esto. Más aún siento que ahora tengas que formar parte de esto.
- ¿Formar parte?
Y hasta ahí no mas recuerda Ryou Shishido, por qué en ese momento todo se volvió oscuro para él y no supo que fue lo que le sucedió. Horas más tarde lo entendería, al despertar en la base de los cazadores, al lado de Choutaro Ohtori, quien lo pondría al corriente de la organización secreta de los cazadores de vampiros, y lo invitaría a formar parte de ella.
El cielo despejado parecía una buena señal de que aquel día era adecuado para salir a caminar y relajarse un poco, ya que era el primer domingo en mucho tiempo que no llovía torrencialmente. Fuji Syusuke pensó que aquel era el día perfecto para ir a visitar a su hermano menor en St. Rudolph.
Al salir de su casa, se encontró con un chico de su misma altura que llevaba puesta una gorra de beisbolista. Este lo esperaba en el jardín frontal de su casa.
- Que gusto verte después de tanto tiempo, Kirihara.
El muchacho sólo dejó escapar un ligero gruñido, mas no dijo palabra alguna. Fuji lo entendió como su modo de saludar.
- Te ves bien con ese gorro.
- No molestes… ¿A dónde piensas ir?
- A visitar a mi hermano en St. Rudolph. Pero, parece que sabías que iba a algún lado.
- No, sólo me ordenaron vigilarte esta vez. Pero, noté que pretendías salir. Usualmente no te levantas tan temprano los domingos.
- Que buena vigilancia tienen sobre mí. Bueno, entonces podrás acompañarme a St. Rudolph.
- No tengo otra opción.
Fuji, acompañado de Kirihara, se dirigió a la estación de buses en donde tomó un bus que lo llevaría a St. Rudolph. Durante el viaje, Kirihara se la pasó durmiendo, mientras que Fuji sólo observaba las calles a través de la ventana. Bueno, "observaba", porque sus pensamientos estaban concentrados en su amado vampiro. Hace más de un mes que no sabía de él. ¿Cómo estaría?
-¡Ah! Ya llegamos.- Fuji le dio un codazo a Kirihara para despertarlo. Este se quejó con un gruñido. Fuji no le hizo caso y se bajó del autobús, seguido por un malhumorado vampiro. Ambos se detuvieron en el estacionamiento.- Espérame aquí, Kirihara, no tardo.
- Más te vale.
Fuji sólo sonrió y luego se dirigió a la recepción del plantel, en donde pidió a la secretara que llamara a su hermano. Desgraciadamente para él, este no vino solo. Hajime Mizuki iba con él.
-¡Aniki! ¿Qué estás haciendo aquí?
- Vine a ver como estabas. ¿Tiene algo de malo que venga a saludarte?
Por otro lado Kirihara esperaba malhumorado en el estacionamiento. Veía pasar en frente suyo a muchos chicos despreocupados que le causaban cierta envidia. Después de todo lo que él había pasado, y por lo que aún tenía que pasar, le daba rabia ver jóvenes que jugaban alegremente como si nada malo pasase en el mundo.
- ¬¬ Ese Fuji se demora mucho, ya me quiero largar de aquí.
- Disculpa.- un chico de ojos azules se le acercó. Bajo sus gafas Kirihara notó un par de ojos de cierto modo escalofriantes.- ¿Sabes dónde puedo encontrar las canchas de tenis?
- No lo sé. No estudio aquí.
- Oh. Gracias de todos modos.- se retiró. Kirihara lo siguió con la vista hasta que su figura desapareció entre la multitud de estudiantes. Había algo que lo inquietaba respecto a ese hombre. Algo en sus ojos que a Kirihara no le gustaba. Sospechaba de él.
Quizás… ¡que tonto había sido! ¡Podría tratarse de un cazador en busca de Fuji, y él como un idiota ahí parado! Kirihara empezó a correr en la dirección que había tomado aquel extraño sujeto.
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Cerca de las canchas de tenis, Fuji conversaba con Yuuta. Mizuki los seguía, aunque con la boca bien cerrada porque cada vez que se atrevía a decir algo el mayor de los Fuji lo fulminaba con su mirada de psicópata.
De pronto los tres se detuvieron al ser interceptados por un hombre alto de cabello azul.
- Disculpa, ¿Qué quieres? – Mizuki dio un paso hacia el hombre.- No te había visto antes.
- Mi nombre es Oshitari Yuushi, mucho gusto, Mizuki Hajime , Fuji Yuuta, y por último, Fuji Syusuke.
Los tres se alteraron al ser reconocidos por aquel extraño.
-¿Cómo…? – Mizuki no pudo terminar de hablar, porque de pronto sintió como si su cuerpo se paralizara.
-¡Mizuki-san! – Yuuta se acercó a Mizuki, pero este se volteó y le golpeó fuertemente en la cara.
- ¿Por qué? – Yuuta, en el suelo, se cogía la nariz, que estaba sangrando.
Mizuki estaba pálido.
- Yuuta… lo siento… no quise…
Fuji sólo observaba asombrado. Sabía que Mizuki no había querido lastimar a su hermano.
- Que malo eres al golpear así a tu amante…- habló Oshitari, riéndose. –Castígate.
Mizuki se golpeó en el estómago fuertemente. Esto provocó que el joven vampiro cayera de rodillas al suelo, adolorido.
- Lo estás controlando… ¿Cómo lo haces?
Oshitari se fijó en Fuji.
- Pronto lo descubrirás.
- ¡Fuji! – Kirihara gritó desde lejos, mientras se acercaba corriendo. -¡Maldito, sabía que eras un cazador!
Kirihara mostró sus garras y se dispuso a atacar a Oshitari, pero en medio del ataque, sintió que su cuerpo era inmovilizado.
- ¿Qué…?
De pronto, Kirihara perdió el control de sus garras, que se pusieron en su contra.
- Siente el dolor que le impones a los otros, Kirihara Akaya.
Kirihara terminó clavándose el pecho con sus propias garras.
-¡Ahhhh! – Kirihara cayó de rodillas en el suelo. Seguía moviendo sus garras involuntariamente, causándose más dolor.
-¡Basta!- Fuji usó sus poderes para atacar a Oshitari. Este se cubrió con sus brazos pero igual recibió el ataque de Fuji, terminando en el suelo.
- Ya veo que no eres un necromántico.- habló Fuji, acercándose lentamente al cazador.- ¿A qué se deben tus poderes?
Oshitari clavó su mirada en los ojos de Fuji. El tensai hizo lo mismo, entonces sintió escalofríos. Había algo enigmático en los ojos del cazador. De repente, el castaño sintió que perdía el control de su cuerpo. Estaba inmovilizado.
- ¿A qué se debe mi poder?... Te diré… Años de estudios, de práctica, de explotación de mis poderes mentales…
Fuji se sentía como hipnotizado. De pronto, en vez de ver a Oshitari, veía a Tezuka, y empezó a caminar hacia él.
- ¡Fuji! ¡ No vayas hacia él! – le gritó Kirihara, mientras desenterraba lentamente sus garras de su pecho.
-¡Aniki!
Fuji sabía que lo que veía era una ilusión, pero aún así le costaba controlar su cuerpo.
- No me dejaré vencer por un truco mental…- Con mucho esfuerzo, Fuji logró liberarse del control que ejercía Oshitari en él.
- Veo que te has vuelto muy poderoso, Fuji Syusuke. Bueno, serán buenas noticias para el líder.
- ¿El líder?
- … Tengo que admitir que capturarte será más difícil de lo que creía. Rayos, necesitaré algo de ayuda. – Oshitari silbó. De pronto se vieron rodeados por muchos cazadores. – No hay a donde escapar. Si te entregas, Fuji, prometo dejar libre a tu hermanito y a los otros.
- No confío en ti.
- Lástima. Vendrás con nosotros de todos modos.
Los cazadores empezaron su ataque. Fuji utilizó su poder para formar un campo que se extendió alrededor de Yuuta, Mizuki y Kirihara. Este campo los protegió, haciendo que los cazadores reciban una corriente eléctrica al chocar con el. Después de tal maniobra de defensa, Fuji se sentía un poco cansado.
- Que impresionante, Fuji Syusuke. No entiendo por qué insistes en proteger a esas bestias desagradables. – Oshitari abrió de par en par los ojos. Sus ojos se concentraban en algo que se acercaba por detrás de Fuji. – Parece que decidieron traerlo, que oportuno.
Los chicos, anonadados por las palabras de Oshitari, se dieron la vuelta y se encontraron con la figura de un muchacho pelirrojo, cuyo cuerpo estaba lleno de heridas. Su ropa estaba manchada de sangre. Su rostro se veía maltratado y sus ojos parecían los de un muerto. Kirihara lo reconoció al instante. Se trataba de Marui Bunta, el cazador al que él había convertido en vampiro.
- Tú…
Kirihara no entendía el por qué, pero ver al pelirrojo en un estado tan deplorable le hacía sentir pena, sobretodo porque era su culpa que este se encontrase en esas condiciones.
- Que comience la acción.- Oshitari se ajustó los lentes y sonrió cruelmente.
CONTINUARA…
Olas a todos XD-…. Weno.. finalmente decidí publicarlo aparte XD--- Es que… ahora trato nuevas parejas… (no quiere decir que deje las antiguas.. o sea, todavía habrá Strongest Pair y Golden Pair… y no con menos intensidad que antes, sino MAS todavía!)… sólo que.. ahora ya es imposible seguir con el AtoJi y el Yukimura X Sanada, ustedes saben muy bien por qué- Espero que este primer episodio les haya gustado. A mi me gustó escribirlo, y el siguiente me va a gustar más… ya lo tengo planeado XD…
Bueno, espero sus comentarios… a ver si les gusta… o si no, también me dicen… byeee cuídense!
