Quiero verte sonreír

Las lágrimas corrían por el rostro de Sakura mientras su vista se perdía entre las negras líneas de los papeles frente a ella, Naruto la miraba desde lejos procurando que su existencia no perturbara a la joven pelirrosada que parecía ahogada en una tristeza incomprensible para el rubio shinobi.

"¿Por qué lloras Sakura-Chan?" los pensamientos del rubio sólo se enfocaban en esa duda y sin embargo sus labios no expresaban lo que en realidad el quería decir, se mantenía un tanto distante y silencioso sin imaginar la razón del llanto de su preciosa flor de cerezo. Con cautela el ojiazul se acercó al escritorio donde su amiga parecía querer ahogar sus lágrimas entre papeles que realmente veía sin mirar.

-Sakura-Chan…-murmuró el Uzumaki en tanto se acercaba tanto como creyese prudente a dónde su mejor amiga estaba.- ¿Qué sucede?-

La pelirrosada dirigió una rápida vista al chico frente a ella y luego bruscamente desvió el rostro hacia otro lado limpiándose con las manos las lágrimas que estaban a punto de salir de sus bellos ojos verdes. Este movimiento no pasó desapercibido para Naruto puesto que se inclinó de tal manera que sus ojos hicieran contacto con los de la chica y tomando con su mano delicadamente su rostro para que aquel contacto visual no se perdiera en ningún momento.

-No pasa nada Naruto.-respondió ella esperando que cualquier duda, objeción o exclamación del chico fuera extinta por la cortante y escueta respuesta salida de ella.

-No seas mentirosa.-exclamó el rubio sin inmutar su gesto y sin soltar a la joven.

-No soy mentirosa, no sé por que dices eso.-refutó la medi-nin tan tranquila como aquel momento se lo permitía.

-Por que no me puedes decir que no pasa nada cuando veo que estás llorando.-

-Naruto yo…-

-Sakura-Chan, puedes llorar, no te lo impido, llora todo lo que tengas que llorar, pero después de eso, haz lo que tengas que hacer, así podrás volver a sonreír.-

La ojiverde se levantó de su lugar e impulsivamente, movida por un sentimiento más grande que ella se abrazó a su compañero de equipo con gran fuerza buscando consuelo en sus brazos, en tanto que el portador del kyubi correspondía al abrazo de su amiga con la misma intensidad.

-Naruto fallé, fallé la misión y… -

-Sakura-Chan, sólo fue una misión, eso no tiene por que acongojarte tanto, es sólo un tropezón, y nada más.-

Esta vez la mirada de la chica buscó la del muchacho.

-Naruto.-

-Te lo digo yo.-exclamó el chico esta vez otorgándole una sonrisa.- que sé de fracasos.-

Sí, el sabía de caídas, de dolorosos tropiezos, de exhaustivas jornadas sin resultado pero siempre, siempre se levantaba por que si no lo hacía entonces no podía demostrar cuanto valía Naruto Uzumaki, y ahora él intentaba que su hermosa Sakura-Chan franqueara aquel obstáculo por que le sabía cuanto valía ella, cuanto valía Sakura Haruno. Esta vez fue la chica la quién dedico una sonrisa al joven Uzumaki, que para él era la más bella sonrisa de todo el universo.

-Prométeme algo Sakura-Chan.-

La chica lo miró curiosa pero asintió sin chistar.

-No te rindas nunca, y yo nunca me rendiré.-

Esta vez la sonrisa de ambos chico se amplió mientras se miraban de lleno el uno al otro.

-Te lo prometo…Naruto.-respondió la chica mientras dedicaba una deslumbrante sonrisa al shinobi.

-Así me gusta más.-exclamó el ojiazul. Sakura lo miró interrogante.

-¿Eh?-

-Es que… quiero verte sonreír…Sakura-Chan, siempre quiero verte sonreír.-

Dedicado para una amiga muy especial, hermana sabes que te quiero muchísimo!!!! y que cuentas conmigo siempre.