Nota:
Hola!
Bueno antes que nada debo decir que esto es una idea que ha estado en mi cabeza antes de dormir muchas veces.
Hace poco que volví a ver las películas del señor de los anillos, y he empezado a leer los libros de nuevo, todo por la fiebre que regreso a mí con las películas de El hobbit, así que por fin haberlo escrito me hace muy feliz.
Espero que lo disfruten mucho y le caiga bien XD
Tal vez al principio estén confundidos y es que he decidido comenzar por este capítulo, sin embargo al final hay una señal
Ninguno de los personajes del señor de los anillos me pertenece, solo los que han sido añadidos que son de mi autoría.
Las tropas de elfos llegaron limpias y pulcras a las tierras de Rohan y después al abismo de Helm, al sonar el cuerno, Legolas, Aragorn y Gimli se reunieron rápidamente a las puertas del palacio, el rey rápidamente ordeno que abrieran las puertas.
Haldir llegaba con su distintiva gallardía topándose con un confundido rey.
. – En la antigüedad hubo una alianza de elfos y hombres, pelábamos juntos y moríamos juntos. Haldir hablo con autoridad y sabiduría, dejando al rey con una dulce esperanza, en ese momento Aragorn, Legolas y Gimli aparecieron a lo alto de las escaleras. – Venimos a honrar esa alianza. Fue cuando el rey sornio y Aragorn salio a dar un abrazo a Haldir, y este aunque un poco sorprendido correspondió al tacto del montazar. – Pelearemos al lado de los hombres una vez más. Finalizo Haldir, y todo el a ambiente ahí se relajó, porque ahora, había una esperanza de ganar esa guerra
Auriél observaba la escena desde un lado, formando parte de las tropas de los elfos y aun con su capucha cubriendo su cara, ahora que podía ver a los hombres, a esa comunidad del anillo de la que Lord Elrond le había contado, sentía como si los hubiera visto en antiguas historia de héroes que su padre le solía contar. Veía a Aragorn con atención, le agradaba, sentía su claro espíritu en él, veía el alma antigua de un viejo rey de antaño, un buen rey y un buen hombre. Después su vista se posó en el enano que si recordaba bien se llamaba: Gimli, era un alma noble y un espíritu más que fuerte, y valiente y al terminar, un hombre se acercó a Haldir y los soldados voltearon hacia él, si, sus deducciones no eran erróneas era: Legolas, el hijo del rey Thranduil, entonces Auriél pudo sentir su espíritu, tan libre, como si fuera un descanso, como si la juventud, la esperanza y la aventura vinieran con él, sin embargo antes de que pudiera seguir inspeccionando a Legolas, la voz de Haldir le alerto.
. – Tengo otro mensaje más de Lord Elrond. Pronuncio el Elfo gris.
. – Bueno, ¿que es?. Dijo Aragorn, un poco impaciente, ya que el tono que había utilizado Haldir, era curioso, fue cuando Auriél noto como Haldir la volteaba a ver, haciéndole una seña para que se acercara.
"Bueno, aquí vamos" pensó la joven.
Aragorn y los demás observaban ahora con curiosidad a la persona que se acercaba a ellos, no podían verle bien ya que utilizaba una capucha que envolvía todo su cuerpo, y solo podían apreciar el arco y las flechas que descansaban en su espalda, sin embargo, legolas pudo captar que ese arco que sobresalía no era común, o al menos, no recordaba haberlo visto en ningún lado, y además de eso pudo observar a un grupo de personas que no vestían del todo la ropa elfica de los soldados, llevaban la misma capucha, pero sus cascos y armas eran de diferentes tallados y tonalidades de un azul celeste que resaltaba al contraste del color plata brillante de otras partes de su armadura que solo alcanzaba a ver el Elfo Silvano.
. – Ellos, ¿quiénes son?. Interrumpió Legolas, haciendo a Aragorn, Gimli y théoden también notaran la pequeña tropa de hombres.
. – Lord Elrond, a enviado un.." refuerzo" más para ustedes.- Haldir no pudo evitar una pequeña mueca de ironia ante la palabra "refuerzo" ya que al pensar en Auriél de esa manera le daba risa, después de todo para el era una joven, y ahora que la empezaba a ver como una princesa al mando de una tropa de soldados. Le daba gracia esa imagen ruda y tierna que le despertaba. – Un gran guerrero que quiere prestarte su servicio, Aragorn y sus habilidades nos apoyaran en esta guerra. Termino ante las miradas curiosas de todos, Haldir extendió su mano hacia el extraño que se acercaba, extraño para todos, excepto para Haldir y la tropa de Elfos. – Auriél Nissandriel . Fue cuando al llegar a lado de Haldir la joven se quitó la capucha y el escudo que cubría y ocultaba su rostro. Y al momento se arrodillaba ante Aragorn, al momento el grupo de personas que ante hubiera pasado desapercibido por soldados elfos, también se arrodillaban, haciendo la diferencia. Aragorn miraba confundido la escena, al igual que todos los presentes. – Hija del rey Aurén, princesa de Nithinién.
Fue cuando Auriél se paró revelando todos su joven rostro, quedándose en frene de Aragorn que la veía sorprendido, todo ahí la veían sorprendidos, sorprendidos por su juventud rebosante de vida y energía, por la belleza simple y dulce que emanaba su pequeño rostro y la luz que se reflejaba en algunos mechones de cabello que acariciaban su rostro . Lucia con una trenza simple hacia tras y una especie de diadema de hojas de plata que adornaba su cabeza, hojas parecidas a las de Lórien, o más bien, hojas de Lórien.
Legolas miraba atento a la joven, que le había causado una enorme curiosidad, como cuando un gato observa un objeto brillante y misterioso.
. – Mi señor Aragorn, hijo de Arathorn, mis hombres de sangre Nithinién y yo le ofrecemos nuestro apoyo, hasta donde la muerte nos deje llegar, para librar esta tierra de mal que se aproxima. La voz melodiosa de Auriél hizo eco ante tal silencio y atención, Haldir miraba a todos entretenido por sus reacciones.
Aragorn aún no acababa te captar del todo, ni Legolas, ni Gimli ni Théoden ni nadie de ahí, solo Haldir que veía con superioridad la escena
. – Mi lady, agradezco infinitamente su ayuda. Dijo el heredero de Isildúr, haciendo una reverencia amablemente a la joven que le veía desde debajo de los escalones. – Pero como ha…? Aragorn iba a decir hasta que Haldir le interrumpió adivinando su confusión.
. – La princesa y su gente han estado con Lord Elrond durante unas semanas en Rivendell. Auriél no pudo reprimir tanto una sonrisa que se le hizo al ori a Haldir decir "la princesa", como si el formalismo fuera aun intacto en ellos.
. – Mi gente y yo, estamos en deuda con Lorde Elrond, él nos ha acogido, ya que Nithinién nos ha sido arrebatada por fuerzas de sauron. Continuo la joven princesa, aliviando la curiosidad de los presente, aunque, sabía que había más por explicar, sin embargo, su atención se centró en un niño que se encontraba presenciando la escena, estaba sosteniendo una espada que obviamente no podía manejar, y un casco que le quedaba enorme, igual, que la intención de que peleara en la guerra, y distinguió ahora bien las caras de los demás, los que no eran soldados, resultaban ser niños y adultos, no soldados.
Fue cuando Auriél subió unos escalones y se arrodillo en frente del niño que la veía un poco asustado.
. – ¿Cómo estás? mi caballero. Pronuncio dulce la joven.
. – Bien, su alteza. Dijo haciendo una torpe reverencia lo que le causo ternura a Auriél.
Entonces tomo el casco del niño y se lo retiro, y le puso el que anteriormente había traído ella y se había sacado al saludar a Aragorn.
. – Este te quedara mejor. Dijo sonriendo al niño para después reincorporase y vio a su lado a un señor, que tampoco era soldado, y este solo traía una espada y una escaza armadura, entonces le coloco el casco.
. – Gracias mi señora. Dijo tímido el señor, Auriél solo le tomo del hombro y le sonrió solidariamente, pero la verdad era que aquello le partía el corazón y la llenaba de rabia. ¿Cómo era posible que mandaran a la guerra a esas personas? ¿Cómo era posible que no comprendieran la vida inocente de esas personas?
. – Si me permite mi Lord, podría aclarar sus dudas y las del rey Théoden. Hablo finalmente Auriél, haciéndole entender que era mejor hablar en privado, Aragorn asintió junto con el rey y se dispusieron a ir a un lugar más privado.
Y asi lo hicieron, Aragorn hizo un seña y todos se dirigieron al salón en el que habían estado antes, entonces entraron Gimil, Legolas, el rey Théoden y uno de sus altos soldados, Aragorn, Haldir y Auriél
. – Bien, la escucho mi princesa. Pronunció calmado Aragorn, después de todo si se atrevía a mencionar a Lord Elrond es porque razón tenía más al tener el apoyo de Haldir
. – Como le dije, poca de mi gente y yo llegamos hasta Rivendell por ayuda de los Elfos, nos prestaron ayuda, comida y refugio, y es mi deseo y el de Lord Elrond ayudarle a usted en esta guerra. La voz de Auriél era suave pero fuerte.
. – Ha dicho que es de Nithinién, princesa. Interrumpio Legolas provocando que sus miradas se encontraran, para Auriél los ojos azules del Elfo le parecían extraordinarios, pareciese que fueran una daga para el alma, y pudiera casi leer la mente. – Es un reino demasiado viejo, hasta parece un mito. Termino Legolas, aun teniendo la mirada de Auriél en el, no podía negar que la princesa era hermosísima, incluso, al no tener mayo información y a la vista sus orejas, comenzó a deducir si la princesa no pertenecía a la raíces Elficas.
. – Si, lo parece, pero es porque nuestro reinado se encuentra mucho más allá de las tierras de Mordor cerca de las costas, es por eso, que para sauron, nuestro reino se volvió, molesto y tal vez hasta peligroso y claro una fuente de comida, armas y…. – Auriél se detuvo cuando la palabra vino a su mente "entretenimiento" eso era, por más que el dolor o más bien el odio no la dejaran aceptar.
Haldir noto como la joven se tensaba así que siguió tratando de aliviarle la carga.
. – Sin darnos cuenta las tierras de Nithinién fueron atacadas por hordas de orcos y ahora yace congelada por un hechizo de saruman. Revelo Haldir ante la sorpresa de todos.
Auriél noto como ahora las cosas se volvían más claras para los hombres en aquella sala, no quería en verdad decirles todo, absolutamente todo lo que había pasado, pero sabía que tarde o temprano sabrían o más bien, se darían cuenta, miro a Haldir, y este le ofreció una mirada de apoyo ya que sabía que lo que la joven iba a decir a continuación no le hacía nada de bien.
. – Asi es, mi tierra fue hechizada por saruman, ahora todo en ella está sumida en un profundo sueño, en una sequía, tal vez letal, la cuestión es, que el día en que los orcos llegaron con la intención de exterminarnos..
. – Quiere decir que habían ido otras veces? Pregunto Gimli Sumido en el relato al igual que los demás
. – Claro, comúnmente teníamos que deshacernos de grupos de orcos que llegaban para robar armas o a la misma gente de Nithinién . sin embargo el día en que llegaron en mayor cantidad, preparados para la guerra, descubrí que mi hermano menor y mi hermano mayor habían desaparecido, mi padre…fue asesinado en la batalla al igual que muchos de nuestros soldados, sin embargo mi padre me engaño para alejarme de Nithinién ante tal caos, fue cuando el conjuro de saruman corrió, las tropas que ve afuera y yo fuimos encontradas a las afueras de Rivendell donde como he dicho Lord Elrond nos ayudó.
. – ¿La engañaron?. Hablo por primera vez el rey Théoden, que en realidad, no se sentía tan desconfiado con la ayuda de la princesa, mientras ahora pudieran hacerle frente a esas tropas de orcos, todo estaba bien para el.
Auriél, se quedó en silencio un momento, tratando de controlar la frustración que le hacía sentir aquel recuerdo.
. – Mi padre me golpeo para dejarme inconsciente y poder ordenar a una tropa de hombres que me alejaran de ahí. Dijo triste a joven, tristeza que todos notaron.- porque si no hubiera sido así, gustosa hubiera muerto al igual que todos defendiendo a mi gente y a mi tierra. Terminó la joven mujer con autoridad y una pisca de enojo, enojo por no haber podido luchar por lo que amaba, porque se le había negado el derecho.
. – Lo siento mucho mi señora, pero déjeme preguntarle ¿Qué es lo que hará ahora? Aragorn, no estaba en todo conforme, pero es que no le despertaba desconfianza, sin embargo era mejor tener algo de duda por lo prisa.
. – Como le dije, vengo a ayudarle, si saruma, no, más bien sauron es derrotado, entonces toda la oscuridad que azota a mi pueblo se ira, de otro modo no sé cómo puedo revivirle, además, mis hermanos están desaparecidos y estoy tratando de saber de ellos.
. – Como puedo dejarle luchar…. Comenzó a decir Aragorn a lo que agresivamente Auriél respondió.
. – Porque soy una mujer, o una princesa?
. – Mi lady…
. – ¡Por favor! .- casi grito la joven, lo que hizo que los hombres se sorprendieran ante tal cambio de actitud de la princesa. Auriél recibió una mirada de Haldir de esas que le decían "compórtate" y así que tomo aire y continuo.- creo que yo, y mis hombres, les serviremos de mayor ayuda que aquellos jóvenes y hombres que están afuera.
. – Sus hombres pueden pelear, pero me temo que no puedo arriesgarla a usted. Declaró el montazar con un tono severo.
Auriél Nissandriél no pudo reprimir una mueca un tanto decepcionada e incluso un poco molesta ante la declaración de Aragorn, estaba ya harta de que le dijeran eso, o más bien, ya no quería sacrificar nada ni nadie por ella misma, al contrario, quería ser ella quien se sacrificara, por esa gente inocente, por su pueblo, si es que le hubieran dado la oportunidad, quería ser ella quien defendiera con su alma y su cuerpo, no que la defendieran, no que la ocultaran o la protegieran ya no, y sabía que ahora que su reino y todo en él estaba desapareciendo, tenía que encontrar a su hermano mayor, el futuro rey y a su hermano menor, tenía que encontrar a su familia a los que amaba tanto y el que no le dejaran siquiera blandir su espada le impacientaba.
. – Bueno, creo que la actitud diplomacia en tiempos de guerra si resulta una tontería. Rio irónicamente hacia provocando una mueca de confusión en Aragorn.
. – Recuerda lo que te dijo Lord Elrond. Dijo Haldir, aumentando más la atmosfera misteriosa, más para Legolas que estaba tratando de encontrar el fin ha todo eso y que no perdía ningún detalle, desde ese repentino cambio de actitud, el que Haldir ahora lucia más cercano a la muchacha y la tristeza que emanaba cada vez que hablaba de lo sucedido.
. – La lealtad que le ofrecí, seguirá siempre en pie, mi Lord. Pronuncio hacia el heredero de isildúr Auriél mientras se acomodaba la capa de un modo que la dejara más libre. – Rey Théoden, mis hombre y yo estamos aquí para ayudarlo a defender su gente y su reino, y es lo que vamos a hacer. – dijo con severidad la joven, mirando a todo los presentes. – ya sé que nos permita estar a su lado, o no. Dicho esto Auriél hizo una rápida reverencia. – Ahora si me permiten iré con mis hombres para prepararnos, ya que la oscuridad no tarda en envolvernos por completo. Dijo esto mirando a su alrededor, ya que sentía como la maldad cada vez estaba oprimiéndole más el pecho, provocándole esa molesta sensación. Así salió de la habitación un poco inconforme por la respuesta de la comunidad del anillo, aunque sabía o más bien pensaba que al fin de cuentas nada iba a ser así de fácil, así que salió del salón donde habían estado para ir a hablar con sus hombres y como había dicho, prepararse para el golpe.
. – Mi señora. Auriél se despertó de su pensamiento cundo al llegar con las tropas uno de sus soldados se había adelantado hasta ella y se había hincado, para después pararse y quedar en frente de ella. – Debemos alejarnos ¿entonces? . Decía pues la tropa sabía que su princesa debía primero la autorización del rey para acompañarlos en la guerra, sin embargo, debían que de no ser así debían buscar otro frente para combatir por separado.
. – Al parecer las cosas no se tornaron como quise, pero ustedes seguirán las órdenes de Aragorn, y yo, veré que hago para ayudarles. Dijo un poco dulce a irén, un alto soldado que siempre había estado al servicio de su reino, incluso se podría decir que uno de los favoritos de su padre que mantenía en secreto.
. – Así que esa…..gentusa ¿no le ha permitido luchar mi princesa?. La voz un poco chocante de Dawér, provoco una inmediata mueca sutil de desagrado por Auriél , nunca le había acabado de convencer ese soldado que era capitán, a pesar de los años que había servido y que lo había visto desde siempre, había algo en el que no le gustaba, además, de que siempre tenía ese delirio de superioridad y no solo con el, si no a ella misma, que siempre andaba detrás de todo para ver que la trataran como toda una diosa, lo cual , a Auriél , le molestaba bastante.
. – Esa no es la manera de hablar, capitán Dawér, asi que le agradecería que mejor se encargara de que usted y su tropa estén listos para la guerra.
. – Si, mi Lady…..Pronuncio el capitán de las tropas de Nithinién, con, un poco de desagrado, para retirarse junto con el soldado irén a sus lugares ante la mirada de su princesa.
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Adentro una atmosfera rara invadió el salón, tras la salida de la princesa de Nithinién.
. – No tienes que impacientarte Aragorn, ella no es nadie de la cual debamos desconfiar. Dijo Haldir tomando el hombro de Aragorn. – Lord Elrond, sabe lo que hace y lo que esta, es lo que debe ser.
. – Entonces ¿al fin la chiquilla pelara?. Dijo Gimil con su respectivo tono.
. – Al parecer lo hará aunque la atemos a un muro. Contesto Aragorn con una media sonrisa, provocando un tono de buen humor a la atmosfera.
. – Hay otra cosa que le quiero comentar. Interrumpio Haldir . – La princesa posee habilidades especiales, así que por favor que no les resulte un impedimento.
. – ¿Que….clase de habilidades? . Pregunto el rey Théoden.
. – Con su permiso rey, creo que ya es tiempo. Ha esto todos se quedaron con un gran curiosidad por las palabras de Haldir, aunque también a Legolas y Aragorn no le paso la situación por desprevenida, pero por ahora dejarían la situación como estaba, ya que la prioridad ahora era defender las tierras de Rohan y el Abismo de Helm del siguiente movimiento de Sauron.
Así todos los hombres de dispusieron a salir del salón y tomar sus puestos, y arreglar los últimos detalles de la táctica, el cielo ahora era prácticamente oscuro y la brisa de esa noche acariciaba la piel como un consuelo a lo que estaba por acontecer.
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Al salir los hombres se encontraron con la joven mirando hacia el horizonte. Asi que vencido Aragorn se acercó a la muchacha mientras los demás iban a tomar sus puestos.
. – Princesa. Al ori la voz de Aragorn a sus espaldas, la incertidumbre de la joven Nissandriél se esfumo, pues ya había presentido la decisión de hijo de Arathorn. – Usted y sus hombres pueden tomar la posición que quieran, gracias por estar aquí.
Auriél sin pensarlo se volteo mirando a el heredero de isildúr y sonrió.
. – Gracias por aceptarnos mi señor. Dijo feliz, lo que extraño a Aragorn, porque su sencillez y dulzura parecían increíbles en el ambiente en el que se encontraban.
. –Por favor, solo llámame Aragorn, como dijiste, la diplomacia nos quita tiempo ¿no crees?. Dijo más calmado, después de todo si lo pensaba bien, era una chiquilla, una joven de unos 19 o 20 años.
. – Entonces con Auriél, también bastará. Correspondió sonriendo.
. – Bien, entonces hay que ir. Contesto Aragorn señalando a los hombres que se acomodaban y corrían para estar listos. La joven princesa asintió con una sonrisa y ambos se encaminaron Auriél seguida por su tropa la cual les indico que se colocaran abajo, al otro lado de la muralla, junto con los Elfos.
Ella fue al lado de Haldir, que se encontraba arriba de la gran muralla.
El escenario era una noche oscura, con el horizonte plagado de luces que indicaban a los orcos que se aproximaban a lo lejos. La brisa era fresca se aproximaba una lluvia.
. – Bien, espero que los soldados de Nithinién se sientan cómodos. Comentó Haldir con humor, rompiendo la seria atmosfera.
. – Por supuesto, nos encanta las grandes fogatas y la carne asada. Comentó divertida la muchacha, haciendo la referencia de las antorchas que se aproximaban.
. – Creo que tus modales, siguen siendo un problema. Contestó con una cara de pocos amigos para Auriél. Por el comentario tal vez un poco, desagradable de la chica.
. –Creo que tu sentido de "Humor" ya no deberían seguir siendo problema. Respondió con una mueca de superioridad ya acostumbrada al carácter para ella "interesante" del Elfo de Lorién , por tanto, provoco que Haldir volteara a mirarla con una cara de sutil indignación, mientras Auriél no pudo reprimir una risita ante la victoria de haberle sacado de su impenetrable serenidad.
. – Creo….que si. Dijo Haldir, derrotado ante la chica, por lo que una sutil sonrisa se dibujó en la cara del Elfo mientras Auriél le correspondía del mismo modo, a pesar de que la maldad pronto azotaría, ese momento se volvió tan puro de toda prisa y tristeza. Tal vez, era que para Haldir la compañía de esa mujer le estaba empezando a agradar más de lo común, ya se lo había cuestionado a sí mismo, el hecho de que empezaba a sentir un especial sentimiento hacia la joven princesa, porque ha pesar de que siempre había presenciado la belleza, Auriél contenía una belleza única, sencilla y grácil, y su espíritu como Arwen le había comentado y su forma de ser era únicas e interesantes, sin embargo, ¿cómo podía ser que una humana pudiera causarle tales intereses?, más aun, no podía pensar si quiera en imaginarse una futuro juntos, ya que era imposible…..o no, pero Haldir no pudo seguir admirando secretamente a la joven pues, los gritos de Aragorn a los lejos le trajeron de vuelta a la realidad.
Haldir desvio la mirada para dejar de ver a la muchacha.
. – Que pasa? . Auriél noto como Haldir había rompido el contacto con ella un poco agresivo lo que le preocupo, le preocupaba el no estar bien con el Elfo gris, ya que últimamente, estaba comenzando a sentir algo por él, simplemente eso, ya que Auriél aún no reparaba bien en aquel hecho, asi que no sabía cómo llamarle, sino que simplemente sabía que se había vuelto importante para ella.
. – No es nada, no tienes que estar preocupada. Respondió Haldir sin volver a mirar. – Mejor que vayas con el Príncipe Legolas y ese enano. Siguió lo que sorprendió a Auriél. – Tu peculiar puntería nos servirá más, done él está. Terminó quitándole ese tono sobrio y severo que amenazaba al principio la petición del Elfo, lo que alivio a la princesa de Nitihinién.
. – oh, entonces bien. Dijo recuperando su estado de ánimo, y se dispuso a marcharse, sin embargo regreso para hablar más cerca de Haldir. – Pero llámame si necesitas que te salve. Pronuncio y luego se dispuso a salir casi huyendo del lugar, pues sabía que el comentario provocaría una reacción peligrosa en Haldir.
Y así fue, el comentario de la chica hizo que al momento Haldir volteara de nuevo viendo solo como la capa de la chica se escurría por los soldados, así que de nuevo volteo al horizonte tratando de que los demás no notaran sus repentinos cambios, sin embargo, de nuevo, una sutil sonrisa adorno su bello rostro, recordándola.
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Auriél se dirigía por la muralla al lugar donde el Principe Legolas se encontraba, iba a ser la primera vez que hablara con él, la ponía nerviosa, pues como había sentido desde que llego, la esencia de él era muy imponente e interesante.
Pero entonces en el camino se topó con Aragorn, que hablaba con los soldados.
. – ¿Te encuentras bien?, Dijo Aragorn al ver a la chica caminando con prisa.
. – Si, todo está bien, Haldir me ha pidió que fuera al lado del Príncipe Legolas. Respondió la joven de ojos oscuros.
. – Buena idea, no te apartes de el ¿si? . Le dijo con una sutil preocupación que conmovió el a Auriél, pues ya había visto el alma benévola del futuro rey.
Auriél se disponía a asentir con una sonrisa cuando una punzada de dolor le sacudió el pecho haciendo que se doblara un poco, por lo que Aragorn la tomo del hombro.
. – ¿Pasa algo?! . Dijo a la joven preocupado por la escena.
. – Haldir les habrá dicho que no soy del todo normal ¿no? Respondió la joven con la voz un poco lastimada y con una risa un poco irónica, Aragorn solo movió la cabeza. – Todo está bien, es solo que la maldad de Sauron se está volviendo más fuerte. Dijo esto último mientras se reincorporaba de nuevo, y dándole una cara de que estaba bien.
En ese momento mientras Aragorn veía a la chica tratando de entender todo aquello y buscando la concentración que necesitaba, un pequeño recuerdo paso por la mente del hombre, un recuerdo de Arwen, y asi mismo, recupero la calma y se dispuso a seguir.
. – Ten cuidado. Dijo Aragorn a lo que la chica asintió y ambos se dirigieron a sus destinos.
Y la lluvia se desató, por lo que poco a poco Auriél estaba empapada al igual que todos los guerreros que a pesar de eso se mantenían rígidos como piedras.
Así Auriél siguió hasta se destinó, pudo distinguir a lo lejos a un hombre alto y delgado que resaltaba porque su cabellera rubia y brillante no llevaba casco y a su lado un enano que parecía bastante impaciente.
Aunque un poco nerviosa Auriél se acercó hasta los hombres, lo suficiente para que la presencia de la joven no pasara desapercibida por el Elfo Silvano.
Legolas, sintió como algo nuevo se acercaba por lo que volteo de inmediato, y lo que Gimil notó.
. – ¿Que pasa orejas picudas?, parece que has visto un Uruk-hai. Dijo Gimil sin pasarse en lo que estaba viendo tan atento Legolas.
. – Bueno, nunca me había confundido con un Uruk-hai,. Al oír la voz melodiosa de una mujer Gimli volteo sorprendido al ver a la princesa de Nithinién sonriendo dulcemente, ante la cara soprendida de Gimli.. – ¡Princesa! Disculpe, n-no no sabía que vendría y….Auriél hizo una seña para que el enano parara mientras Legolas disfrutaba de la situación del enano.
. – No hay problema. Comentó Auriél no una sonrisa cálida que sorprendió a los hombres. – Haldir, me pedido que me uniera a ustedes, espero no les moleste. Dijo lo más amablemente, pues Auriél no quería tener ningún roce con los miembros de la comunidad del anillo.
. –Por supuesto que no majestad, puede llamarme Gimli hijo de Glóin. Dijo educado, lo cual le pareció muy gracioso al Elfo que lo veía con burla, sin embargo para Gimli así como había sucedido con Galadriel, le había impresionado la belleza de la joven y más a un su personalidad y su cálida sonrisa, por lo que también le paso por la cabeza el hecho de que ella fuera una "orejas picudas".
. – Yo soy Legolas, del bosque negro. La voz fuerte del Elfo estremeció un poco a la chica, y la mirada celeste del joven le dejo por unos momentos sin aliento, sin embargo, pudo acostumbrarse a su presencia.
. – Es un placer príncipe. Respondió la joven.
. –Solo llámeme Legolas. Dijo el Elfo, que no podía apartar la vista de aquella joven que le despertaba curiosidad, y sobre todo que le atrapaba por su belleza, por sus ojos oscuros y su cabello negro, su rostro blanco como la más pura nieve y sus labios rojos al igual que una manzana, y las gotas que resbalaban por su rostro ante la lluvia y los mechones de cabello que ahora se apegaban a su piel por la misma.
. –Y yo soy Gimli, puede omitir lo de Hijo de Gloin, Dijo sin perder de vista la atención de la joven. Que sonrió por el cometario, al parecer, a él no le falta humor como a cierto Elfo gris.
. – Por favor, llámenme Auriél. Dijo la joven con una reverencia más espontanea.
Legolas se le quedo mirando un rato bajo la lluvia pues son acababa de entender que tenía ella que no había visto antes en ninguna otra persona, sin embargo no pudo seguir mirándola pues ella desvió la mirada hacia el horizonte, lo que a el también le hizo entrar en la realidad.
Legolas estaba al lado de Gimli y atrás de este estaba Auriél que no tenía problemas por ver el horizonte, gracias a la estatura propia del propio enano.
Así miraban al horizonte mientras los orcos ya casi arribaban, Auriél comenzó a sentir como la guerra se acercaba, todo ese dolor y desesperación, pero tenía que controlarse y mantenerse fuerte, pues al fin, tenía la libertad de poder luchar ayudar a esos hombre, tanto porque ahora tenía la confianza para hacerlo como la fuerza física que había recuperado gracias a los cuidados en Rivendell.
Y si lo pensaba de nuevo, sería la primera vez que se enfrentaría en una batalla asi contra los orcos, los vería de nuevo, los tendría cerca de nuevo, por lo que un peligroso miedo comenzó a tentarle aquel valor que tenía, en pensar de nuevo en las celdas y en las torturas. Aquel oscuro pensamiento hizo que el cuerpo de Auriél inconscientemente temblara, lo que no pasó desapercibido por Legolas.
"No volverás a ese lugar y lo sabes" pensó Auriél para si misma, dándose de nuevo el valor que estaba decayendo, al recordar todo lo que había pasado, y todos lo sentimientos oscuros que habían crecido en ella en ese tiempo
"ya no estás ahí…y recuperaras lo que te han quitado"
Apretó los puños y vio como los Uruk-hai y los orcos llegaban hasta metros de la fortaleza
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Tiempo atrás:
HEY!
Bueno este es mi primer fanfiction de esta graaaaan obra maestra de J.R.R Tolkien y pues estoy feliz escribiéndolo
Espero que ustedes lo hayan disfrutado también.
Y bueno, pues porfavor! Déjenme sus reviews! con sus opiniones, sus teorías todo! Para sabe que piensan al respecto, cabe destacar que falta ver que ha pasado antes de esto y quien en verdad es esa tal Auriél y como es en realidad ;)
Bueno, nos vemos pronto, cuídense!
