[The Loud House no me pertenece, tampoco me lucro con esto (¿acaso se puede?), si lo hiciera Sam Sharp no existiría.]
Hambre (One-Shot)
[Casa de los Santiago, Royal Woods; 14:00pm]
Furiosa estaba, y mucho, pensaba en lo desubicado que era su estúpido novio, ¿Cómo podía atreverse a decirle aquello y no darse cuenta de lo hiriente que fue? Igual se suponía que no debería estar enojada, tampoco era algo serio... ¿O sí? ¿Y si todo era una irónica metáfora que el universo le había dado en bandeja de plata para que se alejara de él? Rebuscado, simplemente rebuscado. Era fácil admitirlo, complicado para ella. Sencillamente estaba celosa.
- ¡Pero...! -
- Bueno, si no puedes darme algo de comida, voy a casa y vuelvo rápido.-
Aquél día, el Loud de doce años estaba de visita en la casa de Ronnie Anne, quién se encontraba de vacaciones en Royal Woods, y las aprovecharía al máximo con su novio. Sí, dieron el paso definitivo en su ambigua relación; se perdían durante horas amando la personalidad, el rostro y el cuerpo del otro lo suficiente como para aceptar que no eran solo amigos.
Aprovechando cierta soledad en la casa que no esperaban tener, los dos no se midieron en su día de diversión, que incluyó muestras de cariño inéditas por parte de la Santiago. Para Lincoln, era loco conocer ese lado de Ronnie Anne, quién le costaba mucho dar un beso; su orgullo y vergüenza siempre se lo impedía, y era el Loud que, como se hacía costumbre, daba la iniciativa, superando la pena cada vez con esfuerzo.
Aunque ahora la situación se complicaba para el albino, que a pesar de tener a la latina sentada en sus piernas, también había provocado en ella enfado, no sabía el por qué, él solo quería comer...
- ¡Ajedrez! Una partida más.- Sonó y se vió desesperada al coger un pequeño tablero de ajedrez y colocarlo rápidamente en sus piernas. Lincoln la vió un poco extrañado.
- Hace rato no entendías como mover la torre.- Dijo, algo decepcionado porque la latina no sepa jugar ajedrez, le hubiese divertido tener un buen enfrentamiento.
- ¿Y si te be... be... be... be... eee...? - Bien, no iba a sacrificar su orgullo (más de lo que ya lo hacía) diciendo aquella palabra pese a que la acción que conllevaba la misma le encantase.- Si quieres te traigo agua.
- Hoy hubo guerra de comida en el desayuno, mi sándwich terminó en la cara de Lisa, no en mi estómago. Vamos, Ronnie.- Rogarle a su ahora novia siempre era difícil, y más cuando ella también le estaba rogando, sin sentido alguno para él pero le rogaba.
- ¿Pero qué vas a hacer con comer, idiota? - Ahora alzaba la voz, le enojó la poca atención de Lincoln hacia ella en ese momento, al menos eso creía.
- ¡Pues comer! - Contestó, temiendo entrar en una discusión. Pero realmente tenía hambre, es algo natural.
- ¡Ok! Qué podía esperar yo del patético Lincoln.- Y se cruzó de brazos, mirando hacia el frente, es decir, no hacia Lincoln. Aunque no se bajó de sus piernas, no dejaría que se fuese.
- Tengo hambre, como cualquier ser humano.- Dijo en voz baja, cansado de la extraña actitud de la morena. Aquello llegó a los oídos de la chica, por supuesto, estaba encima de él, prácticamente.
- ¡Ten hambre de MÍ, idiota! -
El monumental sonrojo que cruzó las mejillas del albino llegó a los ojos de la ruda chica, quién se dió cuenta de sus palabras de inmediato. Ahora parecían dos tomates.
- Olvida eso.- Dijo con rapidez, aún sin quitar su mirada de los, para una profunda parte de ella, preciosos ojos del albino, aunque deseaba que dichos orbes la dejasen de contemplar.
- ¿Q-quieres q-que te coma? - Preguntó, casi tartamudeando y sin importarle mucho lo tonto que sonó.
- N-no me moveré de aquí... - La morena quería que la tierra se la tragase, era tan incómodo la forma en que seguían el juego del otro a pesar del doble sentido.
Lincoln quedó paralizado por momentos, Ronnie Anne se había cruzado de brazos y esperaba que él hiciese algo, que la besase para ser más precisos, era lo único que quería para completar ese gran día, sentir sus labios en los suyos de nuevo.
El albino ni se movió.
- ¡Oh, vamos! - Y ella lo besó, sujetando con sus manos la camisa de él para así pegarlo consigo.
Fue un beso rudo y largo, además de inexperto; no importa cuántas veces se hayan besado antes (no tantas, en verdad), en esta ocasión los labios de la chica buscaban únicamente devorar los del chico, no necesitaba ser técnica. Extrañamente fue encantador para los dos, excepto el final en el que el cuerpo les exigió aire.
Estaba muy sonrojada cuando se separó de él, no pudo desviar su mirada y terminó ésta fija a la de Lincoln, quién le tomó el beso por sorpresa pero que lo correspondió como pudo, aunque qué importaba, sentir como ella tomaba el control era magnífico.
Pero ahora, ahora el Loud no hablaba, nuevamente parecían dos tomates, y Ronnie Anne no estaba dispuesta a esperar otra vez.
- ¿Y? ¿No dirás nada, torpe? - Preguntó, frunciendo el ceño ligeramente.
- ... Si-sigo teniendo hambre.-
Ronnie Anne no sabía si abofetearlo o besarlo otra vez.
The End
Pequeño one-shot Ronniecoln (recién caigo en que a Lincoln lo shippean con todo/s), porque de esos no hay muchos en el fandom hispano (de Fanfiction al menos), y me pareció graciosa la situación. En fin, no soy de los que le va bien las comedias románticas como foco principal, goodbye.
