Es un nuevo y raro fic que me dio por escribir.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto.
Espero la historia sea de su agrado, contiene un poco de "OC". Si mas preámbulos los dejo con la historia.
Ya hacía varias semanas atrás los miembros de Akatsuki le exigían al administrador de dicha organización, que comprara teléfonos para cada uno de ellos puesto que el egoísmo de este era mayor que la distancia entre el sol y Plutón, se rehusaba rotundamente a gastar su dinero en artefactos tan inútiles como esos.
Aunque ninguno de los miembros se daba por vencido, y un intento más no estaría de más.
— Vamos Kakuzu, solo serían seis teléfonos podrás encontrar un descuento, hum — .Imploraba un rubio.
— Ya dije que no vale la pena gastar en algo tan absurdo como eso —. Le respondía el tesorero.
— ¡Maldito avaro para ti nada merece la pena comprar hijo de las mil putas incluyendo a Deidara! ¡Jashin-sama te enviara al infierno! — Recriminaba el albino religioso.
— ¡¿Qué!? Eres un maldito Hidan — .Replico el mencionado, ofendido.
— ¿¡Y por qué diablos no buscan trabajo y se hacen del dinero por si mismos!? —
—Pues se te olvida que trabajamos en esta puta organización de mierda por Jashin sama—. Protestaba Hidan.
—Cuida tu lenguaje mocoso, tú y tu dios inexistente me pueden venir a pelar los…
—Huevos, quiero huevos en salsa de tomates porque Tobi es un buen chico.
— Vete a la verga niño down, a todos nos importa poco lo que quieras— Le contestó Hidan.
—Hidan-san ¿Por qué es así de malo con Tobi? ¿Qué le he hecho? —Preguntaba sollozando el azabache.
— Umm... A ver cómo te lo digo para que no suene tan grosero... ¡POR QUÉ ESTAS BIEN PENDEJO, PARECES UN NIÑO QUE SALDRÍA EN LA PORTADA DE UNA REVISTA LLAMADA "PARAÍSO DOWN", ESTORBAS Y CHINGAS COMO UN MOCOSO SIN NI UNA NEURONA SERVIBLE ESTÚPIDA SABANDIJA!
Y así como cuando un cristal cae y se estrella contra el suelo quebrándose en pequeños pedazos, lo mismo sucedió con el corazón de Tobi provocando que este irrumpiera en llanto.
— Hay no jodas Hidan hoy te pasaste, hum.
—Cállate rubia fea, desde cuando te importa lo que le suceda a este engendró, ¿eh?
—Tobi está muy triste Hidan san ha hecho sentir mal a Tobi—. Gritaba Tobi yéndose de la habitación con el corazón partido en mil pedazos.
—De todas formas nos pasamos de tema, vinimos aquí por un asunto y... ¿Dónde diablos se metió Kakuzu, hum? —Pregunto Deidara al no ver al mencionado en el cuarto.
—Otra vez se fue ese pendejo avaro de mierda.
Y así sin tener éxito no pudieron convencer al tesorero de la organización.
En la sala de estar estaban Konan y Pain quienes veían una película de terror, era de los pocos momentos apreciables y que valían oro dado a que hasta la hora no habían escuchado ningún estruendo o alguna pelea, que solía haber en la Akatsuki guarida todo los días.
De repente vieron que Tobi se dirigía con un semblante nada usual en él a su habitación cerrando la puerta con un fuerte estruendo.
— ¿Qué crees que la haya pasado? —Se preguntaba Konan.
—No lo sé, ya sabes cómo es Madara.
— Bueno— Suspiro Konan y siguieron viendo la película.
En la habitación de Tobi, un azabache retiraba la máscara que solía usar y la colocaba en el tocador mientras se miraba en el espejo y hablaba consigo mismo.
— ¿¡Quién carajos se cree ese estúpido insolente!? No sabe quién es el gran Madara Uchiha—. Decía mientras hacía ademanes y gestos que emanaban superioridad. — Un día cada una de estas estúpidas ratas de laboratorio me las pagara, así es, por Pain que malo soy, sí, además de sexy—Lo último lo dijo haciendo una pose de modelo de revista.
Un tranquilo Kisame se encontraba en el patio de la casa practicando uno de sus muchos Jutsus de agua, estaba feliz y concentrado hasta que fue interrumpido por dos sujetos.
— ¡Oye Kisame!
— ¿¡Pero que mierda!? — No se percató de los sujetos lanzándoles así una gran cantidad de agua encima.
— ¿¡Qué coño te sucede maldito tiburón con pies!? ¿Quieres que Jashin-sama te castigue? —Gritaba Hidan empapado
— Ah, no sabía que eran ustedes— Respondió sonriendo y rascándose la nuca, incrédulo. — Y aunque lo hubiese sabido me hubiera valido verga y hubiera hecho lo mismo estúpido imbécil— Dicto el espadachín de la niebla.
—Si serás una mierda Kisame, solo porque no traigo mi guadaña no te hago nada, porque ya te habría devanado.
— Si, como digas Hidan.
—Mira dejaste inconsciente a la rubia fea—. Señalaba a Deidara tirado en el suelo y al parecer dormido.
— ¿Crees que haya muerto? —. Preguntó con poco interés y mirando el cuerpo del ninja en el suelo inconsciente.
— ¿Cómo voy a saberlo?
— Acercarte a él imbécil, toma su pulso— Recomendó Kisame al ver a Hidan quien no tenía ni la menor idea de que hacer.
— ¿¡Y quién eres tú para darme ordenes!? Lo haré solo porqué... ¡Ah! Al diablo— Dicho esto, Hidan se acercó al cuerpo inerte de Deidara tomó la muñeca del rubio posando en ella dos de sus dedos, sintiendo latidos del corazón muy lentos. — Si la perra sigue viva, pero sus latidos no van a un ritmo normal.
—Presiona su pecho con tus manos, quizás trago agua.
—Aja — Como Kisame se lo había dicho presiono ambas manos contra el pecho de Deidara hacia arriba y abajo, hasta que el rubio escupió en la cara de Hidan el agua que había tragado— ¡Que puto asco!
—Abuela, ¿eres tú? — Preguntaba Deidara desconcertado por la situación.
— ¡No jodas! —Dijo impresionado Kisame.
—No hijo de tu puta madre soy tu jefe Hidan, zorra de mierda— Le respondía limpiando su cara.
— ¡Qué asco! ¿Qué diablos estabas haciendo maldito enfermo?
—Salvando tu vida de prostituta, deberías estar agradecido—Le respondió Hidan esbozando una sonrisa cínica.
—Dejando de lado el yaoi, ¿a que venían? —Pregunto Kisame con cara de asco al presenciar la escenita de sus compañeros.
—Ah sí, tenemos una propuesta para ti, hum—Hablo Deidara levantándose.
—Aja, ¿cuál es?
— Sabes perfectamente que hemos estado discutiendo con Kakuzu acerca de que queremos teléfonos, ¿verdad, hum?
—Sí, y hasta la fecha se ha rehusado a comprarlos, ¿por qué? —Indago Kisame con poco interés, ya habían hecho casi hasta lo imposible por convencer a Kakuzu pero nada había resultado y quizá Einstein se equivocó, realmente hay tres cosas infinitas: El universo, la estupidez humana y la avaricia de Kakuzu.
—Deja de rodeos Paris Hilton, mira pezecito azul la idea es esta, trataremos de robar uno de los muchos maletines de Kakuzu y así con ese dinero comprar los teléfonos ¿Capishco?
—En primera Hidan es Capicci, y en segunda ¿Crees que será sencillo robar uno de esos maletines? No sería más fácil que le hagas una buena propuesta a tu novio, ya sabes de que hablo—Respondió el espadachín de la niebla poniendo un gesto seductor y sugerente.
— ¿¡Qué Coños estas sugiriendo maldita sardina degenerada!? Jashin sama te castigará por puto.
—No te lo tomes tan a pecho fue una sugerencia imbécil—Se defendió Kisame.
— Ignorando a Hidan en su totalidad, en realidad no es esa la idea. Se me ocurrió esto porque no hacemos una carta con la firma de cada uno de nosotros y se la damos al líder para que la autorice y así el hombre de Hidan nos dé el dinero para comprar los teléfonos, hum, ¡Oh sí! Que genial e inteligente soy— Se elogiaba así mismo Deidara.
— Excelente para que mi hombr... ¿¡Pero que mierdas dices rubia plana!?
— Y lo negabas ¿eh Hidan? — Decía Kisame riendo a carcajadas. — Pero la barbie tiene razón, no es mala idea— añadió.
—Gracias Kisame, ¡Espera! ¿¡Que!? ¿¡Cómo que barbie, quieres que te explote con mi arte, hum!?
— Hay sí, saben vamos a hablar con los otros— Dicho esto se retiraron del patio.
Sucesivamente los tres akatsukis entraron a la casa y fueron a hablar con los demás.
Cada uno yendo a llamar a los que faltaban, casi todos fueron reunidos en la habitación de Deidara, exceptuando a Konan, Pain y Kakuzu , estatando ya en la habitación el rubio procedió a hablar.
— Muy bien están reunidos aquí para... —
—Imbécil esto no es una boda— interrumpió Hidan al rubio.
—Cállate estúpido, hum.
— Deidara, ¿Para qué nos trajiste? Se breve por favor tengo cosas que hacer—Replico Sasori mirándolo aburrido o serio, la mirada que siempre se trae.
— ¿Qué cosas? Jalartela con fotos de Deidara —Inquirió el albino con una sonrisa socarrona.
—Así es... ¿¡Qué!? Deja de hablar pendejadas Hidan, Deidara apresúrate.
—Así como seguía, bueno el motivo de que los haya reunido aquí es para decirles que... —
—Ahórrate el discurso rubia estúpida—Volvió a interrumpir Hidan.
— ¡Deja de interrumpir cada vez que hablo maldita sea!
—Deidara prosigue, por favor—Declaro Itachi observando con desinterés el teatrito entre Hidan y el rubio.
— Por Pain, Itachi habló—Dijo impresionado Kisame.
— También tengo una boca Kisame —Respondió ante el comentario el mencionado.
— Pues claro si no con que le chuparias a Kisa... —
— ¡CÁLLATE YA MALDITA SEA HIDAN! —Grito furioso Kisame.
—Hidan, como no cierres la boca de una buena puta vez, te voy a matar—Este fue Sasori que ya estaba harto de los comentarios del religioso.
— ¿¡Pues adivina que perra!? ¡Soy inmortal!
Para Sasori fue la gota que derramo el vaso, con precisión saco una de las espadas que lleva en el interior de su brazo y lo apuntó en el cuello de Hidan decidido a clavarlo en él, hasta que sus demás compañeros lo detuvieron antes que lastimara al de ojos violetas.
— ¡Calma Sasori no merece la pena!— Le dijo Itachi.
—Danna tranquilo solo ignore a Hidan como el resto del mundo lo hace, hum
— ¡JA! No puedes conmigo Pinocho, Jashin Sama te casti... — la boca del albino fue sellada con un trapo que Kisame introdujo en ella.
— Ya me canse de escuchar a este imbécil.
— Gracias Kisame, este mocoso... Bien, Deidara date prisa ¿qué es lo que nos dirías?
—Ah sí, continuó— Se aclaró la garganta y prosiguió—Recuerdan que desde hace semana atrás hablamos con Kakuzu para comprar teléfonos y hasta la fecha se ha rehusado, pues bien, estaba pensando en que si hacemos una carta a Pain con nuestras firmas pidiéndole que autorice en su totalidad la compra de dichos artefactos, Kakuzu lo hará ya que no puede negarse a una orden del líder, hum ¿Qué piensan? — Pregunto el rubio.
—SII—gritaba un azabache feliz. — Deidara sempai, Tobi lo apoya.
— Si es una buena idea— Aporto Itachi.
— Awe jeas bea u cedeblo uoniona adese.
— ¿Qué?—Preguntaron al unísono.
—Que, aunque seas fea tu cerebro funciona a veces— Dijo Hidan sacando el trapo que Kisame había metido en su boca.
—Aja como digas, muy bien entonces pasen una hoja de papel y un bolígrafo, hum— Declaro Deidara.
Y así fue, el akatsuki proveniente de la aldea de la roca comenzó a transcribir la carta de autorización, mientras todos esperaban. Cuando ya estuvo lista cada uno de los akatsuki presente empezó a firmar la carta.
A continuación, el rubio se dirigió a la oficina del líder donde debería estar pero para su sorpresa este no lo encontró ahí.
— Maldición, ¿dónde se metió Pain? —Se preguntó el rubio así mismo.
Decidió hacer un recorrido por toda la casa en busca del líder, pero al recorrer cada rincón solo se topó con escenas que a su parecer fueron extrañas.
Justamente cuando pasaba a fuera de la habitación de Tobi, observo que le puerta de este estaba entreabierta y en el interior de la habitación una voz ronca se hizo oír. Llamando la atención de Deidara, lenta y sigilosamente se acercó a la puerta y se posó delante de ella.
—Oh sí, maldito chico serás mío, sí, sí, mi precioso— Decía aquella silueta encorvada, en medio de la oscuridad, cambiando su vos rotundamente de ronca a áspera, hasta que lentamente la silueta empezó a girar su cuello en dirección a la puerta estilo el exorcista.
—"Mierda ¿¡que es esto!?"— pensó Deidara.
La silueta se levantó rápidamente y comenzó a correr en cuatro patas hacia la puerta
— ¡Vete de aquí!—Grito aquella silueta.
— ¡Maldita sea me vio! — y Deidara corrió lo más lejos de la habitación de Tobi, aun preguntándose qué diablos era eso.
—Esto es algo que le debo de contar a Hidan, hum—Se dijo así mismo el rubio aun con la respiración agitada. Y en su nuevo objetivo que ahora es Hidan, salió en su busca para contarle su nueva experiencia.
Mientras tanto en la habitación de Tobi.
La silueta se movía en círculos desesperado, diciendo "mi precioso" sosteniendo su anillo de akatsuki con ambas manos alzadas al cielo, que sería eso solo Jashin sabe...
— "Hidan debe saber algún rito raro para alejar a los malos espíritus hum, se me hace que esta casa esta poseída"— Pensaba Deidara dirigiéndose a la habitación del Jashinista.
—Oh... Sí... Kakuzu... más...más rap... rápido —Jadeaba Hidan.
— ¿¡Qué diablos!? ¡Esto no puede ser verdad! — Se decía Deidara escuchar los jadeos de Hidan implorando al tesorero de akatsuki.
— ¡Dios! Hidan no te muevas tanto carajo—Le reprendía Kakuzu.
Deidara por su parte pegaba más su oreja a la puerta de la habitación del albino, nervioso y muy incómodo ya que su imaginación volaba a la velocidad de la luz haciendo expectativas de lo que estaba sucediendo allí dentro.
— Kakuzu más abajo... ¡Oh si Jashin ahí! —Decía el jashinista gritando.
—" ¡Oh por Michelango! ¿Qué hago? ¿Debo entrar? No, no, eso estaría mal ¿¡Pero qué diablos apenas son las tres menos cuarto de la tarde aún es temprano para esas cosas!? Nunca me lo imagine de Kakuzu hum, Hidan es marica hasta en la frente lo lleva escrito, ¿¡Pero Kakuzu!?"— Debatía el rubio en su mente.
— ¡Mierda! ¡Kakuzu muy fuerte!—Grito Hidan, sacando de los pensamientos al rubio que estaba al otro lado de la puerta atento a los sucesos de su habitación.
— No te quejes imbécil, tú me lo pediste —Le contradijo el mencionado.
— "Que feo se pone esto hum, que degenerados son esos dos, llamare a Hidan sí"— Se decidió el rubio y llamo al susodicho— ¡Hidan!
— ¿Quién eres? — Pregunto el albino.
—Soy yo Deidara.
— No necesitó tus servicios lo siento estoy ocupad— Respondió Hidan riéndose.
—Abre la puerta maldito degenerado enfermo hum —Dicto el rubio.
— Pasa adelante imbécil.
Deidara reunió el coraje y la fuerza necesaria, tomo el pomo de la puerta abriéndola por completa y gritando a todo pulmón.
— Hidan ¡Maldito asqueroso de mierda degenerado aparte de tener tus porquerías tan temprano me invitas a ver tu repugnante acto de desc...!—Y el rubio termino de hablar al presenciar la escena.
Kakuzu sentado al borde de la cama detrás de Hidan, quien rascaba la espalda del albino.
— ¿Y a este que mierda le paso? —Se preguntó Hidan con clara confusión en el rostro.
— ¿¡Qué significa esto hum!?
— ¿Ah? —Se limitó a preguntar el albino.
— ¿ Qué estabas haciendo con Kakuzu hum!? — Preguntó Deidara alterado.
— Ah... Era eso, es que no me alcanzo la maldita espalda así que le pedí al viejo avaro que lo hiciera por mí a cambio de unos cuantos billetes, ya sabes que este se vende por cualquier estupidez—Le respondió Hidan con deje de flojera.
— Eres un imbécil Hidan—Dijo Kakuzu retirándose de la habitación.
—No te vayas maldita sea, no me alcanzo el centro de mi espalda, tch Jashin Sama te castigará—Le grito el albino furioso. — Ah sí, se me olvidaba ¿Por qué me preguntaste eso Taylor?—Inquirió Hidan.
— ¿Taylor? — Preguntó Deidara.
— Taylor Suit—Respondió Hidan.
— Es Swift, imbécil hum-
— Aja como sea, te pareces a ella, rubia, plana y sin talento—Dicho esto el albino rompió en carcajadas.
— ¡Eres un pendejo Hidan! Necesito decirte algo hum
— ¿Ah sí que es? — indago intrigado el albino.
—Veras pase por la habitación de Tobi y había algo ahí, no sé el que pero su voz era muy rara y caminaba en cuatro patas hum, puede que sea un demonio o algo así deberías encargarte de eso.
— ¿¡Ah!? ¿Y yo por qué?—Preguntó el albino.
—Eres parte de una especie de secta que nadie conoce hum, las sectas tienen ritos y alguno que repele a los demonios debe haber en la tuya—Justificó Deidara.
— Que marica eres Deidara, porque no solo te acercaste a eso y lo mataste.
—Porque no sabía la magnitud de su poder hum—Se defendió el rubio. Claramente no sabía mentir.
— ¿Y qué? Deidara ahora me convenciste que eres más marica de lo que pensé-
— Como sea imbécil, encarga te de eso hum.
— ¿¡Jah!? ¿¡Y quién eres tu marica para darme órdenes a mí, osea tu dios!? Por qué para conocer la paz debes sufrir y conocer el dolor, no hay paz sin dol... —El albino fue callado por una bofetada que el rubio le había propiciado.
— ¡Cállate maldita sea no eres Pain!
— Verga, ¿qué fue eso? —se preguntaba sobando su mejilla. —Escuchar mucho los sermones de Pain me está apendejando... lo siento Taylor necesito rezar a Jashin-Sama, tiene que ayudarme con esto—añadió el Jashinista reflexivo.
Deidara solo miro al albino desconcertado y sin protestar salió de la habitación de este, cerrando la puerta tras sí.
Y así el rubio se enfocó en buscar a Peine perdón Pain.
— "¿Dónde estará el pendejo del líder?"—Se preguntaba Deidara en sus pensamientos.
Sin más preámbulos decidió centrarse en encontrar al líder, y evadir las dos situaciones anteriores con Hidan y "la cosa" en la habitación de Tobi: puesto que ya lo habían distraído mucho de su objetivo principal.
Analizo en qué lugares había buscado al líder en la guarida, y le parecía absurdo no encontrarlo. Principalmente porque la casa, o guarida, madriguera da igual, no era muy grande y era imposible que el líder estuviera en la habitación de alguno de ellos, ya que no es usual en él visitar la habitación de sus compañeros.
Anteriormente había buscado a Pain en su oficina y no lo encontró, así que asumió que había salido, pero si no mal recordaba él y Konan veían una película.
Y ¡bum! Su habitación.
La habitación del líder, era el único lugar donde no lo había buscado. Sin más distracciones se dirigió hacia allí.
Continuará...
¿Encontrará Deidara al líder? ¿Que es extraño animal en la habitación de Tobi? ¿Quien es mas marica Deidara o Hidan?
Todo esto y más en el siguiente capítulo.
Bien el primer capítulo tendrá segunda parte después serán historias y estupideces que se me ocurran para atormentar a los muchachos.
Aun soy una novata en esto de la escritura, pero me encantaría aprender de mis errores asi que si los he cometido me gustaria que me lo dijesen por medio de un mensaje o review, criticas, consejos, sugerencias, son bienvenidas.
Sin más cosas me despido, y quienes lean esto se lo agradezco de antemano :).
