Disclaimer: South Park no me pertenece.

Summary: Lo bueno de los días malos es que en algún momento terminan. Creek

Para mi Craig por aguantarme todos estos días de lloriqueos y mañas.

Imagen hecha por mermelada con tostadas. Muchas gracias -corazones por mil-

(Tweek POV)

No se trata de olvidar, se trata de afrontar

Tal vez a estas alturas de la vida no debería sentirme de esta forma, debería ser capaz de afrontar cada situación que se presente frente a mi sin importar que tan mala sea sin derrumbarme, no obstante, a mis 21 años seguía aparentando públicamente y desmoronándome privadamente. Abracé con más fuerza la mullida almohada como única compañía y receptora de mis incesantes lagrimas. Decir que deseaba estar solo siempre resultaba ser una tentadora idea para librarme de incomodas situaciones e interminables preguntas, a pesar de eso, esta vez necesitaba exactamente lo contrario, me urgía un poco de compañía y apoyo, no obstante, no era capaz de pedirlo, solo esperaría, esperaría a sentirme mejor para confesar a alguien mi sentir cuando ya no sea razón de desdicha sino un mero recuerdo. Agotado tras un largo y fatídico día en seguidilla de otros encasillables en la misma categoría, comencé a cerrar mis ojos dispuesto a rendirme por hoy, dispuesto a reponerme para reanudar la lucha a la mañana siguiente, a pesar de eso, a los pocos minutos de caer en un delicado sueño sentí como una cálida mano se posaba sobre la mía trayéndome lentamente de regreso a la realidad. Abrí mis ojos perezosamente permitiéndome contemplar entre las penumbras de mi cuarto al dueño de esa reconfortante calidez. Era él. Mis lágrimas no tardaron en volver a aparecer en escena con un ritmo más acelerado que antes. En ocasiones cuando te sientes deprimido las muestras de afecto simplemente te hacen caer más hondo al recordarte su razón de ser para luego traerte de regreso y darte la alegría de saber que no estás solo como pensabas. Esta vez mis mudas suplicas habían sido escuchadas y traído consigo la necesaria compañía. Solo él podría comprender mi sentir a través de pocas e indirectas señales.

-No quiero que llores-Comentó acariciando suavemente mi cabello con su mano libre.

-Es di-diferente-Respondí intentando hacer alusión a los nuevos sentimientos que nacían en mí gracias su inesperada y reconfortante compañía.

-De todas formas esperaba causar el efecto contrario-Respondió rozando mi mejilla.

-Estoy cansado ngh…de todo esto-Confesé dándole un leve apretón a la mano del chico sentado a mi lado mientras me abrazaba con más fuerza a la almohada.

-Pronto solo será un recuerdo-Ánimo entre las penumbras con su habitual tono estoico de voz- Mientras tanto yo estaré aquí para apoyarte- Prometió antes de acurrucarse a mi lado y besar mi frente- Además, mañana te llevaré a un lugar que te gustará mucho.

-¿D-donde?-Formulé intentando controlar mis emociones.

-Shhh es un secreto-Silencio suavemente-Solo espéralo con ansias y vuelve a sonreírme de esa forma que solo tú sabes hacer- Solicitó envolviéndome entre sus brazos. Asentí con mi cabeza sin decir palabra a la vez que correspondía el gesto, envolviéndome en su calidez- Ahora descansa –Pidió luego de posar sus labios sobre mi cabello- Todo va a estar bien.

-Gracias-Repetí perdiéndome en su aroma.

Lo bueno de los días malos es que terminan ¿Cuándo? No estoy seguro, sin embargo, si puedes disfrutar de la compañía adecuada, de una persona que sinceramente se preocupa por ti, nada puede ser lo suficientemente desastroso para hacerte olvidar lo que de verdad importa y por lo que debes luchar. Simplemente necesitas un impulso para seguir adelante, hacerlo solo no es fácil, tampoco imposible, no obstante, sencillamente prefiero la alternativa de hacerlo a tú lado.

Gracias.