Hola,
Como sabran, soy nueva en esto. Esta es mi primera historia y debo aclarar algunas cosas. Esta historia no me pertenece, es la adaptación de una historia llamada "Ella tiene dos caras", Blanca, la autora de este fic, decidio suspenderlo, o mejor dicho, decidio dejarlo asi y no terminarlo. Ella me cedió los derechos para que yo le pusiera un final y le hiciera algunas correciones o modificaciones. Les aclaro que la historia original esta en un formato distinto, y no le he cambiado lo esencial, o sea la historia, pero si le cambie el titulo y le estoy haciendo algunas modificaciones.
Gracias.
Nadie.
" La opinión de los demás sobre ti no tiene que volverse tu realidad"
Les Brown.
La Escuela Preparatoria Número 7, ubicada en el centro de la ciudad Esmeralda, también conocida como Seattle, era reconocida por ser la mejor de toda la conurbación. Estudiante que ahí se graduaba se aseguraba un provechoso futuro en una buena universidad.
La preparatoria tenía tres grupos: el normal, complicado por sus teorías, el Talentos, en donde estudiaban los más destacados mismos que llevaban materias y teorías más pesadas y el grupo Bilingüe, el más difícil de todos donde solo había pocos estudiantes, pero eso sí, quien estudiaba ahí en el grupo bilingüe, salía hablando perfecto español.
Pero a pesar de tener un gran nivel académico, sus estudiantes eran adolescentes, por ello tenían jerarquías, los chicos populares, influyentes, y los menospreciados.
Uno de esos estudiantes menospreciados era Isabella Swan, conocida también como "Cuatro ojos" "Dientes de lata" y "belingueta" (¡Sabrá Dios quién inventó ese último apodo, pero era el favorito de toda la preparatoria!) Era una chica tímida que usaba lentes grandes y negros, su cabello iba siempre amarrado en una despeinada y rebelde coleta, con mucho sobre peso y pálida tez.
Bella, como la llamaban sus familiares y amigos, entró ese día a la escuela cargando su mochila en el hombro y llevando dos libros estrechados contra su pecho. Guardó en su casillero los libros y sacó otros, rebuscando un lápiz en su mochila para poder irse a la clase.
En ese momento pasó un futbolista que la empujo tan fuerte que la tumbó al suelo, otro chico pasó y le derramó "accidentalmente" la soda sobre su cara, mojándola toda. Los presentes solamente se rieron, burlándose y apuntándola con el dedo índice, mientras Bella recogía su mochila y sacaba de su casillero un cambio de ropa, era normal que le hicieran esas bromas.
Ella se río de sí misma y caminó hacia el baño donde se cambió de ropa. Llegó de nuevo al casillero y guardó las ropas manchadas, agarró sus libros y fue a su primera clase bilingüe. Era de las más inteligentes de toda la escuela.
Se sentó en una banca y esperó al profesor, a su lado en la banca estaba sentada Alice Masen. Alice era una de sus mejores amigas, inteligente y bella, curiosamente formaba parte de la élite escolar. Tal vez era de las únicas personas populares con que bella se relacionaba sin salir lastimada o humillada. Alice desaprobaba que bella dejara que la trataran así y siempre se lo decía, pero su amiga no le hacía caso y eso a veces la enojaba mucho.
La clase de Literatura Inglesa –dada en idioma español—transcurrió normal y sin anomalías o bromas. Bella tomó todos los apuntes posibles, pero eran inútiles. Estaban leyendo y analizando la novela "Hamlet" de Shakespeare, y ella la había leído hacia muchísimo tiempo. Se la sabía casi de memoria.
La clase termino y bella salió del salón con Alice a su lado.
-En verdad, bella, no deberías dejar que te trataran así—le decía Alice a su mejor amiga.
-Alice, no me molesta, es más, me considero parte de su sociedad—dijo bella con una sonrisa.
-¿Es que acaso eres masoquista?
-No lo soy. Alice, yo no soy ni bonita ni especial, así que no me considero como tal, solamente… dejo que me traten como me lo merezco.
-bella, tu eres muy especial, no deberías dejar que te trataran así, insisto.
-pero a mí no me molesta nada.
-¡Pero a mí sí! Tú vales mucho, bella.
-No valgo nada Alice. Punto final.
Como el lector habrá comprendido, bella tenía nula su autoestima.
Mientras permanecía sentada al lado de Ángela Weber, otra menospreciada, comiendo su lonche, pudo ver a lo lejos como Jacob Black, comúnmente llamado Jake, entraba a la cafetería con todas las porristas y demás chicos populares detrás de él. Era el Rey de la escuela por excelencia, el capitán del equipo de basquetbol y el amor platónico de bella.
Bella miró a Jacob y solo pensaba que simplemente no podía aspirar a ser algo para él. Jacob era atractivo, atlético, popular. Ella era gorda, fea, la nerd, la "belingueta" ella no era nada ni nadie para Jake.
Suspiró con lágrimas formándose en sus ojos, tocó el timbre y ella se paró, llevándose la charola en sus manos y tirando la basura en el recipiente correspondiente. Salió de la cafetería rumbo a su siguiente clase, sin nadie a su lado, vagando sola en los pasillos.
Esa era su vida ¿Quien era ella para tener buenos amigos?
No era nadie.
