año 1954

Jasper POV

Era mi primer día como profesor titular en el Marie Queen, el mejor colegio de señoritas del país. Nunca pensé que me contratarían en una institución en la que el 100% de su alumnado eran mujeres sobre todo porque no hace mucho salí de la universidad y no tengo mucha experiencia laboral hasta el momento, pero digamos que ésta es una gran oportunidad que no desperdiciaré por nada del mundo.

Mi cátedra era sobre literatura universal y al entrar al salón de clases jamás pensé que tendría tantas alumnas inscritas: eran casi 40 chicas que usaban faldas y vestidos en tonos pastel, maquilladas de forma delicada y peinadas como las bailarinas que acompañan a Elvis Presley en sus películas. Todas me miraban con atención por lo que decidí dejar mis libros sobre el escritorio y presentarme.

-Buenos días, señoritas- saludé con una breve sonrisa-. Bienvenidas a la clase de literatura universal, mi nombre es Jasper Hale y seré su profesor durante este año.

-Profesor, tengo una duda respecto al programa- murmuró una chica de cabello castaño y ojos color chocolate. Vestía una falda rosa pálido, una blusa blanca y un cintillo del mismo color que su falda. Tengo una carpeta con los archivos de todas las estudiantes que tienen las fotos, calificaciones y nombres de cada una; sé que debería haberla revisado la noche anterior pero era imposible memorizar tantos nombres en un solo día.

-Claro... ¿Cuál es tu nombre?

-Isabella Swan- respondió -. Lo que ocurre es que tengo una duda sobre la asistencia: en el programa dice que pide un 80% de asistencia a clases, pero ese porcentaje es solo para las chicas solteras ¿verdad? Con las chicas casadas habrá otras consideraciones ¿cierto?

Miré a mis alumnas un segundo mientras pensaba ¿Chicas casadas? Pero si ellas no tienen más que 17 o 18 años ¿Es normal que niñas de esa edad ya estén casadas?

-La regla de la asistencia es igual para todas- dije antes de tomar la hoja que contenía la lista del curso-; si alguna tiene algún problema personal con su... marido o familia y no puede venir a alguna clase, por favor hágamelo saber.

Comencé a pasar la lista para notar que solo había faltado una chica: Alice Brandon, pero pasaron unos 5 minutos hasta que una joven apareció en la puerta de la sala. La muchacha era realmente bonita: tenía los ojos azules, el cabello negro ondulado atado en una cola de caballo, pantalones azúl oscuro y una blusa cuadrillé roja algo escotada.

-¿Puedo pasar?- preguntó con voz dulce pero sin llegar a ser empalagosa- Tuve unos problemas familiares, pero mi mamá me firmó una nota para justificar mi atraso.

Tardé un par de segundos en responder porque me había quedado mirándola, lamentando en mi fuero interno que Alice Brandon fuese mi alumna... Eso no estaba nada bien...

-Claro, pasa...

La chica entró, se acercó a mi escritorio para mostrarme la nota que comprobaba que lo que había dicho era cierto.

-Es un idiota si le cree...- murmuró una chica mientras yo revisaba la libreta.

-Claramente está mintiendo- susurró una voz que reconocí como la de Isabella-, es evidente que despertó en la cama de algún hombre desesperado y por eso llegó tarde.

Alice se dió la vuelta para mirar a la chica que la estaba difamando, pero decidió guardar silencio y le sonrió antes de agarrar su libreta para sentarse junto a una chica rubia que la saludó con un beso en la mejilla.

-Señorita Brandon, no me gustan los atrasos- señalé mirándola a los ojos- pero como es el primer día lo dejaré pasar.

La chica me sonrió un breve momento y asintió una sola vez... Cuando ella hizo eso en lo único que pude pensar es que esto no iba a ser nada fácil...