Hana Yori Dango y todos sus personajes pertenecen a Youko Kamio y aunque este fic esta basado en la novela coreana, la idea principal sigue siendo de ella. He escrito este fanfic sin fines de lucro y con mucho, realmente mucho, amor. ¡Gracias por leer! :3
Peces de colores
Quiero vivir mirándote, escuchándote…
En medio de la noche, cálida y rebosante de estrellas, ella brilla para ti envuelta en una estela de flores que se desprenden de su largo cabello. Sus manos delgadas sostienen sobre sus muslos la vaporosa falda de su vestido de organdí y ella baila sobre la arena, jugueteando dentro del cristalino mar de aquel lejano país.
- ¡Mira, Goo Joon Pyo! ¡Son peces de colores! – el oscuro cabello le cae despeinado sobre los hombros en forma de rizos y una tiara de pequeños diamantes le enmarca el sonrojado rostro de niña, pintado primorosamente.
No obstante, mientras caes en su trampa y te salpica de agua salada con sus pequeños pies descalzos, ella sigue siendo la de siempre. Se ríe en voz alta de tu puchero fastidiado y entonces echa a correr torpemente, envuelta en su elegante vestido de novia.
Sin dudarlo, con el corazón en los ojos, sigues el rastro de su blanca presencia que se mezcla con la brisa marina, guiándote por el sonido de su risa. No te cuesta alcanzarla, porque es pequeña y siempre ha sido un desastre.
- ¡Goo Joon Pyo, se me ha caído la tiara de diamantes de tu madre! – sus ojos se abren preocupados y pronto la vez buscando desesperadamente entre la arena. Sin embargo, una sonrisa aflora en sus rosados labios y no puedes evitar preguntarte cuál es la nueva trampa.
- ¡Oh, no, me ha caído arena en el ojo! – es demasiado ruidosa y pronto te hace señales para que te acerques. Encantado, pronto te hincas a su lado y tus manos enmarcan su rostro, tus labios depositando un suave beso en su ojo herido. Pero no sólo su ojo, pronto ella te jala de las solapas de tu carísimo traje y son sus rollizos labios los que encuentras, mismos que saboreas anhelante
- ¡También tenía arena en los labios! – se excusa risueña cuándo se separan y juntan sus frentes, su flequillo haciéndote cosquillas. El amor por ella se te desborda del pecho cuando sus manos se entrelazan y bajo la luz de las antorchas que adornan la playa sus anillos de bodas resplandecen con claridad.
Un hombre pleno, es el hombre más hermoso del mundo.
Y ahora tú lo eres.
