La mujer y los globos
Disclaimer: Naruto es propiedad de Kishimoto.
Aviso: Este Fic participa del Reto: Crímenes policiacos, del Foro La Aldea Oculta Entre las Hojas.
Advertencia: What if? Minato y Kushina sobreviven a la invasión del Kyuubi, no hay masacre Uchiha.
Naruto no sabía bailar, pero eso no evitó que se acercara a la pista de baila y bailara al ritmo de la canción. Una nueva discoteca había sido abierta en Konoha y la mayoría de los habitantes, ya sea por curiosidad o por aburrimiento, decidió asistir. Algunos, como Sasuke y Hinata solo lo hicieron por la insistencia de sus amigos.
—¿Me concede este baile? —fue la pregunta que le hizo Naruto a Hinata, la había notado sentada en un lugar apartada, como si tratara de desaparecer y consideraba que eso era inaceptable en una fiesta.
El rosto de Hinata adquirió un sonrojo que la haría parecer un tomate. Tartamudeo varias veces, incapaz de responder, pero al final aceptó. Tampoco solía bailar, en el clan Hyuuga era considerado como una pérdida de tiempo, y aunque moría de vergüenza, el contar con la presencia de Naruto la hacía sentir más segura.
Con cada paso que daba, la seguridad de Hinata iba aumentando y lo que pudieran pensar de ella iba perdiendo importancia. Todos a su alrededor se divertían, o al menos así fue hasta que liberaron los globos. Estos estaban acompañados de un líquido rojo, nadie le dio importancia asumiendo que era un efecto de la fiesta, pero fue imposible ignorarlo cuando vieron una mano colgando de la lona.
….
Shisui llegó poco después de que se encontrara el cuerpo de la víctima. Ordenó a los policías que lo acompañaran que sellaran la zona, sabía que era poco efectivo, pues con tantas personas, era casi imposible que la evidencia no se hubiera comprometido, pero prefería cumplir con el protocolo. Varias veces había lidiado con los regaños de Fugaku Uchiha y no tenía deseos de repetirlo.
Después de un breve análisis, llegó a la conclusión de que la víctima era Ayame. Tenía varias heridas en su cuerpo, muchas de ellas mortales y todas ellas denotaban claras señales de violencia, pero su rostro era reconocible, y en su bolso llevaba los papeles que corroboraban su identidad. Envió su cuerpo al hospital para que pudieran realizarle la autopsia, confiando en que Shizune le daría los resultados cuanto antes, aunque tenía una sospecha acerca de lo que había ocurrido.
Una pequeña revisión bastó para encontrar el arma del crimen e incrementar sus sospechas acerca de la identidad del o la asesina. Los cortes eran demasiado sucios como para tratarse de la obra de un shinobi, y el picahielo, que pertenecía a la cocina, le indicaban que se trataba de un civil. "Un shinobi habría encontrado un mejor escondite que la papelera del baño de mujeres", se dijo Shisui mentalmente.
—¿Alguna hipótesis? —le preguntó Sasuke.
—Muchas, pero no puedo decirte ninguna, el haber venido a esta fiesta te convierte en un sospechoso y no estás en jornada laboral.
—Naruto me obligó a venir, y sabes que puedo ser de mucha ayuda —le dijo Sasuke a modo de respuesta, notablemente molesto por la respuesta del mejor amigo de su hermano.
—Lo siento, yo no hago las reglas —respondió Shisui, medio enserio, medio burlón —, además es un caso sencillo, un conflicto pasional.
—¿Qué te hace pensar eso?
—Cuando resuelva el caso lo sabrás.
Otra conclusión a la que llegó Shisui era que se trataba de una mujer. Después de interrogar a varios de los presentes, nadie le contó sobre un hombre que hubiera ingresado a los lavados femeninos, dato que, debido a la cantidad de personas, no podía considerar del todo preciso. Información que le resultó útil fue saber que la mayoría de los presentes eran shinobis.
Aunque Kakashi no cumplía con ninguna de las características expuestas, decidió interrogarlo. Al ser la cita de Ayame era muy probable que hubiera visto algo, aunque fuera un pequeño indicio de la culpable.
—Ella desapareció poco después de que llegamos, fue por unas bebidas y nunca regresó.
—¿No le pareció extraño?
—Con tantas personas es fácil perderse —respondió Kakashi con su acostumbrada inexpresividad, de tratarse de otra persona, Shisui lo hubiera considerado algo sospechoso pero conocía al shinobi lo suficiente para saber que eso era más que normal en él.
El siguiente lugar que visitó fue la cocina. Al principio lo hizo por rutina pero después de encontrar unas manchas rojas, demasiado sospechosos como para pasar por alto decidió investigar. La certeza de que trataba con una novata era cada vez mayor.
Interrogó a todos los trabajadores, el que estuvieran nerviosos lo tomó como algo normal. Habiendose encontrado un cuerpo en el local y siendo un Shisui un shinobi bastante temido, era normal el que se considerara lo peor, aun siendo inocentes. Pero no todos los casos fue así y hubo alguien en especial que resaltó para Shisui.
Sabía que había estado en la Academia, pero que no logró graduarse por lo que la consideraba una civil. Durante su interrogatorio, fue incapaz de mantenerle la mirada y cada vez que hablaba de Ayame, a diferencia de sus compañeras de trabajo, denotaba un profundo desprecio. Podía ser algo apresurado, pero Shisui tomó las muestras de ADN de Ami. Fue una de las pocas que tomó, sabiendo que el hacerlo con los demás sería una pérdida de tiempo, especialmente porque, si no coincidían con las del arma, era perfectamente justificables el que estuvieran allí. Con Ami era más arriesgado, como trabajadora, debía manejar ese tipo de herramientas, mas lo que quería era ejercer presión en ella.
—¿Qué tiene en la mano?
—Me corte abriendo una botella de sake —Ami inmediatamente ocultó su mano. Shisui no era médico, pero dudaba que Ami dijera la verdad.
Cuando estuvo seguro de que no quedaba más por hacer, se dirigió al hospital de Konoha. Mentalmente se dijo que debían fundar un departamento de medicina forense en el departamento de policía y se propuso hacer su propuesta en cuanto el caso terminara. Shisuze sería a la primera que reclutaría, no tenía ninguna queja del tiempo en que había trabajado con ella.
—Tengo los resultados —le dijo Shizune en cuanto lo vio.
Revisó los resultados cuidadosamente, confirmando la causa de la muerte. Pero algo llamó su atención, en el cuerpo de Ayame fue encontrada sangre que no era de la víctima, y solo había visto a alguien con una herida producida por un picahielo.
