—Después de ti, My Lady—dijo galantemente Chat Noir haciendo una pose de todo un caballero.

Ladybug sonrió, pero no acepto su gesto amable.

—No —rechazo— Después de ti, gatito.

Chat Noir rió.

—No, después...

—¡Vamos!—alentó la heroína empujándolo hacia adelante, no quería jugar, quería...

Solo de pensar en decir esas palabras en su cabeza le hacía ruborizar, pero al parecer no con tanta intensidad como mirar. Sus azules ojos posándose en esa divina retaguardia, ceñida por su traje de látex de color negro, esta tan ensimismada con su figura que casi se cae del tejado al dar un traspiés.

Mierda.

Esperaba que no lo haya notado y no que torpemente se haya caído sino el motivo por el cual se cae.

Ladybug no lo podía creer, pero llego a un punto (Sin retorno) que provocaba que no pudiera apartar su vista de ese culo tallado por los dioses. ¡Oh, por los Miraculous! ¡Era toda una mira culos!

Chat Noir esbozo una sonrisa divertida ¿Estaba pasando lo que creía que estaba pasando?

—¿Me estabas mirando el culo?

Ja. Ja. Ja.

Los ojos azules incrementaron el doble del tamaño por la sorpresa. Rió nerviosamente y lo denegó con sutileza.

—¿Cómo crees...?

—Te vi, My Lady —acusó con la misma sonrisa (se notaba que disfrutaba de la situación)—Me estabas comiendo con la mirada.

—¡Había un mosquito!—objetó en voz alta y con la cara de la tonalidad de su traje. Estaba en el cachete y yo...

—¿Había un mosquito? —reacio a creerlo.

—Si...—mintió siendo clara y directa.

—¿Sigue estando?—sugirió con picardía. Sus ojos entrecerrados, su voz más ronca de lo normal, más seductora para sus oídos.

Ella se permitió mirar, como si no le provocara nada observar ese redondeado y apretadito trasero dentro de ese ajustado traje.

Su mano se posó en su nalga. En lo que parecía una palmada amistosa.

—Lo mate—dijo luego de darse cuenta lo que su intrépida mano había hecho, pero sin mostrársela. En fin, no había nada en su mano salvo la sensación de tocar esa preciosidad—¡Vamos a patrullar de una vez!—exclamó poniéndose en camino, adelantándose para que no note su intenso sonrojo en sus mejillas.

Balanceándose por los edificios, representando la misma naturalidad de siempre. Al contrario de Chat Noir que se quedó inmóvil mirándola como si no pudiera creer lo que paso. (¡No creía lo que paso!) Aun sintiendo esa sensación de que su Lady había tocado su retaguardia. Ella no podía creer lo que paso, aun sintiendo como su mano había tocado ese duro y redondeado trasero.

Al parecer Ladybug había evolucionado de ser una mira culos a una toca culos.