Potter y sus ridículos amigos regresan por fin de sus volteretas por el tiempo, todos sonrientes y felices de haber evitado que la bastarda de Voldemort y Bellatrix cambiara su futuro. ¿En serio morí para que "El niño que vivió" se convirtiera en un ser gris, para que la insufrible sabelotodo terminara siendo la ministra de magia menos decidida de todos los tiempos y casada con el esperpento del pelirrojo que no es más que una pésima broma de hombre? Si tuviera en mi poder un giratiempos y estuviera vivo, definitivamente, volvería solo para decirme "Lily, no lo vale".
