Suspiré aliviada, al fin había terminado esa larga semana de preparatoria y ahora una nueva era de paz de dos semanas se abría paso.

Yazmin

Me giré viendo a Lilith, la líder del grupo más popular de mi salón. Corrí hasta donde estaba ella junto con las demás integrantes del grupito.

La verdad siempre había sido la marginada de mi salón pero hoy quería cambiar todo eso.

¿Si Lilith?—le pregunté tímidamente frente a ella.

He oído que quieres ser una nueva integrante de nosotras ¿verdad?

Si, claro que sí

Bien, pues déjame decirte que a petición de mis chicas, te aceptamos como una más de nuestro grupo...

¡Gracias!, ¡gracias!, te juro que no te arrepentirás—la interrumpí gritándole mi emoción.

Aún no termino

Oh, um...perdón

Como sea, para aceptarte como una más de nosotras deberás de afrontar una prueba

Lo que sea, lo haré—le dije segura de mí misma.

Ahora no estaba tan segura de mí misma, estaba recargada bajo la ventana de aquel establecimiento de pizzas.

Mierda, mierda, mierda ¡¿qué hago aquí?!

Ahora no valía la pena estar incluida en el grupo más social de mi salón si mi vida estaba de por medio.

Según mis supuestas "amigas" me habían aceptado en su grupo con la ligera condición de que tenía que sobrevivir las dos semanas de vacaciones en esta pizzería, y yo como la idiota que soy les dije sin dudar que sí, entonces ellas sólo conducieron su auto de lujo hasta acá, rompieron una ventana y me arrojaron aquí.

No habría problema si este lugar fuera una pizzería normal, pero para mi "fortuna", me habían arrojada a nada más y nada menos que Freddy´s Fazbears Pizza, el lugar con mayor desapariciones y asesinatos de niños en el mundo que aún seguía extrañamente abierto.

Me levanté de donde estaba y contemplé la luz de la luna llena que se colaba por la ventana rota, me habría largado de aquí en el mismísimo instante en que había llegado de no ser porque la ventana estaba un poco alta a mi parecer, y eso que no era tan bajita como algunas chicas de mi preparatoria, además de que tenía un "ligero" peso extra en mi estómago.

Escuché un ruido proveniente del pasillo, me tensé al escucharlo y me aferré a la pared a mi lado, tragué duro y con cuidado comencé a caminar despacio preparándome para salir corriendo en cualquier momento.

Cuando llegué al final del pasillo vi el montón de sillas y mesas frente al escenario donde Freddy, Chica y Bonnie se presentaban cada mañana, extrañamente el escenario estaba vacío.

Giré con intención de seguir explorando pero para mi sorpresa me topé con algo duro, cuando levanté la vista me congelé en mi lugar.

—Fr…Fre…Freddy…

Él sólo me observaba con sus ojos azules, pero en cuanto asimilé dónde estaba y con quién estaba…salí corriendo de ahí.

Corrí a lo largo del pasillo por donde había venido y vi la ventana, tomé impulso y justo cuando la ventana estaba cerca salté por ella.

Para mi desgracia había quedado con mitad del cuerpo fuera y la otra mitad dentro, para variar, la mitad más pesada de mi cuerpo que aún estaba dentro de la pizzería estaba ganando.

¡Malditos tacos, hamburguesas y pizzas!

Intenté impulsarme hacia adelante pero lo único que conseguí fue hacerme una herida en mi hombro izquierdo y al final me terminé metiendo más en la pizzería, con temor me giré y me asusté cuando vi a Freddy muy cerca de mi.

—¡Por favor no me mates!, o por lo menos si lo haces se gentil—le supliqué mientras recargaba mi espalda en la pared y me resbalaba hasta terminar sentada en el piso con mis manos cubriendo mis ojos y las lágrimas se resbalaban por mis mejillas.

Entonces sentí como una suave mano tomaba mis muñecas y las saparaba lentamente de mi rostro, miré con miedo los ojos de Freddy, este era mi fin.

—Estás herida

—Er...¿qué?

—Te voy a curar, ven—me dijo tendiéndome la mano.

—¿No me vas a matar?—le pregunté aún asustada y temblando un poco.

—Si te hubiera querido matar desde un principio lo habría hecho, ahora ven—me pidió demandante tendiéndome de nuevo su mano. Yo aún temerosa sólo lo miré a los ojos, Freddy suspiró.—¡mira!—señaló detrás de mi.

Yo de idiota volteé sabiendo que sólo me iba a topar de frente con la pared, fue entonces que sentí como las manos de Freddy me tomaron de la cintura y me cargó entre sus brazos, me sonrojé por eso. Caminó hasta la cocina y me dejó sentada en una silla mientras iba y buscaba las cosas de primeros auxilios.

Aquí debe ser donde Chica prepara las pizzas

—Muéstrame tu brazo—me pidió Freddy.

Le tendí mi brazo herido con total confianza, él arremangó la pequeña manga de mi playera para poder ver bien mi herida.

—¿Qué tan mal está?

—No es un corte tan profundo pero algunos pedazos de vidrio se incrustaron en el corte, los quitaré y te vendaré—me dijo comenzando a retirar los pedazos de vidrio de mi herida.

Extrañamente me trataba con extrema delicadeza, si yo hacía el más mínimo gesto de molestia él retiraba el pedazo de vidrio con más cuidado aún, cuando todos los fragmentos estuvieron fuera de la herida, tomó un pedazo de algodón y le colocó agua oxigenada, lo pasó un par de veces para limpiarme la herida, parecía como si el agua oxigenada hiciera burbujas en mi herida causándome cierta incomodidad. Cuando Freddy terminó de limpiar mi herida tomó un pedazo de venda y le dio dos vueltas alrededor de mi brazo sujetándolo firmemente para que no se moviera.

—Listo, ahora dime ¿porqué estás aquí?—me preguntó mirándome a los ojos.

—Em... bueno yo... la verdad es que es demasiado estúpido el motivo por el cual estoy aquí—le dije avergonzada y bajando la mirada.

—No me digas, "querías demostrar que podías sobrevivir cinco noches en Freddy´s Fazbears Pizza"—dijo fingiendo un tono de hastío.

—Algo así, es más bien una prueba

—¿Una prueba de valor?, ¿que eso no lo deberías hacer los hombres?—me dijo algo confundido.

—Es un tanto más complicado

—Explícame—dijo poniéndome total atención.

—Pues verás... yo quería dejar de ser una marginada de mi salón así que decidí unirme a un grupo de chicas populares de mi salón, ellas me aceptaron pero con la condición de que tenía que sobrevivir las dos semanas que nos dieron de vacaciones en la preparatoria aquí—le confesé avergonzada.

—Es bastante estúpido arriesgar tu vida por pertenecer a un grupo de niñas mimadas—me dijo duramente mientras se cruzaba de brazos frente a mi.

—Lo sé pero yo...¡siempre he sido la rara de mi salón!, nunca he tenido un amigo, todos me dejaban de lado porque era demasiado tímida y...y...—ya no pude continuar, las lágrimas y el llanto me impedían hablar, intentaba inútilmente de limpiar mis lágrimas pero ellas seguían brotando.

—Oye...tranquila—dijo inútilmente Freddy en un intento de calmarme pero yo seguía llorando.

De pronto sentí como las manos de Freddy me tomaron de la cintura y me sentó en su regazo en un intento de consolarme, sin contenerme lo abracé y lloré en su pecho, sentí como Freddy me abrazó. Por esos escasos instantes me sentí vulnerable entre sus brazos pero a la vez me sentí segura, protegida, como si ese abrazo fuera capaz de borrar un poco mi sufrimiento por mi soledad.

Fue un sentimiento que simplemente...me agradó.

Me separé un poco de él mirándolo a sus ojos azules, me permití perderme en su mirada que simplemente me reflejaba a mi.

—¿Oye quién es la nueva?