Acá está el fic que se me borró, lo subo ahora con un par de modificaciones. ojalá guste :) besos.

Instrucciones para usurparte

Capítulo 1:

-Feliz cumpleaños, hermosa- la besó su hermoso y castaño novio, con quien hacía aproximadamente tres años que salía.

-Gracias cielo- le devolvió el beso. El timbre de la puerta de la madriguera sonó un par de veces- yo atiendo.

-Ni modo, es tu cumpleaños- le discutió su madre.

-Por eso mismo, alguien debe haberme mandado al hombre de mis sueños ¿no crees?- bromeó- Mentira- volvió a besar a su novio- ¡Voy!- respondió desde el parque trasero, al escuchar aún, los desesperados aplausos.

Al llegar a la puerta, se acomodó su pelirrojo pelo y abrió con un dejo de misterio.

-Feliz cumpleaños- le sonrió enormemente. La chica quedó atónita. Sus ojos se pusieron en blanco y la vista se le nubló de un segundo al otro. Cayó desmayada en sus brazos- ¿Ginny…?- logró atajarla. Al siguiente segundo abrió sus ojos color chocolate y se puso de pie nuevamente, aún callada- ¿estás bien?- le sonrió.

-No… puede…¡SER!- sonrió y muy lejos de volver a desmayarse, lo abrazó con una fuerza inhumana- ¡HARRY!, ¿Qué haces aquí?- un par de lágrimas escaparon de sus ojos.

-Bueno, es tu cumpleaños, en alguno debía estar presente ¿no lo crees?

-Pero…- lo separó para mirarlo- pero… ¡volviste!- lo abrazó nuevamente- ¡Dios!, creímos que nunca volverías, que habías encontrado una nueva familia o algo así…

-Pues, ya ves que no… no tienes idea de cuanto los extrañé- fue él ahora, quien la abrazó.

-Dime que te quedas…- él no respondió. Lo separó y lo miró de lleno en los ojos- te quedas ¿verdad?, si no es así mejor será que…

-¡Hey!, luego de siete años seguidos de labor sin respiro, tramité dos años de vacaciones…

-¡¿dos años?

-Así es…-asintió- pero estoy considerando la posibilidad de que me den otro año, o renunciar.

-¿estás loco?, ¡amas ese trabajo!

-Si, pero me quitó siete años, hay miles de cosas que debo poner en orden… Comenzando por mi vida amorosa- sonrió.

-¿te alcanzarán tres años?- se burló.

-¡Hey!

-¡Adelante!. Quiero que te olvides del trabajo y pases a disfrutar ¿si?

-De acuerdo- se adentraron en la casa- Veinticinco años…- suspiró mientras caminaban por la casa- pensar que nos despedimos cuando tenías diecisiete…- suspiró nuevamente.

-Pareces un viejo. ¡Vamos, ya quedó atrás!, no puedes recuperar esos años, pero puedes comenzar de cero, aquí…-salieron- ¡Hey, gente!, es mi cumpleaños, lo sé, pero yo les traje un regalo, ¡me amarán!... ¡Sal de ahí!- Harry se dejó ver con su mejor sonrisa y pareció causar el mismo efecto que en la pequeña, en todos los presentes. Todos enmudecieron un segundo- ¡digan algo!

-¿Qué me perdí estos años?

-¡Todo!- soltó Ron.

-Vamos, no estarán enojados.

-¿Por qué no dijiste donde estabas?- soltó Hermione, seria.

-Pues, ¿Qué crees?. Primero, nunca me dijeron a donde me llevaban hasta que llegue, y segundo, me prohibieron completamente decirlo, iba de incógnito. Además, no quiero ser grosero, pero no me parece momento ni lugar para rencores o reclamos. Vine por el cumpleaños de mi amiga y no amargaré la fiesta, si quieren que me vaya me lo dicen ahora ¿de acuerdo?- nadie dijo nada.

-No se irá a ningún lado… Harry no te irás a ningún lado- lo tomó del brazo.

-Claro que no- soltó Ron- acaba de llegar- lo abrazó- ¡que bueno volver a verte!- todos comenzaron a acercarse como si nada hubiera sucedido.

Se sentaron en un semicírculo cuyo epicentro parecía ser el morocho más que Ginny, pero eso no le molestaba ni mucho menos. Escuchaban atentamente las peripecias, los alborotos y todas aquellas locuras y aventuras que debió atravesar debido a la "arriesgada" misión que el ministro en persona, le había encomendado a Harry siente años atrás.

-Bueno, para tu fortuna, ese estúpido ya no hace cargo de la parte "política" de la magia- le decía Ron- él solo es una pantomima de otro idiota cuyo nombre no me interesa, de todas formas, es mejor así- Harry sonrió.

-Que emocionante…

-Entonces- intentaba seguirle el hilo Nicholas, el novio de la homenajeada- ¿cuando terminaste Hogwarts, trabajaste un año como recluta en el ministerio y, luego te mandaron a una misión encubierto a Mexico?

-Ajam…

-Me suena como una excusa para sacarte de encima.

-Es que lo fue. En cierto modo… el ministro…

-El ex ministro- le corrigió la castaña.

-…ex ministro, me odiaba… me creía una amenaza y, como lo hizo con todos los que amenazaban su cargo, se deshizo de mí- dijo apenado, recordando a Dumblendore.

-Desgraciado…

-No, quizás yo si me lo merecía… Siempre busqué llevarle la contra…Nicholas ¿verdad?

-Exacto- Recién entonces se tomó un tiempo para ver los acompañantes de sus amigas.

-Pues, parece que no solo me perdí cambios políticos… ¿Malfoy?- observó por primera vez, que el rubio al lado de su amiga Hermione, era nada más ni nada menos que su ex enemigo de la infancia.

-¿Aún dudarías de mí?- lo miró de arriba, abajo, todavía con desteyos de petulancia.

-No… No debería, ¿no?

-Harry…

-Lo siento Herms, pero ¿Cómo quieres que reaccione?.

-Fuiste tú quien desapareció tanto tiempo, no nosotros- la miró dolido- Lo siento, pero es la verdad- Harry se volteó y le susurró a Ginny.

-¿Te importa si me voy?

-Si, claro que me importa. No le hagas caso.

-No es eso, estoy algo cansado.

-¿Y donde piensas quedarte?, acabas de llegar, no tienes ni casa. Quédate aquí, a mis padres no les importará.

-No quiero importunar, yo…

-Harry, si te dejo ir temo que nunca regreses... además hoy decido yo, y digo que te quedes, por favor- La miró a los ojos y sonrió.

-De acuerdo. Entonces- se levantó- me iré a recostar un rato.

-Adiós.


La tarde avanzaba con brutal rapidez, pero la diversión era lo que sobresalía aquella tarde. La felicidad de la pelirroja no cabía en su propio cuerpo. Su novio se acercó disimuladamente a ella, quiso abrazarla pero estaba hablando con el que, de pronto, parecía su mejor amigo. No quería interrumpirla por lo que solo pasó a su lado y se dirigió al interior de la casa.

-Emm… lo siento Harry, debo…- señaló a su novio.

-Si, ve… lo siento- él miró hacia otra dirección, en donde Ron miraba frustrado como Hermione y Draco se besaban de vez en cuando- ¡Ron!- lo llamó. Unos segundos más tarde se acercó.

-¿Qué ocurre?

-Podrías llevarte un segundo a Herms, quiero hablar con Malfoy unos minutos.

-Ni lo sueñes.

-¿Qué?

-Que no. No somos adolescentes Harry, no funcionará que nos presiones a compartir tiempo juntos.

-¿Quién dijo que intentaba ayudarte con ella?. Si a esta edad no puedes solo, Ron considérate soltero el resto de tu vida.

-¡Que gran amigo!- dijo con sarcasmo. Harry río.

-No puedo creer que sigas comportándote como un niñato a su lado...

-Hey!

-No, ahora en serio, sólo quiero hablar con Malfoy.

-Y yo enserio no voy a entrometerme en la conversación como si fuera un estúpido celoso intentando separar a la parejita feliz.

-¡Que idiota te hizo el tiempo!

-Gracias- sonrió. Harry frustrado y resignado, se acercó a la pareja.

-Malfoy, ¿puedo hablarte unos segundos?

-¿No ves que está conmigo, Harry?

-Descuida, creo que debemos comenzar a acostumbrarnos al hecho de que está algo desubicado luego de su llegada- soltó el rubio.

-Uy, tus palabras fueron la peor de mis desgracias- se burló tomándose el pecho- es enserio.

-Ve amor, luego te busco- la besó. Luego de verla partir, alzó la vista hacia su penetrante mirada- ¿Qué deseas?

-Quiero dejar ciertos puntos en claro antes de que empiece a relacionarme contigo como "cuñado"- acrecentó las comillas.

-Nunca lo seremos.

-Ella es como mi hermana…

-Pero no lo es completamente, así que tú y yo no tenemos relación que trabar.

-Me importa un cuerno lo que te parezca a ti… Dime qué es lo que pretendes con ella.

-¿Perdón?. Oye, yo no tengo que demostrarle nada más a nadie. Únicamente ella tiene que tener certeza de lo que siento, no te entrometas.

-Pero hay un pequeño problema. No voy a dejar que la lastimes…

-Creo que te falla la memoria. Fuiste tú quien no estuvo cuando hubo oportunidad de dudar de mí. No tienes excusa para plantearme tus celos.

-No estoy planteándote nada. Solo te advierto que…

-Hace un año que salgo con ella, no hay nada que advertirme, gracias.

-Hace quince años que te conozco y tengo para advertirte que puedo romperte la cara si no me dejas hablar.

-Pues si me conocieras, recordarías que tú, menos que nadie, logra intimidarme.

-Solo quiero saber por que ella- se calmó. Draco la miró a lo lejos y luego volvió a la conversación, ahora más relajado.

-¿Y Por qué no?

-¿por que si?, ¿o no tenías a quien recurrir y la viste a ella?

-¿Estás escuchándote?, suenas como alguien cargado de rencor y, celos… ¿es eso?, ella te gusta.

-De gustarme, no serías tú su novio hoy, así que deja de ser tan arrogante y perseguido, solo quiero que entiendas que no quiero que le hagas daño. La quiero demasiado como para que un estúpido como tú la hiera.

-Pues suerte entonces que este estúpido no vaya a hacerlo. Y deja de actuar como si fuera un extraño. Yo no soy quien tú recuerdas... Y por el único que deberías preocuparte de que no la lastime, es de ti. Tu partida la dejó destrozada durante años. ¡Yo fui una de sus pocas alegrías en los últimos, así que no te entrometas!- Harry calló unos segundos.

-Draco con que no la molestes, me alcanza.

-Entonces vete, porque no hay nada más que discutir.


Ginny subió las escaleras tras su novio y se metió en el cuarto, al igual que él. Lo vio tomar un par de prendas y, al voltear la miró inexpresivo.

-¿Qué sucede?

-Nada, solo… pensaba darme una ducha, jugué demasiado Quidditch y…-pasó a su lado y salió del cuarto- no me siento cómodo.

-¿es eso solo?

-Ajamm…

-Nunca dices "ajam" excepto cuando algo te molesta.

-Si, me molesta estar sucio, por eso voy a bañarme- se metió en el baño, ella se adentró también. Comenzó a luchar con el nudo de su corbata.

-¿Qué haces con corbata?

-Pues, no sé, ahora me pregunto lo mismo…

-Déjame a mí- tomó su corbata e intentó sacar el nudo con suavidad, a la par que le hablaba- Puedes decirme, cielo, no me molestaré, lo prometo.

-No hay nada que me moleste, es solo que… Ginny, ¿a ti te gusta ese tal Harry?

-¿Harry?- rió. Intentó desatarla con un poco más de fuerza.

-Ginny… ¡Ginny!- le quitó la corbata de las manos.

-No me saques la corbata, intento desanudarla.

-Y yo intento hablar contigo- ella resopló y lo miró a los ojos.

-No me gusta que desconfíes, lo sabes.

-Si, pero esto es especial. Vi como lo mirabas.

-Con los ojos que una amiga ve a un amigo que no ve hace tiempo- tomó nuevamente la corbata.

-¿Pero te gusta?

-No. Es solo, una historia pasada.

-¿puedo enterarme?- lo miró molesta.

-¡Claro que puedes!, entre nosotros nunca habrá secretos, Nicco- suspiró. Quitó por fin su corbata y comenzó a desatar su camisa lentamente a la par que le contaba- Cuando estábamos en Hogwarts, fuimos novios… tan solo un año. Él tenía diecisiete y yo dieciséis. La verdad es que siempre me gustó de pequeña, pero llegada esa edad, lo amé. Lo que existe es solo una enorme historia.

-¿Por qué tan enorme?

-Porque estábamos en la edad de la exploración, ¡yo que sé!. Fuimos una pareja muy…-buscó la palabra que no le molestara tanto- demostrativa.

-¿activa?

-Exacto- él pareció apenarse- ¡Hey!- terminó de quitarle la camisa y lo abrazó- oye, él y yo cortamos hace ocho años ya… y los dos pusimos lo nuestro para que quedara como un hermoso recuerdo y una gran amistad. Somos amigos.

-¿Vas a decirme que nada de eso queda cuando lo miras?

-Nada. Solo recuerdos por la nostalgia de no verlo por tanto tiempo. Necesito que entiendas esto. El y yo… es imposible que me olvide de lo que vivimos y es algo que necesito que entiendas. Me atrae, si, como persona. Pero tu y yo estamos estables, y eso me encanta.

-Es que no me gusta que me comparen…

-Nunca te compararía con él. Son completamente diferentes, y, es bueno variar de vez en cuando.

-¿No extrañas su "demostratividad"?- ella sonrió.

-Nicco…

-Lo siento.

-Es que, no lo sé, te juro que no me lo había planteado hacía mucho tiempo. Quizás lo extrañé antes de conocerte, quizás me deprimió la idea de no volver a enamorarme, pero tú, conmigo… Harry es una etapa superada- se callaron unos segundos- ¿Puedes creerme?- él sonrió.

-Claro que puedo- la besó.

-Además…- se quitó la remera- tu y yo podemos ser muy demostrativos también, ¿no crees?- le sonrió- De hecho, no sé tú, pero tengo ganas de ducharme.


-Bueno, em… creo que la fiesta se acabó ¿no?- decía Harry, luego de notar que los únicos hablando en el jardín eran Ron y él.

-No, sólo que los demás están adentro.

-Me refiero a Gin, desapareció.

-Le gusta hacerse rogar, ya sabes como es. ¿Puedo preguntarte qué es lo que hablaste con Draco?

-¿Draco?, pensé que no te caía bien.

-No TAN bien. Es solo que, luego de tanto tiempo, me acostumbré. Perdido por perdido.

-¿Quién dice que está perdida?

-¿Hermione?, te lo digo yo, amigo.

-Nunca me imaginé que tú, justo tú, te rindieras tan pronto. Luego de seguirla siete años en el colegio, dejarte caer por un estúpido arrogante que la tuvo un solo año…

-Pero tuvo mucho más de lo que yo conseguí, Harry. Es todo muy diferente de cómo lo recuerdas.

-¿Por qué siguen molestándome con eso?

-Porque es verdad. Es decir, él no es estúpido, ni arrogante. No me cae mal, y ella parece ser feliz con él, al fin y al cabo eso importa, que ella sea feliz. O ¿crees que alguna vez me interesó más mi necesidad de tenerla conmigo o saberla mía?. No, eso quedó muy atrás. Sonrío si ella sonríe, sea quien sea que la haga sonreír- ambos se callaron - Solía pensar como tú.

-¿Qué quieres decir?

-Que… a lo mejor sea hora de olvidar todo este asunto. De que, si bien no puedo hacer nada por ella, puedo hacerlo por mí, y para eso debo olvidarme. Olvidarla.

-No quiero ser aguafiestas, pero es ínfima la posibilidad de que vayas a lograrlo, lo digo por experiencia- suspiró.

-¿a que te refieres?- Harry estuvo por contarle toda la verdad de cómo se sentía para con aquella persona que extrañaba, pero decidió que aún no estaba preparado para oírlo, ni él para decírselo.

-Nada… pero es improbable.

-Bueno, pero estuve quince años intentando ganármela, creo que es hora de darle oportunidad al hecho de perderla.

-Aún no entiendo como no luchaste por ella antes de que siquiera pensaba en Malfoy.

-Es difícil estando tan lejos.

-¿A que te refieres?

-A que con mi trabajo, mis estudios, los suyos… no hubo tiempo, no hubo lugar. Cuando terminamos, ella estuvo cinco años preparándose para su carrera, estuvo tan centrada que no dejó a nadie acercársele más que como amigos. Y yo le di ese espacio, lo creí oportuno, es lo que ella ama, el estudio. Además me venía de lujo para estudiar yo mismo un poco. No fue fácil conseguir el título de profesor de pociones con mis calificaciones- sonrió- Nunca creí, habiendo tenido un profesor como Snape, que terminaría dictando su materia… mejor dicho, ocupando su puesto en Hogwarts.

-¿Es por eso que no hubo tiempo?

-En parte. Es decir, soy nuevo allí, creo que McGonagall me tomó de lástima, y sea por lo que sea, no quiero fallarle. Este será mi tercer año como profesor y aún no consigo que me presten atención la mitad de mis cursos.

-Parte del hobbie, ¿no?

-Así es, pero son adorables. Me hacen acordar tanto a nosotros. La otra vez encontré a un par de chicos saliendo de la sala de los menesteres con varitas en la mano, eran de tercero, ¿puedes creerlo?, vienen cada vez más avivados- río.

-Excelentes años.

-Por cierto, Hagrid me ha molestado todo un año para que te dijera que quiere verte, nada urgente, no te asustes, pero dijo que tiene algo para ti…

-¿otro dragón?

-No, no lo creo, McGonagall no para de vigilarlo. Está con esa estúpida idea que los profesores e incluso los prefectos, la pasan por encima.

-¿Y es así?

-No, no tienes idea del respeto que le tienen. ¿Sabes?, voy a decirle que ya volviste, seguro le placerá que vayas de visita.

-¿Tu dices?

-Claro.

-Chicos- se acercó Molly- está la cena.

-Gracias ma…- se fue. Ron se acercó a su amigo- no puedo comer más…- él rió.

-Pues, yo puedo comer un poco más, ¿vamos?

-Vamos.


Ya en la sala, se encontraban todos reunidos, incluidos Ginny, Nicholas, Draco y Hermione. Luego de brindar por un futuro próspero para la pelirroja y su pareja, y tras beber y llenar nuevamente las copas, la charla se disolvió, y volvieron a separarse algunos grupos, sin salir del entorno hogareño.

-Podríamos tomarlo como un festejo de tu cumpleaños también, Harry- dijo la pequeña Weasley- Si se piensa, fue hace dos semanas.

-Tres… casi.

-Como sea. ¿Los festejaste allí?

-¿Alguna vez me viste festejar algún cumpleaños por mi propia cuenta?- sonrío- No, claro que no. Además, no tuve tiempo.

-Pues no se diga más- soltó Molly- dame solo una semana y te prepararemos la mejor de las fiestas de reencuentro y cumpleaños- él sonrió en agradecimiento.

-Gracias pero…

-Pero ¿Qué?

-Bueno, no estoy acostumbrado a tanta fiesta, ya con la de hoy tengo como para dos años más- bromeó.

-¿otra excusa?- lo provocó Ginny.

-No es excusa. Es solo que no tengo ganas, Gin. No quiero ser grosero pero la verdad es que aún sigo agotado. Estoy pensando en tomarme un o dos semanas para hacer un viaje, dejar de pensar un poco.

-Me parece excelente idea- alegó Arthur.

-A mi no- dijo con brutal sinceridad la pelirroja, por lo que el morocho clavó sus ojos en ella- ¿Qué?, me parece una pésima idea.

-¿Por qué?

-Porque pareciera que…- se calló- no importa.

-Dilo.

-No, no es momento ni lugar- él se acercó a ella, aprovechando que el novio se encontraba hablando con Draco.

-Entonces- la tomó del brazo con suavidad y se acercó a su oído- me lo dirás mañana, porque vas a acompañarme a comprar nueva casa, y ni sueñes con negarte- ella se soltó.

-No voy a negarme, no pienso discutir el hecho de que ¡no voy a ir!

-¿Qué te pasa?

-¡Nada!

-Entonces sé buena amiga y acompáñame…- le rogó.

-¡pídele a Hermione!, ella también es tu amiga.

-Está sensible conmigo, no sé que le pasa…

-Atacaste a su novio, eso pasa.

-¿tú también?

-No es que esté en contra de alguien o nadie, es que me parece que no era el momento.

-Puede ser, pero ella es rencorosa, empezando por el hecho de que no quiso hablarme por no contarle nada de mi paradero.

-Como todos lo hicieron.

-Tú no.

-Porque yo te extrañé más de lo que me dolió no saber nada.

-Entonces, ¿me acompañas?. Ya le pedí a Hermione, pero me puso la excusa de que salía con Draco, y bla bla bla… si no le hablo ¿tu crees que me extrañe?- cambió el tema rotundamente.

-Lo dudo- rió- mentira. De acuerdo, pregúntale a Nicco, si te da permiso de que me lleves, iré.

-¿Y eso por que? ¿no eres libre?

-Si, pero me gusta que esté de acuerdo conmigo.

-Entonces tú pregúntale si está de acuerdo en que vayamos juntos a elegir mi casa.

-Tú eres el interesado…- Harry resopló.

-¡Ginny Weasley tenía que ser!- se acercó a Nicholas y comenzó a hablarle- Dime que no te molesta que me la lleve mañana…- dijo en un tono inquisitivo.

-¿Qué?

-A tu novia, mi amiga… es que tengo que elegir casa, ya sabes, y quiero ayuda. Hermione se enojó conmigo así que no puedo pedirle a ella. ¿Me la prestas?- él rió.

-No es mía, creo que es lo suficientemente grande como para decidir por sí misma, ¿no?

-Pues, es claro que lo es, pero está el problema de que quiere que tú estés de acuerdo.

-Por mí no hay problema, siempre y cuando vuelva…

-Ah, ja ja ja- fingió risa- muy chistoso- volvió con Ginny- La gente solía caerme bien, pero los que tu te eliges, los que se elige Hermione, vienen en decadencia.


Al día siguiente, Ginny llegó a la madriguera del brazo de su novio, pasada la media mañana. Entraron adueñándose del jubiloso lugar. Ginny, como siempre risueña, saludo a sus padres y luego se percató de la presencia del morocho.

-¿no pensabas saludarme?

-Tengo como toda la tarde para hacerlo, ¿no?

-No si estás así de agresiva.

-De acuerdo- se dio media vuelta como para irse. Harry miró a su novio y luego a su madre.

-¡que orgullosa!

-Lo siento ¿Qué?. Si vine fue por ti, sino me necesitas me voy para mi casa.

-No seas infantil, ven, claro que necesito que vengas, no te hubiera pedido de ser de otro modo- miró a Nicholas- pero podrías haberme avisado que tu novio nos acompañaría.

-No, yo solo…

-¿Qué si nos acompaña?

-Nada, me encantaría. ¿quieres venir… puedo decirte Nicco?

-Seguro- dijo sin amedrentarse.

-¿vendrás con nosotros, Nicco?

-No, en realidad la acompañé hasta aquí pensando que Hermione estaría aquí, pero me equivoqué.

-¿La buscas por algo en especial?

-Tenia que preguntarle algo sobre…

-¿Qué te importa?- soltó Ginny- Has vuelto algo metido, ¿no te parece?

-Tiene razón, lo lamento- soltó Harry. Se levantó de la mesa y saludó a Molly y a Arthur- Gracias por la hospitalidad, para su propia suerte, mi casa será elegida hoy sin falta, así que despreocúpense que vuelva a presentarme.

-Sabes que eres bienvenido siempre.

-Gracias. Adiós, Nicco- estrechó su mano cordialmente. De la misma manera, fue saludado por el chico en cuestión. Sin dar más vueltas, salió de la casa. La pelirroja sin decir nada, saludó a los presentes.

-Ginny, intenta no hacerle la vida imposible…

-¡Es que me supera!, adiós ma- besó su mejilla- Nos vemos a la tarde Nicco.

-De hecho, quizás a la noche, debo comprar un par de cosas e iba a aprovechar tu ausencia para ello.

-De acuerdo, hasta la noche entonces- lo besó y siguió al morocho.


La trayectoria hasta el punto en donde serían transportados a la zona mágica de Londres, fue recorrido en silencio, ambos sumidos en sus pensamientos.

-¿vas a explicarme que intentaste decir anoche?- dijo algo cortante, el morocho.

-¿Qué dije?

-Cuando hablamos de festejar mi cumpleaños. Dije que quería irme de viaje y te lo tomaste personal, no entiendo porqué- ella resopló notando que quizás allí iniciara una nueva discusión.

-No fue personal. No me gustó el tono con el cual lo dijiste, eso es todo.

-¿Qué tonó fue ese?

-El tono que demuestra las pocas ganas que tenías de volver.

-¿Estás hablándome en serio Ginny?

-Si. Lo dijiste como, "esta fiesta fue demasiada socialización, quiero irme una semana y descansar de sus estúpidos rostros y comentarios"- lo burló. Él se detuvo y ella lo imitó.

-¿Por qué eres tan dura conmigo?, ¿de verdad piensas eso que dijiste o solo intentas discutirme?

-Me sonó de esa manera.

-Pues estás muy equivocada- siguió caminando- Puede ser que yo haya vuelto cambiado, quizás mucho más de lo que me recuerden y de lo que sospechan. Pero si algo conservo es mi cariño por ustedes. Tú…- se detuvo volteando a verla- no tienes una idea de lo que te extrañé, lo que te pensé y recordé.

-¿de verdad?

-Si. A ti, a Ron, a Herms… para que al volver con la mejor sonrisa me reciban del modo que lo hicieron. Tuve ganas de desaparecer. No lo hice porque tú me lo pediste.

-y te lo agradezco…

-Quizás… no haya sido la mejor idea, haber vuelto.

-¿Qué?

-Que quizás, luego de tanto tiempo, se acostumbraron a estar sin mí, y lo prefieren.

-O quizás solo debas darle un tiempo para que se acostumbren a tenerte de nuevo a su lado…

-No, no sería igual.

-¿Por que no?

-Ginny hay algo… algo que no saben y me está matando- ella lo miró fijamente.

-¿Qué tienes?- se acercó y puso la mano en su frente. Él la apartó.

-No es nada físico- suspiró. Giró sobre sus talones y continuó caminando.

-¿Qué es?, dime.

-No tiene importancia, al menos no ahora.

-Pero te hiere.

-Si, pero al menos solo salgo lastimado yo. Créeme, te lo diré pero, dame tiempo. Esto, es algo difícil y…- se detuvo volviéndose hacia ella y la abrazó- Gracias, de verdad. Ahora…- se separó- vamos por esa casa.

-¿seguro que estás bien?

-Más que bien- sonrió algo forzado.


Los días pasaban con enorme rapidez para los jóvenes. Aunque, a uno de ellos, parecían no transcurrir más. Ya no tenía roces con sus amigos, al menos no negativos. Había solucionado cualquier malentendido en un principio generados, y ahora solo le restaba turnarse los días para pasarlos entre su familia, sus amigos, y bueno, gran parte del tiempo se la pasaba pensando en esa persona que no lo dejaba dormir por una razón especialmente sobresaliente en su situación, y era que extrañaba más de lo que era capaz de hacer por volver a estar a su lado. La mayoría de las noches le costaba cerrar el ojo ya que le enloquecía que su imagen se presentara en su mente.

-Quizás ni me extrañe…- se martirizaba cada noche, siendo esta, la frase anterior a caer rendido ante el sueño.


Había pasado casi medio año de la vuelta de Harry a Londres, y aún no había hecho el viaje que deseaba hacer, no había ido a Hogwarts a visitar a McGonagal y Hagrid, y, por lo que su amigo le decía a través del correo, lo necesitaba por algo urgente que no podía escribir en un pergamino. Decidió que, aproximadamente el mes siguiente, sería propicio para pasar, después de todo, se avecinaban las vacaciones de invierno y todo allí en el castillo, estaría más tranquilo de lo usual.

Se levantó del escritorio luego de acabar de escribir la carta. La llevó hasta la cocina, en donde la lechuza que Ron había enviado, se alimentaba y tomaba un pequeño descanso de alas y mente. Le acarició las alas con suavidad y luego ató la carta a su pata. Abrió la ventana y la dejó salir.

Tocaron la puerta de su casa con verdadero entusiasmo. Él volteó extrañado, no era usual que recibiera tantas visitas, y justo el día anterior se había aparecido Hermione y se había quedado toda la tarde y parte de la noche. Se dirigió a la puerta. Al abrirla, lo miró de arriba hacia abajo.

-¡Ronney!

-¡Harry!- lo abrazó.


-¡¿Gay?

-¡Shhh!- la calló Harry- Ya lo suponías, no sé porque te sorprende tanto, Hermione.

-¡Claro que me sorprende!. Esperaba que fuera una locura mía.

-¿Tan malo es?

-No, claro que no. Eres humano tienes tus derechos. ¿Alguien lo sabe?, Ginny, ¿ella lo sabe?

-¿Qué?, ¿estás loca?

-¿Por qué?

-No, iba a decírselo antes, pero no. Mejor ni se entere.

-¿Por qué no?

-No sé, quizás se lo tome personal, como ella y yo salimos.

-Olvídate de eso, será lo que menos le preocupe.

-De todas formas, se enterará pero no tengo ganas de decírselo.

-Y, ¿alguien más lo sabe?

-En realidad no, le escribí a Ron diciéndole que había algo que debía saber, pero no iba a ponerlo por carta.

-¿Por qué no?, Harry no es tanto problema, te gustan los hombres, ¿y que?.

-Si, para ti es fácil. Muero por ver la cara de Ron cuando se entere, no va a gustarle, yo sé lo que te digo.

-¿Quieres que yo se lo diga?

-¿lo harías?, sé que no está bien, pero tengo miedo de cómo vaya a tomarlo y, prefiero que si lo toma mal, no esté yo presente.

-Descuida, se lo diré, pero debo saber algo, él ¿alguna vez te…?

-¿Qué?, ¡No!

-Bueno, debía saber. Y, ¿quieres que haya alguien en especial que lo desconozca?. Mejor dicho, hay algún problema que la gente se entere.

-De a poco, Herms, no me interesa quién lo sepa, solo díselo primero a Ron- suspiró- Ginny va a matarme cuando se entere.

-¿Por qué?

-Tengo el presentimiento de que va a enojarse, o quizás no enojarse, pero va a caerle muy mal. ¿Apostamos?- ella sonrió.

-¿Estás para apuestas?

-Siempre lo estoy. Si ella se enoja, tú debes decirme lo que de verdad sientes por Draco, y lo que de verdad sientes por Ron, me haz evadido demasiado como para que no sea nada importante- ella lo miró pensativa.

-No lo sé, pareces muy seguro de la reacción de Ginny… ¡De acuerdo!, pero solo si se enfada y viene a molestarte aquí, a tu casa.

-De acuerdo.

-Bueno. Cuéntame de Ronney, ¿Cómo se conocieron?

-Nada especial, no es gran historia. En realidad, fuimos compañeros de misión, cuando fui a México, él se presentó y bueno solo hablamos. Pero compartimos tanto tiempo que, no sé, fue extraño. Cuando yo me volví, él debió quedarse un tiempo más, pero prometió que vendría cuando terminara. Volvió hace dos días y…- agachó la cabeza- debe continuar con la misión en otro lado y consiguió una semana de vacaciones, pero el viernes se va.

-Es una pena. Quiero conocerlo- sonrió- ¿vas a presentármelo?

-Aguarda, hay más…

-Te escucho.

-La misión la tiene que hacer con alguien más. Claramente yo no seré, conseguí las vacaciones y no me las pueden quitar, ni pienso ofrecerme por cuestiones anímicas, no puedo abandonar todo esto de nuevo. Así que parase que el ministro decidió que la otra persona sería… Draco. Dijo que era el mejor capacitado, es una misión de un año, si se extiende mucho, año y medio, pero conociendo a Ronney, acabarán antes. El problema es que el ministro se encapricho con que sean ambos las cabezas estratégicas.

-Quieres decir que…

-Que Ronney fue a avisarle a Malfoy, que se irán en tres días al caribe.

-No puede ser…

-Lo siento- se encogió de hombros.


Efectivamente, cuando Hermione llegó a su casa, la esperaba su novio con la terrible noticia de que debía alejarse de su lado por un año, que no hubo forma de escapar de la delegación y que odiaba tener que dejarla. Pero a Hermione no le preocupaba eso. Cuando el rubio se adentró en el baño para darse una ducha, la castaña aprovechó para tomar el teléfono y llamar a Harry.

-Harry… escucha no tengo mucho tiempo, Draco ya me avisó lo de la misión pero, tengo miedo…

-¿de que?- contestó del otro lado.

-¿Crees que sea peligroso?

-Estoy seguro de que no.

-Me sacas un peso de encima, pero… tengo otra duda.

-Te escucho.

-¿Tu crees que… haya posibilidad de que pase algo entre Ronney y Draco?

-Espero que no porque entonces sería cornudo.

-Lo siento, soy una bruta- se golpeó la frente.

-Descuida. No lo creo porque, ninguno de los dos tuvimos esta inclinación hasta que nos conocimos.

-O sea que ¿no le gustan los hombres por naturaleza?

-Exacto. Descuida, no pasará nada, tu galán volverá solo por ti- sonrió.

-Gracias. Debo irme. Te adoro, besos.

-Igualmente, cuídate.