Titulo: "FRENTE AL ABISMO"

Autor: SUICHI.

Pareja: ES TODO UN KAIxTAKAO. ( AUNQUE LOS PRIMEROS EPISODIOS NO LO PARESCA)

Dedicada: A TODOS. Y A MI AMIGA FANTASMITA RECUPERATE PRONTO.

Nota: BUENO DIRAN COMO PUEDE COMENZAR OTRA SI NO A CABADO TRES BUENO PERO CUANDO LA INSPIRACION LLEGA NO AHÍ NADA KE SE LE PUEDA A HACER, OTRA COSITA RECUERDAN KE EN MIS HISTORIAS SIEMPRE CAMBIABA "KE POR QUE" BUENO PUES YA NO LO HARE POR KE NO ES LO CORRECTO. ESPERO KE SEA DE SU AGRADO.

SU AMIGA SUICHI IVANOV.

"FRENTE AL ABISMO"

"UN SECRETO REVELADO"

QUE PASARIA SI VIVIERAS EN UN INFIERNO PERO LUEGO LLEGA TU ANGEL QUE TE PROMETE QUE TODO SERA MEJOR, PERO LUEGO TE DAS CUENTA DE QUE TU INFIERNO ES TU PARAISO. Y ASI DESCUBRES QUE TU SOLO PASAS DE INFIERNO EN INFIERNO.

SUICHI.

Había mucha gente en un cementerio, todos con vestiduras de color negro y con sus rostros cansados. Un joven de cabellos de diferentes colores se encontraba llorando con la mirada baja, junto a el se encontraba un niño de al parecer unos diez años.

El mayor se encontraba en un mal estado, no sabia por que el destino era demasiado cruel, el solo tenia 16 años. No podía pensar que solo ayer era completa felicidad, y que todo ese mundo rosa se aya a cavado ayer por la noche.

El joven se sentía culpable, después de todo, ese funeral había sido su culpa, ayer Hiroshi quería manejar por la noche pues era lo único que le faltaba para ser un excelente conductor, sus padres a cavaron complaciéndolo, todo iba a la perfección cuando llegaron a la parte mas sola de la carretera, que no estaba en su totalidad sola, una camioneta negra se encontraba parada tirando a un muerto el padre de los Kinomiyas tomo su celular y denuncio todo lo que estaba pasando, un hombre se dio cuenta de que eran observados, Hiro arranco el carro intentaba ir lo mas rápido posible, pero luego al estar un poco alejados del vehiculo que los perseguía se sentía un poco calmado, pero luego al ver a delante un carro venia muy rápido, unos hombres sacaron sus manos por las ventanillas, unos cuantos disparos se oyeron, así se perdió el auto en la oscuridad dejando a un herido, después de cinco minutos la camioneta paso imitando todos los movimientos del auto, pero Hiro reacciono y decidió no darse por vencido así comenzó la persecución, pero al darse cuenta de que se encontraba a acorralado sin ninguna salida un profundo miedo se apodero de todo su ser, y se quedo inmóvil, los gritos de su madre se escuchaban, su abuelo trataba de calmar a la mujer, una mano tapo la baca de la mujer cual era de su esposo, todo era desesperante, fue solo un instante cuando ambos carros pasaron y dejaron a tres muertos y a un herido. Hiro fue al hospital pero todo fue inútil ya se había quedado solo, en su pecho tenia una gran herida causada por una bala, el quería hacer el funeral de las tres personas mas importante ese día puesto que hoy era el aniversario de sus padres.

Por otro lado el pequeño moreno se encontraba llorando, solo recordando la noche pasada, que se encontraba solo, no, le gustaba estar solo y por esa razón fue a la casa de su mejor amigo llamado Max los padres del gringo lo dejaron dormir tranquilo al niño pues sabia que cuando despertara ya no volvería a dormir.

Un joven de ojos color lavandas se encontraba reconfortando al mayor de los Kinomiyas, el cielo se encontraba nublado y pronto se soltó una gran tormenta, ya habían pasado unas cuantas horas y ya casi todos se había ido del panteón, el cielo era cubierto por la noche.

El ojicarmin se encontraba a un lado de la tumba de sus padres, aun con lágrimas en los ojos. El pequeño peliazul se encontraba a unos metros de su hermano solo miraba a su hermano como si fuera a desaparecer. El pequeño se le acerco a su hermano quien todavía seguía en el suelo.

Takao: no te preocupes –con una dulce voz de niño-

Hiro: como que no quieres que me preocupe MALDITA SEA – con un tono muy furioso, como tratando de echarle la culpa a su hermano-

Bryan: no tienes que gritarle –tratando de calmar a su amigo, este joven era de la misma edad de Hiroshi- no pienso dejarte solo cuidando a tu hermano en estas condiciones.

Hiro: pero tu no puedes –un poco feliz al oír el tono de su amigo-

Bryan. No te preocupes, ya les avisare a mis padres….lo mas importante eres tú y tú hermano ok.

Hiro: de acuerdo.

Bryan: ahora vamonos

Los tres caminaron a casa, Bryan tomo la habitación de huéspedes y Hiro y Takao tomaron sus respectivas habitaciones, los tres se encontraban muy cansados con tantas cosas que tuvieron que hacer, era muy agobiante estar es su casa y sentirse muy solos.

El moreno se encontraba en vuelto en las cobijas mientras recordaba a sus padres, y se sentía solo pero al pensarlo dos veces descubrió que siempre se había encontrado solo pues toda la atención de sus padres era para su hermano, pero le hacia feliz el pensar que al llegar del colegio se encontraba su madre esperándolo, o su abuelo, con su padre casi nunca convivía y a decir verdad no le dolió mucho que el ya no se encontrara con el. Miles de lágrimas salían por sus ojos.

El sonido de la puerta que se habría lo distrajo de sus pensamientos, el moreno no había recibido un abrazo en todo el día, no era que lo consintieran mucho si no que necesitaba desahogarse después de todo era un niño.

El ojilavanda se sentó en la cama junto a el.

Bryan: llora todo lo que quieras, mañana será mas duro. Pero sabes que yo estaré a tu lado.

Takao: yo no te conocía asta esta mañana.

El moreno sentía como ese joven se encontraba abrazándolo, pero era muy estresante estar solo en la oscuridad y solo recordando. Su hermano era un mar de lágrimas pero se había enserado en su habitación.

Bryan: yo tampoco. Me quedare en tu casa por unos cuantos días espero que no te moleste – abrazándolo-

Takao: creo que esta bien –escondiendo su rostro en el pecho del ojilavanda-

Los días pasaban y Hiro poco a poco iba aceptando su responsabilidad, desde hace unas semanas que el peliazul había regresado a la escuela, el ojilavanda todavía se encontraba con ellos, ahora la empresa de los Kinomiyas había pasado a manos de Hiroshi.

No todo era tan fácil, los empleados no aceptaban a un menor de edad como jefe, pero este joven era muy inteligente poco a poco se empezó a ganar la confianza de sus empleados, siempre que llegaba a su casa se encontraba muy cansado que solo quería a costarse, pero siempre Bryan le sacaba una sonrisa.

A veces lloraba por sus padres pero sabía que por más que llorara por más que pidiera ellos nunca regresarían, los fines de semana trataba de pasarla con su hermano.

El sol se encontraba un poco tapado por las nubes, pero eso no cambiaría los planes de este día, irían al parque de diversiones. Se encontraban en el auto de Hiro, no podían creer que estuvieran tan felices.

Cuando llegaron al inmenso parque no podían esperar a subirse a los juegos mas divertidos, a si se la pasaron casi todo el día. El atardecer era algo hermoso de apreciar en la montaña rusa, como era por parejas Hiro había decidido quedarse atendiendo una llamada.

El moreno tenía los ojos cerrados, y se encontraba abrazado del pelilavanda, el juego a penas iba a empezar, todo se encontraba muy tranquilo.

Bryan: abre los ojos….ve el paisaje.

El moreno poco a poco iba abriendo sus ojos, al toparse con la mirada del pelilavanda no pudo evitar sonrojarse no sabia por que sentía mucho calor, tampoco sabia por que cuando estaba con el ojilavanda le daba mucha pena, y siempre se ponía rojo. No podía negar que el ojilavanda era muy apuesto.

Al término del día se encontraban en el auto, el moreno se encontraba dormido, mientras que los dos jóvenes se encontraba charlando. Cuando llegaron a casa el ojicarmin cargo a su hermano hasta llegar a su habitación.

Había mucho ruido en la sala de la casa que hizo despertar al niño, el pequeño salio para ver que estaba pasando pero se sorprendió al ver al ojilavanda con unas maletas en las manos. Sentía ganas de llorar y de ir a saber por que se iba.

El pequeño corrió a las piernas del ojilavanda y le gritaba "POR QUE TE VAZ….YO HICE ALGO PARA QUE YA NO QUIERAS ESTAR CON NOSOTROS" el moreno no dejaba de llorar.

Bryan: no es eso. Solo que ya tengo que regresar a mi casa, y tengo que ir a visitar a ir padres a Rusia.

Takao: no pues no quiero que te vallas –enojado- POR QUE TODOS ME QUIEREN DEJAR SOLO? YA VETE.

El moreno se metió corriendo al baño, en el espejo del baño saco una navaja que se fue enterrando, unas gotas de sangre calleron al suelo, tomo la toalla que se encontraba cerca y tapo sus muñecas.

Hiro no entendía que era lo que estaba pasando, se despidió de su amigo, y le pidió una disculpa por parte de su hermano.

El peliazul al oír que un carro se iba se fue a su habitación. Nuevamente los meses pasaban y al no estar el ojilavanda con ellos, el habiente era tenso, era temporada de vacaciones, la navidad se aproximaba.

Los dos hermanos se encontraban distanciados, cada quien en su mundo, no se hablaban mucho solo para decirse lo común, ya habían pasado un año por la muerte de sus padres y abuelo.

Ambos ya eran un año mas grandes, una vez Hiro había quedado en pasar por el peliazul, el mayor había tenido un día muy agitado y nunca le había gustado esperar, el menor se había demorado bastante, a si que cuando llego al auto de su hermano un grito recibió por parte de su hermano, el moreno le había respondió al reclamo, y así comenzaron a discutir. La mano del mayor toco la majilla del moreno.

El ojicarmin al darse cuenta de lo que había hecho solo le pidió disculpas, pero no recibió respuesta en todo el camino.

Desde ese día, todo empezaba a empeorar, cada vez que se peleaban el moreno acababa herido. Una vez el moreno había intentado escapar de casa pero su hermano lo había encontrado y le puso una paliza, primero había empezado a golpearles las majillas, y luego el moreno había perdido el equilibrio, se encontraba en el suelo, pero al ojicarmin no le importo que fuera un niño, y no le importo que el moreno le pidiera que lo dejara, simplemente lo comenzó a patear en el suelo, dejándolo en el hospital.

Cuando llegaba herido al escuela, su amigo se preocupaba mucho por el, el peliazul no le decía nada a su amigo solo le decía mentiras era obvio que el gringo nunca le creía. Por primera vez el moreno le había confesado que su hermano lo golpeaba una rabia se apoderaba del rubio, pero le hacia enojar mas cuando sabia que no podía hacer nada por su amigo.

El moreno pensaba que " no se puede querer a una persona que te provoca que le temas, solo se le puede odiar" cada vez que tenia un problema siempre iba al baño y se cortaba, tenia muchas cortaduras en las muñecas no buscaba a cavar con su vida, Solo buscaba al alguien que lo oyera.

En un restaurante un joven se encontraba hablando por teléfono.

¿: Ya te dije que en menos de un mes estaré en Rusia, con ese niño tan hermoso que te digo…..no tienes por que repetírmelo el sabrá a que va…tu sabes que nos dejara mucho dinero, no tienes que preocuparte por el yo me encargara de todo.

Cada vez que llegaba el niño a su casa no podía estar tranquilo, le tenía un miedo espantoso a esa casa, no por que su hermano le inculcara odiarlo, sino por que el hacho de que se encontraba solo, no podía creer que todos se hubieran ido y lo hubieran dejado con su hermano.

No podía imaginar que tuviera otra vida mucho mejor, el ya había pensado en marcharse, pero no lo hacia por que muy dentro de el, no quería dejar solo a Hiroshi.

Era de noche, la luna parecía esconderse en varios momentos, el niño sé encontraba llorando no aguantaba la soledad, y miles de pensamientos negativos se apoderaban de su mente, se encontraba en el frió suelo sentado recargándose en el sofá que se encontraba atrás de el, tomando sus piernas y escondiendo su rostro todo empapado de lagrimas en sus rodillas, un pensamiento lo distrajo y sin pensarlo dos veces subió a la habitación de sus padres.

La habitación era muy grande, con una gran cama, un gran tocador, todo era hermoso, la habitación tenia una alfombra que cubría todo el suelo, el hecho de encontrarse en ella era muy tranquilizante, desde hace un año que no había entrado a esa habitación, en menos de un año el niño había cambiado radicalmente su forma de pensar, de ser, de sentir. Después de todo era algo muy lógico que ya estuviera muy cambiado. Su mirada se dirigió a un buró que se encontraba aun lado de la cama, de el saco una caja de madera el nunca había visto esa caja por esa razón se subió a la cama y prendió la lámpara que se encontraba a un lado.

En ella se encontraba muchas fotografías de su hermano y de sus padres, su garganta poco a poco se iba cerrando a la única persona que le había importado era a su abuelo, el siempre se encontraba preocupándose por su nieto mas pequeño, extrañaba mucho a su abuelo era el único que le demostró quererlo de verdad, cada vez que se acordaba de el lloraba por que sentía que se encontraba vació y solo, mientras que otros niños de su edad se preocupaban de cosas sin sentido mientras que el solo podía pensar en odiar a su hermano, y en esperar que el ojilavanda regresara.

Tenia que confesar que extrañaba mucho al dichoso Bryan, después de la muerte de sus padres y de su abuelo, el único que demostró importarle un poco fue el ojilavanda, no sabia que era el AMOR, no sabia si ese sentimiento era esperar a otra persona, pero no quería que el pelilavanda se burlara de sus sentimientos, ni siquiera sabia si le gustaban los hombres, era agobiante pensar en el, aunque se encontraban sirvientes en su casa se sentía solo, siempre que intentaba hablar con uno de ellos siempre se encontraba ocupados, con el chef ya había encontrado a un amigo, como el chef era de una avanzada edad, sentía que era su abuelo claro nunca lo podría suplantar pero por lo menos ya no la pasaba tan solo.

Un sonido atrajo la atención del pequeño, la puerta principal se habría, el niño se encontraba muy nervioso pues su hermano le había prohibido entrar a esa habitación rápidamente se fue a su habitación llevándose con el la fotografía de su abuelo, para luego meterse en la cama corriendo.

Tocaron a la puerta, era muy extraño tener visitas a esa hora, casi nadie venia a visitarlo salvo por su amigo Max y unos cuantos colegas de su hermano, bajo para ver quien era pero al toparse con la mirada de Hiroshi solo tembló como era posible que a su propio hermano le tuviera miedo. Detrás de Hiro se encontraba un pelilavanda, una pequeña sonrisa se poso en sus labios.

Takao: hola Bryan –con la voz un poco quebrada, y con algo de pena-

Bryan: te dije que no me iba ir tanto tiempo. Pero que te paso – tocando una se sus mejillas que se encontraba un poco de color morado, también en el lado izquierdo de su frente-

Takao: no te preocupes, te quedaras?

Bryan: si.

Hiro: Takao ya vete a dormir – con un tono seco y frió-

Takao: ¡quiero estar con Bryan! – Con un poco de odio en sus palabras-

Bryan: déjalo –con una sonrisa en su rostro-

Hiroshi solo hizo una mueca de disgusto, pero acepto. Después de media hora se encontraban en la sala disfrutando de una sotana y platicando sobre lo que había hecho en todo este tiempo el ojilavanda.

Los Kinomiyas solo podían escuchar la interesante plática, el moreno tenía miedo de escuchar que en su viaje había encontrado a su amor, pero no decía nada el ruso, solo hablaban de cosas sin importancia.

Hiro: en esta época del año, ha de estar el clima muy frió.

Bryan: si, la verdad es que me moría por regresar, pero ya conoces a mis padres, insistieron en que terminara un semestre allá.

Takao: ha de ser muy divertido viajar – con una sonrisa, su hermano solo lo miro de reojo-

Bryan: te equivocas pequeño, es muy estresante viajar a otro país cada vez que se les ocurran a mis padres – posando su brazo en el respaldo del sillón y poniéndose más cómodo-

Takao: cuéntame como es Rusia, es grande…. y que más.

Bryan: es de un clima frió, no es la gran maravilla del mundo.

El ojilavanda le comenzó a contar al pequeño todo lo que el sabia, pero muy pronto el moreno apoyo la cabeza en el sofá y cayo dormido, el ojicarmin se dio cuenta y lo cargo asta su habitación. Ya solos en la sala se formo un poco de silencio, el ojicarmin se desacomodo la corbata y se dejo caer en el sillón a un lado de su amigo.

Hiro: y como te va con tu negocio – el no sabia con exactitud en que estaba metido su amigo-

Bryan: pues bien, no me puedo quejar, pero dime ya tienes novia o novio.

Hiro: no pienso en esas cosas, la verdad no he tenido tiempo para pensar en ese tipo de cosas, y tú.

Bryan: no, yo tampoco, pero desde hace mucho tiempo que un chico me llama mucho la atención.

Hiro: y como se llama el chico.

Bryan: su nombre es Kai Hiwatari – lo decía como si su nombre nunca fuera pronunciado-

Hiro: pues que esperas Romeo – desde hace mucho que no hablaba de algo tan interesante y entretenido, todos los días eran monótonos-

Bryan: NO –casi gritando- el no es como todos los demás – con un poco de desilusión-

Hiro: que mal que no se deje conquistar por ti – tomándolo como una broma, el ojilavanda solo levanto la mirada- no te pongas así – poniéndose serio-

Bryan: mejor dime algo, te has portado bien con tu hermano.

Hiro: sabes que a ti no te puedo mentir, no. No sirvo como hermano – con la mirada agachada- y lo peor es que no encuentro una respuesta para este problema, tal vez el ya no quiera estar mas conmigo – cerrando los ojos y parándose del sofá, para luego recargase en el ventanal-

En una habitación se encontraba una pequeña lámpara encendida, un niño se encontraba acostado en la cama sosteniendo una foto, una foto que era su vida, un papel que no cambiara por nada, el pequeño por primera vez después de mucho tiempo no se sentía solo, se sentía protegido en lo que se podría decir en su hogar, en su rostro se dibujaba una feliz sonrisa solo esperando que la luna se fuera para que el sol llegara y poder ver nuevamente a la persona que le arranco una gran sonrisa en esa noche. En noches anteriores sentía mucho frió que ni con cien cobijas se le quitaba, el pecho se le congelaba, incluso el corazón también, pero hoy en esa lunada el hielo se había derretido, dejando una sensación de fuego en su pecho, una sensación de seguridad, y por primera vez después de a ver muerto sus padres claro, no se había cortado se sentía feliz, se repetía en voz baja que ya no lo volvería hacer por que tenia a un "novio" que no lo dejaría hacer una tontería, pronto el cielo comenzó a hacerse mas claro y el pequeño cerro los ojos y se quedo dormido.

Al despertar no pudo aguantar las ganas de salir corriendo a buscar ese rostro que lo animaba, cuando bajo se encontró con un aroma tan agradable, y al llegar a la cocina se encontró con el mismísimo ruso sentado en la mesa, el moreno por primera vez se daba cuenta de que la piel del pelilavanda era tan blanca como la nieve, hoy que era un día nublado era adorar ese día con alguien como el ojilavanda.

Bryan: por que no desayunas pequeño – parándose y llevándolo hasta una silla-

Takao: esta bien, y Hiroshi?

Bryan: el ya se ha ido, pero vamos yo ya te he preparado algo, tu hermano les dio día libre a la servidumbre.

El ojilavanda fue a buscar el desayuno del moreno, el cual solo observaba como se equivocaba en todo el ruso.

Takao: te puedo hacer una pregunta – con un poco de pena y valor-

Bryan: si.

Takao: tienes novia? – con un poco de miedo al saber la respuesta-

Bryan: no la verdad no – ya comenzaba a entender por donde iba la cosa-

Takao: dirás que soy muy preguntón pero solo quiero saber ¿Cuándo te vas?

Bryan: te quieres ir conmigo?

Takao: si- con muchas ilusiones-, pero Hiroshi nunca me dejaría salir del país –con desilusión-.

Bryan: en ese caso, que te párese si no le decimos nada, además tengo un avión privado – se encontraba muy serio-

Takao: en serio quieres que valla contigo?

Bryan: sabes que tu eres mi prioridad – colocando sus manos en el rostro del moreno, el rostro del pelilavanda se acercaba cada vez más al rostro del moreno el pequeño solo cerro los ojos y sintió los fríos labios del ruso sobre los suyos, fue un beso- ve por tus cosas y nos vamos.

El moreno solo corrió a su habitación, empacando como loco todo lo que se le pasaba en su mente, sacando sus cosas de valor, todo lo que fuera necesario, en menos de media hora se encontraba con su ruso con una mochila y una maleta grande de ruedas.

Takao: estoy listo.

Bryan: muy bien vamonos.

El moreno había empezado una relación mas allá de la amistad con el ojilavanda, su corazón latía muy rápido, no le tenia miedo a nada con el ruso a su lado, se subieron a un taxi que ya hacia en la entrada de la mansión.

El moreno solo se subió al carro solo mirando hacia abajo, el ruso se dio cuenta y volvió a besarlo, el chofer conmocionado por la situación prefirió no decir nada, ya habían llegado a la mansión de Bryan, todos se encontraba preparado para que se fueran de inmediato a Rusia.

El pequeño miro con gran a sombro la mansión, pero el ojilavanda lo tomo de la mano a apresurando mas el paso del niño, muchos sirvientes se encontraba saludándolos, cuando llegaron al avión el mayor se aparto unos minutos del niño pero ordeno que lo llevaran al avión para que se pusiera cómodo, solo les daba indicaciones a su servidumbre.

El moreno volteaba a su alrededor y no miraba por ningún lado a su ruso, no sabia si era bueno o malo lo que esta apunto de hacer, pero cuando miro esos ojos sintió de nuevo paz, pronto el pelilavanda se encontraba a su lado.

En unos segundos despego el avión, el pequeño se encontraba viendo desde la ventana, el ruso solo abrazo al niño a trayéndolo a si el.

No sabia si algún día volvería a ver a su hermano solo sabia que esto CONTINUARA…

SUICHI: espero que aya sido de su agrado, y claro que dejen comentarios o dudas lo que ustedes quieran.

Próximo episodio: " DETRÁS DE LAS SONRISAS"

Un pequeño avance:

Todo se encuentra oscuro, mi corazón da muchos latidos, quiero romperlo.

Un mensaje se deja oír en la contestadora.

-te quiero mucho Bryan.

- para demostrarme que me quieres debes hacer todo lo que yo diga.

Las calles son inmensas, y tengo mucho miedo, no se a donde ir, ellos me persiguen, miles de gotas salen por mis ojos pero se que no es momento para llorar.

mi nombre es KAI HIWATARI.

SE DESPIDE SU AMIGA SUICHI AVIANOV.