Estaba subido en una roca, una piedra grande, y en su superficie lisa y gris musgo.

La brisa le acariciaba el rostro, su piel blanca y luminosa, siempre radiante de felicidad. Su camisa azul, de mangas alargadas, cuello amplio y vuelto, bordados de plata, su camisa mecía al viento junto con su pelo, sus cabellos de un rubio que recordaba a los rayos del sol en verano. Sus ojos eran de un azul intenso y profundo, como el cielo cuando se acerca al alba, y algo brillaba en su interior, tal como si fuera una estrella. En su cuello una piedra azulada como su mirar y en uno de sus dedos un anillo.

En la roca gemían las aguas espumosas del río de Rivendel, y sus ojos buscaban a alguien.

-No te preocupes. ¡No tardaré mucho en encontrarte!

Miraba atentamente cada hoja de los arbustos que crecían en las dos orillas del río pero, la persona que buscaba no estaba allí.

Miró a la orilla lejana del otro lado del río. En aquel tramo el surco no era profundo, fácilmente podría cruzarlo a pie.

Y cuando estaba decidido a meterse en el agua sintió algo a su espalda, un pequeño golpe, sin fuerza, pero que le hizo perder el equilibrio. Movió los brazos ampliamente intentando que sus pies no resbalaran en el verde musgo de la roca, pero no pudo evitar caer al agua.

El agua no cubría allí más de un palmo y tumbado en el lecho del río mientras el agua pasaba por encima de él vagamente, aunque sin mojarle del todo apoyó el codo en el suelo y la cabeza en su mano.

-A si que estabas ay...

Arwen reía a su espalda, en la orilla, los pies de su largo vestido en el agua, su pelo ambarino al viento y un pequeño oso de peluche en su mano.

Glorfindel se incorporó rápidamente y la cogió en brazos, alzándola en el aire. Arwen todavía era una niña.

-¡Ven aquí enana!

Arwen gritó mientras se reía y en los brazos de Glorfindel puso cara seria:- Yo no soy una enana...

-¿A no? ¿Y que eres entonces?- dijo Glorfindel sonriendo.

-¡Una elfa muy guapa!

Glorfindel rió: -¿Estas segura?

-¡Sí!

El elfo volvió a reir: -Pues yo creo que esta nariz... - tocó la punta de la nariz de la niña con el índice todavía mojado -¡Esta nariz es igualita a la de un amigo mío enano!

-¡Y tu eres igualito a un orco!

Aquella niña le enternecía. Le dio un beso en la mejilla: -¿Y eso quien lo dice mi niña?

La niña rió -¡Papá!

Glorfindel dejó a Arwen en el suelo mientras reía: -Tendré que hablar yo muy seriamente con tu padre...

Se percató de que estaba chorreando. Se sacudió el pelo y apretó el pañuelo que llevaba en la cintura para que se le quitara el agua.

-Vámonos a casa.

Y con una sonrisa esbozada en los labios cogió a la niña de la mano y se dirigieron hacia la casa de Elrond.
CARMENCHU!!!

P.D. os gusta??? Esk a mi Glorfindel me chiflaaaaa!!! Le quierooooo!!!! Y además...si le gustan los niños.... es el hombre de mi vida!!! Derjarme reviews y decirme k kereis k pase en la historia. Estoy pensando en hacerle una novia!!! Ui, no se...... GLORFINDEL ES SOLO MIOOOOO!!!!! MI TESOROOOO!!!! Seria horrible compartirlo con alguien..... k vida tan complicada!!! Muchos besos babosos de Gollum!!!!