Ron no tenía ni una pizca de sueño. Su reloj en la mesita de noche decía que eran las dos le la mañana y él aún no lograba cerrar un solo ojo.
Él sabía perfectamente que no debió haberlo hecho. No debió haber invitado a Hermione anoche para que viniera a dormir con él.
Ella puso mucha resistencia, naturalmente. En el fondo a Hermione le preocupaba que su madre la descubriera y se desepcionara, pero al final acabó aceptando, en el fondo también lo quería.
Esa no era la razón por la que se arrepentía. Lo único malo de haber pasado la noche con Hermione durmiendo sobre su pecho es que ahora ya no puede dormir sin ella. Le resultaba simplemente imposible.
Sus sabanas tenían el olor a coco y vainilla de Hermione. Le costaba relajarse sin sentir sus alborotados rizos haciéndole cosquillas en el cuello. Extrañaba la sensación de sus dedos jugueteando en su pecho.
Él dormía en boxer desde los catorce años, en parte porque era muchísimo más cómodo. Ayer se ofreció a usar pijama para que a Hermione no le incomodara, pero ella aseguró que no le importaba. Aunque sintió su curiosa mirada en determinadas zonas de su cuerpo.
La extrañaba. De todas las maneras posibles. Y es algo divertido pensar así de ella cuando se encuentra solo unos pisos más abajo, pero no dejaba de pensar en ella.
Su olor, su pequeña cinturita siendo rodeada por su brazo, su peso, sus rizos, sus labios, sus manos, sus caricias. La extrañaba.
Y despertar con ella era lo mejor del mundo. Verla con sus rizos sin control y completamente esparcidos en la cama, su rostro de sueño... era inigualable.
En serio estaba muy enamorada de esa chica. Estaba simplemente loco por ella y es capaz de lo imposible siempre y cuando ella esté a su lado.
Definitivamente no va a poder dormir sin ella nunca más en la vida. La quería a su lado.
Pensó en ir a buscarla y traerla, y por unos segundos pareció algo razonable, pero lo rechazó inmediatamente. Ella en este momento de seguro está descansando tranquila, y él no la va a despertar solo por un capricho suyo.
Pero no era solo un capricho, era una necesidad. Ron en verdad necesita a Hermione. Se sentía tan endemoniadamente afortunado por ser el novio de esa increíble mujer.
Estaba a punto de abrazar a la almohada e imaginar que se trata del menudo cuerpo de Hermione, pero unos golpes en la puerta evitaron su probablemente fallido intento.
¿Quién podría ser a esta hora? Solo se le ocurría una persona...
De un salto se puso de pie y llegó a la puerta para abrirla rápidamente y con emoción. Cuando se abrió, contempló la imagen más tierna que ha visto en toda su vida.
Hermione estaba de pie en la entrada con su camisa de los Chudley Cannons que en algún momento le robó y una almohada bajo el brazo. Por no decir que en la oscuridad logró ver su cara de sueño y un delgado hilo de baba en su mejilla. Ron sonrió.
"Hola" susurró.
"Hola" sonrió tímidamente, Ron la tomó de la cintura y cerró la puerta detrás de ella.
"Estaba pensando en ti" se inclinó para besar suavemente sus regordetes y carnosos labios.
"También yo" Hermione es tan condenadamente tierna... cómo ama a esa mujer, por Merlín.
"¿Vienes a dormir?" era una pregunta con una respuesta un tanto obvia, a juzgar por la almohada, pero quería asegurarse.
"Desperté con una pesadilla y no podía dormir sin ti" confesó. Hermione le comentó que ha tenido muchas pesadillas sobre... lo que pasó en la Mansión Malfoy, y él no sabía qué hacer para ayudarla. Parece ser que basta con dormir en la misma cama abrazados.
"Tranquila" besó suavemente su frente y la estrechó muy fuerte contra su cuerpo.
"¿No te molesta que venga?" preguntó. Ron creyó que no existía en todo el mundo una pregunta más idiota.
"Por supuesto que no. Ven cuando quieras, y mientras más vengas, mejor para mi"
"Bien" ella puso ambas manos en su pecho y comenzó a acariciarlo "Porque no puedo dormir si no escucho tus ronquidos"
oOoOoOo
Un pequeño momentito tierno y romántico de Ron y Hermione. Muy dulce y amoroso.
Espero que les guste, por favor dejen un review, aunque sea uno cortito. Nada les cuesta.
Besos.
