¡No tenía pensado publicar esto! ¡Lo juro por dios! Fue un pequeño Drabble que escribí para el foro I'm Sherlock después de que una de sus integrantes dijera una palabra y una pareja. ¡Juro que no tenía pensado subirlo aquí! Pero bueno, a .love le pareció buena idea y ya me ven... Se lo dedico a ella, ¡y espero que le guste el pequeño cambio!
Corte de luz
Un fallo eléctrico en una central próxima al 221B había provocado un corte de luz. Llevaban horas a oscuras. John estaba sentado en el sofá embutido en una manta. Alzó un poco la cabeza para observar por la ventana y comprobar que aún seguía la intensa nevada.
Probablemente ese había sido el fallo en la central. Aburrido de estar pasando frío en el salón decidió irse a dormir. Sherlock estaba en casa, pero llevaba horas encerrado en su habitación así que no había nada más que hacer. Subió las escaleras corriendo rumbo a su habitación y tras poner varias mantas sobre la colcha se metió bajo ellas. Tras ponerse en posición fetal cerró los ojos intentando entrar en calor rápido para poder dormir.
Unos diez minutos más tarde, cuando John comenzó a preguntarse que quizás no estaría tan mal mudarse a un país que destacara por su buen tiempo, se abrió la puerta de su cuarto.
—¿Sherlock? —llamó girándose para mirar hacia la puerta.
El detective no respondió, simplemente se acercó a la cama de John, levantó un poco todas las mantas y se metió debajo de ellas.
—¡Sherlock! —exclamó John —. ¡Si tienes frío échate tus propias mantas! ¡Hay de sobra!
El hombre no se inmutó. Tras meterse en la cama se tapó como es debido y aproximó su cuerpo hacia el de John. Este intentó moverse hacia el lado contrario y estuvo a un tris de caerse de la cama. Es más, lo hubiera hecho si Sherlock no le hubiera agarrado por la cintura y hubiera tirado de él hacia el interior de la cama.
—Tengo frío John —dijo como si aquello lo solucionara todo mientras se abrazaba al cuerpo del médico.
—¿¡Y por eso tienes que dormir abrazado a mi!? —exclamó nervioso —. ¡Vete a tu cuarto! ¡O me voy yo! —exclamó intentando moverse.
Sherlock apretó el agarre contra John y metió la cabeza en su cuello.
—El calor humano es mucho mejor que todas las mantas —le explicó Sherlock, y el aliento en su cuello hizo que le vello de John se erizara —. Y tu como médico lo sabes.
—Sherlock por favor... —suplicó John.
Sherlock no dijo nada, se quedó abrazando de esa manera a médico. John, al cabo de un rato, consiguió relajarse e inconscientemente devolvió e abrazo. Sherock tenía razón. La calor se guardaba mejor así, estaba bastante cómodo allí.
—John... —susurró Sherlock.
—Dime —dijo bajando los ojos hacia los del detective.
Sherlock se aproximó a sus labios y los besos. John abrió los ojos sorprendido y se echó hacia atrás.
—¡Sherlock! ¡Que no soy gay! —exclamó.
Sherlock negó con la cabeza y le volvió a besar. Esta vez John, no se movió, es más, pasado los minutos respondió a ese beso para darle un control y una autoridad. Cuando se les acabó el aire, Sherlock se separó y se acomodó contra el pecho de John.
—Lo sé —le dijo —. Pero las opiniones siempre pueden cambiar —dijo antes de dormirse.
FIN
