No nos podemos mantener quietos jaja.

Vamos a ver como sale esto ;)

Disclaimer: Los personajes son propiedad de CLAMP, sólo nos los presta :D

Sinopsis: Cuando ella interrumpe un momento clave en la vida de él, el mundo de ambos da un vuelco cambiando sus ideas y sueños.

Enseñándoles qué tal vez eso que perseguían, no era lo que en realidad querían.


Casualidad ó destino.


Un par de ojos esmeraldas veían con atención por la ventana; en realidad no había mucho que admirar, sólo nubes y cielo azul.

Pero de alguna extraña manera esa imagen la llenaba de paz.

Leyó de nuevo el mensaje en su celular, era una dirección en Hong Kong, suspiró y regresó su mirada a las nubes.

«Es momento de confrontarlo» pensó con seguridad.

—Bienvenidos a la ciudad de Hong Kong, el clima es de... —comenzaron a anunciar.

Sakura abrochó su cinturón, y sostuvo su cabello en una coleta, el avión comenzó a hacer su descenso, ella no odiaba ese medio de transporte, pero su corazón empezó a latir con fuerza al sólo pensar que lo volvería a ver.

10 años después de huir de él.


¿Quién dijo que era mejor haber amado y perdido que no haber amado?

Ah si, Shakespeare.

«Estúpido Shakespeare, seguro no sabía de lo que hablaba» Sakura pensó con irritación mientras acomodaba ropa en su nuevo departamento.

Debería estar emocionada, la habían ascendido y ahora era diseñadora en jefe de la empresa en la que trabajaba.

El pequeño problema era que se había tenido que mudar a miles de kilómetros de su amado Tokio.

Años huyendo del lugar, miles de pretextos para no regresar y su empresa le hace la mala jugada.

«Karma»

En fin, ya estaba ahí y no había vuelta atrás.

Suspiró y se dejó caer en su cama, todo había estado listo para su llegada, miró a su alrededor con algo de nostalgia, el lugar era muy diferente a su antiguo hogar.

Éste era un departamento donde la recámara estaba en un tapanco, el baño estaba cubierto pero la recámara no.

Debía a admitir que las paredes hechas de ladrillos le encantaban, también el enorme ventanal por el que la luz entraba y le regalaba una maravillosa vista.

La cocina y la sala en colores café y plateado le daban una agradable vista al lugar y la escalera volada que la llevaba a la recámara era perfecta, pues como estaba junto al ventanal se podría sentar en ella para admirar la vista mientras comía chocolate.

Pero aunque el lugar era perfecto, no podía escapar de la nostalgia que la invadía, su departamento en Tokio había sido más acogedor y no tan serio.

En fin, estaría ahí un año a lo mucho.

Sacó su celular y le mandó un mensaje a su hermano informándole que ya estaba instalada.

Antes de bloquear el aparato leyó de nuevo ese mensaje, mientras más tiempo pospusiera ese encuentro, más se iba a acobardar.

«Al mal paso darle prisa» pensó con pesadez.


Llegó a un lujoso complejo de departamentos, estaba parcialmente asombrada, cuando se fue, su amigo había vivido en un lugar más humilde y neutral.

Bajó del taxi y pagó sin quitar la mirada del lujoso lugar, tal vez debió llamar antes de venir...

Se miró en las puertas del edificio, su cabello largo y café claro con puntas doradas estaba suelto y la brisa lo movía, sus jeans y su playera verde magenta le daban un look casual.

El clima ahí era mucho más caluroso que en Tokio, así que no tenía que cargar con algún abrigo.

Se acomodó su cabello y entró, en el recibidor no había ninguna persona, así que siguió caminando hasta llegar al elevador.

Miró por unos momentos el botón con la flecha hacia arriba, aún podía retractarse de su decisión, podía pasar su tiempo en Hong Kong sin verlo.

Sacudió su cabeza y apretó el botón, basta de cobardía, diez años debieron bastar para terminar con viejos sentimientos.

Escuchó un tintineo y las puertas del elevador se abrieron, entró y apretó el número 7, el piso donde él vivía según su mensaje.

Se recargó con nervios sobre el espejo del elevador y esperó, sintió como si hubieran pasado diez segundos entre que subió y llegó a su destino; las puertas se abrieron y ella salió.

Caminó con pasos firmes hasta la puerta, levantó su mano para tocar el timbre y se detuvo.

¿Estaba lista?

Sacudió su cabeza de nuevo y apretó el botón, se mordió su labio con nerviosismo y esperó unos momentos, tal vez la suerte estaría de su lado y él habría salido.

Justo cuando decidió irse la puerta se abrió un poco, se sobresaltó y esperó a que la puerta se abriera más, pero no lo hizo.

Con mucho cuidado empujó, estaba totalmente oscuro; dudó en entrar, abrió totalmente la puerta y de pronto una luz blanca la deslumbró.

—¿Me harías el honor... ? —una voz empezó a decir.

Sakura parpadeó varias veces para ajustar sus ojos a la luz, cuando por fin lo logró vio delante de ella a una persona arrodillada, tenía un traje negro con camisa azul marino, sobre su mano tenía una caja negra con lo que indudablemente era un anillo de compromiso.

La persona levantó su rostro, sus ojos ambarianos la vieron con sorpresa, luego con algo como molestia.

—¡No! Ni te conozco —Sakura casi gritó.

La otra persona parpadeó varias veces casi no creyendo que Sakura hubiera respondido.

—¿Quién eres? ¿Por qué te quieres casar conmigo? —Sakura preguntó molesta.

La otra persona cayó en cuenta de que seguía arrodillado con el anillo en su mano, sacudió su cabeza y entrecerró sus ojos.

—No te pregunté a ti, no sé quién eres —él contestó irritado.

Sakura observó bien a la persona, definitivamente era guapo, muy guapo, los últimos botones de su camisa estaban abiertos dándole un look muy sexy, su cabello castaño estaba despeinado completando el ya mencionado look, sus ojos ambarianos estaban llenos de enojo y su voz...

«Que voz» Sakura pensó «Grave y sensual»

La persona se levantó del suelo y la vio divertido.

—Aún así, no eres a quien le iba a pedir matrimonio —comentó.

Sakura se sonrojó, estúpida falta de control, siempre terminaba expresando en voz alta sus pensamientos.

—No hubiera aceptado así lo hubieras hecho —ella respondió molesta.

El chico chasqueó la lengua y la vio con una sonrisa burlona.

—¿Sakura? —escuchó a su izquierda.

Ella volteó con sorpresa, ahí estaba; sus ojos azules la veían con confusión, aún usaba esos lentes redondos y su cabello tenía el mismo peinado acomodado, vestía unos jeans con un sweater gris.

Estaba más alto y musculoso, pero definitivamente era él.

—¡Eriol! —exclamó con sorpresa.

Eriol la veía con un profundo desconcierto, hace, literalmente años, que no la veía.

—¿La conoces? —el otro chico preguntó.

Pero antes de que pudiera responder una voz muy suave los interrumpió.

—¿Syaoran? —susurró desde la puerta.

Todos voltearon, Sakura no pudo evitar notar que la chica era hermosa, parecía una modelo, su cabello era negro y ondulado; sus ojos tenían un hermoso color amatista, su rostro era como de una muñeca de porcelana.

Traía un vestido morado a la rodilla, sus guantes color violeta agarraban con fuerza su pequeña bolsa plateada.

—¡Tomoyo! —Eriol exclamó sorprendido.

Tomoyo los veía con una enorme confusión, el que Sakura supuso que era Syaoran, guardó rápidamente la pequeña caja negra en la bolsa del interior de su saco.

—Creí que... —Tomoyo vio con confusión a Sakura.

Ella volteó y notó que Syaoran estaba parado casi junto a ella.

—Oh no, no lo conozco, vine por Eriol —Sakura dijo rápidamente agitando su cabeza.

Vio un destello de algo en los ojos de Tomoyo por unos segundos pero desapareció rápidamente.

Eriol aclaró su garganta, le dio una mirada significativa a Syaoran el cual suspiró y agitó su cabeza.

—Ella es Sakura, mi amiga de la infancia —les dijo a los otros dos.

Los ojos de Tomoyo brillaron de emoción, caminó a Sakura y la abrazó, ella se quedó inmóvil.

—Eriol nos ha hablado tanto de ti, creímos que llegabas la otra semana —Tomoyo le dijo dejando de abrazarla y tomando sus manos.

Sakura la vio con sorpresa pero le dio una pequeña sonrisa.

Eriol cerró la puerta de su departamento.

—Llegaste de sorpresa —Eriol comentó.

—Y arruinaste la mía —Syaoran susurró molesto.

Sakura lo miró con irritación, pero él cruzó sus brazos y la vio con frustración, regresó su mirada a Eriol.

—Dijiste que viniera en cuanto me instalara y... Ya me instalé —le respondió encogiéndose de hombros.

—Debes venir a cenar con nosotros, hay tanto que quiero saber de ti —Tomoyo le dijo emocionada.

Sakura vio con algo de incomodidad a Eriol.

—No sé, parece que interrumpí algo —Sakura murmuró viendo de reojo a Syaoran el cual hizo rodar sus ojos.

—Tonterías, íbamos a salir a cenar ¿Cierto? —Tomoyo dijo viendo a Syaoran.

Él se encogió de hombros.

Tomoyo sonrió y practicante la arrastró hacia la puerta, Sakura vio a Eriol con una mirada de desesperación pero él solo le dio esa sonrisa gentil que conocía a la perfección.

Cuando salieron del departamento Syaoran suspiró con frustración y Eriol puso su mano en su hombro.

—Lo harás en la próxima oportunidad —le dijo y siguió a las dos chicas.

Syaoran miró hacia arriba y suspiró.

—Claro, como no me costó semanas armarme de valor —susurró.

Miró la puerta por donde todos habían salido y chasqueó de nuevo con su lengua.

La amiga de Eriol definitivamente era otra cosa.


Antes de que nos linchen ^^' saben que somos partidarios de SS y ET así que guarden sus armas.

Tenemos bien definido a donde queremos llegar y como vamos a hacerlo, algo les aseguramos, no habrá drama con SS, todo lo contrario ;) (dejamos el drama para la otra historia jaja)

No tenemos mucho avanzado, así que tal vez actualicemos una vez a la semana.

Regresamos con la bella regla, 5 reviews :D

Mañana subimos la otra historia en la que empezamos a trabajar.