Capitulo I

"Luego de 15 años una de las familias que mas ha luchado por la defensa de los derechos muggles vuelve al pais"

La familia Wasly ha vuelto al pais luego de quince años. Como es bien sabido los dos hijos menores del matrimonio Wasly estuvieron involucrados en la apertura de la Càmara de los Secretos razòn por la que la familia terminò yendose al continente americano. Aparentemente esa aventura forjò el carácter de estos hermanos ya que ambos son jugadores estrellas de Quidditch en Estados Unidos. Los motivos del regreso de la familia se mantienen en secreto. Tal parece que dentro de poco el firmamento de la faràndula se vera iluminado por dos nuevas estrellas! En cuanto esta reportera sepa algo, no duden que les avisara!

Rita Skeeter

Harry arrojò el periodico de mal humor. Estaba muy, muy cabreado. Su prometida, con la cual se casaba al dia siguiente lo habia llamado avisandole que estaba hasta las narices de trabajo en el Ministerio y que no la esperara para ultimar los detalles de la boda, que hiciera lo que se le antojara.

El no la amaba, ella a èl tampoco. Pero la condicion era que se casen. Era algo arcaico y ridiculo pero el mismo Ministro de Magia se los habia dicho a los dos, dejandolos patitiesos.

-Miren muchachos, sè que son brillantes, los mejores en su campo, pero para tener un alto cargo aquí hay que demostrar que en la vida privada tambien saben desenvolverse bien, y ustedes, perdonenme que se los diga, son dos puntos muertos emocionales.

Hermione, que estaba que echaba chispas, resoplò fuertemente. Un resoplido que no tenia nada que envidiarle a los de Snape.:-Y usted que leches propone, entonces?

-Casense, tengan hijos, demuestren que pueden tener una vida personal funcional y lo demas vendra solo!-Dijo el Ministro Tarado, como en ese momento Harry pasò a nombrarlo para si mismo, sonriendo como si hubiese anunciado que habia adelantado la Navidad.

-Està usted de coña?-Ese fuè Harry, Hermione se habia quedado muda de la impresiòn.

-Auror Potter!-Dijo el Ministro Tarado algo ofendido:-Yo soy el ministro, por supuesto que hablo en serio. Necesitan una vida personal, ambos. Dennos eso y nosotros haremos lo demas.

Hermione y Harry salieron de la oficina del ministro de muy mal humor. Si bien ambos eran mejores amigos, la idea de casarse entre ellos no les hacia mucha ilusion. La vida de ambos era el trabajo. Alguna relacion por aquí, otra por allà. Nada del otro planeta. Pero ambos querian ser los jefes de su secciòn en tiempo record y ahora les ponian esta pega ridicula!

-Si no tienen una vida personal funcional, sos unos fracasados-Imito Hermionie en un tono sombrìo.

-Fracasados, eso, no sirve de nada que hayan salvado la piedra filosofal- Siguiò Harry

-Ni salvado a Sirius del cadalso-Añadiò Hermione

-O ganado el Torneo de los tres magos a la tierna edad de 14 años-Aportò Harry

-Haber descubierto a Barty Jr antes que el mismisimo Dumbledore-Continuò Hermione

-O haber derrotado a Voldemort, ya puestos-Finalizò Harry.

-Si Harry, la verdad, no entiendo de que te quejas!-Dijo Hermionie con sorna-Tienes el club de fans de "El hombre de la sonrisa perfecta", el de "El niño que vivio" o el de "Yo vi a Harry Potter en boxers", ya puestos, tienes de donde elegir!-

-Si-Dijo Harry, fingiendo pensarlo-Hasta podria casarme con todas a la vez!

-Y batir el record al hombre con mas esposas simultaneas!-Dijo Hermione, en un tono màs alegre.

-Seria una noche de bodas algo exigente-Dijo Harry, todavia en plan pensativo.

Luego de dos dias de pensarlo, ambos se habian encogido de hombros y aceptado que lo mejor era casarse entre ellos. Las fans de Harry eran muy lindas, pero las que el habia tenido la desdicha de conocer eran terriblemente idiotas. Seria mas interesante casarse con Croockshans que con esas mujeres. Por lo menos con Croockshans podria charlar de algo.

A Hermione le daba lo mismo. Soñaba con tener una familia, pero la ùnica persona con la que habria podido cumplir ese sueño de buena gana habia tenido que irse, por lo que su vida pasò a ser su trabajo. Ella queria ascender en su trabajo y estaba harta de las pegas. Que porque era mujer, que porque era hija de muggles, que porque era joven, que porque era soltera, que porque tenia el pelo enmarañado y que porque sus pecas no eran parejas. Harry y ella eran dos de los magos mas reconocidos de su època, si se casaban podria ir a trabajar con un turbante de cuero y una cola de pavo real, que todos la felicitarian y tal vez hasta le copiasen el estilo.

Sin embargo, como a ambos les gustaba ver la cara de idiotas que ponian lo demas, idearon la pedida de mano mas ridiculamente imbecil de la historia.

Hermione estaba parada en medio del Atrio del Ministerio fingiendo leer muy interesada y mirando cada tanto su reloj, como si estuviese esperando a alguien que iba retrasado y quienes la conocian, viendo el ceño fruncido que ponia, se alejaban. Todos sabian que Granger no soportaba la impuntualidad. Entonces vieron a Harry correr en equipo de gimnasia, despeinado y con pinta de haberse ido de juerga el dia anterior y traerse la resaca de su vida. Atrás de èl venian alrededor de 20 elfos domesticos con recipientes en los cuales habia lechuga y una masa informe.

-Hermione!-Grito Harry, sonando desesperado

-Ya es tarde Harry!-Dijo Hermione, sonando herida y llorosa.

-Pero cambiarè, te juro que cambiare, esta noche cambiare, te juro que cambiarè!-Canturreo Harry felizmente.

-Te lo tomas todo a risa Harry!-

-Pero Hermione, si quisieras escucharme...!-

-Era mi escreguto, Harry!-Dijo Hermione, y le temblò la comisura de uno de sus labios-Y luego te fuiste de juerga, a festejar que eras mas peligroso que un pobrecito escreguto de dos metros y medio!-Y Hermione fingio llorar

Todo el mundo miraba la escena anonadado. ¿Desde cuando Potter y Granger vivian juntos? Y que era eso de cambiar esa noche?

-Sè que me equivoque, y que ese escreguto era muy especial para ti, pero era competencia Hermione! Siempre lo ponias a èl primero! No puedo salir a cenar, creo que Abejita a pescado un resfriado, no puedo acompañarte a la gala, creo que a Abejita le esta subiendo la fiebre, Abejita, Abejita.

-Pero Harry...!-Intentò decir Hermione.

-De eso nada-Dijo Harry sonriendo, y en esas fachas se arrodillò:-Hermione, eres como la lechuga de mi gusarapo-Y en un movimiento unico e increiblemente sincronizado los elfos domesticos destaparon los recipientes y lanzaron su contenido, que resulto ser lechugas y gusarapos, al aire. Toda la audiencia de la ¿tierna? Escena quedo cubierta de hilos de lechuga y muchos gusarapos. Algunas mujeres empezaron a correr aterrorizadas de los pobres gusanitos, otras se demayaron y muchos hombres empezaron a bailar una danza extraña porque los gusarapos se habian colado en sus camisas. Y en medio de toda esa batahola, Harry dijo tiernamente:-¿Te quieres casar conmigo?

-Oh, Harry-Dijo Hermione, fingiendo que le temblablan las rodillas:-Por supuesto!

Y Harry coloco en su dedo una anillo con forma de hoja de lechuga, mientras a su alrededor la gente aplaudia con emocion mientras corria, se bamboleaba o intentaba esquivar los gusarapos que volaban en todas direcciones.

A esa pedida de mano le habia seguido la fecha limite de dos meses para casarse. Necesitaban atraer el ojo pùblico y a los idiotas de la prensa rosa, asi que cuando su compromiso fue de conocimiento pùblico ambos se inventaron una historia muy aderezada y dijeron amarse infinitamente.

Y ahora el dia se les habia venido encima y ambos estaban un poco de los nervios. Hermione habia ascendido y tenia que ultimar muchisimos detalles, pues cuando volviera de la luna de miel tendria que ocupar su nuevo puesto, razon por la cual no podia ultimar los detalles de la boda.

Mientras Harry hablaba con un florista y le pedia las combinaciones de flores mas ridiculas que se le ocurrian, tocaron la puerta.

-Pase!-Ladrò.

Al ladrido entrò su mejor amigo y padrino, Draco Malfoy. No sabia si mejor amigo era la palabra, pero ambos eran aurores y habian confiado su vida al otro varias veces, Draco era leal y, si bien habia sido un idiota de primera los primeros años en que se conocieron, cuando se nego a ponerse la marca y se convirtiò en un refugiado no solo se tranformò en un increible pozo de informacion, si no que conocio a otra refugiada, Astoria Greengrass de quien se enamorò y por la cual cambio algo, alguito, como le gustaba echarle en cara a Hermione.

Luego, de repente, un dia se encontro con que tenia un hermoso par de mellizos rubios y cabezotas en situacion de "no quiero casarme, Draco" "yo tampoco Astoria" razon por la que sus padres lo desheredaron y lo pusieron de patitas en la calle, metaforico, desde luego, porque Astoria tenia una mansion a su disposicion y dos cuentas de Gringotts. Eran felices y hacian lo que les venia en gana, bajo un fidelio poderoso del cual Harry era el guardian, pero cuando llego el momento de la gran batalla Draco acudiò, sencillamente porque queria dejar en claro que ya no era un niño, si no un hombre, que si, podia hacer brotar burbujitas con forma de conejito para que sus niños se riesen, pero tambien podria hacer brotar de la misma unas maldiciones la madre de interesantes. Draco mato a su tia Bellatrix y fue de gran ayuda en la batalla. Le salvo el trasero a Granger y a Potter, saldò su deuda y, cuando todo acabo, se dio cuenta que le gustaba la sensacion de estar a punto de morir. No hay tiempo para pensar, actuas y al carajo. Pero cuando tienes la astucia de un Slytherin, lo mas probable es que la forma en la que actues te salve la vida y deje a tus enemigos jodidos. El razonamiento le gustò y se apuntò para auror. Necesitaba hacer algo.

Y lo que ahora necesitaba era darle una zurra a su compañero.

-Potter, se puede saber por que carajos estas cometiendo esta idiotez?-Dijo Draco con su mejor tono venenoso-

Harry se encogio de hombros, le daba lo mismo.-Que tu hayas encontrado a la loca de Astoria para que te ame y te soporte no quiere decir que todos tengamos que sufrir la misma desgracia, Malfoy.-

Draco levantò una ceja. La cosa no pintaba bien. Harry no era un gran romàntico, pero habia querido a alguna de sus novias, lo suficiente para convivir y tener una idea de lo que era casarse. ¿Por què diablos se daba por vencido ahora?

-Es esa idiotez de estar casados para tener un puesto de puta madre?-Preguntò indolentemente.

-Y tu como sabes? Te ofrecieron..?

-Me vale poco, tu sabes que quiero dejarme el pellejo y sentir la adrenalina, estar sentado en un escritorio confortable haciendo papeleo me dejaria seco por dentro, a Astoria le vinieron con esa memez.-

-¿Y se negò?-Pregunto Harry escandalizado.

-Pues por supuesto, memo, ningun idiota trajeado va a venirnos a decir que hacer!-Dijo Draco con un dejo de arrogancia de los viejos tiempos-Trabajamos porque se nos pega la gana, a Astoria le gusta lo de diseñar ropa, pero le vale un pimiento ascender, quiere algo que no la joda para poder estar con los mellizos y fastidiarme a mi la vida.-Termino el rubio con una sonrisa no excenta de cinismo, pero cariñosa.

-Draco, ¿Por què se negaron desde un principio a casarse?-Preguntò Harry, como si realmente, fuese cuestiòn de vida o muerte.

Draco enarcò una ceja. Asi que era el momento de La Pregunta. Todos los amigos que tenia y que iban a dar el paso, ya sea por presion social o por el mas loco de los amores, le hacia siempre la misma pregunta, y el siempre contestaba lo mismo, la verdad:-Nos vale un pimiento lo que diga un papel, memo. Somos de la alta sociedad y hacemos lo que se nos pega la gana. Un papel no nos convierte en familia ni nos obliga a sernos fieles, lo somos porque nos amamos, Mandamos en la sociedad, o al menos venimos ambos de los mas rancio y podrido de la casta dominante, y nos gusta llevar la contraria. Estamos todo lo vinculados que dos personas pueden estar, no necesitamos nada mas. ¿Estàs seguro de hacer eso?-

-Me importa un carajo, la verdad, pero ya encargue todo para el circo de mañana-Dijo Harry con una sonrisa muy torcida.

Draco fruncio el ceño, aquello no auguraba nada bueno. Sabia como habia sido la pedida de mano. Astoria sufrio de asfixia porque no podia parar de reir. En el Profeta lo desdibujaron al punto de convertirlo en algo extra azucarado, pero la version real se habia filtrado y habia gente preguntandose por la salud mental de Harry. A Draco le hacia gracia. Asi como èl y Astoria le hacian la contraria a la sociedad, Harry y Hermione se divertian a costa de ella.

A veces Astoria proponia la teoria que era una forma de defenderse y vengarse. Los cuatro recordaban el ridiculo al que esa misma sociedad los expuso por distintas razones, y como Draco era listo, le daba la razòn a su esposa.

-Pues bien-Dijo Draco, desviando su mente de su esposa-Ya que vas a atarte el grillete, necesitas tu despedida de soltero!

-Draco, no seas imbecil! Tengo que decidir que voy a poner de cenar para los invitados y terminar de ordenar las mesas para que esten todos con sus ex novios o algo asi!-

-Bah!-Y Draco desdeño todo con un movimiento de su mano- Para eso esta Nott.

-Nott esta aquí?-Dijo Harry con una sonrisa aun mas torcida. Si Theodore habia venido, su boda iba a ser lo mas memorable posible.

-Si, esta de visita porque viene a hacer un traspaso de no se que, tu mueve que cuando llegue Theo se encarga de todo.-

-Excelente!-Theo era mas perverso que el mismo Harry para poner a la gente en situaciones incòmodas, su boda iba a tirar la casa por la ventana! O a alguno invitados, al menos.-Y a donde va a ser mi despedida?

Harry se despertò sin tener ni idea de donde estaba, pero sentia una aroma floral muy fuerte. Y una respiracion lenta y relajada. Mmm, si, se estaba muy bien... Esos brazos que lo envolvian... Harry abriò los ojos de golpe ¿Brazos que lo envolvian? ¿Donde coño estaba?

Paso revista de perdidas. Toda su ropa. Bien. ¿Donde diablos tendria la varita? Draco lo habia llevado a algun tugurio muggle y habian bebido una cantidad escandalosa de alcohol. Pero hasta ahi llegaban sus recuerdos. El lugar en el que se encontraba era una habitacion pequeña pintada de amarillo, habia mucha luz y parecia un espacio diseñado para dar la sensacion de espacio y de luz. Y habia un reloj màgico que indicaba que eran las 10 de la mañana. ¿Un reloj magico?

Oh bien, esta iba a estar buena. La habia regado y lo sabia. Esa noche se casaba. ¿Como habia sido tan idiota de ir a pescarse a una bruja en un bar muggle? Seguramente la tipa lo reconocio y en su estado de embriaguez... A Hermione le valdria lo mismo que nada, lo sabia. Se casaban para poder avanzar y punto. Consumarian el matrimonio y cada cual a lo suyo. Sabian en lo que se metian, pero Harry no podia evitar el mal sabor de saber que todavia no se habian casado y ya le habia puesto unos cuernos enormes con Srta Aroma Floral.

-Eh, Floralita-La sacudio Harry y poco fuerte.

-Mmm..?-Dijo la chica

-Despiertate floja, necesito saber donde estoy y cuanto me va a salir esto!-Dijo Harry bastante cabreado.

-La chica abrio los ojos y se levanto. Su cabello, de un extraño tono azulado, arranco muchos reflejos en la iluminada habitacion. Unos enormes ojos marrones lo miraron despidiendo mas frio que el Artico.

-¿Perdon?-Dijo, con un acento americano inconfundible.

-Pues que cuanto me va a salir tu silencio, ricura.-Dijo Harry cinicamente.

Plaaaaf! La muchacha le habia puesto el bofeton de su vida, Harry tenia que reconocerlo. Sentia sabor a sangre y el rostro hinchando.

-Pues no se quien putas te crees que eres, galancete-Le dijo la muchacha en un tono sedoso y mesurado-Pero me vale un comino. Si tienes trapitos que ocultar, asunto tuyo. No te conozco y tampoco fue tan genial como para ir a contarselo a tu mujer, tu novio o a quien carajo sea que te preocupe que pueda irle con el cuento. Asi que, en tu lugar, iria levantando el trasero y me largaria.-

Harry la mirò extrañado. Asi que una extranjera. Turista o algo asi. Inaudito. Segurmante la muchacha conoceria su nombre, pero no tendria ni idea de su rostro. De repente Harry se sintio mejor. Por lo menos la muchacha se habia acostado con èl porque le habia gustado su cara, o porque iba tan borracha que cualquiera le daba lo mismo, pero se habia acostado con un chico cualquiera, no con un famoso al que luego podria estafar.

-Lo siento-Se disculpo- Pensè que eras alguien mas.

Sin embargo se ve que la muchacha se despertaba cabreada por las mañanas o, algo que Harry no pensò, la habia ofendido profundamente.

-Tu disculpas me importan un carajo. Sal-de-aqui.-La muchacha se lavanto y apunto con un dedo a la puerta, sin preocuparse por su desnudez y revelando un cuerpo perfectamente atletico cubierto de pecas.

-Esas pecas...-Dijo èl, tratando de recordar de donde le sonaban. La hermana de alguien, en un pequeño bañador, un momento feliz, lejano... Un brillo rojo... Ese muchacho, ¿Gred?

Y la muchacha, la pelirroja... ¿Còmo era que se llamaba...?