Los días en Ba Sing Sei

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El amanecer de aquel día golpeó en la cara de Jin; primero se dio media vuelta en su cama pero luego recordó que día era y se levanto de un salto. Entro al baño a lavarse la cara y el cabello, el agua era escasa en ese circulo de la ciudad y Jin opto por dejar que su madre se bañara ese día. De cualquier manera quiso verse linda en aquella ocasión y cepillo muy bien su cabello, se quito la desgastada blusa que usaba para dormir y se preparo para ponerse su mas lindo vestido, coloco las vendas en su pecho y luego se perfumo con las últimas gotas de una vieja botella. Dejo caer el vestido morado sobre su cuerpo., abrocho un listón plateado en su cintura, entonces procedió a peinarse y ponerse un poco de maquillaje.

Cuando estuvo completamente lista bajo la escala que llevaba al cuarto central de la casa. Los cuartos de su hermano y sus padres estaban en ese piso, y el de Jin había sido perfeccionado en el antes inexistente segundo piso de la casa. Es verdad que se volvía angosto hacia las orillas pero su padre había solucionado muy bien el darle un espacio a su hija sin una inversión abrumadora. Jin no vivía en una familia acomodada de Ba Sing Sei. Había dejado el colegio hace un año pues de continuarlo tendría que ir a la gran Universidad y sus padres no podían con ese gasto, se entretenía ayudando a su madre en las mañanas y por las tardes vendiendo artesanías y flores en la ciudad. Cuando acababa iba a una pequeña tienda de té donde tenía una taza de té y un bocadillo del día por tres cobres. Era mas barato que volver a casa y que su madre cocinara para ella.

Ese día sin embargo era diferente. Ese día su padre y su hermano serían asignados al ejercito para labores de exploración fuera de los muros de Ba Sing Sei. Sus padres trataban de hacerlo sonar lindo, porque con el salario que les llegaría directamente a ellas y al no tener dos estómagos que alimentar por un largo tiempo la situación de la familia mejoraría mucho, ya habían hecho planes, sobre mejorar el cuarto de Jin y comprar una pequeña granja no muy lejos de allí. "Pronto las cosas mejoraran querida" le decía su padre repetidas veces. Pero Jin no quería que las cosas mejoraran a ese costo. Una misión de exploración y conservación de la paz fuera de los muros de Ba Sing Sei era ir a la guerra con la nación del fuego, no importa que nadie lo dijera ella lo sabía, lo escuchaba de unos almirantes que solían frecuentar el mismo té que ella. Pero Jin no decía nada, se quedaba callada frente a las tres personas que mas amaba en el mundo mientras su padre miraba orgulloso a su hermosa niña.

-Jin, con esa hermosa sonrisa y los modales que has adquirido pronto vendrá un joven apuesto a pedirnos tu mano.-Le dijo y sonrió y Jin en verdad se sentía feliz de que su padre sonriera aunque estuviera asustada del matrimonio.

Todos se sentaron a la mesa, y la tensión aunque estaba allí parecía difícil de percibir, excepto para Jin, una lagrima empezó a rodar por su mejilla y corrió el maquillaje que había usado.

Su hermano se quedo mirándola un rato hasta que se levanto de la mesa y le extendió el brazo.

-Ven hay algo que quiero que veas en el jardín de mamá.-Su voz era la mas dulce que Jin conocía.

Caminó lentamente como se suponía que debía hacerlo. Hasta que su hermano se detuvo y volteo ya en el jardín.

-Hermana no estas tratando de cortejarme a mí; somos iguales hijos de los mismos bondadosos padres y no me gusta que camines detrás de mi.-Le dijo rompiendo todas las reglas que les había enseñado su conservadora familia.-Y esa no es la única imprudencia que cometeré ahora hermanita.-Continuo.-Sabes? Dicen que en la nación del fuego la princesa es la guerrera que heredará el trono. Que es mas poderosa que su hermano aunque no tiene ahora mas que 13 años. Es mas joven que nosotros Jin, Los soldados dicen que hace poco capturaron a un Maestro Fuego, un hombre de unos 30 años que había sido parte de la guardia real quien dice que en comparación con los ojos dorados de la familia real ningún castigo o tortura parece grande. Te digo esto Jin porque sabes a donde vamos papá y yo. Vamos a pelear despiadados maestros fuego que sin embargo le temen a una niña de 13 años allí esta mi mejor esperanza.-Jin estaba muy confundida con las palabras de su hermano, no era muy bueno explicando las cosas o marcando un punto sobre otro.-Creo que quiero decir que debes ser fuerte mientras no estamos sí? Tienes que cuidar a mamá y dejar que la flama de tu verdadero espíritu fluya porque si la guerra llega a la ciudad (Lo que siempre niegan que pasara) vas a tener que ser muy valiente. Hable con Dek, acepto enseñarte a manejar el arco cuando tengas tiempo libre. Será un secreto entre nosotros esta bien?

Jin se quedo callada pensando en todo lo que le decía su hermano. Asintiendo con la cabeza. En realidad ella entendía de que hablaba, de no ser solo una chica tímida y asustada. Ella no quería saber nada de la guerra y no iría a ver a Dek pero entendía todas las otras palabras de su hermano.

-La guerra no llegara a mi hermano.-Le dijo finalmente.-Mientras tu estés peleando a esos tontos maestros fuego fuera de la ciudad.-Su hermano sonrió oscuramente.

-Es hora de irse Tresh.-Se escucho la voz de su padre a lo lejos.

-En un momento vamos.-Dijo Tresh.-Antes quiero mostrarte algo Jin. Esta escondido bajo las plantas de mamá por si los Dai Li hicieran una inspección sorpresa.-Tresh retiro las plantas a su izquierda y había unos maderos medio podridos cuando su hermano los quitó Jin se dio cuenta que en realidad estaban huecos, que una espada enfundada estaba allí.

-Es una doble espada Jin, una sola arma en dos piezas. La encontré en el primer entrenamiento fuera de las murallas. Espero que no te llegue el tiempo de usarla, talvez nos veamos pronto, dicen que el Avatar ha regresado y que el guío personalmente a esas tribus que llegaron la semana pasada, que es un chiquillo pero es un poderoso maestro aire.-Después los dos hermanos se quedaron en silencio mientras acomodaban de vuelta as plantas y salían rumbo al tren.

Al salir de la casa lo hicieron despacio, orgullosos, su padre y hermano delante de ellas. Jin alcanzo a leer en sus labios que esa era la última vez que jamás harían eso. Llegaron al tren muy rápido le pareció a la chica. Y allí abrazaron por última vez en un muy largo tiempo o quizá por siempre a los dos valientes hombres.

-Porque no te llevaste tu la espada?.-Pregunto de pronto Jin al oído de su hermano.

-Cuando la ví pensé en ti, no se porque.-Le contesto y luego subió al tren y desapareció de la vida de Jin, su madre se quedó platicando con otras señoras cuyos hombres o hijos habían sido asignados en el mismo lugar y Jin se fue caminando sola hasta la tienda de té. Le pareció la ciudad mas vacía del mundo.

Cuando llego a la tienda de té este por primera vez le pareció simplemente agua con hierbas; nunca había sido un gran té pero solo en ese momento le supo falto de algo. Sin embargo los almirantes estaban allí esa tarde.

-Escuadrones "Roca" y "Martillo" son asignados a ayudar esa aldea que se sublevo el mes pasado. La nación del fuego estará allí pronto y sin refuerzos los aplastaran.-Dijo uno de ellos, Jin no pudo evitar escucharlo porque en "Martillo estaban su padre y su hermano"

-Los aplastaran de todos modos me temo pero al menos darán una buena batalla, dicen que el actual lider de una de las flotas de la Nación Fuego es un hombre despiadado sí uniera fuerzas.-Replico su acompañante.

-La inteligencia dice que esta obsesionado con capturar al Avatar, yo creo que hay esperanzas de liberar esa zona desde allí podríamos llegar al sur a Cola de Ballena o Kioshi.-Protesto el primer almirante.

-Una muralla de hombres muy amplia, se podría quebrar en cualquier punto a menos que el Avatar en verdad se revele pronto y cambie el curso de la guerra.

Jin se quedo en silencio, nadie mas estaba en el café, ella no debía escuchar esa información pero la afecto. Se prometió volver allí cada día para averiguar el curso de la guerra. Ese conocimiento era valioso, de una manera u otra, quizá hasta podía pedir ser transferida a una unidad de inteligencia fuera de la ciudad, de esa horrible ciudad vacía, Siempre reclutaban jovencitas lindas para apoyar al ejercito, no parecía ser difícil involucrarse.

La chica le dio el último trago a su té y no sabía tan mal ya.

Capitulo I: Soledad en Ba Sing Sei.

Notas: Este es el primer capitulo de una fanfic que espero hacer, trataría en su totalidad de Jin, y de su visión de eventos en la serie, por ejemplo la caida de Ba Sing Sei. Espero comentarios positivos, negativos, en verdad quiero lograr una buena historia, el capitulo 1 es ciertamente lento y mas bien una introduccion y espero traducirlo pronto para obtener mas lectores.

Gracias por leer