Disclaimer: Los personajes no son míos sino de su respectivo dueño.
El dolor y la soledad.
.
.
—Kagome, por favor no seas el causante de mi dolor, sino mi confort.
—Perdóname, Inuyasha. Pero ya debo irme... Te amo.
.
.
¿Por qué? ¿Por qué le sucedía eso?
Siempre quedaría solo, no importa lo que pasase.
Tanto sufrir…para nada.
Él la quiso tanto, todavía.
La niña que siempre estuvo para él y viceversa.
Sus padres incluso la recibieron bien,
y los padres de ella también.
Sus amigos, ni hablar.
Pero ella no era tan fácil de hacer reír.
Su cabeza no le permitía ser del todo feliz.
¡Malditos genes y maldito el destino!
Ella se esforzaba, él también.
Ella lo amó, él la ama.
¿Y por qué de ese modo?
Estaban progresando.
¡Ella lo lograría!
No… No lo logró.
Y al final jamás despertó.
Él volvería a estar solo,
y ella no estaría para aliviar su dolor.
.
.
—Nunca dejaré de amarte, Kagome…
—Yo tampoco, mi amor…
