¡Muy buenas y bienvenidos a este fic! Es mi primer fic; , como dice el título, se trata de una colección de One-Shots. El desafío consiste en escribir uno para cada canción que sacaron al mercado The Beatles durante los ocho años que estuvieron en activo. Es decir, una historia para cada canción que esté en los trece álbumes de estudio, saliera como single o apareciera en el EP Long Tall Sally. Sin más preámbulos, empezamos ya.

Disclaimer: No poseo pokémon, que pertenece a Nintendo. Si lo hiciera, Ash hubiera desaparecido justo después de la segunda temporada. Tampoco poseo las canciones de The Beatles, que pertenecen a quienquiera que tenga los derechos en este momento. Love Me Do todavía pertenece a Paul McCartney; y las versiones pertenecen a quien tenga sus corespondientes derechos. No estoy ganando dinero con esta obra.


Canción: You Won't See Me. Autor: Paul McCartney. Álbum: Rubber Soul (1965)


Iluso humano.

Un humano ha invadido mi territorio. Ha venido aquí, junto con su ayudante. Ha aprovechado un claro natural para asentarse en él, que también es donde ha montado su tienda de campaña y donde ha colocado todos sus instrumentos. Los veo todos los días saliendo de ella, caminando horas y horas a través de la selva abriéndose camino con su machete allí donde la espesura lo cierra, volviendo cada noche a su campamento agotados y desesperanzados, sin haber obtenido ni lo más mínimo de lo que han venido a buscar y por lo que la ha arrastrado a ella a este rincón perdido de la selva amazónica. Y sé también lo que busca: me busca a mí.

Ni siquiera ha llegado a ver un solo pokémon, ni uno solo después de haber pasado cinco días en la parte del planeta con mayor concentración de especies. ¿Y por qué? Porque todos huyen despavoridos de ellos. Porque cada vez que viene a este bosque una expedición científica como la suya desata el caos. Los humanos no vienen a investigar nada; al contrario, vuelven a casa con ningún dato nuevo y muchos pokémon en jaulas para venderlos ilegalmente en el mercado negro. Nadie, y mucho menos yo, quiero que estén cerca.

Pero el humano no solo es un estúpido, sino también una gran fuente de diversión. Tendría que haberse visto la cara cuando cambié de sitio la sal y el azúcar y acabó salando el chocolate, o cuando le escondí sus aparatos de cocinar en el nido de una Serperior en plena incubación y que él, muy sabiamente, decidió no recuperar y abandonar en la selva. Pero lo mejor de todo fue cuando me hice pasar por su ayudante y me pasé la tarde haciendo como que ordenaba sus cosas y poniéndolas en lugares completamente distintos a donde le decía que estaban. Apenas podía aguantar la risa mientras lo hacía, y cuando por fin descubriste lo que había ocurrido, rompí a reír durante tanto tiempo que estuve a punto de ahogarme. Nunca antes, aunque me he pasado muchos días jugando con los pokémon más jóvenes del bosque, me he reído tanto ni durante tanto tiempo.

Creo que él intuye mi presencia. Nunca ha llegado a verme, no en mi verdadera forma; pero sí sabe que he estado más cerca de él de lo que nunca creía posible. En cierto modo, y aunque se haya limitado a tocarme con el dedo en mi espalda para reclamar mi atención, ha llegado a tener contacto físico conmigo; y eso es mucho más de lo que esperaba al principio. Nunca, ni en sus mejores sueños, imaginó que llegaría a tocar aquello que ha venido a buscar; a pesar de que haya sido con una forma completamente distinta a aquella con la que los humanos siempre me representan.

Ha venido a buscarme a mí. ¿A quién si no? Nadie vendría hasta la Guyana si no fuera por mí. Ni siquiera un naturalista, porque toda la selva, a efectos de especies, es más o menos igual. La única diferencia entre Guyana y el resto de la Amazonia son mis apariciones, o eso creen los humanos. En realidad, todas las tribus y en todos los lugares de la selva me han visto por igual; pero sólo los avistamientos en Guyana han llegado hasta ellos porque otras tribus donde me he aparecido no tienen ningún contacto con la civilización.

Y lo mejor de todo es que cree que me encontrará. Por supuesto; si no estuviese completamente seguro de tener éxito, o no tuviese una posibilidad importante de conseguirlo, no estaría aquí. No habría gastado tantísimo de vuestro dinero, o no lo habría obtenido del gobierno de su país, para volver con las manos vacías. Pero no tiene la absoluta certeza de que conseguirás llegar a verme. Si la tuviera, no habría traído consigo todas esas máquinas, radares, localizadores, y otros aparatos cuya función y funcionamiento desconozco por completo. Es más, ni siquiera con ellas llegará jamás a localizarme. Lo sé porque estuve "jugueteando" un ratito con ellas cuando fingía ser su ayudante.

Y, por supuesto, quiere verme. No; no quiere algo tan simple como verme. A él no le bastaría con una recompensa como esa, con saber que existo, que no soy una ilusión. No estaría satisfecho sólo con obtener una prueba fehaciente e indiscutible de mi existencia y de la pureza su corazón. Lo que quiere es capturarme. Lo que no sé, porque yo respeto, incluso a riesgo de ponerme en peligro, la mente de los humanos, es por qué quiere privarme de mi libertad.

Lo más probable es que sea para hacerse famoso. Quiere meterme en una jaula, drogada para que no pueda usar mis poderes psíquicos para huir, e ir por pueblos y ciudades exhibiéndome para hacerse rico a costa de la expectación que la escasez de mi especie despierta en las mentes humanas.

No. No es eso lo que busca. Tiene demasiada pinta de ser un hombre de ciencia como para eso. Tal vez lo que quiere es simplemente la fama que probar la existencia de nuestra especie le proporcionaría. Me apostaría lo que fuera a que estaría encantado de recibir honores y premios, dinero y banquetes en su honor. Y, sea lo que sea, yo juego un papel esencial en su sueño.

Él no lo sabe, pero su corazón está negro. Puede que él no se dé cuenta de ello; pero yo, que tengo la capacidad de captar al instante la pureza o impureza de las intenciones humanas, sí lo sé. Su corazón es tan negro como la noche, como el pelaje de la espalda de un Houndoom, como el futuro del mundo si no dejan de contaminarlo. Su alma está completamente corrompida por la avaricia, la soberbia y el ansia de fama y reconocimientos. Desea demostrar que es el mejor y solucionar económicamente su vida, y todo eso pasa por que yo esté presa dentro de una jaula. Además, piensa que el fin justifica los medios, por lo que puedo afirmar sin equivocarme que no se detendrá ante nada para lograr su propósito.

Y lo peor de todo es que, en el fondo de tu corazón, puedo ver que él realmente no es así. Fue una vez un niño inocente, de corazón prácticamente puro, que consideraba a los pokémon como a sus amigos. Pero todo eso acabó hace mucho. Ahora está completamente corrompido. Se ha dejado seducir por una vida de riquezas y gloria que, de momento, tan solo existe en su mente. Apenas tiene ya posibilidades de volver al camino del que se ha apartado; y, si no lo hace, nunca llegará a ser feliz.

¿Conocerá acaso la vieja leyenda? Sí, estoy segura de que sí. Tengo constancia de que los humanos, al igual que nosotros los pokémon, se la cuentan a todas sus crías: sólo aquellos que tienen un corazón puro pueden llegar a tener la esperanza de ver a uno de los nuestros. Sólo aquellos que actúan sin ninguna doblez ni intención oculta, sin malicia y sin soberbia, que siempre comparten lo que tienen, que siempre dicen la verdad, que siempre se preocupan más por los demás que por ellos mismos, que aman sin exigencias ni celos y que serían capaces de dar la vida por aquellos a los que aman pueden llegar a pensar que serán recompensados con la visión de uno de los escasos miembros de nuestra especie.

Pero el humano sigue sin comprender que ha emprendido una búsqueda estéril y vana; y sale cada día en una nueva expedición condenada irremisiblemente al fracaso. Sigue creyendo que aguna vez llegará a capturarme y exhibirme como un fenómeno de feria.

Ja. Humano iluso.

Él nunca me verá.


¿Y bien? ¿Qué tal? ¿Os ha gustado? ¿No os ha gustado? Si queréis decirme cualquier cosa sobre el fic, podéis decírmelo mediante una review. Aquí estaré.