Decálogo de una obsesión.
Te das cuenta que te estás volviendo loca por un personaje de ficción (MEGAMENTE) cuando:
1.- Has visto la película al menos una vez en el cine, aunque no haya cine en tu ciudad, tengas poco dinero y debas viajar a la capital para verla. Te compraste el screener porque no podías esperar a que saliera el DVD, a pesar de su pésima calidad, lo viste unas 30 veces. Después te compraste la captura en versión DVD aunque estuviera en otro idioma, pero en mejor calidad y lo viste 30 veces más. Después de varios meses despotricando porque demoraban tanto, te compras el DVD + BlueRay, aunque te cueste un ojo, no tengas reproductor de Blue- ray y le debas a cada santo una vela, y lo ves otras 30 veces más.
2.- En tu celular, tienes fondo de Megamente, decorado con adhesivos de Megamente, toda la banda sonora para cuando te apetezca escucharla y obvio, el Megaringtone es tu tono oficial de llamada, ah, y el texto de espera al prenderlo dice: Ollo!
3.- En tu computadora, tienes fondo de Megamente, la película, toda la banda sonora y muchas carpetas personalizadas, para guardar cuanta Megacosa te salga al camino, fotos, capturas, dibujos, etc.
4.- Estás furiosa porque en tu país el merchandising es caro y escaso y cuando vas a preguntar, te miran con una cara de rareza, como si tuvieras orejas élficas y piel azul. Y a pesar de ello, compras la línea de juguetes, ropa para tu hijo (no hay de adulto) y los libritos para pintar, son para el peque, pero igual suspiras al ojearlos.
5.- Empiezas a mirar a tu pareja con ojo crítico, pensando como se vería con las orejas un poco más puntiagudas, los ojos verdes, la piel azul, un poco más delgado, y cotizas la velocidad con que se le cae el cabello. Le sugieres que se vista de negro con púas y cuero elasticado, aunque se ría en tu cara.
6.- El color celeste que nunca te gustó, te empieza a gustar demasiado y para ti es "color piel de Megamente", el color verde manzana, pistacho y verde flúor se transforman en color "ojos de Megamente", y no puedes ni mirar al cielo sin sentir que te sonrojas un poco.
7.- De repente, te empiezan a apetecer las donas (donuts) y las cajitas felices de Mc Donalds y encuentras casi pecaminoso comerlas. Si no hay Mc Donalds en tu ciudad, compras las figuritas de la película, aunque sea por Internet y a precio de oro.
8.- Escribes alguna historia o dibujas al chico azul, tratando de no imaginarte que eres la coprotagonista. O en su defecto, lees con gran interés las de otras personas.
9.- Empiezas a mirar de reojo a cuanto pelado delgadito vez por la calle, soñando en que tendrás el valor de pedirle que haga una "cosplay" para tí a pedido.
10.- Will Farrel te empieza a parecer menos repelente por la voz tan sexy que le ha sabido dar a tu personaje favorito, aunque esté algo gordo y mayorcito, y si llegas a soñar con él te parece "un placer culpable".
Bueno, si alguien presenta 5 de estos síntomas o más, mi sugerencia, es modestamente, vayan al psicólogo por favor, yo pretendo tomar hora esta semana ._.º
