Good bye My lover, good bye my friend...
You have been the one, you have been the one for me.
No puede evitar que las lágrimas caigan por sus mejillas, no puede evitar que dentro de su pecho su corazón se estruje con fuerza por el dolor.
Sabe que nunca ha sido bueno para demostrar sus sentimientos, que es un poco torpe en eso del amor. Sabe que tal vez podría haberlo hecho mejor, haber cuidado más su relación.
Podría haberse esforzado más, podría haber trabajado más, podría haber mejorado.
Debía haberlo hecho...por Hermione.
Desde la primera vez que la vio había estado enamorado de ella, claro que no lo había aceptado hasta varios años después. Tuvo que verla con otra persona para darse cuenta de sus sentimientos, luego vino la guerra. En medio de esos angustiosos momentos el amor que sentía por ella había sido más fuerte que todo y no pudo evitar confesarse. Ese fue el comienzo de su relación.
Cuando la guerra terminó, las heridas que esta había dejado eran tan grandes que sólo pudieron refugiarse el uno en el otro para salir adelante. Con el paso de los meses, sólo pudieron entregarse a la rutina para intentar superar el dolor de las perdidas.
Él y Harry entraron a la escuela de aurores, como todo el mundo esperaba, mientras ella conseguía un puesto en el ministerio, en el Departamento de la Aplicación de la Ley Mágica. Y así pasaron los años, él cada día más metido en las misiones y ella en su trabajo.
Siempre pensó que el amor que le brindaba era suficiente. Él había crecido en una casa repleta de amor por todas partes, tal vez con carencia de dinero, pero nunca de amor. Es por eso que pensó que en su relación no hacía falta nada más que amor. Nunca se preocupo en pensar que tal vez, ella necesitaba más, que ella quería más.
No era una persona que aspirara a mucho. Él solo quería tener una pequeña casa, donde vivir con Hermione, tener un perro, tal vez pequeños niños pelirrojos que revolotearan por todos lados. Con eso, él se consideraba realizado.
No notó el momento en que su relación se había enfriado, no se dio cuenta nunca de que ya casi no pasaban tiempo juntos, o de que hacia más de tres meses que no hacían el amor.
Porqué para él, despertarse y ver a Hermione al lado suyo, le daba las fuerzas necesarias para seguir adelante, porque él era feliz con sólo tenerla a su lado.
Por eso no previó jamás encontrarse con esa escena, la de su novia de hace cuatro años, la del amor de su vida, engañándolo con su mejor amigo en su propia casa, en su propia cama.
Llegar y verlos a los dos muy tranquilos en su cama fue quizás una de las cosas más dolorosas que vivió en su vida.
Ver como los dos saltaron de la cama en el mismo instante, revelando sus cuerpos desnudos, mientras se deshacían en banas disculpas fue aun más doloroso.
Él sólo podía observarlos a los dos con ojos vacíos, mientras las lagrimas caían a montones por sus mejillas. Sabía que hablaban , porque escuchaba sus voces de fondo en su cabeza, pero no quería ni tenía ganas de analizar sus palabras.
Con la poca fuerza que le quedaba saco su varita y apuntó a su ropero, guardó con un simple hechizo toda la ropa en su baúl del colegio junto con el resto de sus cosas y con otro hizo que flotara tras de él, les dio una ultima mirada a las dos personas más importantes en su vida, y luego salió con toda la dignidad posible de aquel departamento que antes consideraba su hogar.
Ron Weasley podía no ser una persona muy ambiciosa, podía tener muchos defectos, pero sí algo caracterizaba a su familia y a él mismo era su orgullo y su amor propio. No dejaría que esos dos idiotas lo dañaran aun más. Ya verían como se recuperaba.
