Título: Alma de alma
Claim: Beatrice
Notas: Spoilers del EP7. Serie de drabbles basados en Yasu y sus personalidades.
Rating: T
Género: Angst
Tabla de retos: Aristocrática
Tema: 04. Regalo


El dolor amenaza con devorarla, creando ondas concéntricas que se expanden desde su pequeño corazón hasta la última terminación nerviosa de su cuerpo, sacudiéndola en lo que parecen leves sollozos. Beatrice sonríe con tristeza mirando la desierta tierra dorada, un interminable mar de rosas en flor sacudiéndose al viento apacible de ese mundo infinito. Está sola.

Está sola porque Shannon la ha abandonado, lo hizo desde el primer momento, cuando quiso correr en pos de un niño que sólo le dejó el corazón mal herido. Está sola y en esa soledad apacible, aquella que una vez deseó como un paraíso utópico, se da cuenta de que así será para siempre. Shannon ha encontrado un consuelo en George, Kanon lo ha hecho con Jessica. Y ella, la de la promesa olvidada, la que decidió cargar con los sentimientos irreparables hacia Ushiromiya Battler, sigue esperando.

¿Cuántos años van ya? ¿Cinco? ¿Seis? No está segura, podría ser una eternidad. ¿Cómo saberlo, si todo en Golden Land permanece estático, inamovible y frío, como su corazón? ¿Cómo saberlo cuando su visión se ha distorsionado, cuando el dolor ha hecho insoportable hasta el sólo hecho de existir? ¿Lleva mucho soportando esa tortura? Supone que sí, mientras intenta permanecer impasible ante el nuevo dolor que amenaza con desgarrarle el pecho, donde algunas de las lágrimas que no quiere dejar escapar de sus ojos residen, pesadas en su corazón.

A Shannon se le ha dado el regalo de conocer a George, a Shannon, aquella niña a la cual solía animar para que no perdiera las esperanzas. A Shannon, quien se ha olvidado del favor recibido, del regalo del olvido y el consuelo, Beatrice no puede hacer más que envidiarla. Y ni las largas noches llenas de bromas, en las cuales le abre las ventanas que ella creyó cerrar, ni la larga serie de trampas predispuestas por toda la casa logran mermar el sentimiento en su interior, una mezcla extraña de celos, dolor e ira...

Después de todo, ¿por qué ella, Beatrice, Bruja Dorada, creadora de todo un mundo infinito, tiene negado el amor? ¿Cuál ha sido su pecado? ¿Qué ha hecho mal? El sólo pensamiento la irrita, a la vez que la destruye. ¿Por qué es que ella sigue esperando? ¿Por qué, cuando decidió hacer algo bueno por Shannon, no fue recompensada?

Frustrada, Beatrice convierte todo el dolor en su pecho en furia, misma que logra volcar la mesa frente a ella, llena de porcelana fina y té extranjero. Ha sido buena una vez, una sola vez en la cual sólo obtuvo dolor como recompensa... Si Battler regresa —y el corazón le da un salto de tan sólo pensarlo—, no será buena nunca más. Ni con él, ni con nadie. Porque ya se ha demostrado que los buenos nunca ganan y así como Shannon se olvidó de su ayuda, para volverse su enemiga, así presionará ella a Battler para obtener lo que merece: la correspondencia del amor que ha aguardado en su pecho desde hace años.