summary:Nessie está de cumpleaños y jake no sabe que regalarle, una broma de Bella le da una excelente idea, un regalo que ella adoraría y que sacaría a Edward de sus casillas. Un inocente cachorrito.


Capitulo uno: Regalos.

(Jacob P.O.V.)

Mañana estará de cumpleaños mi princesa adorada, la razón de mi existencia, el ser más hermoso del planeta, el amor de mi vida, mi pedacito de cielo, Renesmeé. Cumple "dieciocho" para los humanos y nueve para los vampiros y demás chicos extraños como yo. Había escuchado a Bella decir que su papito chupasangre le tenía guardado en el garaje de la casa un Mini Cooper negro, que la duende enana le había encargado de Paris un vestido carísimo y que los demás vampiros tenían escondidos por la casa regalos costosos como joyas, libros que aun no salían a la venta para la gente normal y cosas por el estilo.

¿Pero que podría regalarle yo?, no podría llegar con una simple tarjeta de felicitaciones, aunque sabía que a ella no le importaban las cosas materiales, en eso era igual a Bella, pero como todo chico, quería quedar bien ante mi suegrito, ya me estaba llevando mejor con él, pero nunca lo suficiente, siempre tenía un "pero" para que yo estuviera alejado de su hija.

Que se pudra Edward Cullen, nunca encontrará a alguien mejor que yo para su hija, solo quería fastidiarlo, regalarle a Renesmeé algo que lo hiciera enojar, algo que ella adorara y que a él le pusiera los nervios de punta.

Sentí su cabellera cobriza removerse entre mis brazos y recordé en donde me encontraba, estaba en su casa, su papá había ido a cazar con su tío Emmett y su tía la barbie de hielo. Iba a aprovechar que Bella era más tolerante y que el sobre protector paranoico no estaba, acomodé a Renesmeé en mi brazos, parecía que se estaba quedando dormida en el sofá; Bella llegó de inmediato cuando escuchó a su hija bostezar, la sacó de mis brazos y la cargó sin problemas para llevarla a su habitación.

-Jacob, la dejaste oliendo a perro- dijo Bella arrugando la nariz y mirándome divertida.

-Mamá deja a Jake en paz- dijo bostezando mi hermosa princesa entre los brazos de su madre.

-Será mejor que me vaya, que descanses preciosa- Dije dándole un beso en la frente a Nessie quien dormía en brazos de su madre como su fuera una bebé.

Vi a Bella subir las escaleras cargando a su hija antes de irme, me subí a mi coche con toda la intención de manejar hasta algún centro comercial para decidir que le podía regalar mañana, daba gracias al cielo por ser un hombre lobo y que la enana tía de Nessie no pudiera ver mi futuro, de poder verlo estaría revolcándose de la risa al saber que no tengo ni la más remota idea de que regalarle.

Me estacioné y salí del coche recordando el maravilloso día que pasé con ella sin Edward encima de nosotros, recordé su aroma dulce, sus ojos hermosos, sus mejillas rosadas y la fingida cara de fastidio de Bella cuando me dijo que Nessie olía a perro.

Algo hizo chispa en mi cerebro y sabia que por mi regalo ocurrente me iba a ganar el odio de Edward y una hermosa sonrisa por parte de su hija; me dirigí a la primera tienda de mascotas que vi y me puse a mirar en las vitrinas algún cachorro que alegrara los días de mi amor y fastidiara los de su padre.

Era un riesgo llevar un animal de sangre caliente a la mansión Cullen, pero ¿Qué tanto problema podría causar un inocente cachorrito?, Nessie tardaría siglos en perdonar a algún integrante de su familia si se atrevieran a morder al perrito, además a todos les molesta el olor a perro, no se atreverían a comerse algo que les causa repugnancia.

-Hola, soy Mandy, ¿buscas alguna mascota en especial?- me preguntó una de las encargadas de la tienda de mascotas.

-Si, Busco un cachorro para mi novia- dije soñando despierto.

-¿Y cómo qué buscas para tu novia?, ¿tiene alguna raza favorita?- volvió a preguntar la muchacha.

-Busco un perro que se vea de pedrigree, ya sabes, no uno que se vea callejero- dije inspeccionando a todos los cachorros que dormitaban tras la vitrina.

- Deberías ser mas especifico, aquí todos nuestros cachorros son de raza pura, ¿me podrías describir el carácter de tu novia?- señaló la chica.

Yo no quería un mimado chihuahua para Nessie, tampoco un Poodle toy; esos serian perros adecuados para su tía la rubia miss universo. Tampoco quería un siberiano ni un perro que creciera demasiado, no quería que tuviera una especie de perro guardián, quería para ella un cachorro que le sirviera de compañía, que no causara mayores problemas en su casa y que se viera elegante.

-Mi novia es bastante encantadora, demasiado simpática, demasiado linda, demasiado inteligente, demasiado educada, demasiado…- fui interrumpido por la absurda tos que tuvo la vendedora.

-Ya está bien, ya entendí, ¿un Poodle?- preguntó la chica un tanto aburrida.

-No quiero una cosa esponjosa que ladra para ella- dije mientras seguía viendo a los cachorros.

Hubo uno que llamó mi atención, tenía sus orejas levantadas dándole un aspecto de vivaz y astuto, corría en círculos tratando de pillar su corta cola con su hocico, tenía su pelaje superior de un color negro azulado mientras que sus patas y hocico eran de un tono muy similar al dorado.

-Quiero ese- dije señalando al perrito.

-¿Un Yorkshire?- preguntó la muchacha, -generalmente son perros para ancianos ya que son pequeños y manejables- agregó la tipa de mala gana.

-No importa, yo lo quiero- dije con una sonrisa formándose en mi rostro al imaginar la cara de Edward al ver al perro.

-¿Quieres que te lo "envuelva" para regalo?- preguntó la chica gastándome una aburrida broma, yo alcé una ceja y la mire desconcertado, ella bufó.

-Que lo bañemos, le cortemos el cabello de los ojos para que tenga la cara despejada, que le hagamos un corte de uñas y le atemos una cinta azul al cuello- dijo la muchacha.

-¿Tantos cuidados requiere ese perro?- pregunté con curiosidad.

-Mas te vale que tu novia será rica, es bastante dinero el que se invierte entre alimentación, vacunas y peluquería canina- dijo la chica aumentando mi sonrisa, ya quería ver a Edward pagándole "el salón de belleza" al perrito de su hija.

Cerré el trato con Mandy y tuve que esperar un buen rato para que tuvieran "bello" al animal de reducido tamaño, lo llevé a mi casa y me sorprendió darme cuenta de que el pequeño perro era un consentido, era como un bebé, se había negado a dormir en el cómodo lecho que instalé para él en la noche así que para evitar sus llantos de cachorro lo dejé dormir en mi cama junto a mí.

Cuando amaneció me arreglé como de costumbre, al conservar el cabello corto no debía peinarlo ni nada por el estilo, luego de haberme duchado, vestido y desayunado tomé mi coche y al cachorro para ir a desearle un buen cumpleaños a Renesmeé.

Ya me empezaba a irritar la condenada bola de pelos, se fue todo el camino sacando la cabeza por la ventanilla del coche y ladrándole a todos los coches que pasaban por el lado.

Cuando llegué no pude evitar deslumbrarme ante la belleza de ella, llevaba un vestido violeta que supuse seria el regalo de Alice, se encontraba colgada al cuello de su padre, luego supe cual era la razón; le habían dado el elegante y carísimo coche.

-¡Jake llegaste!- exclamó soltándose de su padre apenas me vio llegar y no pude sonreír de satisfacción al ver la cara de Edward.

-Feliz cumpleaños hermosa- dije abrazándola y disfrutando del tacto de su piel cada segundo. –Te traje un regalo- le dije en un susurro que estaba seguro su padre oyó.

-¿Enserio?, Jake no debiste molestarte, no debías regalarme nada- dijo ella sonriendo. ¡Esta chica era terrible!, había heredado la misma repulsión a los regalos que tenía su madre.

-Abre la puerta del coche, si no lo aceptas me harás sentir muy triste- dije intentando persuadirla.

Ella entusiasmada abrió la puerta, ahí estaba la imitación de peluche, haciéndose el adorable con ella, sacando su pequeña lengua y moviendo escandalosamente su cola feliz de conocer a su dueña.

Ella lo tomó en sus brazos delicadamente, y el desgraciado animal pasó su asquerosa lengua por la perfecta cara de mi princesa, pero Nessie parecía feliz, ella lo acariciaba, lo cargaba como a un bebé.

-Gracias Jake, es perfecto- dijo para luego darme un beso en la mejilla y correr hacia su padre.

-Mira papi lo que me regaló Jacob, ¿no es lindo?, te voy a cuidar mucho perrito bonito, ¿puedo quedármelo?, ¿verdad que puedo?- dijo Nessie usando su encantadora persuasión para convencer a su padre.

-Un cachorro es mucha responsabilidad hija, debes alimentarlo, sacarlo a pasear, cuidarlo si se enferma- empezó a enumerar Edward con tono gentil y paternal para no entristecer a su hija.

-Pero papi, yo lo cuidaré bien, míralo, es hermoso y parece que yo le agrado- expuso Renesmeé sonriéndole al animal.

Vi como Edward dejaba a Nessie con su madre, sus tías y el perro para dirigirse hacia mí.

-Sabes que no le puedo negar que conserve a ese… perrucho- dijo el chupasangre despectivamente.

-¿Pero no ves lo feliz que está?, ¿vas a negarle un poco de felicidad a tu hija?- dije inocentemente esperando sacarlo de quicio.

-Sabes que no tengo fuerza de voluntad para negarle algo, ¿para qué le regalaste un perro?- preguntó Edward mientras masajeaba el puente de su nariz.

-Ella nunca había tenido una mascota- dije. –Además se lo regalé solo para fastidiarte- pensé claramente.


hola a todos!!!!!!!!! espero que les haya gustado mi fict; no sé si dejarlo como Oneshot o continuarlo por algunos capitulos mas

cualquier critica constructiva es bien recibida

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saludos!!!!!