Hola a todos, aquí mando el primer fanfic Thorki que hago. Acepto criticas y lanzamientos de tomates a la cabeza. Gracias por darme una oportunidad y espero les guste.
Resumen: Tras su humillante y clara derrota en aquel reino de al que en un momento estuvo preparado y a punto de ser su rey. Aquellos a los que patéticamente los humanos llamaban "Vengadores" le derrotaron, se burlaron y amordazaron. Thor, le obliga a volver a lo que una vez fue su hogar para soportar el castigo del Padre de Todo. Encerrado y aún más humillado puedes pensar muchas cosas y tu "hermano" visitándote todos los días no ayuda a estar tranquilo como el Dios del engaño deseaba.
La Guerra había acabado, su gloria, su esperanza y orgullo se habían visto destrozados en un instante por aquellos mortales indeseables y su más indeseable "hermano". Cuando Loki se dio cuenta ya estaba atado y amordazado cual perro esperando a recibir la inyección que acabaría con su dolorosa vida. No podía hablar, su mandíbula era fuertemente contraída y presionada por aquel maldito bozal, sus manos caigan sobre sus costados debido a su cansancio y el peso de las cadenas.
Estaba agotado y humillado, hubiera preferido morir a estar así. Miró a su alrededor con todo el odio que no podía expresar con palabras, vio a Thor hablando con sus queridos amigos, despidiéndose de ellos. Tal era el odio tenía mezclado con el inmenso cansancio que le envolvía el cuerpo, que en un delirio empezó a ver como aquellos, que le habían derrotado mirándole con superioridad y burla. Comenzaron a reír, a reírse de él, hasta Thor se reía de esa forma tan hiriente que le provocaba un agudo dolor en el pecho. Abrió los ojos sorprendido sintiendo como su orgullo era dolorosamente atravesado por aquellas risas que retumbaban en su cabeza. Un dolor punzante contraía su pecho, zarandeó su cabeza efusivamente, negando aquella situación.
Volvió a mirarles volviendo todo a la normalidad, sin risas ni burlas. Hizo un amago de suspirar, se estaba volviendo loco, necesitaba descansar e intentar olvidar esta humillante derrota, aunque fuera en una sucia y oscura celda sin ningún signo de comodidad ni hospitalidad. Todos se acercaron a él mirándole con rencor y desprecio, cosa que al Dios no le importaba lo más mínimo, devolviendoles a todos la misma mirada.
Llegó a Thor, que estaba justo delante suya, , le miró con odio y algo de envidia, pero este para su sorpresa no le devolvió la misma mirada sino una que mostraba tristeza, decepción y compasión, cosa que aumento la ira de aquel Dios del Engaño.
-Volvamos a casa, hermano- El rubio levantó el recipiente el cual portaba el Tesseracto anunciando su partida. Quería hablar, gritarle que no era su hermano, hacerle entender a ese cerebro de chocha que no era nada para él, sin embargo, con sus labios sellados y atrapados tras esa tortuosa trampa de metal solo podía trasmitir ese odio a través de su mirada. Parecía que el rubio lo había entendido ya que bajó su mirada viéndose aún más triste.
El pelinegro desistió y cogió el otro extremo del recipiente sintiendo como aquella corriente tan desagradable fluía por todo su cuerpo. Cuando abrió los ojos se encontraba en aquel puente destruido que le traían tan odiosos y dolorosos recuerdos. Volvió a suspirar sintiendo un leve dolor de cabeza, pero lo ignoró. Thor le agarró del brazo con fuerza empezando a caminar tirando de él, oyéndose sus pasos y los cadenas que tintineaban sin parar.
No tardaron en llegar a la sala de Tronos gracias a un grupo de guardias que montados en sus caballos y trayendo dos más para ellos hicieron acto de presencia para escoltarlos. Algo que el pelinegro no pudo ignorar que traían su caballo con sus monturas, al parecer para un Dios renegado y traidor aún tenía derecho de tener sus monturas. Thor en todo ese tiempo no volvió a abrir la boca para decir nada, cosa que Loki agradecía inmensamente.
Estaba allí, parado frente a aquel que un día en un pasado, que quería olvidar, llamaba "Padre". Thor a su lado dio un par de pasos y sin dudarlo clavó su rodilla en el suelo y un puño en el pecho, Loki se quedó donde estaba, después de todo no le debía ningún respeto ni sumisión ha nadie y mucho menos a aquel que le había usado como un misero recuerdo de guerra. El pelinegro miraba a Odín desafiante, haciéndole entender que no le tenía ningún miedo a cualquier castigo que se le adjuntara.
El Padre de Todos alzó su mirada que había estado baja desde que entraron sus hijos, mirando a al menor con decepción, su traición le afectó igual o más que a cualquiera, alguna que otra vez se había dado el lujo de soltar una lágrima cuando nadie podía verlo.
-Loki, hijo mio...-Este rodó los ojos aguantándose las ganas de contestar ya que no podía- has echo cosas horribles solo por la aprobación de alguien que ya se sentía orgulloso de ti...-El moreno al escuchar eso no pudo evitar mirar a Thor que estaba de espaldas a él cerrando los puños con fuerza- Yo siempre estuve orgulloso de ti, hijo -Pasa una mano en el hombro del encadenado logrando que este lo mire mal apartándose y moviendo su hombro, no necesitaba sucios trucos de sentimentalismos- Loki, eres un ser vengativo, prepotente y no te importa el daño que puedes causar con tus acciones infantiles a los que te quieren. Como Odín, Padre de Todos y rey de Asgard te condeno a estar en una celda con la comida y bebida necesarias...-Loki sonríe tras su máscara, ¿En serio ese era su castigo? El viejo ya estaba chocho-...hasta que pegues por tus traiciones serás vigilado y cuidado por Thor...
No, no era verdad, eso no puede decirlo en serio. Preferiría la muerte antes que soportar el castigo impuesto por el viejo. ¿Thor teniendo que estar día tras día vigilandole y molestandole? Maldita sea, si no tuviera ese bozal ya hubiera convencido a Odín de que desistiera en esa idea.
Sin embargo, sin poder hacer nada levantó la cabeza bien alto sin demostrar ningún signo de arrepentimiento ni derrota siendo escoltado por los guardias y Thor, aunque este se mantuviera alejado. El pelinegro se sentía contraído, no sabía si era el echo de tener a Thor como una lapa todo el día pegado o el simple echo de que a este no le había entusiasmado mucho tal idea.
Llegaron a la celda, era la más apartada, oscura y simple de todas. Constaba de una cama dura cuál rocas del abismo más profundo y desolado, paredes grises llenas de pequeñas marcas de moho debida a su falta de limpieza. Sintió como empujaban de él hacia su interior ganándose un gruñido molesto del moreno.
Cierran la puerta dejandole sorprendido, ¿No le quitarían las cadenas? ¿El bozal a menos? Estaba muy incómodo y su mandíbula empezaba a doler. Solo pudo encogerse de hombros sentándose en el suelo apoyando su espalda en la pared, ,mejor que en aquella cama estaría.
Los guardias se retiraron dejándolo a él con Thor, el cuál estaba al otro lado de la puerta dejando caer su frente en los barrote.
-Debido a la decisión de Padre...-Empezó a hablar totalmente serio haciendo que el pecho del menor se contrajera imaginando lo que va a decir- y gracias a mi que logré convencerlo de que tu castigo sea este...-Sorprendido mira al rubio atentamente- yo te cuidaré, vendré todos los días para estar contigo, hermano -Con una sonrisa cálida se separa de los barrotes guiñándole un ojo, logrando que el moreno gira la cara bufando aunque interiormente se sentía aliviado y no sabía porqué.
-Hasta mañana, hermano
"No soy tu hermano, déjame en paz"
