Había pensado anteriormente abrir un documento y publicar todos los drabbles que se me diera la gana sobre la otepé, pero no me atreví. No tienen un orden especifico, pero habrá algunos que los podrás ordenar por lógica antes o después de otro. Creo.

Y si, Cydalima, en el improbable caso que leas esto, quiero que sepas que el final de (Daría todo) Por sólo un momento me dejó mal.

Advertencias: Se cambia el punto de vista y quizás resulte un poco confuso. Ridiculeces que una escribe una tarde de (casi) verano al lado del ventilador.

1. Las manos entrelazadas

(La destrucción no es una opción)

Francia concluye que sus manos —la de él y la suya— encajan a la perfección. No sabe cómo llegó a ese resultado, pero se anota mentalmente que apenas tenga tiempo libre discutirá con Grecia sobre el tema.

Siente la misma mano acariciar su muñeca con el pulgar de forma desinteresada mientras ambos escuchan con atención a quien sea que esté en el podio. Inglaterra está tomando notas, o eso es lo que cualquiera que le dedicara una mirada rápida pensaría, la verdad es que solo garabateaba un par de palabras por ahí, un dibujito por allá. De todas formas nadie se enteraría de aquello. Nunca. Y en el improbable caso que suceda, lo negará todo. Tenía una imagen de caballero que mantener y un par de bosquejos no la mancharía.

Por Francia estaba bien, ambos habían llegado al acuerdo en que la especie de relación que estaban gestando no la harían pública y si llegaran a preguntar que hacía con la mano derecha escondida debajo de la mesa confesaría que estaba mandando mensajito, lo cual, de alguna forma no era mentira, porque sus manos funcionaban tanto como emisor como receptor, tanto así que unidas formaban un canal y se comunicaban mediante códigos que solo ellos —y sus manos— entenderán.

Y es que parece que siempre fue así, pero a la vez todo es una nueva experiencia. Los colores cambiaron de textura sin pedir el debido permiso ni presentarse adecuadamente. Todo es espontáneo, piensan, a pesar de que todo parece ser planeado de forma prolifera por sabios estrategas.

Mira el documento que tiene sobre la mesa en el momento preciso en que al inglés se le pasa fugazmente el pensamiento cálido de "esto es mejor que la revista porno" por la cabeza. El problema del británico es que al sentir la mano del francés atrapada en la suya propia no puede evitar entregarse a sus pensamientos posesivos.

Será que se deba al simple y concreto hecho de que Francia siempre me ha pertenecido, razona.

El cómo empezaron aún no lo tienen del todo claro, pero sí que fue de forma progresiva. También que a pesar de los intentos de ambos por negarse a sí mismos —y a las mariposas—, no había vuelta atrás, o quizás sí.

Se quieren, se odian, se toleran, ¿se aman?

¿Dos mil años y todavía no puedes encontrar la respuesta?

Pero es que tampoco es tan fácil, se discute a sí mismo.

Francia debe sentir por donde va la discusión con su conciencia porque le siente dar un pequeño espasmo y negar suavemente con la cabeza.

Además, se trata de convencer, esto es una cosa de dos.

Piensa en la vez que le llevó al bosque a observar las hadas y los ojos del adulto Francia se cristalizaron por un breve momento. Fue un momento íntimo. No le preguntó al de las tierras del sur el porqué la conmoción, quizás lo haga más adelante. Ahora todo es muy frágil y acaba de decidir que no quiere que se destruya.


Desde críticas ortográficas hasta reflexiones son bienvenidas en un review (o algún otro medio si les da tanta plancha). Muchas gracias por su tiempo.

Y especialmente gracias a Alega por avisarme lo de los tildes (: