SOMBRAS EN EL ALMA

Él no estaba dispuesto a que se alejara de ella; al verla que estaba a punto de caer sobre el Risco de la Viuda, los recuerdos del pasado los sentía como una vorágine de sentimientos. No quería perderla de la misma manera que perdió a Josette; aun recordaba cuando cayó al vacío y el, tratando de salvarla cayo a su maldición.

En el poco tiempo que se conocían, Victoria se había vuelto importante en su vida, no podía olvidar sus ojos y aquel momento en el cual ambos confesaron sus sentimientos; de esta manera empezaron a compartir muchos momentos juntos, esa forma de sentirse pequeño y grande a la vez.

Lamentaba el hecho que había sucedido hace casi dos siglos; esa bruja, Angelique, ya había pagado por sus crímenes, pero ahora Barnabas seguía siendo un vampiro y lo había hecho sufrir privándole de su libertad y felicidad.

Pero no era tiempo de recordar el pasado, tenía que salvarla.

-Victoria, creí que te había perdido

-Me has perdido Barnabas, yo vivo en la luz y tú en las sombras, me hare vieja y moriré y tu vivirás para siempre.

-Hallaremos una manera amor mío

-Solo hay una manera

-No.… no te veré sufrir como sufro yo, jamás.

Y antes de que el pudiera tomarla, cayó al vacío.

-Victoria, no

Sin pensarlo se arrojó y pensó en una manera de salvarla, estaba decidido y sin más demora tomo su cuello y poso sus colmillos en esa zona mientras caían sobre la roca.

Las pequeñas mareas los golpeaban. Barnabas esperaba a que su amada reaccionara y de repente vio como sus ojos abrían de par en par y alrededor de ellos se tornaban en un color negro, era realmente preciosa.

Él estaba expectante cuando hablo por primera vez.

-Josette

La había recuperado, su felicidad incrementaba de un momento a otro.