Un nuevo miembro en la familia Loud

PROLOGO.

Era un día normal, como cualquier día del año, las vacaciones estaban a punto de terminar, todo era perfecto en la tranquila ciudad de Royal Woods, para todos excepto para la familia Loud, que atravesaban por una difícil situación, situación al cual le cambiaria a todos en su nuevo estilo de vida al cual todos estaban acostumbrados.

Capitulo 1: El gran problema.

Era un viernes por la tarde, ésas cálidas tardes de primavera donde el señor y la señora Loud conversaban sobre la difícil situación el cual atravesaba la familia.

—Ya no se que mas hacer cariño, me esfuerzo siempre en la compañía para ser unos de los mejores empleados y aun así no pueden aumentarme más el salario. — Decía el Sr. Loud—. Quien cerca de veinte años trabajo en una empresa de seguros de autos.

Siempre se le veía con una sonrisa en el trabajo, era de esas personas que amaban su trabajo, se inicio en esa empresa debido a que nació su primera hija, desde entonces trabaja ahí, se sentía tan orgulloso de su trabajo que llevo a cada uno de sus hijos a su trabajo, se mantuvo ahí ya que con el dinero puede solventar los gastos de su gran familia.

—No te preocupes, ya estaremos bien. — añadió su esposa con una sonrisa en el rostro.

El problema era principalmente por la cantidad de personas que son, ya que al tener once hijos conlleva una gran responsabilidad, no solo en lo material sino también en el ámbito educativo pues 10 de sus hijos aun estudian.

—No estoy muy seguro, —dijo con la mirada pérdida—. La última vez que pasamos por esto, hicimos una venta de garaje y nuestros hijos vendieron todo en la casa, nos costó mucho recuperar casi todas nuestras cosas.

—Si lo sé — respondió ella—. Todo eso era para hacer su tonto baile de la victoria.

—Tonto o no tuvimos suerte de recuperar nuestras cosas, la única de salir de estas es— de repente en medio de la algarabía por buscar una solución a sus problemas se escuchan unos chapoteos en el piso acompañados de unos susurros que se acercaban mas y mas.

— ¡Mamá estas aquí! — exclamaba con gran fuerza una de las pequeñas gemelas—. Necesito comida para mis mascotas, en especial para Charles que lleva mordiendo mis zapatos un buen rato.

—En un momento cielo —dijo la mamá—. Mientras llevaba la comida para las mascotas dijo. — nada de esto a los chicos entendido. —el cual el padre asentó con la cabeza.

Estando los dos de acuerdo con no contar nada a los chicos se levantaron de las mesa, mientras se alejaban, un extraño movimiento se manifestaba debajo de esta, no era más que la que se denominaba a ella misma «la reina de la oscuridad» Lucy, el cual se sentía confundida si es que debía decirle a sus hermanos sobre la situación o esperara a que sus padres resolvieran el problema. Con un difícil dilema que resolver se armo de coraje y se fue a su habitación a esperar a sus hermanos para contarle los problemas que aquejaban, mientras los esperaba leía sobre los vampiros, esos seres fantásticos al cual lo atrajo desde que era pequeña, el cual aun es un misterio por el cual su fascinación, abrió su libro favorito titulado «Vlad Tepes, el primer vampiro» quien en la leyenda dicen que inicio cuando el invito a los boyardos que eran terratenientes a un festín en pascua de 1459 que, al término de esta ceremonia , se volvió un infierno. El rey de Vlad de Valaquia ordeno empalar a sus invitados más viejos, y a jóvenes los perdonó la vida y los envió a construir diversas edificaciones, en cuyas obras murieron la mayoría. A las personas empaladas se les extraía la sangre y lo servían en un cuenco al cual Vlad lo remojaba sobre su pan y se lo comía, mientras se deleitaba viendo a las personas atravesadas.

Todo bien hasta que se escuchaban susurros por toda la casa, se decidió a salir cuando encontró a todos sus hermanos que recién llegaban de sus actividades, decidida con ese coraje del principio, se reunió con su hermana mayor al cual dijo, — Lori tengo que decirles algo muy serio a todos y necesito que les avises a todos que se reúnan en tu habitación. — lo dijo de manera seria. — Está bien, más vale que no sea de otros de tus discursos sobre tus libros de terror, sabes que a todos nos llena de pavor tus libros.

Una vez reunidos todos Lucy tomo aire y sin pensarlo dos veces les explico lo que sucedía en la familia, mientras explicaba se oía el grito del silencio, ese grito insoportable que todos odian y que se manifiesta en situaciones que menos te lo esperas. Una vez terminado su discurso habían todo tipo de miradas, unos que sentían rabia, otras miradas perdidas y otras que se negaban a abrirla, era una atmosfera silenciosa, tanto así que el zumbido de una mosca seria comparada con una función de ópera, tan extraño era el silencio porque a esta familia se le caracterizaba su incesante ruido de alegría.

— ¿Estás seguro de lo que hablas?, —exclamo Lincoln con un potente sonido. —No puede ser cierto, seguro escuchaste mal, tú tienes la costumbre de oír y leer al mismo tiempo y en ciertas ocasiones te equivocas en las palabras.

Todos replicaban al mismo momento que era incapaz de entenderlos, pero en sus pensamientos aun se sentía la duda y en sus corazones la tristeza, pero todos se hacían una idea «en que fallamos».

—Oye Lisa, —decía la hermana mayor de la familia. — ¿No era tu función administrar las cuentas de la familia?

—Eso es correcto hermana, —respondió la pequeña genio de la familia. —Pero cada vez que les decía que los números llegaban a rojo ellos me decían que no había problema.

Todos se preguntaban cómo es que nuestro padres se quedaron sin dinero, mas aun cuando están a punto de empezar el nuevo año escolar, todos se miraban los unos a los otros se oían suspiros, se escuchaban susurros y otros que derramaban lagrimas de impotencia.

—No puede ser, tiene que a ver algo, —hablaba la pequeña gemela reina de belleza. —No perderé mis maquillajes solo por esto, no lo hare. — ¡Ya! Cállate —exclamo la comediante de la familia, en una faceta que casi la gran mayoría desconocía de ella.

—Tranquilízate, esto es más importante ahora, nuestra prioridad es salir de esta situación ahora y buscar una solución ante ello.

Y así se quedaron todos los hermanos pensando en silencio, se hacía de noche, se escuchaba a lo lejos el sonido del viento, el movimiento de arboles y se sentía del delicioso aroma de la cena, aun así los hermanos no se desconcentraron en su misión de cómo dar una solución a su terrible situación, cuando se oyó una palabras—vengan chicos es la hora de cenar, —llamaba la mamá con un grito enérgico desde el comedor.

Como si no supieran nada los chicos bajaron a cenar, era una cena distinta a las demás, como estaban acostumbrados a dialogar, en esta oportunidad no se dio a más no soportar, fue ahí cuando una de las hijas no lo soporto mas y con el dolor de su corazón se puso a hablar.

—Mamá, papá, no es necesario que lo sigan ocultando —al cual los padres ponen cara de asombro. —ya sabemos de la situación por el cual estamos pasando.

Asombrado los padres al saber el problema de tal magnitud, no tuvieron opción más que confesar.

—Así es, estamos en una difícil situación.

Y así le empezaron a decir los motivos por el cual están metidos por esta situación, el cual la mayoría se empezó a asombrar ya que el motivo no fue hace mucho. La idea era absurda pero con tenia sentido.

—Claro, aquel día por saber quién era el mejor vendedor, sin pensarlo vendimos todas las cosas sin pensar en las consecuencias —respondió Lynn con de manera rápida. —Lo sentimos tanto, pero pensaremos en algo en que podríamos ayudar.

Todo estaba en completo silencio, cada hermano se preguntaba a sí mismo, « ¿en qué podemos ayudar?», había varias opciones como, Lori siendo la mayor y trabaja en una cadena de restaurantes de comida rápida, pero ella necesita el dinero para comprarse sus cosas ya que como la mayor de los hermanos, ella ya no pide dinero a sus padres, Leni ayudaría confeccionando ropa, pero cuando lo vende se le olvida cobrar, sería perjudicial o quizás Luna con su pasión por la música podría ayudar dando clases privadas de música, sería perfecto si tan solo no se llevara tanto por la música hasta tal punto de no hacer caso del lugar el que lo rodea, que tal Luan con su trabajo de «Negocios Graciosos» el cual su hermano Lincoln lo ayuda, sería perfecto si no fuera por esa nueva empresa de animación el cual se hace llamar «Divertilandia» el cual por menos dinero hacen todo tipo de eventos, lo cual hace que los dos hermanos no tengan ya muchos clientes de manera seguida, podría ser Lynn y su talento en los deportes ella podría enseñar a los demás niños, eso sería fantástico solo si ella no fuera muy competitiva con los demás.

El tiempo transcurría de manera rápida, se sentía que iba a 10 minutos por segundo, ya todos se quedaban sin opciones, cuando de manera sorpresiva.

—Oigan, yo aun no entiendo este juego, —decía Leni la más dulce e inocente de la familia y a veces algo lenta. —que tenemos que hacer quedarnos callado y mirarnos los unos y los otros.

—No es eso, —respondió Luna, la rockera de la familia —te lo voy a decir de manera directa, la familia se está quedando sin dinero y no se nos ocurre como generar ingresos, así que pensamos en como generar ganancias.

—Pero si dinero es lo que quieren, porque no alquilan la habitación de Linc.

Todos se quedaron callados, el silencio duro poco porque en el ambiente se oía una estruendosa carcajada, era tanta que hizo que se les olvidara aunque sea por un instante el problema que les aquejaba.

—Si claro —dijo la hermana mayor en tono sarcástico —donde crees que duerma en el techo, hay hermanita porque tú literalmente tenías que ser la más lenta.

Con un brillo en los ojos y un coraje incalculable, Leni se puso a explicar cómo es que podrían hacer una cama extra en la habitación de Lincoln. Mientras explicaba sus hermanos se mostraban sorprendidos del ingenio que tenía el cual dejo a todos aturdidos y entre si decían «como no se me ocurrió a mi».

—Es fantástico cariño —dijo el señor Lynn con mucha alegría —solo necesitamos armar un camarote y arreglar el cuarto de Lincoln.

—Así es papá, como está a punto de iniciar el año escolar, vendrán muchos chicos que son estudiantes de intercambio y lo que haremos es alquilar el cuarto de Lincoln y eso es todo.

Con tanta facilidad de hablar aun los hermanos no se lo podrían creer, como esta chica inocente y sincera sea capaz de tener esta gran idea.

—Está decidido, —dijo el papá —si es que Lincoln acepta esta idea.

Con un coraje admirable e inflando el pecho dijo —Acepto esto si es por el bien de esta maravillosa familia.

En un acto conmovedor todos se abrazaron y acariciaron, donde unas lagrimas no faltaban salir.

Así empezó la remodelación de la habitación de Lincoln en donde todos pusieron de su parte, el objetivo era terminarlo rápido pues se acercaba el inicio del año escolar.

Tras un día duro de trabajo al fin estuvo terminado.

—Vaya hasta que terminamos —dijo Lincoln poniendo una cara de satisfacción —ahora Leni quiero que pongas el letrero para que todos los que vengan a esta ciudad miren que se alquila una habitación en nuestra casa.

Con una sonrisa en su cara se dispuso a poner el letrero afuera de su casa y sus hermanos repartieron y pegaron afiches en donde se leía «Se acepta un estudiante de intercambio preguntar por la Familia Loud». De inmediato los estudiantes empezaron a llegar, pero no fue para nada de su agrado, veían que la habitación era compartida además de que la casa era un rotundo caos, unos no soportaron el tamaña de la habitación, otros no aceptaban el ruido incesante de la casa y algunos aceptaban pero se iban por la cantidad de personas que vivían en casa.

El tiempo se acababa pues el inicio del año escolar acechaba y ya no sabían qué hacer, la suerte estaba echada, aun así no perdían las esperanzas todo parecía acabar, faltando una semana apareció un joven en la ciudad que acaparaba miradas por el simple hecho de preguntar en donde vive la Familia Loud, las personas lo miraban de una manera extraña y decían «eres un pariente de ellos» o «no me menciones esa casa ruidosa», muchos se sentían incómodos, hasta que alguien le dijo —Oye chico si quieres saber donde están pregunta por Franklin Avenue 1216, ahí los encontraras —Gracias —le respondió con un gesto de agradecimiento.

Paso caminando varias cuadras y estaba cansado, pero al fin había llegado —oye chico —le pregunto un señor calvo de bigote blanco, era el señor Quejón, el hombre más amargado de la avenida — ¿se te perdió algo por aquí?

—Hola, me podrías decir por donde viven la Familia Loud —el señor lo miro con ojos de asombro, el cual respondió — tú no eres de por aquí no es así y buscas a los Loud, la familia más escandalosa de todo el vecindario, esos terribles niños que no dejan de hacer travesuras y un montón de ruido.

—Ah sí como sea —lo dijo susurrando —los estoy buscando porque publicaron que tenían una habitación en su casa y se me es de gran utilidad alquilar uno, me dijeron que viven por Franklin Avenue 1216.

—Bueno si es que quieres acabar en un manicomio, viven al frente.

—Gracias —le dijo mientras se dirigía a su nuevo hogar.

Muchas preguntas se abren como ¿quién puede ser este joven y porque está interesado alquilar una habitación en la casa de los Loud? si nunca antes se le había visto por Royal Woods.

Al llegar a la casa siente el aire cálido que rodea la casa, toca el timbre y todos adentro escuchan el reconfortante sonido que estaban esperando por mucho tiempo, el cual va a atender la adorable Leni, al abrir se da con la sorprendente sorpresa.

— ¿Abuelo? — Exclama ella de manera sorprendida — ¿qué haces aquí?

Al escuchar esto todos en la familia pierden las esperanzas, al oír a Leni decir que era su abuelo quien los visitaba, sin embargo….

CONTINUARA