Disclaimer: Los personajes no son míos, sino de Hiro Mashima. La historia es completa y absolutamente mía (¿?


Miró a su mejor amigo, cerró los ojos y dio media vuelta corriendo en dirección a su "verdadero hogar". El peli naranja vio cómo su amiga le sonreía a ese pelirrosa. Sonrió. Quizás seguirla y ver con sus propios ojos aquel mundo que la rubia siempre hablaba sería… épico.

.

A veces el mundo real para algunas personas no es más que lo cotidiano, lo aburrido. Piensan que no encajan ahí y no hacen más que perderse en su imaginación y fantasía; Un mundo dónde lo irreal es real. Un mundo sin preocupaciones ni dolor, un mundo fuera de lo común, sin aburrirse un solo día, con la sangre aventurera a flor de piel. Un mundo..., no perdón, sus mundos… perfectos.

.

– ¿Está claro, Lucía?

La voz gruesa de mi "padre" resonó por toda la habitación haciendo temblar mi cuerpo, pareciendo que tenía "miedo" hacia él, pero mi cara de indiferencia demostraba lo contrario.

– Sí. Todo está perfectamente claro.

Dije con voz neutra. Parecía un robot sin sentimientos. No podía entender cómo seguía en esa casa, si no fuera por mi madre y mi hermana menor me hubiese ido hace tiempo. Me catalogaba a mí misma como la marioneta que esperaba a que su "padre" le diga qué hacer y qué no hacer (Los demás también me catalogaban así…)

Se levantó del sillón y me miró con si fuera un ser sumamente inferior a él. Me mordí la lengua antes de decir algo estúpido.

– Mejor. Así está perfecto, para que sepas quién está al mando en esta familia.

–Ya lo sé, padre- aclaré-. Y si me lo permite, me retiro por ahora.

No hice una reverencia. Tampoco estábamos en el siglo de las doncellas, los caballeros, los reyes y las reinas. No, no. Caminé en dirección a la puerta, a sabiendas de que él miraba cada paso que daba.

– ¿Una aclaración más, padre?- pregunté sin darme la vuelta.

– Ninguna en este momento, Lucía.

– Pues bien, porque yo sí tengo una aclaración para usted- informé-. No es Lucía, sino Lucy. Heartfilia Lucy.

Cerré la puerta detrás de mí, escuchando su risa irónica y arrogante.

– Lucía, Lucy. Es todo lo mismo. Un nombre sin chiste, además acompañado de un horrible apellido- criticó.

Seguramente para ti es insignificante, pero ese nombre y apellido tienen muchos secretos antes de que naciera y me bautizaran así. Pensé.

Caminé por los pasillos, tranquila. Fui a la sala dónde encontré a mi hermana, Michelle. Ella… lloraba. Aunque no la veía oía sus sollozos. Me agaché hasta llegar a su altura y le acaricié la cabeza.

–Mich…-comencé.

– Imitatia. Me llamo Imitatia- interrumpió sin dejar de sollozar. Suspiré.

– Imitatia. ¿Pasa algo? Puedes contarme, Imi-chan.

– Nee-chan…- habló-. ¿Nee-chan es infeliz aquí? ¿Nee-chan no es feliz conmigo, mamá y papá?

Tragué saliva. A pesar de que Michelle tenía apenas 13 años era muy inteligente, más que los adultos mismos. No le podía mentir, era mi hermanita. Tenía razón, no era completamente feliz pero tampoco era infeliz. Con él viviendo en esta casa era todo una tortura, el infierno mismo. Pero no le podía decir todo aquello a una chica de trece, ella tenía que preocuparse por la escuela, sus amigos y todo lo relacionado a lo que le tocaba a su edad, no tenía que preocuparla con temas de "mayores".

– Michelle- llamé y ella se tensó. Nunca decía su nombre a menos que estaba enojada o le hablara de algo serio-. No te voy a mentir. No soy feliz…

– ¡Lo sabía!- me interrumpió, llorando a mares-. ¡Lucy-nee chan es infeliz! ¡Nee-chan no me quiere!

– ¡Escúchame, Michelle!- grité. Llamando de nuevo su atención-. Como decía, no soy completamente feliz pero tampoco soy infeliz. Tú y mamá son todo para mí.

– ¿Y papá…?- preguntó. Cerré los ojos y solté un largo suspiro. Ella me entendió y no dijo palabra alguna. Aunque no le contesté, ella sabía la respuesta.

Me levanté. Michelle me miraba desde el suelo, la ayudé a levantarse y fui a la puerta principal.

– ¿A dónde irás, Nee-chan?- preguntó luego del silencio que se había formado.

– No sé. Algún lugar para poder tranquilizarme. Mamá está en la cocina, avísale que saldré y volveré por la tarde. Tranquila, Mich…-callé antes de que Michelle se escandalice otra vez y diga que se llama "Imitatia"- Perdón. Digo,… Tranquila, Imitatia- el rostro de Michelle se iluminó-. Estaré bien. Estaremos bien, te lo prometo.

Asintió sonriente. Las lágrimas secas que quedaron en sus mejillas la hacían ver adorable. Sonreí. Abrí la puerta y ví que Michelle se acercaba a mi e hizo señas para que bajara y quedara a su altura.

– Que te vaya bien con Loke-kun- canturreó en mi oreja. Reí con fuerza y negué con la cabeza-. Hacen buena pareja, Nee-chan.

– Ja-ja-ja. ¿Desde cuándo te volviste comediante, Imi-chan? ¡No somos novios! Además estaba pensando en ir a "Sky Dark Online"- comenté y luego me tapé la boca.

– … ¿Otra vez, Nee-chan?-suspiró-. ¿Por qué vas a esos juegos? ¡Te destruyen la mente! O eso es lo que papá dijo.

– No es cierto, Michelle. Esos juegos son mi escape de la realidad. Ese "padre" del que hablas no es más que un impostor. Un idiota.

– ¡No hables así de papá! Él es el que nos salvó, Lucy-neechan. Sin él estaríamos en la calle o haciendo Dios sabe qué.

– Mira, Michelle- dije tratando de buscar las palabras correctas-. Olvida todo lo que dije. Yo no cambiaré mi forma de pensar hacia ése. Es más, quisiera que nunca nos hubiese encontrado. Preferiblemente morir a estar a cargo de él. Y ese juego tan "malvado y lava cerebros" que dice… No es más que puras mentiras. Estar en aquellos juegos es fantástico. Un mundo nuevo sin experimentar- dije con una voz soñadora, cuando hablaba de algo que me gustaba no paraba más.

Volví en sí y sin decir nada pasé por el umbral. Michelle me miraba triste dentro de la casa. Me entristecía también su estado de ánimo pero era cierto lo que decía y no diría lo contrario para que esté contenta y me diga "Te lo dije"

– Hoy papá te retó porque habías ido a casa de Loke-kun a escondidas. A papá no le gusta. Si se entera que te fuiste a esos juegos te retará otra vez- habló. Yo di media vuelta y la miré.

– ¿Y tú le dirías a ese hombre que yo voy a los juegos? Y me importa un rabanito si le gusta o no que esté con Loke. Es mi vida y hago lo que se me plazca- respondí enojada. Ella negó con la cabeza y suspiró.

– Te esperamos para la cena- dijo y se fue. Desapareciendo de mi vista.

Suspiré por undécima vez. Me encaminé al lugar de siempre. Cuando llegué el dueño me sonrió. Era un hombre de veintitrés años y lo veía a menudo con un libro llamado "Masacre nocturno". Amigable, y algo misterioso. Su nombre era Cobra.

– Dígame, señorita Lucy-san- habló con una voz "seductora" mientras pasaba una mano por mi cuello-. ¿Qué probabilidades de que tú y yo tengamos una cita?

– Ninguna, Cobra-canturreé-. Sobre mi cadáver.

Cobra hizo una mueca de estar llorando y rió sonoramente. Luego de unos segundos cambió su semblante a serio y volvió a reírse de nuevo.

– Ya basta, Cobra. Pareces un demente.

– Como si tú no fueras una. ¿Qué juego virtual se le ofrece jugar hoy, Lucy-san?

– No sé. Quizás "Sky Dark Online"- comenté. Cobra puso una cara de desaprobación. Me encogí de hombros.

– ¿Ese de ángeles oscuros y elfos-zombies?- quiso saber él. Asentí y otra vez puso una cara asqueada-. No diré que es un mal juego porque es mentira. Pero…

Ya sé. "Pero… ya está pasado de moda"- terminé la oración mientras Coibra asentía-. Sí, eso puede ser verdad. Pero entonces, ¿qué me recomendarías jugar? Ya jugué a todos los juegos virtuales habidos y por haber- comenté con sumo orgullo. Era una diosa en los juegos virtuales, o eso me habían dicho. "Una gamer de nacimiento"

Pensé que dejaría a Cobra sin decir nada y dejándome jugar a lo que yo quisiera pero en un parpadeo me ví enfrente al mostrador y arriba estaba el lunático dueño restregándome en la cara una, aparentemente, caja del juego nuevo. Agarré la caja y miré cuidadosamente la portada; dos chicos, uno pelinegro y el otro pelirrosa, dos chicas, pelirroja y peliazul, y por último, una gata blanca y un gato celeste, los dos con alas. Según por las alturas, los chicos y la chica pelirroja tendrían la misma edad menos la peliazul que sería la menor. Todos, incluidos los gatos, tenían una insignia en diferentes partes de su cuerpo. Atrás de ellos había un edificio viejo dónde una resplandecía aquella insignia en lo alto. Parecía un cuento de hadas, y eso era; un juego de HADAS. Según el título.

– Fairy Tail, la traducción sería: Cola de hadas. No me preguntes por qué le dieron ése nombre- comenzó explicando Cobra-. Recién lanzado. Todo relacionado a la fantasía de cualquier niño; Magia, exceed, gremios, dragones...

– ¿Princesas atrapadas en una torre?- interrumpí con ironía.

– Menos princesas atrapadas en una torre-me respondió sonriendo-. Como decía; un mundo dónde la magia es la principal. No lo jugué todavía, en realidad, nadie lo jugó.

– ¿C-Cómo?- pregunté extrañada.

– Mira; este juego fue recién lanzado pero por unos fallos nadie lo pudo jugar, ni siquiera estaba el disco. Así que la compañía lo descartó. Shima, el creador y además un buen amigo mío, me dejó este- dijo señalando la caja del juego-. Quiero dárselo a algún gamer que sea de mi confianza.

– ¿Y ese o esa es…?

– Tú.

Mi cara era de película. No sabía qué carajos era ese tipo de juego. ¿Un juego que nadie lo jugó por fallos? ¿Qué no lo habían inspeccionado antes de ser lanzado? ¿Qué pasaba si yo me quedaba atrapada? El miedo era evidente. Y eso Cobra lo descubrió.

– No te pasará nada, Lucy-san.

– ¿Cómo estás tan seguro?- pregunté con voz temblorosa. Hace apenas dos minutos me creía genial y ahora parezco una criatura de cinco años asustada.

– Sólo lo sé. Shima no me daría este juego por nada. Además, me dijo que había arreglado todos los fallos. Le pregunté por qué me lo daba y vi su cara de culpabilidad. Desapareció en un instante. Cuando quise llamarlo hoy, me atendió la esposa llorando… Había muerto esta mañana-su voz parecía estarse apagando. Un sentimiento de dolor recorrió todo mi cuerpo.

– Listo. Ahora estaba en estado de pánico y shock a la vez. Tragué saliva. Cerré los ojos e inhalé profundamente y exhalé. Cobra me miraba extraño. Sonreí con una arrogancia fingida.

– ¿Pues qué esperas? ¡Dame ese juego de una vez, Cobra! Yo lo jugaré.

– ¿Segura que lo quieres jugar…? No me importa si no deseas…- lo interrumpí.

– ¡Tan segura estoy como que me llamo Lucy Heartfilia!- sonreí con descaro. Cobra se echó a reír.

– De acuerdo, señorita Lucy. Espérame hasta mañana que tengo que hacer unos papeles- lo miré extrañada y él señaló la caja-. Este maldito tiene un código. Shima no me dio la dio. Así que YO tengo que hacer todo el trabajo- suspiró con "cansancio" y el aura dramática no tardó en aparecer.

Asentí. Cobra desapareció, seguro que estaba detrás del mostrador. Los otros gamers que estaban allí me miraron y por un nanosegundo pensé que querrían abalanzarse a mí haciéndome preguntas o reírse de mi "mala" suerte. No pasó nada. Volvieron a lo suyo como si nada pasara. Suspiré aliviada.

Tengo el raro presentimiento que esto será interesante.

.

.

.


¡Buenos días, buenas tardes, buenas noches!

He estado "desaparecida" xDD –Mira hacia otro lado con un aura deprimente- ¡No había inspiración! :'C

Esta vez quise hacer un fic OwO Y trato de hacerlo con una buena trama :V Cosa que no sucederá, ya que cuando escribo me voy por las nubes xDDDDDD

Espero que les guste… No soy buena escribiendo fics, ¿no? Pero trataré de mejorar en torno a cada capítulo.

Este es el primer capítulo de: "The perfect world"

Pregunta, pregunta: ¿A quién les hace recordar Shima? C': (Waah, no quería que haya una muerte al principio del fic pero así es la vida) TT-TT

¡Los veo en la próxima, lectores! (¿? Angel Sophia desaparece. ¡Ciao!