Cambio de mundo
Capitulo 1: "Peligrosa"
Me encontraba sola en mi cuarto casi a oscuras, mi única fuete de luz eran los escasos rayos de luz de la luna que atravesaban las cortinas de mi habitación. Aún estando sentada en la cama, enciendo mi mp3 y me dispongo a escuchar las canciones que pasan, tratando de concentrarme en la letra de las canciones para despejar mi mente, o mejor dicho, tratando de no pensar. De no pensar en lo que estaba por pasar.
Para que comprendan por que me comporto así, es mejor que les cuente todo desde un principio. Supongo que me comprenderán, que comprenderán que lo que hago lo que hago porque de alguna forma puedo quitarle una carga de encima a Ichigo. Aunque sea, ya no tendría que cuidarme tanto como antes y todo sería mas seguro para ella.
Todo comenzó en mi cumpleaños número catorce, la alarma sonó como lo hacia desde hace un año, pues hace ya un tiempo que estaba estudiando en la secundaria. Corro al baño, me duchó a gran velocidad y me coloco el uniforme de la escuela. Después de que Ichigo se fuera a la sociedad de almas, cambiaron el uniforme escolar que ahora era una falda tableada color negra, una camisa blanca y el moño que hacia de corbata que era de el mismo color que la falda.
Peiné mi cabello negro que había dejado crecer hasta la mitad de mi espalda rozando mi cintura para luego ponerme los zapatos. Luego de haberme vestido, baje a desayunar como lo hacía cada mañana.
- ¡Buenos días!- dije yo bajando de las escaleras cuando me encontré con que mi casa estaba ¿sobre poblada?
-Hola Karin, ¿todo bien?- me pregunto una voluptuosa mujer de cabellos rubios.
-Supongo...-no lograba recordar los nombres de esas personas, en realidad, apenas los conocía de vista.
Observe la habitación, estaba un viejo de barba que me miraba de forma pervertida, también estaba una mujer de lentes reprendiendo al hombre anterior. Un muchacho de cabellos blancos suspiró cansado, y también estaba Rukia junto al idiota de pelo rojizo.
-¿Qué pasa aquí?- pregunte de forma sería.
-Bueno cariño, vinimos a visitarles- Me mintió la rubia.
- Ni que las vacas volaran, pregunto en serio, ¿o acaso crees que me tragare eso de que vinieron un montón de shinigamis "a visitarnos"?- respondí con tono mordaz
-Bien- dijo el chico peliblanco parándose, me parecía conocido, piensa muchachita, ¿de donde lo conoces? - ¿sabes donde esta Ichigo?- volvió a preguntar de forma arrogante.
-¡Capitán, no le hable así!- le reprendió la mujer de curvas demasiado pronunciadas.
-Ichigo esta dormido, si tanto necesitas hablar con el, despiértalo tu- dije yo molesta por su tonito de voz y fui a la cocina. Recordé que Yusu estaba de campamento, así que tome la comida preparada por mi padre y salí de nuevo al comedor.
-bye- dije yo tomando mi bolso y haciendo un gesto con la mano, abrí la puerta para salir pero la mujer de gafas me detuvo.
-Disculpa que no nos hayamos presentado mi nombre es Nanao. Él es mi capitán, ella es Matsumoto y él es su capitán. Esté es Renji y bueno, creo que conoces a Matsumoto- dijo ella.
-Si, ya que se quienes son, ¿puedo irme?, llegare tarde.- respondí yo sin dar importancia.
Cuando salí a la vereda sentí una presión espiritual increíble que de niña me hubiera hecho caer, pero ahora ya no, gracias a los entrenamientos, ya no me mareaba ante una presencia espiritual al menos que esta fuera la de un capitán o alguien así.
-¡Karin vuelve aquí!- me grito Ichigo que bajaba junto con Karin de las escaleras.
Acaté las ordenes de mi hermano y volví a entrar, el pareció sorprendido de que lo hiciera con tal naturalidad, todos los presentes quedaron boquiabiertos.
-¿Qué?- Pregunté ya cansada de las distracciones, si me ponían una tardanza, mataría a Ichigo.
-¿Por qué no te mareaste?- pregunto el algo incrédulo
-Porque, mi querido Ichigo, hace años que entreno, y hace años que no me tambaleo ante una presencia espiritual fuerte, ¿te olvidaste que vives conmigo?- le dije yo porque este idiota y a penas sabía controlar su propio poder.
-¿Estas diciendo que esta niña tiene suficiente poder para no marearse?, se suponía que no debía poder salir- dijo Matsumoto y luego se tapo la boca con amabas manos, había dicho algo que yo no debía saber.
-MATSUMOTO- bramo el muchacho de ojos verdes que aparentaba ser como un año mayor que yo.
-lo lamento capitán- dijo ella riendo nerviosamente.
-¿Qué esta pasando aquí?- pregunte yo aún enfadada.
-no es de tu incumbencia- hablo el chico de pelo blanco, cosa que me puso aun mas enfadada era que no se dignaba a mirarme.
-Toushiro, no te pongas así, la muchachita no tiene ninguna culpa, no te desquites con ella, además, de seguro se vería mas bonita sonriendo que con el ceño fruncido%85-dijo el mirándome de forma que su teniente le volvió a golpear.
-tiene 16 años, grandísimo pervertido, ¿ahora te metes con niñas?- le grito ella.
-eh, en realidad, no tengo 16- dije yo.
-¡vez Nanao, me has golpeado sin razones!- le contesto el capitán.
-Esto, tengo 14 años y me están arruinando el cumpleaños- dije yo algo indignada. -yo creo que mejor me voy- dije pero Ichigo me agarro de los hombros y me dejo bien plantada en una silla del comedor.
-Karin, nos vamos a la sociedad de almas.- me dijo mi hermanó sin asco.
-¡Ni de broma!- le grite yo parándome y tratando de volver a salir por la puerta pero el pelirrojo se metió en mi camino.
-Lo lamento, peor no vas a ningún lado-dijo el, pero yo no estaba de humor.
-Muévete- declare, pero el no me hizo caso.
Estaba enfurecida, levante mi presión espiritual hasta donde pude, y el abrió los ojos como si no se lo esperara.
-¡¿Hazte a un lado!- dije yo, pero el seguía allí, así que lo patee en la entrepierna y cayo retorciéndose de dolor al piso, yo pase por encima de el y salí de casa, una vez que atravesé el portal de energía, todo volvió a la normalidad o eso creía.
Ichigo volvió a agarrarme y me llevo de vuelta a la casa, pero esta vez me ato a la silla.
-¡explícame que demonios esta pasando aquí, ahora!- exigí a mi hermano.
-Bien, descubrimos que hay un gran incremento de huecos por una gran fuente de poder espiritual. Esa eres tu. Es peligroso el simple hecho de que estés aquí así que te vienes con nosotros y Yuzu a la sociedad de almas, tu ingresaras como shinigami si pasas los exámenes y Yuzu hará lo que ella desee.- dijo Ichigo.
-¿soy peligrosa?- dije incrédula.
-no, tan solo eres demasiado fuerte- dijo sarcásticamente y giro los ojos.
- pero Yuzu no, ella puede elegir, aunque papa no sepa cuidarla ella estará bien- dije yo tratando de sacar a mi hermana de esto.
-no, ya les cambiamos la memoria a todos para que crean que ustedes se fueron ayer de becadas a ., y la sociedad de almas esta de acuerdo con esto- me respondió el.
-¡pues yo no lo estoy!- dije forcejeando las cuerdas que me estaban cortando la circulación.
-¡Karin!- me grito el piensa en que cuando estas con ella, la expones, será mas seguro para ella, aunque en un principio no lo acepte, pero si tu la apoyas ella se adaptara, ¡piénsalo bien!- me volvió a decir.
La información entró por mi cabeza y la procese. Era cierto, era más seguro para Yusu que yo me convirtiera en shinigami y la protegiese, además allá no esta el peligro de los monstruos, era mucho más seguro para ella.
-Que ella decida- dije yo soltándome de las cuerdas y parándome cerca de las escaleras.-Supongo que ya les habéis borrado la memoria a todos por lo cual Yusu estará aquí hoy mismo y no podremos salir de casa, ¿me equivoco?- pregunte.
-Estas en lo cierto, nos vamos esta madrugada antes de que papá regrese, él cree que yo estoy con ustedes por lo cual no podemos estar cuando el regrese. Vuélvete a dormir yo me encargo de todo- esas fueron sus palabras, subí las escaleras y me adentre en mi cuarto, aún sigo aquí y las horas están contadas para irnos, pues Yuzu termino por aceptar, según ella "ser divertido ir a la era edo".
¿Qué puedo yo hacer si no más que tratar de protegerla? Ichigo no puede con todo aunque el no lo admita nunca, pero se que si el ha aceptado llevarnos a ese lugar es por algo, solo me pregunto, ¿Cómo será ese tal nuevo mundo?
Fin del capitulo.
gracias a Kirara11 por todo, y si encuentran algo mal me avisan por favor aquí
