CAPITULO UNO

El joven maestro agua.

Que extraño es este mundo. Justo cuando piensas que sabes todo, te das cuenta que falta mucho mas para ver. El destino puede ser muy gracioso, cierto? Puede ser inusual, diferente.

Durante siglos, las cuatro naciones, las tribus agua, el reino tierra, la nación del fuego y los nómadas del aire han convivido entre guerra y sangre. Crear nuestra historia ha requerido mas sacrificios de los que alguna v es nos imaginamos. Pero crear un nuevo futuro con nuestras propias manos nunca seria fácil, ya que fuimos nosotros mismos, los que nos condenamos ha vivir mas dolor de lo que debíamos cargara sobre nuestros cuerpos. Y nuestra carne tuvo que pagar un precio.

Las leyendas antiguas hablaban del antiguo balance que existía en nuestro mundo. De cómo los espiritus sostenían el equilibrio en el mundo, y no tan solo el nuestro, sino el espiritual. Hablan las odiseas pasadas, de aquellos valientes guerreros. Los maestros de la luna, los fuertes de la tierra, los guerreros del sol y los pacificadores del viento. Hombres y mujeres que luchaban por sus naciones, que protegían sus fronteras y que guardaban el honor como un tesoro. Y de los labios de las crónicas antiguas, se oyen las historias de aquellos valientes seres, de los Avatares, y de su lucha por mantener un balance en el mundo.

En aquellos días había sacrificio, había sangre y sudor. Y los corazones de muchos valientes mantenían su espiritualidad como la joya de sus corazones. Y las cosas como el amor, y la unidad, eran las metas que se buscaban lograr. Donde los maestros se esmeraban por sus artes de control, algo que ahora no existía. Ni siquiera creíamos mas en el control. Nuestra espiritualidad la desplazo la razón. Pero antes, antes era un mundo de esperanza, donde había un sol de oportunidad y una luna como guía en la oscuridad. Pero en mis días, esto solo era algo muy lejano, solo era una leyenda, de algo ya pasado.

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Yo creci en la Tribu Agua del norte. Uno de lus lugares mas remotos del planeta. Nuestra Tribu dejo de ser un iceberg en el océano. Ahora np era mas que escarcha sobres las piedras, derritiéndose bajo el sol. Sin registro de nuestra historia, con nuestra cultura deshaciéndose en medio del mar, sin nadie que la rescate, nos estábamos desvaneciendo en las sombras del olvido.

Mi nombre es Kinto. El ultimo joven de mi Tribu. Fui el ultimo en nacer por mas de 16 años. En mi aldea, todos sabían que yo no tenia futuro. Que me desvanecería junto con ellos. Asi que mi padre lucho en las minas del Reino Tierra. Era un trabajo duro, amargo y peligroso. Pero su sacrificio me abrió puertas en este mundo. Seis mese después de su partida deje mi aldea y me dirigi al la capital del Reino Tierra, la ciudad invencible, la ciudad de Yunzhe, la antes llamada Ba Sing Se.

Mi padre tenia un amigo de la infancia en la ciudad. Sin embargo el era del Reino Tierra, no de mi Tribu. Esto nunca fue problemas en su amistad. Eran como hermanos y por eso lo llamaba yo tio. El me recibió en su casa, en las partes bajas de la ciudad. Aunque era un barrio pobre, era hermoso, lleno de arboles y los vecinos eran entre si una comunidad.

Mi nuevo colegio era algo extraño para mi. Jamas se compararía con las enseñanzas que obtenía en el "igloo de la enseñanza" (que por cierto si era un igloo), donde los ancianos nos enseñaban matematicas, literatura, historia y todo lo necesario para ser alguien culto.

Me sentía raro en mi nuevo centro de enseñanza, pero pronto me hize amigo de una hermosa joven. Su nombre era Zula. Y me fascino desde el principio. Ella era de la nación del fuego.

Un mes después…

Mi aventura comenzaría a un mes de mi llegada. Bien me acuerdo del dia en que llegue a Yunzhe. La radio del taxista reportaba, "Dias de lluvia y muchas precipitaciones se darán a conocer en los próximos días, lleven sus abrigos y paraguas!" La luna llena iluminaba con su delicado brillo los muros antiguos de la ciudad. La ciudad fue amurallada hace mil años. Pero con los siglos sus muros desaparecieron, junto con su titulo de ciudad impenetrable. Aun asi los muros derribados creaban una vista esplendida.

Ahora treinta días después me estaba sofocando. Parece que las fuertes lluvian cesaban y el calor comenzaba a apoderarse de la ciudad. Tanto desorden climatico por causa de la industrialización. Extrañaba casa.

Estaba atardeciendo y decidi ir a dar una caminata a un parque cercano. Era un lugar solitario, muy hermoso. Me gustaba ir a meditar en aquel bellísimo lugar. Era como mi santuario de tranquilidad, donde mi alma y yo mismo podiamos convivir un tiempo juntos. Escondido por la frondosidad de algunos arboles, se encontraba una fuente de agua. Era redonda y algo pequeña. Era como un altar, donde vivian todo tipo de coloridos peces que hacían del agua un arco iris. Pero la gente ya no alimentaba a los peces y con el pasar de los días murieron. Eso le quito lo mistico a ese altar. Sin embargo todavía iba a aquel lugar para pensar. No recuerdo mucho, pero de lo que alcanzo a descifrar, se que me tumbe en el pasto y me quede mirando al cielo, perdiéndome como un niño en la mirada de las nubes. Al poco tiempo me quede dormido.

Kintokinto, he venido por tu cara

Tuve una pesadilla. Todo era negro y solo oia la misma frase y la tétrica voz. Desperte en un grito. Ya era de noche y la luz de la luna se reflejaba en el sudor de mi piel. Me levante y de pronto me di cuenta que algo andaba mal. El agua…. El agua de la fuente estaba congelada. Me asuste y Sali de ahí lo mas rápido que mis piernas pudieron arrastrarme.

Ya en casa me meti a mi cuarto. Me sente a la orilla de mi cama, estaba muy nervioso. Que había pasado en el parque? Como era posible que el agua se haya congelado? Estaban en medio de una onda de calor, no era científicamente posible. Pense en todas las posibilidades, pero ninguna de estas fue lógica. Y ese era mi problema, era demasiado lógico.

Sali de mi cuarto y me dirigi al baño. Me comenze a lavar la cara con agua. Me decía en mi mente que lo que había visto no era nada, que solo era una estúpida ilusión. Pero era inútil.

-Basta! – grite enojado, pero ni siquiera sabia contra quien podría estar enojado.

Cuando grite, agite mis manos y algo insolito paso. El agua que descendia hasta el lavamanos se congelo. Al mirar esto, en un ataque de pánico me estrelle de espaldas al la puerta. Tantee la manecilla, abri la puerta sin dejar de fijar mis ojos al hielo. Cuando hubo espacio suficiente para salir, deje la habitación y cerre de un portazo. Cuando me volvi a encerrar en mi cuarto, temblaba.

Paso una hora. No dejaba de caminar en círculos analizando la situación. Que rayos estaba pasando

De repente me acorde de haber oído algo en la clase de literatura. Algo sobre las leyendas de control. Me meti a la silla frente a mi computadora y busque en internet con la palabra clave: "avatar".

El resultado fue una gran cantidad de basuar de cómo poner avatares en foros o cosas parecidas. Busque y busque. Nada. Estaba frustrado. Luego se me ocurrió probar con algo distinto. Introduje la frase: "disciplinas de control."

Fueron pocos los resultados, pero entre en una pagina web, Un sitio ´que estaba a punto de cerrar por las pocas visitas que recibia. La pagina principal decía algo asi:

En los días pasados, existía u n solo poder dividió en cuatro sub-poderes: agua, tierra, fuego y aire control… blabla… considerada leyenda, en lo personal lo considero real…

En la barra lateral habían varios botones. El primero decía: "agua control". Di doble click, y en la nueva pagina apareció la imagen de un manuscrito con dibujos de un hombre manipulando el agua. El párrafo de abajo, que por cierto era muy corto, decía:

Agua control, habilidad de manipular el agua, de manera liquida, gaseosa y solida. Los maestros agua eran pacificos guerreros. Su fuente de poder era la luna.

Leia entre dientes, hasta que lei luna. El dia que llegue a la capital del reino, sentí algo raro. Como una fuerte y fría sensación, una energía recorriendo mi sangre. La misma que sentía ahora. Y el agua congelada, mas la luna, parecía demasidad coincidencia. Sin embargo abri mi mente. Lo que vi en el baño no era magia, había sido real y habia sido yo

Si esta pagina web decía la verdad, entonces yo era un maestro, un maestro agua. Me acerque a la ventana de la casa. Aun con el terrible calor, el rocio se deslizaba por el cristal. Mira arriba, la luna llena brillaba sobre mi cara. Sentía su fuerza, su energía. Luego mire al agua en mi ventana. Saque la mano y la coloque encima de las gotas, pero sin tocarlas. Me concentre lo mas que pude. Y como si tuviesen vida propia, las gotas se elevaron hasta llegar a mi mano. La me ti de nuevo. Con mi mano a centímetros de mi cara, el agua se movia entre mis dedos. Finalmente respire profundo, cerre los ojos y me imagine que el agua se tornaba hielo. El crujiente sonido fui mi señal y abri los parpados. Como si fueran una especie de guante, todos mis dedos estaban cubiertos por una fina capa hielo.

Sin dejar de mirar mi mano, como si pudiera haber aun mas sorpresas, me senté frente a mi PC. El pergamino tenia excelentes dibujos de un hombre manipulando el agua en forma de látigos que resultaban sumamente elegantes.

Luego mire mi mano. Aprete mis dedos contra mi pulgar varias veces. Al chocar hielo con hielo dejaba salir un suave chillido. Como si supiera que estuviera haciendo estire mi mano horizontalmente y con mucha fuerza. El hielo salió despedido y los cinco dardos de hielo se incrustaron en la puerta del cuarto.

Desde ese instante supe que mi vida no seria la misma. Que mi destino era otro del que yo imagine. En un mundo sin maestro, sin espiritualidad, sin control, yo fui bendecido con este don, y habia una razón. Nada seria igual, desde que supe que era un joven maestro agua.