Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer y su editorial. La historia es de mi autoría.
Hola, aquí les traigo mi nueva historia espero les guste, besos.
Capítulo Beteado por: Yanina Barboza (Betas FFAD)
www facebook com / groups / betasffaddiction /
Prólogo.
Desperté desorientada, todo era confuso; el brazo izquierdo aún me ardía y dolía por la bala, pero al parecer alguien ya lo había curado, estaba vendado. Inesperado… esa era la palabra que mejor describía mi vida, todo me pasaba demasiado rápido, sin necesidad de que yo lo pidiera.
La vida me trataba bastante mal… pero todo sacrificio, pedido o no, tiene su recompensa y yo esperaba con ansias la mía.
Estaba tirada en el suelo, abrí mis ojos lentamente, ya que me pesaban, estaba muy débil, pude notar que había mucho desorden, parecía una bodega abandonada, pero a pesar de eso había luz y pude ver una sombra parada a mi lado…
—Veo que despertaste. —Se acercó a mí y me tomó del brazo derecho para levantarme y acomodarme en una cama vieja—. No te puse aquí antes porque te resistías y en cuanto te dormiste no te quise despertar. —Su voz… esa voz me hizo caer a la realidad, él me había disparado… me había hecho daño y no le importó nada. Qué estúpida al pensar que había algo, que siquiera iba a sentir lástima por mí o a mucho pedir un poco de cariño, pero no… me había disparado como si fuera una piedra, importándole nada mi dolor.
Me acosté y a mí vinieron todas las escenas que había vivido: gritos, balas, golpes… juegos de poder, a eso se reducía todo… juegos de poder y yo era el premio. Siempre me vio así, como un premio, nunca como una persona. Y sin más comencé a llorar.
— ¿Te duele algo, pequeña? —Me acarició lentamente la mejilla y me habló tan dulce, con devoción, era un hipócrita… ¡cabrón! —. No llores pequeña, no me gusta verte llorar. —Me abrazó, soportaba todo de él, menos que me lastimara de esa forma, fingiendo un sentimiento que no era verdadero, ni su preocupación le creía.
— ¡Deja de fingir Edward! —Me paré de la cama, no me importó el dolor del brazo, y lo empujé más duro para que me soltara—. Por qué me haces daño, ya te di lo que querías, ella regresó a ti y yo salgo sobrando Edward, déjame ser feliz… Por favor, no me hagas sufrir más, no te das cuenta que yo… que yo te amo. —Y rompí en llanto cayendo al piso.
Lo había dicho… eso que me estorbaba en el pecho… Yo le amaba, con toda mi alma y mi corazón, el órgano más vivo de mi cuerpo ya no me pertenecía, ahora era de él… pero él no me amaba a mí. Si algo, aunque sea odio sentía por mí, me dejaría ir. Mi historia no tenía que ser así, mi cuento era de hadas; tenía un castillo y un príncipe azul que me haría feliz y me entregaría su corazón, como yo el mío… Pero no fue así, no había ni castillo, ni príncipe azul, nada existió, una bruja cruel me robó su corazón y nada podía hacer para que fuera mío… nada.
Con esas manos tan grandes, me levantó del piso y me tomó en sus fuertes brazos, me acercó más a su cuerpo, estaba en sus brazos como si fuera un bebé y comenzó a acariciar mi cabello.
—Shh, todo va a estar bien, ya pasará. —Mis sollozos fueron apagándose, al igual que mis ojos se fueron cerrando, ya no soportaba más dolor, esto tenía que acabar de alguna forma u otra—. Te di señales, pequeña, pero no me entendías. Isabella… eres tan difícil. —No sabía si estaba ya soñando o esas palabras las estaba escuchando de verdad—. Eres mía… lo fuiste desde esa noche en que pensé que eras… Anabella y después de todo lo que he pasado contigo yo ya no tengo corazón, porque ahora te pertenece a ti… llegaste inesperadamente a mi vida, eres la mejor confusión que he tenido y no me arrepiento, ¿lo oyes? —Asentí con los ojos cerrados, no los abrí, porque si era un sueño no quería regresar a la realidad—. Eres lo mejor que me ha pasado en esta vida de mierda… eres mía… eres…. mi inesperada confusión. —Besó mis labios.
Cuando abrí mis ojos y me encontré con esos profundos ojos verdes… supe que no era un sueño, era mi realidad, no era mi príncipe, era mi jefe… mi dueño… mi hombre y lucharía por él, sin importar en que me involucrara, ni contra quien fuera. Nada me quitaría mi felicidad, porque eso era él… mi felicidad.
Espero su apoyo y su review...es mi segunda historia me gustaría oír sus comentarios.
Gracias a mi Beta Yani y a Konny por apoyarme tanto en esta nueva historia.
besos lizz!
