Despues de mucho pensarlo decidi publicar una nueva historia, junte varias ideas en una sola y esto fue lo que me quedo.

De mi otro fic "nuestra familia del futuro" creo que me faltan como dos capitulos asi que no lo voy a abandonar ahora que me falta muy poco.

Como todos ya saben los personajes son de la Sra. JKR.

Aqui les dejo el comienzo de la historia.


Definitivamente este no era su día, después de que fue duramente criticado por el hecho de que se tardo de mas en atrapar la bendita snitch, como si fuera su culpa que estuviera lloviendo a mares, ahora tendría que ir a una cena con los dueños del equipo, soportar a esos viejos gordos millonarios que solo les interesa el dinero y fumar los puros mas caros del mundo, pero era su obligación como le dijo el entrenador por ser el jugador mas valioso de los Chudley Cannons, porque eso era el: Harry Potter el mejor jugador de Quidditch.

- ¿Nos vamos juntos? – le preguntaba Cormac McLaggen su compañero de equipo y de habitación del hotel.

- No yo me voy aparte no tengo ganas de hablar con nadie.

- Pero ¿Cómo te vas a ir?

- Voy a rentar un carro en el lobby me lo dan.

- Pero ni siquiera sabes donde va a hacer la cena, además el reporte del clima dice que va a seguir lloviendo mucho.

- Tengo la dirección y puedo comprar un mapa, no será tan difícil.

- Harry no lo tomes así el entrenador estaba muy nervioso, este juego era importante, ya sabes que de pronto grita por nada, al final ganamos gracias a ti.

- Si claro – lo dijo sarcásticamente saliendo de la habitación.

Ginny Weasley era una chica de 22 años que vivía en las afueras de la ciudad, había estudiado para educadora de niños de kinder y a su corta edad había cumplido su sueño de tener su propio kinder, es por eso que ya no vivía con sus padres, se independizo a pesar de las quejas de su madre y de sus 6 hermanos que no podían concebir que la niña de la casa se fuera a vivir sola, pero con la ayuda de su padre logro lo que tanto anhelaba.

Ya habían salido todos los niños de la escuela, muchas mamas no podían recoger a sus hijos a la hora de la salida así que Ginny, como directora del kinder, daba el servicio de guardería para aquellas madres que trabajaban, para esa hora solo se encontraba una maestra y ella terminando los últimos detalles del día.

Harry manejaba su auto rentado con un mapa del cual no entendía nada, estaba lloviendo mucho y su visibilidad cada vez era peor, tomo una salida equivocada de la autopista y maldiciendo mil veces su suerte cayó en un pozo que hizo que tronara la llanta, no lo podía creer simplemente esto era mucho, trato de comunicarse por su celular pero a causa de la lluvia estaban sin servicio, volteo a su alrededor y solamente había casas, ni una gasolinera o un autoservicio, no había mas que casas, no tendría mas opción mas que tocar en la puerta de alguna de ellas y esperar si le abrieran o le echaran el perro encima, necesitaba un teléfono para que alguien fuera por el, fue entonces que entre esas casas había una que estaba acondicionada como una escuela infantil decidió que tal vez ahí le podrían prestar el teléfono y así regresar a su fastidiosa vida y soportar a esos viejos millonarios, se coloco su chamarra para no mojarse tanto y llamo a la puerta de la escuela.

Ginny recogía su escritorio asegurándose de no dejar nada pendiente cuando escucho el timbre de la entrada, se le hizo lo mas raro ya que sabia que únicamente estaba Cindy, su maestra de tercer año, pero fue a abrir pensando que tal vez venían a recogerla a ella. Cuando abrió la puerta lo reconoció de inmediato, sabia que el era Harry Potter el jugador estrella del equipo favorito de su hermano Ron, pero al verlo todo mojado supuso que estaba en problemas.

- Hola disculpe la molestia lo que pasa es que se me poncho una llanta de mi coche y mi celular no funciona ¿me podría prestar un teléfono?

- Si claro pasa – le dijo Ginny indicándole la puerta de su oficina.

- Gracias.

- Ginny ya termine ¿se te ofrece algo? – le preguntaba Cindy – oh Dios mío pero eres Harry Potter.

- Cindy el joven necesita hacer una llamada – pero en eso sonó el teléfono y Ginny contesto – Hola Bill.

- Me podrías dar tu autógrafo es para mi novio, es admirador tuyo ¿se lo puedes dedicar a el? – le decía la maestra dándole un papel y una pluma.

- Si claro ¿Cómo se llama?

- Alan – Harry le firmo el papel y se lo entrego – gracias no sabes lo feliz que se va a poner, bueno me voy porque con esta lluvia es peligroso andar en la calle, adiós.

- Si Bill ya me voy a mi casa – decía Ginny rodando los ojos – ya se que esta lloviendo, no te escucho bien se esta perdiendo la comunicación, si no te preocupes, adiós – colgó el teléfono – perdón.

- No te preocupes me imagino que tu novio ha de estar preocupado.

- No era mi hermano pero toma has la llamada porque esta empezando a fallar – le decía mientras le pasaba el teléfono.

- Gracias – Harry marco pero nadie le contestaba, lo intento un par de veces y nada – no me contestan hay mucha interferencia, los celulares simplemente no funcionan.

- Si me dijo mi hermano que también trataba de hablarme a mi celular y tampoco pudo lograrlo.

- Siento ser un grosero ni siquiera me he presentado mi nombre es Harry Potter – le decía dándole la mano.

- Si lo se mi hermano es fanático de los Chudley Cannons y tiene varios pósters en su cuarto del equipo y ahí estas tu, yo soy Ginevra Weasley pero todos me llaman Ginny.

- Mucho gusto Ginny ¿así que Bill es fanático de los Cannons?

- No ese es Ron mi otro hermano.

- ¿Pues cuantos tienes?

- Seis.

-¿Seis? – le dijo sorprendido.

- Si y todos hombres y para colmo yo soy la mas chica.

- Ahora entiendo porque te llamo preocupado.

- Si y tu ¿Cuántos hermanos tienes?

- Ninguno.

- Bueno pero tienes primos o…

- Si tengo uno pero es un papanatas de primera, tengo años de no verlo, desde que empecé a jugar me salí de casa de mis tíos y no regrese jamás.

- ¿Por qué de casa de tus tíos? perdón es algo personal no debí preguntar.

- No te preocupes esto lo saben casi todas las revistas y los diarios, mis padres murieron cuando yo era un niño y desde entonces viví con mis tíos pero eran muggles así que yo les parecía un anormal.

- No lo sabía.

A Harry se le hizo de lo mas extraño la actitud de Ginny, estaba acostumbrado a que las mujeres actuaran como la tal Cindy, querían un autógrafo o una foto con el, y de ahí pasaba a que le coquetearan descaradamente y el como todo hombre tomaba lo que le ofrecían así de sencillo, pero ella ni siquiera sabia algo de su vida y lo conocía únicamente porque su hermano era fanático del equipo donde jugaba y tenia un póster en su cuarto, estaba seguro que si su hermano no tendría dicho póster ella ni por enterada de quien era el.

- Dios mío se esta cayendo el cielo – dijo Ginny que se asomaba por la ventana.

- Voy a intentar hablar de nuevo – dijo Harry tomando el teléfono pero ni siquiera daba línea ahora – esta muerto.

- Esta lloviendo más fuerte.

- Me imagino que ya te tienes que ir a tu casa, será mejor que me regrese a mi carro y ahí esperare a que mi celular funcione.

- Pero no sabes cuando pasara eso.

- No tengo otra opción.

- Pues… yo vivo a dos casas de aquí si quieres puedes esperar a que ya no llueva tanto y seguir intentando hablar por mi teléfono.

- Pero ¿no será mucha molestia?

- No claro que no – dijo Ginny tomando un paraguas y dirigiéndose a la puerta – vamos antes de que llueva aun mas, tengo que cerrar la escuela.

Caminaron los dos muy pegaditos para tratar de no mojarse ya que solamente contaban con un paraguas, llegaron a la casa y Ginny abrió la puerta, entraron y con un movimiento de varita cada quien se seco sus respectivas prendas que se había alcanzado a mojar.

- Pasa, toma asiento si gustas, mira ahí esta mi teléfono revisa si funciona – le decía Ginny mientras iba a su habitación a cambiarse.

Harry observo la casa, era de un solo piso, muy pequeña a lo que estaba acostumbrado a ver pero muy acogedora, cada rincón de la casa tenia algo sumamente cómodo y adornado con un toque muy especial y femenino, arriba de la televisión había portarretratos, no pudo resistir la tentación y vio las fotos que estaban ahí, muchos pelirrojos sonriendo a la cámara con Ginny en medio, hasta el mismo sonrío porque esas sonrisas sin duda eran contagiosas, había otra en donde solamente estaban un pelirrojo con una muchacha de cabello castaño, supuso que era el hermano de Ginny y su novia porque el la abrazaba y le daba un beso en la mejilla, había otra donde venia una mujer pelirroja regordeta y un señor también pelirrojo, bueno aunque ya un poco calvo.

- ¿Si funciona?- pregunto Ginny quien ya se había cambiado y se había puesto un pants un poco grande al parecer de Harry, ahora si que estaba muy confundido, Ginny definitivamente era muy diferente a otras mujeres porque de haber estado otra en su lugar saldría con ropa muy sexy para coquetearle o provocarlo - ¿Harry?

- Si perdón es que me quede viendo las fotos ¿ellos son tus hermanos?

- Si fue en la inauguración del kinder yo no quería hacer gran cosa ya que estaba muy gastada pero ellos organizaron una fiesta.

- ¿Es tuyo el kinder?

- Si, trabaje desde que empecé la carrera de educadora y ahorre hasta que por fin pude abrirlo, me gusto mucho este lugar porque todos aquí son magos así que también me vine a vivir aquí, aunque me costo mucho convencer a mi mamá.

- Que bien ¿ellos son tus padres? – Ginny asintió – y ¿Quién esta con tu hermano?

- Es Hermione su novia y mi mejor amiga, el es Ron tu fiel admirador – le dijo sonriendo – se van a casar en octubre, mi mamá les organizo una comida de compromiso el domingo, que en realidad no va a ser nada del otro mundo ya que siempre, todos los domingos nos reunimos para comer.

- ¿Comen todos juntos? Ya me imagino como son esas comidas.

- Si somos como un equipo de Quidditch así que tú ya has de estar acostumbrado.

- No en realidad yo siempre como solo en la habitación del hotel, es muy raro que nos juntemos a comer todos.

- ¿Por qué? – le dijo Ginny frunciendo el ceño.

- Bueno somos un equipo pero solo cuando se trata de jugar, cuando salimos de la cancha somos como completos extraños, aunque no lo creas hay rivalidad entre nosotros por ser los mejores, todos queremos estar en la selección de Inglaterra así que es una guerra a muerte.

- Nunca me lo hubiera imaginado, cuando los he visto jugar parecer estar tan coordinados como si se leyeran la mente.

- ¿Tu me has visto jugar?

- Si muchísimas veces, como a Hermione no le gusta el Quidditch pues yo acompaño a Ron a ver los partidos.

- ¿Te gusta el Quidditch?

- Si me encanta – le dijo dirigiéndose a la cocina y el la siguió – de hecho a todos en mi casa les gusta, hasta el raro de mi hermano Percy aunque el no juega pero si le gusta.

- ¿Todos juegan?

- Si hacemos equipos y jugamos afuera de mi casa – le contaba mientras empezaba a hacer de cenar – yo juego de cazadora, es lo que mas me gusta, aunque a veces me ponen de buscadora pero siento que no me divierto igual me gusta estar volando todo el tiempo y empujando a mi hermanos – le decía sonriendo – por cierto ¿funciono el teléfono?

- No cheque – se levanto y tomo el teléfono pero sin ni siquiera ponerle atención, observaba a Ginny como sacaba del refrigerador cosas desconocidas para el y cortaba y utilizaba sartenes y la estufa, ¿Cómo era posible que actuara así con el si sabia perfectamente quien era? Lo había visto jugar, le gustaba el Quidditch, sabia como jugarlo, con todas las mujeres con las que había estado el tenia que explicarles que era una snitch y porque el tenia que atraparla, vio como se recogía el cabello haciéndose un chongo un poco chueco pero aun así se veía bonita, desde que le abrió la puerta de la escuela se pudo dar cuenta de eso, era una chica muy hermosa y esas pequitas que tenia en la nariz la hacia aun mas bella, sus ojos chocolate tenían un brillo especial y ese cabello rojo brillaba como el sol, aun teniéndolo recogido con ese chongo feo se veía bonita.

- ¿Qué paso?

- No también esta muerto – le dijo poniéndose el teléfono rápidamente en el oído.

- Era de suponerse, espero que no se vaya también la luz tengo que revisar unos exámenes que me traje desde ayer y no tuve tiempo de hacerlo.

- ¿Vives sola o con alguno de tus hermanos? O… ¿Tu novio? – le pregunto con curiosidad muy bien disimulada.

- Vivo sola, aunque mis hermanos vienen seguido y según ellos no tienen ganas de regresar y se quedan a dormir aquí, como si no supiera que lo hacen para no dejarme sola, nunca estuvieron de acuerdo en eso.

- Bueno tal vez no quieren que venga tu novio y se quede contigo – volvió a indagar ese tema tenia que saber si tenia o no novio.

- No tengo novio pero si alguno de mis hermanos se mete en mi vida lo saco con un fuerte puñetazo aprehendí a defenderme de ellos desde muy niña – Harry sonrío, no sabia si por el comentario o porque ella no tenia novio – ven siéntate en el comedor hice algo rápido de cenar.

Harry volteo a ver donde estaba el comedor pero lo único que vio fue una mesa con cuatro sillas así que supuso que ese era el dichoso comedor que mencionaba Ginny, se sentó y ella le sirvió de cenar, la verdad tenia mucha hambre desde que termino el partido no había probado nada de comer por el disgusto que había tenido con el entrenador, no sabia que era lo que le había servido de comer pero olía delicioso por eso ni pregunto nada y se dispuso a comer.

- Mmm... Esta riquísimo Ginny – le decía casi con la boca llena.

- Que bueno que te gusto no he tenido tiempo de ir a comprar la despensa y pues ni como salir para comprar algo, esto es lo único que se me ocurrió hacer – Ginny lo veía extrañada porque el estaba comiendo peor que Ron y eso era mucho decir.

- Nunca había probado algo así ¿Qué es?

- Huevo revuelto a la mexicana y esos son frijoles – le decía como si fuera lo mas normal.

- Esta delicioso y estas tortillas ¿Dónde las compraste?

- Yo las hice.

- ¿De veras?- le dijo sorprendido pero sin dejar de comer - ¿y donde tienes la maquina de hacer tortillas?

- ¿Cuál maquina? Las hago yo con mis manos y las extiendo con una aplanadora de tortillas y las pongo a cocer en un comal.

- Nunca me lo hubiera imaginado, esta riquísimo ¿no has pensado en ser chef? Yo te contrataría para el equipo.

- No – le dijo sonriendo – me gusta cocinar, desde niña le ayudaba a mi mamá en la cocina pues imagínate tantos en la casa y todos son unos comelones de primera.

Harry ya había terminado su comida y limpiaba el plato con un pedazo de tortilla para que no quedara ni una sola miga, ella lo veía extrañada parecía que no había comido en días, el volteo a verla y después su mirada se dirigió al plato de ella que apenas llevaba unos cuantos bocados, pensó que tal vez el estaba avergonzado por la forma en que había comido así que decidió dejar su plato porque con la mirada de el no se sentía muy a gusto que alguien la viera comiendo.

- ¿Ya no quieres? – le pregunto Harry.

- No la verdad no tengo mucha hambre.

- ¿Me lo das? – ella le paso el plato sorprendida y el se dispuso a comerse la comida tal y como lo había hecho con su propio plato.

- ¿Quieres postre? – le pregunto dudosa Ginny.

- No por Dios he comido mucho y es que estaba delicioso.

- Bueno a mi me encantan los pasteles, ayer hice uno de chocolate – le decía mientras lo sacaba del refrigerador – me queda un poco mas de la mitad y es que vino mi hermano Charlie y estuvo comiendo ¿quieres un poco? Solo para que lo pruebes se que estas muy lleno.

- Esta bien lo voy a probar – le decía mientras aceptaba una rebanada que le ofrecía Ginny – que rico, Ginny definitivamente tienes que ser chef de los cannons – se lo comió en tres mordidas - ¿me puedes dar mas?

- Claro – le daba mas pastel - ¿y como estuvo el juego hoy?

- Pésimo no veía para nada la snitch la lluvia no me ayudaba en nada.

- Me imagino – Ginny veía como Harry se servia mas pastel – deberían de cancelar el juego si el clima esta así.

- Pienso igual que tú, pero esos juegos ya están programados y por nada del mundo los cancelan, claro como los que deciden eso no están en la cancha.

- Si de por si el Quidditch es peligroso ahora lloviendo es peor – Harry seguía sirviéndose pastel - ¿pero al final lograste atrapar la snitch?

- Si y de puro milagro, batalle mucho – Harry se le quedo viendo las ultimas dos rebanadas que quedaban del pastel.

- Si quieres te pongo esas rebanadas para que te las lleves – le dijo Ginny al ver la cara que puso el al ver lo ultimo del pastel.

- No mejor me las como aquí – y para sorpresa de Ginny se comió todo el pastel.

Tocaron a la puerta y Ginny se levanto a abrir, se lo hizo muy extraño ya que no esperaba a nadie y menos con esa lluvia, al abrir la puerta apareció su hermano Ron cerrando un paraguas.

- ¿Por qué demonios no contestas el teléfono?

- Porque no sirve las líneas están caídas.

- ¿Cómo caídas? – Ron frunció el ceño.

- ¿A que viniste?

- Mamá esta preocupada no sabia nada de ti y me mando a buscarte no quiso mandarte a Pig porque con esta lluvia tardaría mas en llegar que yo, así que como que me vio cara de lechuza express y pues aquí estoy, Charlie me dijo que hiciste un pastel de chocolate.

- Si pero ya se acabo.

- ¿Por qué? No me digas que vino Charlie otra vez hoy y se lo termino.

- No tengo visita y le ofrecí pastel.

- Maldita sea yo quería pastel y por eso acepte venir.

- Si claro mamá te obligaría de todas maneras, ven te voy a presentar a alguien que te va a ser mas feliz que el pastel.

- No creo que alguien sea mejor que un pastel – Ron se quedo paralizado al ver a la persona que estaba sentado en la mesa comiéndose lo ultimo del pastel – Harry Potter, no puedo creerlo ¿Qué hace aquí?

- Tuvo un contratiempo con su carro y llego a la escuela, Harry te presento a mi hermano Ron.

- Hola mucho gusto, siento mucho lo del pastel y es que no pude evitar…

- No te preocupes, vaya esto si que es muy extraño, nunca me lo hubiera imaginado tu en casa de mi hermana.

- Si Ginny ha sido muy amable conmigo hasta el momento los teléfonos no sirven y pues no tengo quien venga por mi.

- La lluvia ya se esta calmando un poco, no batalle tanto en llegar las calles están muy solas.

- ¿Dónde esta Hermione? – pregunto Ginny.

- En casa de sus padres, ya sabes como anda con eso de la boda – dijo Ron rodando los ojos.

- Pensé que vendría contigo tengo que hablar con ella sobre el pastel de la boda.

- Tal vez hasta el domingo la veas porque mañana se va a ir con su mamá a ver los arreglos de mesa ¿para que quieren adornar una mesa? – le pregunto a Harry y el simplemente se encogió de hombros.

- Esta bien me llevare los diseños para la madriguera.

- ¿La madriguera? – pregunto Harry.

- Si así le decimos a la casa de mis papas, yo aun vivo ahí pero todos los domingos nos juntamos toda la familia para comer ahí y este domingo va a ser especial por el compromiso de Hermione y mió, por cierto estas invitado.

- Ron Harry tiene compromisos importantes.

- Bueno si no tienes nada que hacer estas invitado – Harry sonrío – bueno enana ya me voy sino mamá se va a poner de malas vengo por ti el domingo a las 10 de la mañana.

- ¿Por qué? Me puedo aparecer allá.

- Tengo que venir por Hermione porque le va a llevar no se que cosas a mamá para la boda así que necesita el carro y pues me quedas de pasada.

- Esta bien te espero.

- ¿No quieres que te lleve algún lado Harry? Ya casi no llueve.

- Te lo agradecería mucho, Ginny gracias por todo y disculpa tantas molestias.

- No tienes porque darme las gracias, que te vaya muy bien cuídate mucho.

Los vio subirse al auto y alejarse hasta que los perdió de vista, entro a la casa y se paro enfrente del espejo que tenia en el recibidor.

- Que hermosos ojos tiene, y ese cabello despeinado lo hace ver tan atractivo, por Dios Ginny ¿en que piensas? El es Harry Potter un famoso jugador y tiene por novia a una hermosa modelo francesa, tu eres una simple maestra de kinder, nunca te haría caso es mas si te lo toparas en la calle ni te reconocería, deja de pensar en bobadas – se dispuso a limpiar la cocina.

- Me dijo Ginny que te casas en octubre – le decía Harry a Ron de camino de regreso al hotel, ya era muy tarde para llegar a la cena con los dueños del equipo.

- Si y apenas tengo 24 añitos.

- Yo voy a cumplirlos el próximo mes.

- Y no piensas en casarte ¿verdad? – Harry negó rápidamente.

- Hermione y yo somos novios desde hace años y de pronto empezó a hablar de matrimonio la verdad me asusto mucho así que le di por el lado de que no teníamos dinero para la boda y para la casa y ella me dio la razón, pero cuando me dieron el puesto de auror…

- ¿Eres auror? – Ron asintió – que padre, de no haber sido jugador me hubiera gustado ser auror.

- Pues ya sabes si te decides cambiar de profesión me avisas.

- ¿Y que mas?

- ¿Qué mas de que?

- Me estabas platicando de tu novia.

- Ah si, bueno después de que tenia mi trabajo ella me dijo que le diera el 25% de mi salario, claro que al comienzo le dije que no pero me costo que se enojara conmigo y no me hablara en una semana, así que acepte pero para el año siguiente que me vuelve a decir que nos casemos y le volví a mencionar que no teníamos dinero y ¿Cuál fue mi sorpresa? ¡Que si había dinero! – Harry no dejaba de reírse por la forma en que le platicaba Ron su historia – ella también trabajaba y con lo que yo le daba había ahorrado lo suficiente y sin contar que todos, absolutamente todos la apoyaban, mi cuñada Fleur hace vestidos y ella le esta haciendo el vestido de novia, la enana que acabas de conocer hace pasteles…

- Muy ricos por cierto.

- El de melaza le queda delicioso.

- Es mi favorito – le dijo Harry imaginándose el pastel.

- Bueno pues ella se ofreció a hacer el de la boda, entre mis cuñadas y mi mamá le iba a hacer la comida y para colmo como ella es hija única sus papas nos compraron una casa, así que ya estaba todo listo ¿Cómo me podía safar de esa, como?

- Te acorralaron.

- Exacto, ah pero eso no es todo, como ella es hija de muggles tuve que ir a pedirle la mano a sus papas ¿puedes creerlo? Al comienzo me asuste porque ¿Cómo demonios le iba a pedir la mano nada más? – Harry sentía que le dolía el estomago de tanto reírse, no recordaba el día que había reído tanto – ya después me explico todo el rollo que significa eso y tenia que comprarle un anillo de compromiso, todavía que me quitaba parte de mi salario tenia que comprarle un anillo así que lo hice, era uno chiquito, pero mis cuñadas lo veían como si fuera el ultimo en el planeta ¿Por qué las mujeres son así? Se emocionan todas con un simple anillo.

- Entonces en octubre es el gran día.

- Si mi mamá esta toda emocionada.

- ¿Eres el primero en casarte?

- No mis tres hermanos mayores ya están casados, de ahí siguen los gemelos pero ellos dicen que son de espíritu libre y que nunca se van a casar, después sigo yo y por ultimo Ginny.

- Si me dijo que era la mas pequeña.

- Y a la que mas cuidamos, a pesar de que mis hermanos mayores ya tienen a sus propias familias en cuestión de Ginny es como si fueran solteros y la cuidan tal y como lo hacemos nosotros.

Harry se sentía muy a gusto platicando con Ron, casi siempre que hablaba con alguien de su edad era para hablar de Quidditch, dinero, negocios, fama, mujeres guapas con sexo incluido, pero hablar con el era completamente diferente y lo mas fascinante es que el era su fanático y no había tocado el tema de Quidditch.

- ¿Cómo le vas a hacer con tu carro?

- Es rentado así que voy a hablar a la agencia para que vayan por el.

- Llegamos.

- Muchas gracias Ron, espero volverte a ver algún día – le decía Harry dándole la mano.

- Si tal vez en el próximo partido estaré echándote porras pero ya sabes la invitación sigue en pie.

- Gracias.

- Adiós.

Se quedo en la entrada del hotel viendo el carro de Ron alejarse, respiro hondo y entro al recibidor para encontrarse con un entrenador furioso, de vuelta a su frustrante vida.

No podía creer que se le hiciera tarde y todo por quedarse revisando los dichosos exámenes que lo había dejado hasta después porque prefirió ver películas muggles, Ron pasaría por ella en 15 minutos y apenas había terminado de bañarse, se puso unos jeans con una blusa blanca, con un movimiento de varita se seco el cabello y se lo dejo suelto pero no encontraba sus zapatillas, sabia que las había aventado en algún lugar ayer después de regresar con la despensa, en eso tocaron a la puerta, se agacho para buscar debajo del sofá y ahí los encontró, volvieron a tocar.

- ¡Ya voy! – Ginny abrió la puerta y se dirigió a sentarse en la sala – que milagro que llegas antes siempre te tardas mucho ¿ya fuiste por Hermione? – volteo a la puerta y abrió los ojos sorprendida, con una zapatilla en la mano dispuesta a entrar en el pie - ¿Harry?


Espero que les haya gustado espero sus reviews.

Saludos.