Hermanos

Prólogo:

RANMA UN CHICO DE 17 AÑOS Y AKANE SU HERMANA MENOR DE 15 AÑOS SON LOS HERMANOS SAOTOME ,RANMA ES EL CHICO MAS POPULAR DEL COLEGIO , PERO ESCONDE UN SECRETO QUE LO TIENE EN LO PROFUNDO SE SU CORAZON …..

Capitulo 1:

Me levante temprano, a estás horas seguramente mi hermana menor akane todavía estaría durmiendo. Hermana, que ridícula sonaba esa palabra en mis labios y en mi mente, ¡Nunca había logrado verla cómo una hermana! Me vestí con el uniforme de la escuela, y me dirigí al cuarto de akane, entré cerrando la puerta atrás de mí, me acerque a la cama, observando con detenimiento a la pequeña persona que dormía en ella, a akane todavía le quedaban 15 minutos de sueño, ella siempre dormía medía hora más que yo, me arrodille al lado de la cama,y comencé a llamarla

-akane, despierta, despierta hermanita-Cuánto odiaba que ella fuera mi hermana, y aún más lo que sentía por ella, sabía que akane nunca me vería cómo yo la veía a ella akane era una chica de una estura pequeña comparada conmigo, piel blanca,cabellera azulada y ojos marrones , como amaba esos ojos, ¿Cuántas veces no me había perdido en su mirada?, sólo deseaba que ella sintiera al menos una pequeña parte de lo que yo sentía hacía ella…

-akane despierta-Insistí yo al ver que la muchacha no se levantaba, y entonces al notar que ella seguía algo dormida la sacudí levemente-

-Por favor 5 minutos más-Rogó ella, me reí levemente y luego le respondí:

-Si duermes más llegaremos retrasados a la escuela. Ya te he dejado dormir media hora más, así que levántate.

-¡Hermano!-Odiaba escucharla pronunciar esa diminuta palabra- Pero…

-Pero nada vamos-La interrumpí, nuestros padres no estaban en casa, pero me habían dejado a mí a cargo, y eran muy estrictos con eso de la puntualidad y la asistencia.

Akane se levanto haciendo puchero, se veía tan linda haciendo eso, fue hacía el armario a buscar su uniforme y poder cambiarse. Íbamos a llegar tarde, ella se cambio, amaba verla con el uniforme, en realidad la amaba a ella.

Siempre había sido así desde que tenía memoria, había estado enamorado de mi hermana menor, había intentado de todo para sacármela de la cabeza, pero era completamente imposible, eso sólo provocaba que me gustará aún más, todo estaba bien, hasta que empecé a tener fantasías eróticas con ella, nunca había imaginado que podría tener ese tipo de deseos conforme a mi hermana, y me dolía que para ella sólo fuera su hermano mayor, cada vez que la veía me moría por besarla hasta quitarle el aliento, y ella se la pasaba sonriendo, sin saber que eso sólo aumentaba mi deseo. Era un tortura tener que verla todos los días, sin poder confesarle lo que sentía sólo por que era mi hermanita…

Abordamos la limusina, y durante todo el trayecto estuve observando a akane, cómo lo hacía siempre, al parecer aún tenía algo de sueño, ya que bostezo en más de una ocasión.

La limusina, al fin se detuvo, akane y yo salimos, e ingresamos a la escuela, yo llevaría a akanea su primera clase cómo acostumbraba, aunque no siempre podía hacerlo, caminamos lentamente por el patio, eso fue culpa mía, ya que lo único que quería era pasar más tiempo al lado de mi amada hermanita-Amada en el sentido literal de la palabra-entonces alumnos tanto de secundaría, cómo de prepa, empezaron a llamarme, y a reunirse a mi alrededor, tanto que ya no pude ver más el rostro de akane , trataba de parecer atento con las personas a mi alrededor, pero lo único que deseaba es que dejaran de molestarme y así pudiera estar más tiempo con Kagome. Entonces caí en la cuenta de que ella ya no estaba ahí, empecé a buscarla, disimuladamente, hasta que al fin la divise, akene caminaba a su salón, acompañada por ryoga ¡Maldición! Sentí que la sangre me hervía de los celos, en momentos cómo este odiaba que akane fuera tan hermosa, a pesar de que ella no lo aceptará.

Conocía al chico que iba con akane , ryoga , o cómo yo lo llamaba el número 2, por que siempre era el que quedaba en segundo lugar detrás de mí, no permitiría queryoga , tuviera algo que ver conakene ¡Primero muerto!

Me aleje de la multitud, con bastante mal humor, aún escuchando sus peticiones de que no me fuera, al llegar al salón cerré los ojos, y me imagine a akane diciéndome que me amaba, cómo lo hacía siempre que estaba molesto, era la única manera de tranquilizarme, aunque eso no fuera verdad.

Todas las clases, pasaron sin novedad alguna, shampo preguntándome por mouse, -mi mejor amigo-quien no vino, por alguna extraña razón, yo también necesitaba verlo, él era el único que sabía acerca de mis sentimientos hacía mi inocente hermana menor, y necesitaba desahogarme, y por supuesto aquella chica ukio, que me agradaba bastante, pero sólo cómo amiga, a pesar de eso, se notaba que ella pensaba en mí de otra manera, sin embargo yo sólo tenía ojos para akane , , ¡Maldición! No podía dejar de pensar en ella. En todas las clases no tuve ninguna queja cómo siempre, a pesar de que estaba distraído, eso era algo natural en mí, ante los ojos de todos.

Sonó el timbre de salida, y todos los chicos se apilaron a mi alrededor preguntando, cosas cómo si podía salir con ellos este fin de semana, que qué era mejor un deporte o el otro, etc. Sin saber cómo me libre de ellos, y salí de ahí, antes de que empezarán a molestar de nuevo, llegue hasta el salón de akene , sabía que ella estaría esperándome.

-akane , vámonos-La llamé-

Ella me obedeció, y salio del salón para encontrarse conmigo.

-¿Y cómo estuvo tu día?-Le pregunte sonriendo, me sorprendió que el mal humor que tenía hubiese desparecido, y es que sólo ver a mi pequeña hermana me alegraba extraordinariamente-

-Bien gracias, a ranma…-Contesto ella, la conocía perfectamente y sabía que algo me ocultaba-

-¿Sí?-Le pregunte sin dejar de sonreír-

-Bueno, yo…

En ese momento llegamos a la limusina, le abrí la puerta para dejarla pasar, y luego entre yo, recordé que ella quería preguntarme algo, y le cuestione:

-¿Y bien que querías decirme?-Mi hermanita bajo la mirada , para luego decir:

-Bien, verás… Este… ryoga me invito a salir-¡¿Que ese estúpido había hecho qué?, sólo imaginar a akane con él provocaba malestar-

-¿Y eso qué?-Trate de no mostrarme enojado, pero lo estaba-

-Bueno yo quería saber si me podrías dejar salir con él esta tarde…

-¡No!-La interrumpí, ¡Ni con él, ni con nadie! No quería que ella pensará en alguien que no fuera yo de esa forma, por que me moría de los celos-¡La respuesta es no! ¡Y no vuelvas a preguntar por que mi respuesta será la misma!-Sabía que lo que deseaba estaba mal, pero la quería sólo para mí, para mí, y nadie más-

-Pero…-Quiso protestar ella-

-Nada akane,ya te he dicho que no, y esa es mi última palabra-Le recalque furioso-

-¿Por qué nunca me dejas salir con otros chicos?-Eso me descolocó, no podía dejar que se enterara de lo que sentía por ella- A otras chicas, sus hermanos si las dejan, además sólo es un paseo en el parque-Ella me reclamó, tratando de persuadirme, en cualquier cosa que ella me pidiera accedería sin dudar para hacerla feliz, pero no en esta, no cuándo se trataba de salir con otro chico-

-Eso es por que esos chicos no se preocupan por sus hermanas, yo sólo estoy cuidándote-Le mentí, pero no tanto, en realidad todo el mundo notaba que era muy sobreprotector con ella, y a veces decían de broma, que si no fuera su hermano, podrían asegurar que estaba enamorado de ella, pero que eso era imposible, ¡Si claro imposible!-

-Si lo que quieres es cuidarme, ¿Por qué no vienes conmigo a la cita y me vigilas de lejos?-Ella me sugirió, ¿Verla de lejos en los brazos de otro? Eso sería peor que una tortura, más que el mismo hecho de imaginarla en la misma poción-

-Ya te dije que no. Y no hablaremos más del tema-Le dije cortante-

Durante el resto del viaje por la tensión de la platica reciente, no hablamos más. Cuándo al fin llegamos a la mansión, ella se bajo rápidamente de la limusina, y se dirigió molesta a su habitación, yo me dirigí a la mía, pero antes de llegar le ordene al jefe de seguridad que bajo ninguna circunstancia la dejará salir, escuche que se metió a bañar, pero nada más. Estaba en mi habitación sintiéndome mal, Me sentía culpable por como le hable , así que me dirigí a su cuarto para disculparme, y tal vez proponerle algo que lo compensará, al llegar frente a su puerta toqué, pero nadie abrió, imagine que debía estar muy enojada conmigo, y volví a tocar, nada, lo hice varías veces pero nadie abrió, forcé la cerradura, sin romperla, y logré entrar, estaba vacía, pero aún así podía estar en otros lugares de la mansión, sin embargo algo de mí me decía que no era así, fui a ver al jefe de seguridad, y el dijo que no sabía nada, entonces recordé, el guardia de seguridad que cuidaba la puerta, akane , no podría haber salido sin toparse con él, cuándo llegue hasta dónde estaba el señor, le cuestione si sabía dónde estaba mi hermana menor, el sujeto retrocedió asustado, excusándose con que ella le había dicho que yo le había dado permiso. Hubiera estallado en injurias contra el hombre, pero no podía si akane estaba paseando tranquilamente al lado de ryoga la sola idea no me dejaba ni respirar. Ese maldito, si se atrevía a tocarle un solo cabello, despertaría en el hospital. Pero la pregunta era ¿Dónde estabaakane? de tantos sitios en esta ciudad, ¿Dónde? Entonces recordé sus palabras, "Es sólo un paseo por el parque" pero habiendo tantos parques, ¿A cuál habría ido? Trate de analizar la situación, pero akane no podía alejarse tanto, y el parque más cercano era, ¡Si no podía equivocarme! Llamé al cochero, y le ordene que me llevará ahí. Sólo imaginar que akene estaba con ryoga … ¡Me estaba muriendo de los celos!

Cuándo al fin llegamos, baje rápidamente del auto, empecé a recorrer el parque hasta que los divise a lo lejos, mi pequeña hermana lucía tan feliz, por un pequeño momento desee ser yo, quien estuviera a su lado, siempre me preguntaba, ¿Por qué había tenido que enamorarme de mi hermana menor? ¿Por qué? ¿Qué había hecho yo para merecer esto? Era una verdadera agonía el pensar en ella de una manera, que jamás podría confesarle. Camine hacía ellos, tratando de contenerme, cuándo al fin llegué hasta ella, vi que estaba a punto de decirle algo a ryoga, pero yo la Interrumpí.

-akane, ¿Puedes decirme que estás haciendo aquí? Recuerdo haberte dicho que no podías venir.

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Continuara….