¡Bienvenidos!
He aquí otra invención extraña que ha salido de mi cabeza un día con mucha inspiración. Es un Sirly como sin duda habrán notado, y trata, básicamente, de 21 palabras escogidas a lo tonto que tienen relación con estos dos personajes, y de esa palabra he extraído un momento durante su vida en Hogwarts. No es nada en exceso meloso, y sé que probablemente los he aturdido con esto, pero odio que Harry se apellido Potter y no Black ¬¬
Disfruten.
Eran niños
Tenían once años cuando se vieron por primera vez. Eran sólo un par de niños que iban al colegio, como los cientos de magos que subían al tren escarlata emocionados por conocer Hogwarts o por volver al que consideraban su segundo hogar.
Ambos venían acompañados por sus familias, las cuales no podían ser más diferentes, y se despidieron de ellas en cuanto el tren anunció que estaba por partir, casi eran las once en punto y ellos aún no escogían un compartimento.
Él subió sin volver atrás la cabeza, ella no podía despegarse de la ventana, agitando su pequeña manita para decirles adiós a su madre, su padre y su hermana mayor. Cuando el tren giró la curva que desapareció de la vista la estación de Kings Cross, ambos se cruzaron en el pasillo, se miraron, y avanzaron juntos para buscar un lugar vacio, sin hablarse.
La verdad es que a Sirius no le importaba quién fuera ella, sí, tenía unos ojos preciosos y un cabello increíblemente rojo, pero las niñas aún no llamaban su atención. Por su parte, Lily no lo encontró encantador o digno de admirar, en realidad lo vio y quiso correr hasta encontrar un lugar vacío, pues su padre le había dicho que los niños, excepto su amigo Severus que había sido desinfectado previamente, tenían una contagiosa enfermedad, y ella no quería tener picazón en las noches y que su cabello se quedara en su almohada.
Después de todo, sólo eran unos niños de once años.
