Capitulo 01 Fiesta de Cumpleaños
Ese verano para Harry había sido por lejos el mejor de toda su vida. Ahora vivía con Sirius y Remus en una gran casa en Hogsmeade. Ya no se preocupaba por las tareas del hogar ni la falta de alimento que sufría cuando se quedaba en la casa de los Dursley.
La casa era casi una mansión. Tenía dos pisos y más de 6 habitaciones. En la parte superior había un gran espacio con ventanas donde se quedaban las lechuzas de los tres habitantes.
El cuarto de Harry era bastante grande y espacioso. Estaba lleno de posters, sobre todo de equipos de Quidditch. Había también grandes fotos y cuadros de sus padres, suyas propias, otras con Sirius y Remus, y, la mayoría de ellas, con Ron y Hermione. Una de sus favoritas era un gran cuadro en el que estaban todos sus compañeros de Quidditch en la fiesta en la Sala Común de Gryffindor cuando festejaban la obtención del Campeonato del año anterior. En su habitación había también una percha especial para que Godric, su Fénix, viviera allí.
A pesar de las quejas de Sirius, Harry retomó su trabajo en la Biblioteca y continuó con las clases de Karate en el Dojo. Cho continuaba tomando clases con su abuelo allí también.
El Sensei se había sorprendido cuando ambos le comunicaron que eran instructores de Artes Marciales en el Club de Hogwarts y además daban clases de ellas a los nuevos miembros de la Orden del Fénix.
Harry, Cho, Ron, Hermione, Ginny, Fred y George continuaban el entrenamiento de la Orden. Los mellizos habían abierto la tienda cerca de las Tres Escobas, y también una en el Callejón Diagon. Ambas eran un éxito total y estaban llenas cada vez que Harry y Sirius las visitaban.
Él y Hermione se carteaban a diario. Era común ver a Atena, la lechuza de la joven, entrando y saliendo de la Casa. Para agrado de todos, ella y Hedwig, la lechuza de Harry, se llevaban bastante bien y no existía problemas entre ellas.
Ron, por su parte, había convencido a sus padres para que le compraran un búho grande y rojo. El búho se llamaba Rey. Harry ni siquiera le preguntó a su amigo la razón del nombre, no estaba seguro de querer saberla. Rey tampoco tenía problemas con Hedwig ni con Atena, cosa que todos vieron con satisfacción.
En la carta que le envió a Harry, Ron le explicó que el argumento usado para convencerlos fue la gran cantidad de MHB (Matrícula de Honor en Brujería) obtenidas el año anterior. Ron había obtenido 16 superando a todos sus hermanos, excepto a Ginny quien las tomaría ese año.
Ginny, por su parte, se había hecho poseedora de Pigwidgeon, la vieja lechuza de Ron. Ambos, ella y la lechuza, parecían estar felices con esto. Ron estaba chocho de haberse sacado de encima a la diminuta bola de plumas, como él llamaba a Pig.
Una tarde luego del trabajo, Harry se dirigió al Dojo para la clase de Karate de ese día. Para llegar al trabajo viajaba por los Polvos Flu hasta el Caldero Chorreante y de allí se dirigía a la Biblioteca. Para el regreso hacía lo mismo pero a la inversa.
Al llegar vio una gran cantidad de personas que miraban por la ventana con curiosidad y ansiedad. Preguntándose la razón de esto, Harry se abrió camino por entre la multitud y llegó a la entrada con algo de esfuerzo.
"Harry!" Lo llamó alguien a sus espaldas. Harry giró para ver a Cho que se dirigía hacia él corriendo.
"¿Qué pasa, Cho? ¿Por qué tanta gente?" Preguntó el joven encaminándose al vestuario para cambiarse de ropa.
"Han venido algunos Danes importantes de toda Europa y de Japón. Uno es un Cuarto Dan alemán, otro un Quinto de Francia. Y la única Séptima Dan de Japón." Explicó Cho mientras Harry se cambiaba.
"Hablan inglés, ¿no? Yo no sé nada de japonés o de alemán, y muy pocas palabras de francés." Dijo preocupado Harry.
"Hay traductores para cada uno de ellos. Mi abuelo quiere hacerte pelear contra ellos. A mí también. Cree que si somos capaces de dominar a los alumnos del Colegio y a los nuevos miembros de la Orden, seremos capaces de hacer lo mismo con ellos tres." Dijo Cho con interés y ansiedad en su voz.
"¿Tú abuelo perdió la cabeza en algún momento del año escolar? ¿No quiere que le demos un tour por la ciudad después de esto?" Preguntó Harry divertido.
"Si quieres un consejo, no se lo propongas porque es capaz de pedírnoslo." Se rió la joven miembro de Ravenclaw.
"Que gran alivio!" Exclamó riéndose Harry.
Antes de que Cho pudiera responderle, el Sensei se acercó a los dos alumnos. Con él había 3 adultos con trajes de Karate y otras tres personas. Harry supuso que estas eran los traductores.
"Harry veo que Cho te ha comentado las visitas de hoy." Dijo el anciano luego de que Harry se inclinara para saludarlo a él y a los demás maestros de Karate.
"Así es, Sensei. Estábamos comentando algunas... cosas sin importancia." Explicó en referencia a la risa.
"Estos son: Oliver Maschnet, es Cuarto Dan y proviene de Berlín." Explicó el hombre señalando al primero de sus acompañantes.
"Es un honor conocerlo." Dijo Harry haciendo una reverencia.
"Él dice que también lo es." Dijo el traductor luego de que Maschnet dijera algunas cosas en alemán que Harry ni siquiera entendió en absoluto.
El proceso se repitió con los otros dos. El francés se llamaba Pierre Porthen y era de París. Era Quinto Dan. Harry comprendió algunas de las palabras que este dijo cuando se presentaron mutuamente
Harry se quedó realmente impresionada con Yuko Ongern. Era alta y daba una sensación de poder y tranquilidad a su alrededor que Harry nunca había visto antes en nadie.
Yuko y el Sensei comenzaron a hablar en japonés, mientras el traductor le repetía en su idioma lo que ellos hablaban a los demás.
"Yuko quiere saber quien es el joven de quien el Sensei le ha hablado tanto." Dijo el hombre.
Harry y Cho no necesitaron escuchar la traducción para saber que la respuesta de su maestro era él. Harry vio que los tres maestros lo miraban con atención.
"Odio esto. Ni en el Mundo Muggle puedo hacer que dejen de mirarme como un bicho raro." Murmuró enojado Harry a Cho.
"¿Te has acostumbrado en el Mundo Mágico?" Preguntó la joven con interés en sus palabras.
"¿Tú qué crees?" Respondió el Gryffindor con una mueca irónica.
"Creo que Yuko es una bruja. ¿Sentiste su aura?" Preguntó en voz baja Cho cambiando rápidamente de tema.
"Sí, nunca sentí nada parecido." Respondió Harry viendo que los 2 adultos regresaban a hablar con ellos.
"Hemos decidido comenzar con las demostraciones. Los dos se enfrentarán a los Senseis de acuerdo a su rango. ¿Quién comenzará?" Preguntó el Maestro de los jóvenes a sus dos alumnos.
"Yo." Dijo Cho poniéndose de pie para enfrentar a Maschnet. Ambos se saludaron con una inclinación y comenzaron a combatir.
Cho, como se vio rápidamente, era mejor que el hombre. Este parecía confiado en sus habilidades y Cho aprovechó su error para inclinar el combate a su favor.
"Es un gran honor conocerlo, Sr. Potter. En mi país es famoso por la derrota de Voldemort también." Dijo una voz detrás de Harry. El joven se giró para ver quien le había hablado y se encontró cara a cara con Yuko.
"Debo asumir que es una hechicera entonces, Sensei." Dijo Harry con una pequeña sonrisa.
"Muy poca gente lo sabe. Agradecería que siguiera así." Dijo con algo de seriedad la mujer.
"¿Lo qué?" Preguntó con una sonrisa inocente el joven.
"Gracias por mantener el secreto." Fue la respuesta de la Séptimo Dan.
"Tengo curiosidad: ¿por qué anda con un traductor si habla inglés?" Preguntó Harry volviendo su atención al combate.
"Hablo en su idioma solamente con la gente a la que considero digna de tener una charla." Respondió con una sonrisa.
"Me siento halagado entonces por eso." Dijo Harry antes de agregar con respecto al combate: "Es un tonto. Salió muy confiado y subestimó demasiado a Cho." Dijo en referencia al Dan alemán y a su manera de combatir.
"Debo decir que estoy de acuerdo. He aprendido con lo años que no importa la edad del contrincante, sino como la usa." Respondió seriamente la mujer oriental asintiendo a la opinión del joven.
"Mucha gente no considera la edad como signo de experiencia. Ese es el más grande error que alguien puede cometer en cualquier combate. Ya sea mágico o de Karate." Aseguró Harry, con confianza en sus palabras, cuando Cho venció a su contrincante. Yuko solo asintió a esta declaración.
Porthen demostró en su combate con Cho que él no cometía los mismos errores que Maschnet. Este combate resultó ser más parejo y peleado que el anterior. Luego de casi media hora, se dio por terminado el combate al lastimarse Cho un tobillo en una caída.
"Excelente contrincante ha sido Usted, Srta. Chang." Dijo el Dan francés al ayudar a Cho a llegar a un asiento donde esta se dispuso a descansar.
"Lo mismo digo, Sensei." Dijo Cho mientras se masajeaba el tobillo. Luego en voz baja para que nadie la escuchara, le preguntó a Harry: "¿Sabes como hacer encantamientos sanadores, de casualidad?"
"Luego te lo hago." Respondió Harry antes de pararse para ir a enfrentar en duelo a Maschnet.
El combate con el Dan alemán duró menos de 5 minutos para sorpresa de todos excepto de Cho y de su Sensei. Maschnet cometió nuevamente el error de subestimar a su contrincante y se encontró con uno que literalmente trapeó el piso con él.
Cuando Porthen se preparaba para confrontar a Harry, Yuko dijo: "Pierre, déjame este combate a mí por favor."
El Dan francés se inclinó saludando a Harry y a Yuko y abandonó el lugar para que ambos tuvieran el enfrentamiento.
"Debo advertirle, Sensei, que en Karate no tengo piedad. Combato como si mi vida dependiera de cada pelea." Advirtió en un tono serio de voz el joven a la Séptima Dan oriental.
"Acepto el reto." Dijo Yuko inclinándose al igual que Harry para saludarse antes combatir.
Harry y la Sensei demostraron desde el mismo comienzo del enfrentamiento que ninguno de los bromeaba. Era como ver a dos gladiadores luchando a muerte. Giros, saltos, movimientos complicados y golpes eran lanzados por ambos de una manera frenética y espectacular.
Todos los presentes miraban con asombro y estupefacción el combate. Maschnet y Porthen miraban totalmente shockeados como el joven Primer Dan era capaz de sostener un duelo con un Séptimo Dan. Tanto Cho como su abuelo miraban todo esto con una sonrisa. Confiaban los dos en las habilidades del joven mago y sabían perfectamente de lo que este era capaz.
Luego de casi 45 minutos de combate, Harry barrió a Yuko y le puso el puño en su estómago y dijo con una sonrisa: "El combate ha concluido y he ganado."
"Excelente combate debo decir, Sr. Potter. Conozco a muy poca gente capaz de mantener el ritmo en un combate conmigo y ganarlo." Dijo Yuko levantándose del suelo con la ayuda de Harry.
"Gracias por el elogio, Sensei." Dijo el joven inclinándose para saludar y dar por concluido la pelea.
Todos los presentes estallaron en aplausos cuando ambos dejaron el lugar de la pelea.
Harry se sentó en una silla y comenzó a masajearse todo el cuerpo que le dolía en todas partes.
Mientras los 4 Senseis hablaban apartados de todos, Cho se acercó a Harry y le dijo: "Excelente combate."
"Gracias. Me duele todo. ¿Cómo está el tobillo?" Preguntó Harry masajeándose el hombro tratando de aliviar el dolor.
"Me vendría perfecto un encantamiento sanador." Dijo la joven masajeándoselo.
Harry apuntó su mano al tobillo de Cho y pronunció una palabras en voz baja para que nadie las escuchara. Una pequeña luz azul envolvió la parte lastimada por algunos segundos antes de desaparecer. Nadie había visto lo que pasó.
"Prueba ahora."
"Ya no duele más, gracias." Dijo Cho luego de caminar unos metros sin dificultad o dolor. Cuando se sentó le preguntó a Harry: "¿Cómo irás a tu casa?"
"Polvos Flu vía Caldero Chorreante." Dijo Harry mientras iba al vestuario a cambiarse de ropa.
Luego de una ducha de 15 minutos, en la que aprovechó para calmar el dolor y cansancio, Harry salió del vestuario para dirigirse a la salida e ir al Caldero Chorreante para usar la chimenea que lo llevaría a su casa.
"¿Dolorido?" Preguntó con una sonrisa Yuko.
"Muerto de dolor está mejor dicho, Sensei. Solo quiero ir a mi casa a dormir. Mañana no me levantan ni con una grúa para ir al trabajo." Exclamó Harry con cansancio en su voz.
Antes de que alguno de los dos pudiera decir algo, los otros 3 Sensei se acercaron a ellos junto a Cho y los traductores.
"Fue un excelente combate, Mon ami. He visto poca gente capaz de hacer lo que ha hecho con Yuko." Dijo Pierre estrechando la mano de Harry.
"No soy fácil de vencer. Tengo práctica con cosas más duras y fuertes que un Séptimo Dan de Karate." Dijo en tono misterioso el joven Primer Dan.
"Debo decir que me compadezco de sus rivales!" Se rió el francés.
"Hace bien en compadecerlos." Se rió ligeramente Harry.
"Creo que podemos comunicarles la noticia a los chicos. Estoy seguro de que ambos solo quieren irse a dormir ahora mismo." Dijo sonriendo la mujer oriental.
"¿Qué noticia?" Preguntaron Harry y Cho confundidos al mismo tiempo.
"Aparte de una demostración, esto fue un examen para ambos. Sr. Potter, usted ha alcanzado el Segundo Dan. Señorita Chang, usted ha alcanzado el grado de Primer Dan." Explicó Yuko. Luego agregó: "Felicitaciones a los dos."
"Wow." Dijo Cho impresionada.
"Muchas gracias. Ahora si me disculpan todos, yo mañana me levanto temprano para trabajar y quiero descansar algunas horas antes de que suene mi despertador." Dijo Harry saludando con una inclinación a los 4 Sensei y saliendo del gimnasio para ir al Caldero Chorreante a usar los Polvos Flu e ir a su hogar.
Cuando llegó a la casa, se encontró a Sirius, Remus y Dumbledore hablando en el living.
"Hola Harry." Saludó el Director cuando lo vio.
"Hola Profesor. Buenas noches a todos. Me voy a dormir." Dijo Harry y acto seguido se dirigió a su habitación. En cuanto su cabeza tocó la almohada se quedó profundamente dormido del cansancio y del dolor que tenía encima.
****
El resto de Julio pasó muy rápido y pronto se acercó la fecha del cumpleaños de Harry. Este sabía que Sirius y Remus planeaban algo como una fiesta sorpresa y decidió seguir el juego y no mostrar sus sospechas.
Algo que llamó poderosamente la atención de Harry fue ver a Dumbledore casi tosas las noches en la casa hablando seriamente con ambos adultos. Por algunas cosas que pudo oír hablaban de un intento de Voldemort para matarlo, pero no sabía el como. Supuso que pronto lo sabría y trató de no pensar en ello.
El día de su cumpleaños, Harry se fue a trabajar como siempre y luego se dirigió al Dojo para la clase de Karate.
"Hey, Cho, ¿qué haces esta noche?" Le preguntó Harry a la joven al concluir la clase.
"Te recuerdo, Harry, que ambos estamos en pareja. No creo que a Roger o a Hermione les guste la idea de que tengamos una cita." Dijo Cho burlándose.
"No es para una cita. Remus y Sirius están planeando una fiesta sorpresa en mi casa por mi cumpleaños esta noche. ¿Quieres venir?" Dijo el joven mago dirigiéndose a la salida del Dojo.
"¿¿¿Hoy es tu cumpleaños???" Preguntó sorprendida la Buscadora de Ravenclaw.
"Así es. 16 años." Respondió Harry con una sonrisa, antes de preguntar: "¿Vienes o no?"
"No tengo regalo." Dijo sonrojada la joven.
"Compramos algo en el Callejón. Después de todo tengo que ir sí o sí al Caldero Chorreante para ir a mi casa." Sugirió Harry comenzando a caminar a su destino.
"De acuerdo." Dijo Cho y ambos se encaminaron a su destino.
En el trayecto, Cho le preguntó que quería de regalo. La respuesta de Harry fue simple: algo relacionado con el Quidditch.
"Sr. Potter. Srta. Chang. Bienvenidos. ¿En qué puedo ayudarlos?" Preguntó Tom, el dueño del bar cuando ambos jóvenes entraron.
"Haremos una visita corta al Callejón antes de usar la chimenea como hago siempre, Tom." Dijo Harry antes de ir a la parte de atrás del local para acceder al Callejón Diagon.
"¿De qué equipo eres simpatizante?" Preguntó Cho afuera de la tienda de Quidditch.
"Por imposición de Ron de los Cannons." Se rió Harry entrando con ella al local.
"Te compadezco. ¿Cómo se puede ser de ese equipo?" Preguntó riéndose Cho.
"Me hago la misma pregunta desde que conozco sobre los equipos de Quidditch." Se rió Harry antes de preguntar: "¿Y tú?"
"Puddlemore United." Respondió con orgullo la joven.
"¿Cómo tomas tener en tu equipo a un ex-rival del Colegio?" Preguntó riéndose Harry en referencia a Oliver Wood que jugaba en ese equipo.
"Me sobrepongo a ese detalle." Respondió la joven riéndose también antes de comprar el libro: "Historia y Leyenda del Puddlemore."
Luego de pagar por él, los dos se dirigieron a la entrada y se fueron por Polvos Flu a la Casa de Harry.
****
Cuando Harry salió de la chimenea fue recibido por un ensordecedor grito de: "¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!", seguido por un beso en la boca de Hermione.
"Gracias, pero Sirius y Remus deberían planear mejor las fiestas sorpresas." Dijo Harry sacándose el polvo de su ropa.
"Lo tendremos en cuenta el próximo año." Dijo riéndose Remus, mientras Sirius abrazaba a su ahijado..
"Feliz Cumpleaños!" Dijo Ron dándole una palmada en el hombro.
"¿Qué se siente tener 16 años?" Preguntó la Sra. Weasley luego de abrazarlo.
"Un año más para crear caos en la escuela ahora que estos dos se han graduado." Dijo Harry señalando a los mellizos.
"Para el bien de la escuela! No creo que hubiéramos sobrevivido a otro año más de ellos allí!" Dijo riéndose Dumbledore.
"Ahora le toca hacerlo con dos años míos! Soy su sucesor!" Dijo con una sonrisa traviesa el Prefecto de Gryffindor.
"Eres un Prefecto! No deberías comportarte así!" Dijo Percy indignado, que estaba con Penélope, su novia.
"Percy, mi padre fue Premio Anual del Colegio y era peor que Fred y George juntos!" Se rió Harry haciendo caso omiso al comentario de Percy.
"De eso podemos dar testimonio!" Dijeron al mismo tiempo los dos antiguos Merodeadores entre carcajadas.
Aparte de ellos, estaban también Ginny, Bill, Charlie, la Sra. Figg, Lavender, Pravati y su Hermana melliza, Padma que iba a Ravenclaw, Neville, Dean y Seamus.
"¿Qué dicen si comemos antes de abrir los regalos? Me muero de hambre!" Exclamó el agasajado riéndose.
****
La cena pasó entre risas y charlas entre los presentes. Harry pasó todo el tiempo con Hermione a su lado tomando su mano cariñosamente.
"Hey, Ron. ¿Sabe Percy cuantas MHB obtuvo Neville?" Preguntó Harry con una sonrisa traviesa. Con él estaban sus compañeros de curso en un circulo charlando.
"Todavía no se lo dijimos. Me muero por ver esa cara. Después de la que puso cuando leyó nuestras cartas, eso es algo imperdible." Dijo el pelirrojo riendo suavemente.
"¿Lo qué es algo imperdible?" Preguntó Bill acercándose al grupo y escuchando las palabras de su hermano menor.
"¿Te han contado de la fama de Neville en las materias?" Preguntó Harry con una sonrisa maligna.
"Sí. He escuchado su mala fama." Dijo el mayor de los Weasleys antes de dirigirse a Neville: "Sin ofender."
"No me ofendo." Dijo el joven sonriendo.
"Bueno, aquí tu posible futuro cuñado," dijo Harry con una sonrisa señalando a Neville, quien se sonrojó como un tomate, "obtuvo 13 MHB, fallando solo los Prácticos de Pociones, Transformación y Adivinación. ¿Adivina que sería imperdible?" Preguntó con una gran sonrisa como la de los mellizos al hacer una broma.
"¿Dónde hay una cámara de fotos? Quiero la copia de esa foto!!!" Dijo Bill entendiendo a que se referían los jóvenes: la expresión de Percy al saberlo.
"¿Qué foto?" Preguntaron los mellizos escuchando la charla y sumándose al grupo.
"¿Recuerdan la expresión de Percy cuando leyó nuestros resultados en los exámenes el año pasado?" Preguntó con una sonrisa diabólica Ron.
"Sí, la foto de esa expresión es algo que guardamos como un tesoro." Dijeron los problemáticos hermanos Weasley sonriendo maléficamente al mismo tiempo.
"Imagínense su expresión cuando sepa que también Neville lo superó obteniendo 13." Dijo Bill conteniendo la risa ante la imaginación de ese momento.
"Queremos copias también!!" Dijeron Fred y George sonriendo de oreja a oreja.
"¿Por qué tanto jaleo por los resultados y la reacción de Percy?" Preguntó confundido Dean.
"Dean, Percy se enorgullecía del hecho de que al igual que yo obtuvo 12 MHB. De todos mis hermanos, él es el más estudioso y seguidor de las reglas. Ron es todo lo contrario a él. Rompe reglas y estudia solo por que lo obligan. Imagínate el shock cuando supimos que nos superó a los 2 sacando 16. Ahora imagínate la expresión cuando sepa que Neville también lo superó, teniendo en cuenta la fama que tiene en el Colegio." Explicó Bill sin contener un poco de risa.
Todos los que estaban en el grupo entendieron a la perfección la razón de todo eso, y se echaron a reír pensando en esa imagen.
"¿De que se ríen ustedes esta vez?" Preguntó seriamente la Sra. Weasley acercándose al grupo de jóvenes. Con ella estaban su marido, Percy, Penélope y Charlie.
"¿Quién se lo dice?" Preguntó Ginny que sostenía la mano de Neville. Desde el baile de Halloween ambos eran una pareja y todos sus hermanos ya lo sabían.
"Mamá ¿recuerdas la expresión de Percy al saber nuestros resultados en las MHB?" Preguntó Ron dirigiéndose a la Sra. Weasley.
"Fue algo encantador ver eso." Dijo Molly sonriendo.
"Neville, diles cuantas sacaste tú." Sugirió Harry transformando un vaso de plástico en una cámara de fotos.
"13." Dijo orgulloso el joven Gryffindor.
El grupo estalló nuevamente en carcajadas al ver la expresión de Percy: sus ojos estaban desorbitados y la mandíbula estaba completamente abierta de la impresión. Parecía que sus oídos no daban crédito a lo que había oído y parecía a punto de desmayarse en cualquier momento. Todo esto era fotografiado por Harry quien se reía con sus otros compañeros y los hermanos de Percy.
"¿Qué fallaste?" Preguntó Penélope sorprendida por la revelación.
"Los prácticos de Pociones, Transformación y Adivinación." Respondió Neville con una sonrisa orgullosa.
"¿Cómo reaccionó tu abuela cuando lo supo?" Preguntó con una sonrisa Seamus.
"Casi le da un infarto de la impresión!" Se rió el joven.
"No solo Neville lo superó. Lavender sacó 15 y Parvati lo igualó en 12." Explicó Hermione con deleite al ver la cara de Percy cuando se le dijo esto.
"Nosotros no nos quedamos muy atrás tampoco. Sacamos los dos 11 cada uno." Dijo Seamus en referencia a él y Dean.
"¿Y tú cuantas sacaste, Padma?" Preguntó Harry a la joven miembro de Ravenclaw, que charlaba con Cho quien se sumó al grupo para charlar.
"Igual que mi hermana, 12." Dijo sonriendo la chica.
"¿Tú, Cho?" Preguntó Ron.
"14." Respondió la Buscadora de Ravenclaw.
"Fuiste superado por casi todos ellos, Percy!" Se rió Charlie.
"Bill también lo fue!" Agregó Ginny riéndose junto con los demás.
"¿Podríamos cambiar de tema por favor?" Rogó Percy visiblemente incomodo por la charla.
"De acuerdo." Dijeron los demás a coro.
"¿Qué les parece si Harry abre los regalos ahora?" Propuso la Sra. Weasley cambiando de tema.
"De acuerdo. Podemos seguir charlando más tarde." Dijo el joven dirigiéndose a la pila de regalos.
El primero era un par de medias de distintos colores y con dos dibujos diferentes: una era roja con un león y la otra verde con un fénix.
"Dobby." Dijeron Harry, Ron y Hermione a los demás que miraban extrañados el regalo.
El siguiente era un cuadro en el que estaban los 8 Gryffindors de Sexto año juntos en la sala Común sentados todos juntos.
"Conseguimos una foto de Collin Creevey e hicimos un cuadro de ella. Hay copias para todos nosotros." Explicó Seamus a sus compañeros de curso.
"Es el regalo de todos nosotros." Explicó Dean señalando a ellos dos, a Parvati y Lavender.
"Gracias." Dijeron los demás encantados con el cuadro y con la idea de tener una copia de él para ellos mismos.
El de Hagrid resultó ser un libro de dragones parecido al que Harry le había regalado al semi-gigante la última Navidad.
Padma le regaló un pequeño colgante que tenía dos mitades de corazones.
"Una es para ti y la otra para aquella persona que ames." Explicó la hermana melliza de Parvati.
Harry hizo aparecer mágicamente una cadenita donde puso la mitad del corazón para él y le dio la otra mitad a Hermione quien se lo colgó con una sonrisa luego de besar a su novio.
Harry ya sabía el de Cho: el libro sobre el Puddlemore. Ron miró el libro con cara de pocos amigos y parecía dispuesto a romperlo en pedacitos.
El de Ron y Hermione era un libro de fotos del trío en sus 5 años: en la Sala Común, el Gran Salón, el Campo de Quidditch, etc. Solo ellos y nadie más.
Luego siguieron los regalos de los Weasley.
Bill le regaló un libro sobre leyendas del antiguo Egipto.
Charlie botas hechas de cuero de Dragón.
Los mellizos una caja con productos suyos. La Sra. Weasley estaba escandalizada cuando vio el paquete. El trío tenía grandes sonrisas que indicaban que ya estaban planeando el uso de ellas.
Los Sres. Weasley un reloj parecido al de su casa. Las manecillas tenían los nombres de él, Ron, Hermione, Sirius y Remus, aunque se le podían agregar más. Las marcas decían entre otras cosas: "En Clase", "Habitación", "Campo de Quidditch", "Enfermería," y la clásica "En Peligro Mortal."
Percy y Penélope un libro sobre la historia de magos famosos. Para el desmayo de Harry había casi 10 páginas dedicadas a él y la derrota de Voldemort, además de la historia suya y de su vida.
"Con esto dejarás los anteojos para siempre." Dijo Remus entregándole un paquete con dos Pociones. Una púrpura, que Harry reconoció como la que se usaba para dormir sin sueños, y otra de color verde claro.
"Hace poco se descubrió una poción que sirve para curar problemas visuales." Explicó Sirius señalando el tubo con la poción verde, al ver la cara de confusión de su ahijado.
"Se necesitan casi 8 horas de sueño sin interrumpir. Para eso es la poción para dormir sin sueños." Explicó Remus.
"Wow, te vas a ver realmente sexy sin los anteojos ahora, Harry!" Exclamaron los mellizos riéndose.
Harry apuntó su varita hacia ellos dos, murmuró unas palabras y al instante se convirtieron en dos monos de color naranja fosforescente. Esto provocó las carcajadas de todos en el grupo.
"Eso no es todo lo que les hice." Dijo el joven con una sonrisa parecida a la de los mellizos devolviéndolos a su estado humano de nuevo.
Cuando Fred y George aparecieron como humanos de nuevo, tenían el pelo de color fucsia, la ropa había sido cambiada por vestidos de mujeres antiguas de colores extravagantes y tenían abundante maquillaje, además de un cartel que decía "Buscamos novio."
Todo el grupo estalló en sonoras carcajadas, mientras Harry fotografiaba todo esto con una gran sonrisa diabólica en sus labios.
"Eso les enseñará a no meterse nunca con el hijo de un Merodeador!" Exclamó Harry con diversión.
"¿¿Tú padre fue Merodeador??" Exclamaron sorprendidos los mellizos olvidándose por completo del cambio de look.
"El mejor de los 4." Respondió Remus, mientras Sirius asentía.
"Aún recuerdo la vez que James hizo bailar el tango a todos los del equipo de Slytherin antes del partido de Quidditch en mi tercer año. Eso no me lo olvido nunca más!" Exclamó Bill riéndose.
"Eso fue algo genial!" Dijo Sirius riéndose ante el recuerdo.
"¿Los conociste?" Exclamaron los mellizos, Harry, Ron y Hermione al mismo tiempo, dirigiéndose a Bill.
"Cuando entré en el Colegio, ellos estaban en Quinto año." Explicó el hijo mayor de los Weasley.
"¿Por qué nunca nos dijiste eso?" Preguntaron los mellizos a Harry y Bill.
"Nunca me lo preguntaron." Dijeron los dos al mismo tiempo con inocentes sonrisas.
"¿Qué o quienes son los Merodeadores?" Preguntaron confundidos varios de los presentes.
Sirius y Remus les contaron toda la historia de ellos con Merodeadores y algunas bromas de sus años escolares.
"¿Qué pasó con el Mapa?" Preguntó con curiosidad Remus a Harry.
"Está en mi poder actualmente. Crouch lo tenía cuando dio clases y lo recuperé al final de ese año. Supongo que olvidé devolvérselo a Harry." Explicó Dumbledore.
"Agradeceríamos tenerlo este año, Profesor." Dijo el trío de Prefectos al mismo tiempo.
"Lo recuperarán a su debido tiempo." Dijo seriamente el Director. Los chicos asintieron a esto.
El resto de la noche pasó demasiado rápido para Harry. Antes de que se dieran cuenta, solo quedaban los miembros de la Orden del Fénix. Los demás se habían ido a sus casas luego de disfrutar el festejo.
"Chicos," Comenzó Dumbledore dirigiéndose al trío con una expresión de seriedad, "tenemos una misión para Ustedes 3."
"¿Cuál, Profesor?" Preguntó Harry, quien estaba intrigado al igual que Ron y Hermione.
Ese verano para Harry había sido por lejos el mejor de toda su vida. Ahora vivía con Sirius y Remus en una gran casa en Hogsmeade. Ya no se preocupaba por las tareas del hogar ni la falta de alimento que sufría cuando se quedaba en la casa de los Dursley.
La casa era casi una mansión. Tenía dos pisos y más de 6 habitaciones. En la parte superior había un gran espacio con ventanas donde se quedaban las lechuzas de los tres habitantes.
El cuarto de Harry era bastante grande y espacioso. Estaba lleno de posters, sobre todo de equipos de Quidditch. Había también grandes fotos y cuadros de sus padres, suyas propias, otras con Sirius y Remus, y, la mayoría de ellas, con Ron y Hermione. Una de sus favoritas era un gran cuadro en el que estaban todos sus compañeros de Quidditch en la fiesta en la Sala Común de Gryffindor cuando festejaban la obtención del Campeonato del año anterior. En su habitación había también una percha especial para que Godric, su Fénix, viviera allí.
A pesar de las quejas de Sirius, Harry retomó su trabajo en la Biblioteca y continuó con las clases de Karate en el Dojo. Cho continuaba tomando clases con su abuelo allí también.
El Sensei se había sorprendido cuando ambos le comunicaron que eran instructores de Artes Marciales en el Club de Hogwarts y además daban clases de ellas a los nuevos miembros de la Orden del Fénix.
Harry, Cho, Ron, Hermione, Ginny, Fred y George continuaban el entrenamiento de la Orden. Los mellizos habían abierto la tienda cerca de las Tres Escobas, y también una en el Callejón Diagon. Ambas eran un éxito total y estaban llenas cada vez que Harry y Sirius las visitaban.
Él y Hermione se carteaban a diario. Era común ver a Atena, la lechuza de la joven, entrando y saliendo de la Casa. Para agrado de todos, ella y Hedwig, la lechuza de Harry, se llevaban bastante bien y no existía problemas entre ellas.
Ron, por su parte, había convencido a sus padres para que le compraran un búho grande y rojo. El búho se llamaba Rey. Harry ni siquiera le preguntó a su amigo la razón del nombre, no estaba seguro de querer saberla. Rey tampoco tenía problemas con Hedwig ni con Atena, cosa que todos vieron con satisfacción.
En la carta que le envió a Harry, Ron le explicó que el argumento usado para convencerlos fue la gran cantidad de MHB (Matrícula de Honor en Brujería) obtenidas el año anterior. Ron había obtenido 16 superando a todos sus hermanos, excepto a Ginny quien las tomaría ese año.
Ginny, por su parte, se había hecho poseedora de Pigwidgeon, la vieja lechuza de Ron. Ambos, ella y la lechuza, parecían estar felices con esto. Ron estaba chocho de haberse sacado de encima a la diminuta bola de plumas, como él llamaba a Pig.
Una tarde luego del trabajo, Harry se dirigió al Dojo para la clase de Karate de ese día. Para llegar al trabajo viajaba por los Polvos Flu hasta el Caldero Chorreante y de allí se dirigía a la Biblioteca. Para el regreso hacía lo mismo pero a la inversa.
Al llegar vio una gran cantidad de personas que miraban por la ventana con curiosidad y ansiedad. Preguntándose la razón de esto, Harry se abrió camino por entre la multitud y llegó a la entrada con algo de esfuerzo.
"Harry!" Lo llamó alguien a sus espaldas. Harry giró para ver a Cho que se dirigía hacia él corriendo.
"¿Qué pasa, Cho? ¿Por qué tanta gente?" Preguntó el joven encaminándose al vestuario para cambiarse de ropa.
"Han venido algunos Danes importantes de toda Europa y de Japón. Uno es un Cuarto Dan alemán, otro un Quinto de Francia. Y la única Séptima Dan de Japón." Explicó Cho mientras Harry se cambiaba.
"Hablan inglés, ¿no? Yo no sé nada de japonés o de alemán, y muy pocas palabras de francés." Dijo preocupado Harry.
"Hay traductores para cada uno de ellos. Mi abuelo quiere hacerte pelear contra ellos. A mí también. Cree que si somos capaces de dominar a los alumnos del Colegio y a los nuevos miembros de la Orden, seremos capaces de hacer lo mismo con ellos tres." Dijo Cho con interés y ansiedad en su voz.
"¿Tú abuelo perdió la cabeza en algún momento del año escolar? ¿No quiere que le demos un tour por la ciudad después de esto?" Preguntó Harry divertido.
"Si quieres un consejo, no se lo propongas porque es capaz de pedírnoslo." Se rió la joven miembro de Ravenclaw.
"Que gran alivio!" Exclamó riéndose Harry.
Antes de que Cho pudiera responderle, el Sensei se acercó a los dos alumnos. Con él había 3 adultos con trajes de Karate y otras tres personas. Harry supuso que estas eran los traductores.
"Harry veo que Cho te ha comentado las visitas de hoy." Dijo el anciano luego de que Harry se inclinara para saludarlo a él y a los demás maestros de Karate.
"Así es, Sensei. Estábamos comentando algunas... cosas sin importancia." Explicó en referencia a la risa.
"Estos son: Oliver Maschnet, es Cuarto Dan y proviene de Berlín." Explicó el hombre señalando al primero de sus acompañantes.
"Es un honor conocerlo." Dijo Harry haciendo una reverencia.
"Él dice que también lo es." Dijo el traductor luego de que Maschnet dijera algunas cosas en alemán que Harry ni siquiera entendió en absoluto.
El proceso se repitió con los otros dos. El francés se llamaba Pierre Porthen y era de París. Era Quinto Dan. Harry comprendió algunas de las palabras que este dijo cuando se presentaron mutuamente
Harry se quedó realmente impresionada con Yuko Ongern. Era alta y daba una sensación de poder y tranquilidad a su alrededor que Harry nunca había visto antes en nadie.
Yuko y el Sensei comenzaron a hablar en japonés, mientras el traductor le repetía en su idioma lo que ellos hablaban a los demás.
"Yuko quiere saber quien es el joven de quien el Sensei le ha hablado tanto." Dijo el hombre.
Harry y Cho no necesitaron escuchar la traducción para saber que la respuesta de su maestro era él. Harry vio que los tres maestros lo miraban con atención.
"Odio esto. Ni en el Mundo Muggle puedo hacer que dejen de mirarme como un bicho raro." Murmuró enojado Harry a Cho.
"¿Te has acostumbrado en el Mundo Mágico?" Preguntó la joven con interés en sus palabras.
"¿Tú qué crees?" Respondió el Gryffindor con una mueca irónica.
"Creo que Yuko es una bruja. ¿Sentiste su aura?" Preguntó en voz baja Cho cambiando rápidamente de tema.
"Sí, nunca sentí nada parecido." Respondió Harry viendo que los 2 adultos regresaban a hablar con ellos.
"Hemos decidido comenzar con las demostraciones. Los dos se enfrentarán a los Senseis de acuerdo a su rango. ¿Quién comenzará?" Preguntó el Maestro de los jóvenes a sus dos alumnos.
"Yo." Dijo Cho poniéndose de pie para enfrentar a Maschnet. Ambos se saludaron con una inclinación y comenzaron a combatir.
Cho, como se vio rápidamente, era mejor que el hombre. Este parecía confiado en sus habilidades y Cho aprovechó su error para inclinar el combate a su favor.
"Es un gran honor conocerlo, Sr. Potter. En mi país es famoso por la derrota de Voldemort también." Dijo una voz detrás de Harry. El joven se giró para ver quien le había hablado y se encontró cara a cara con Yuko.
"Debo asumir que es una hechicera entonces, Sensei." Dijo Harry con una pequeña sonrisa.
"Muy poca gente lo sabe. Agradecería que siguiera así." Dijo con algo de seriedad la mujer.
"¿Lo qué?" Preguntó con una sonrisa inocente el joven.
"Gracias por mantener el secreto." Fue la respuesta de la Séptimo Dan.
"Tengo curiosidad: ¿por qué anda con un traductor si habla inglés?" Preguntó Harry volviendo su atención al combate.
"Hablo en su idioma solamente con la gente a la que considero digna de tener una charla." Respondió con una sonrisa.
"Me siento halagado entonces por eso." Dijo Harry antes de agregar con respecto al combate: "Es un tonto. Salió muy confiado y subestimó demasiado a Cho." Dijo en referencia al Dan alemán y a su manera de combatir.
"Debo decir que estoy de acuerdo. He aprendido con lo años que no importa la edad del contrincante, sino como la usa." Respondió seriamente la mujer oriental asintiendo a la opinión del joven.
"Mucha gente no considera la edad como signo de experiencia. Ese es el más grande error que alguien puede cometer en cualquier combate. Ya sea mágico o de Karate." Aseguró Harry, con confianza en sus palabras, cuando Cho venció a su contrincante. Yuko solo asintió a esta declaración.
Porthen demostró en su combate con Cho que él no cometía los mismos errores que Maschnet. Este combate resultó ser más parejo y peleado que el anterior. Luego de casi media hora, se dio por terminado el combate al lastimarse Cho un tobillo en una caída.
"Excelente contrincante ha sido Usted, Srta. Chang." Dijo el Dan francés al ayudar a Cho a llegar a un asiento donde esta se dispuso a descansar.
"Lo mismo digo, Sensei." Dijo Cho mientras se masajeaba el tobillo. Luego en voz baja para que nadie la escuchara, le preguntó a Harry: "¿Sabes como hacer encantamientos sanadores, de casualidad?"
"Luego te lo hago." Respondió Harry antes de pararse para ir a enfrentar en duelo a Maschnet.
El combate con el Dan alemán duró menos de 5 minutos para sorpresa de todos excepto de Cho y de su Sensei. Maschnet cometió nuevamente el error de subestimar a su contrincante y se encontró con uno que literalmente trapeó el piso con él.
Cuando Porthen se preparaba para confrontar a Harry, Yuko dijo: "Pierre, déjame este combate a mí por favor."
El Dan francés se inclinó saludando a Harry y a Yuko y abandonó el lugar para que ambos tuvieran el enfrentamiento.
"Debo advertirle, Sensei, que en Karate no tengo piedad. Combato como si mi vida dependiera de cada pelea." Advirtió en un tono serio de voz el joven a la Séptima Dan oriental.
"Acepto el reto." Dijo Yuko inclinándose al igual que Harry para saludarse antes combatir.
Harry y la Sensei demostraron desde el mismo comienzo del enfrentamiento que ninguno de los bromeaba. Era como ver a dos gladiadores luchando a muerte. Giros, saltos, movimientos complicados y golpes eran lanzados por ambos de una manera frenética y espectacular.
Todos los presentes miraban con asombro y estupefacción el combate. Maschnet y Porthen miraban totalmente shockeados como el joven Primer Dan era capaz de sostener un duelo con un Séptimo Dan. Tanto Cho como su abuelo miraban todo esto con una sonrisa. Confiaban los dos en las habilidades del joven mago y sabían perfectamente de lo que este era capaz.
Luego de casi 45 minutos de combate, Harry barrió a Yuko y le puso el puño en su estómago y dijo con una sonrisa: "El combate ha concluido y he ganado."
"Excelente combate debo decir, Sr. Potter. Conozco a muy poca gente capaz de mantener el ritmo en un combate conmigo y ganarlo." Dijo Yuko levantándose del suelo con la ayuda de Harry.
"Gracias por el elogio, Sensei." Dijo el joven inclinándose para saludar y dar por concluido la pelea.
Todos los presentes estallaron en aplausos cuando ambos dejaron el lugar de la pelea.
Harry se sentó en una silla y comenzó a masajearse todo el cuerpo que le dolía en todas partes.
Mientras los 4 Senseis hablaban apartados de todos, Cho se acercó a Harry y le dijo: "Excelente combate."
"Gracias. Me duele todo. ¿Cómo está el tobillo?" Preguntó Harry masajeándose el hombro tratando de aliviar el dolor.
"Me vendría perfecto un encantamiento sanador." Dijo la joven masajeándoselo.
Harry apuntó su mano al tobillo de Cho y pronunció una palabras en voz baja para que nadie las escuchara. Una pequeña luz azul envolvió la parte lastimada por algunos segundos antes de desaparecer. Nadie había visto lo que pasó.
"Prueba ahora."
"Ya no duele más, gracias." Dijo Cho luego de caminar unos metros sin dificultad o dolor. Cuando se sentó le preguntó a Harry: "¿Cómo irás a tu casa?"
"Polvos Flu vía Caldero Chorreante." Dijo Harry mientras iba al vestuario a cambiarse de ropa.
Luego de una ducha de 15 minutos, en la que aprovechó para calmar el dolor y cansancio, Harry salió del vestuario para dirigirse a la salida e ir al Caldero Chorreante para usar la chimenea que lo llevaría a su casa.
"¿Dolorido?" Preguntó con una sonrisa Yuko.
"Muerto de dolor está mejor dicho, Sensei. Solo quiero ir a mi casa a dormir. Mañana no me levantan ni con una grúa para ir al trabajo." Exclamó Harry con cansancio en su voz.
Antes de que alguno de los dos pudiera decir algo, los otros 3 Sensei se acercaron a ellos junto a Cho y los traductores.
"Fue un excelente combate, Mon ami. He visto poca gente capaz de hacer lo que ha hecho con Yuko." Dijo Pierre estrechando la mano de Harry.
"No soy fácil de vencer. Tengo práctica con cosas más duras y fuertes que un Séptimo Dan de Karate." Dijo en tono misterioso el joven Primer Dan.
"Debo decir que me compadezco de sus rivales!" Se rió el francés.
"Hace bien en compadecerlos." Se rió ligeramente Harry.
"Creo que podemos comunicarles la noticia a los chicos. Estoy seguro de que ambos solo quieren irse a dormir ahora mismo." Dijo sonriendo la mujer oriental.
"¿Qué noticia?" Preguntaron Harry y Cho confundidos al mismo tiempo.
"Aparte de una demostración, esto fue un examen para ambos. Sr. Potter, usted ha alcanzado el Segundo Dan. Señorita Chang, usted ha alcanzado el grado de Primer Dan." Explicó Yuko. Luego agregó: "Felicitaciones a los dos."
"Wow." Dijo Cho impresionada.
"Muchas gracias. Ahora si me disculpan todos, yo mañana me levanto temprano para trabajar y quiero descansar algunas horas antes de que suene mi despertador." Dijo Harry saludando con una inclinación a los 4 Sensei y saliendo del gimnasio para ir al Caldero Chorreante a usar los Polvos Flu e ir a su hogar.
Cuando llegó a la casa, se encontró a Sirius, Remus y Dumbledore hablando en el living.
"Hola Harry." Saludó el Director cuando lo vio.
"Hola Profesor. Buenas noches a todos. Me voy a dormir." Dijo Harry y acto seguido se dirigió a su habitación. En cuanto su cabeza tocó la almohada se quedó profundamente dormido del cansancio y del dolor que tenía encima.
****
El resto de Julio pasó muy rápido y pronto se acercó la fecha del cumpleaños de Harry. Este sabía que Sirius y Remus planeaban algo como una fiesta sorpresa y decidió seguir el juego y no mostrar sus sospechas.
Algo que llamó poderosamente la atención de Harry fue ver a Dumbledore casi tosas las noches en la casa hablando seriamente con ambos adultos. Por algunas cosas que pudo oír hablaban de un intento de Voldemort para matarlo, pero no sabía el como. Supuso que pronto lo sabría y trató de no pensar en ello.
El día de su cumpleaños, Harry se fue a trabajar como siempre y luego se dirigió al Dojo para la clase de Karate.
"Hey, Cho, ¿qué haces esta noche?" Le preguntó Harry a la joven al concluir la clase.
"Te recuerdo, Harry, que ambos estamos en pareja. No creo que a Roger o a Hermione les guste la idea de que tengamos una cita." Dijo Cho burlándose.
"No es para una cita. Remus y Sirius están planeando una fiesta sorpresa en mi casa por mi cumpleaños esta noche. ¿Quieres venir?" Dijo el joven mago dirigiéndose a la salida del Dojo.
"¿¿¿Hoy es tu cumpleaños???" Preguntó sorprendida la Buscadora de Ravenclaw.
"Así es. 16 años." Respondió Harry con una sonrisa, antes de preguntar: "¿Vienes o no?"
"No tengo regalo." Dijo sonrojada la joven.
"Compramos algo en el Callejón. Después de todo tengo que ir sí o sí al Caldero Chorreante para ir a mi casa." Sugirió Harry comenzando a caminar a su destino.
"De acuerdo." Dijo Cho y ambos se encaminaron a su destino.
En el trayecto, Cho le preguntó que quería de regalo. La respuesta de Harry fue simple: algo relacionado con el Quidditch.
"Sr. Potter. Srta. Chang. Bienvenidos. ¿En qué puedo ayudarlos?" Preguntó Tom, el dueño del bar cuando ambos jóvenes entraron.
"Haremos una visita corta al Callejón antes de usar la chimenea como hago siempre, Tom." Dijo Harry antes de ir a la parte de atrás del local para acceder al Callejón Diagon.
"¿De qué equipo eres simpatizante?" Preguntó Cho afuera de la tienda de Quidditch.
"Por imposición de Ron de los Cannons." Se rió Harry entrando con ella al local.
"Te compadezco. ¿Cómo se puede ser de ese equipo?" Preguntó riéndose Cho.
"Me hago la misma pregunta desde que conozco sobre los equipos de Quidditch." Se rió Harry antes de preguntar: "¿Y tú?"
"Puddlemore United." Respondió con orgullo la joven.
"¿Cómo tomas tener en tu equipo a un ex-rival del Colegio?" Preguntó riéndose Harry en referencia a Oliver Wood que jugaba en ese equipo.
"Me sobrepongo a ese detalle." Respondió la joven riéndose también antes de comprar el libro: "Historia y Leyenda del Puddlemore."
Luego de pagar por él, los dos se dirigieron a la entrada y se fueron por Polvos Flu a la Casa de Harry.
****
Cuando Harry salió de la chimenea fue recibido por un ensordecedor grito de: "¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!", seguido por un beso en la boca de Hermione.
"Gracias, pero Sirius y Remus deberían planear mejor las fiestas sorpresas." Dijo Harry sacándose el polvo de su ropa.
"Lo tendremos en cuenta el próximo año." Dijo riéndose Remus, mientras Sirius abrazaba a su ahijado..
"Feliz Cumpleaños!" Dijo Ron dándole una palmada en el hombro.
"¿Qué se siente tener 16 años?" Preguntó la Sra. Weasley luego de abrazarlo.
"Un año más para crear caos en la escuela ahora que estos dos se han graduado." Dijo Harry señalando a los mellizos.
"Para el bien de la escuela! No creo que hubiéramos sobrevivido a otro año más de ellos allí!" Dijo riéndose Dumbledore.
"Ahora le toca hacerlo con dos años míos! Soy su sucesor!" Dijo con una sonrisa traviesa el Prefecto de Gryffindor.
"Eres un Prefecto! No deberías comportarte así!" Dijo Percy indignado, que estaba con Penélope, su novia.
"Percy, mi padre fue Premio Anual del Colegio y era peor que Fred y George juntos!" Se rió Harry haciendo caso omiso al comentario de Percy.
"De eso podemos dar testimonio!" Dijeron al mismo tiempo los dos antiguos Merodeadores entre carcajadas.
Aparte de ellos, estaban también Ginny, Bill, Charlie, la Sra. Figg, Lavender, Pravati y su Hermana melliza, Padma que iba a Ravenclaw, Neville, Dean y Seamus.
"¿Qué dicen si comemos antes de abrir los regalos? Me muero de hambre!" Exclamó el agasajado riéndose.
****
La cena pasó entre risas y charlas entre los presentes. Harry pasó todo el tiempo con Hermione a su lado tomando su mano cariñosamente.
"Hey, Ron. ¿Sabe Percy cuantas MHB obtuvo Neville?" Preguntó Harry con una sonrisa traviesa. Con él estaban sus compañeros de curso en un circulo charlando.
"Todavía no se lo dijimos. Me muero por ver esa cara. Después de la que puso cuando leyó nuestras cartas, eso es algo imperdible." Dijo el pelirrojo riendo suavemente.
"¿Lo qué es algo imperdible?" Preguntó Bill acercándose al grupo y escuchando las palabras de su hermano menor.
"¿Te han contado de la fama de Neville en las materias?" Preguntó Harry con una sonrisa maligna.
"Sí. He escuchado su mala fama." Dijo el mayor de los Weasleys antes de dirigirse a Neville: "Sin ofender."
"No me ofendo." Dijo el joven sonriendo.
"Bueno, aquí tu posible futuro cuñado," dijo Harry con una sonrisa señalando a Neville, quien se sonrojó como un tomate, "obtuvo 13 MHB, fallando solo los Prácticos de Pociones, Transformación y Adivinación. ¿Adivina que sería imperdible?" Preguntó con una gran sonrisa como la de los mellizos al hacer una broma.
"¿Dónde hay una cámara de fotos? Quiero la copia de esa foto!!!" Dijo Bill entendiendo a que se referían los jóvenes: la expresión de Percy al saberlo.
"¿Qué foto?" Preguntaron los mellizos escuchando la charla y sumándose al grupo.
"¿Recuerdan la expresión de Percy cuando leyó nuestros resultados en los exámenes el año pasado?" Preguntó con una sonrisa diabólica Ron.
"Sí, la foto de esa expresión es algo que guardamos como un tesoro." Dijeron los problemáticos hermanos Weasley sonriendo maléficamente al mismo tiempo.
"Imagínense su expresión cuando sepa que también Neville lo superó obteniendo 13." Dijo Bill conteniendo la risa ante la imaginación de ese momento.
"Queremos copias también!!" Dijeron Fred y George sonriendo de oreja a oreja.
"¿Por qué tanto jaleo por los resultados y la reacción de Percy?" Preguntó confundido Dean.
"Dean, Percy se enorgullecía del hecho de que al igual que yo obtuvo 12 MHB. De todos mis hermanos, él es el más estudioso y seguidor de las reglas. Ron es todo lo contrario a él. Rompe reglas y estudia solo por que lo obligan. Imagínate el shock cuando supimos que nos superó a los 2 sacando 16. Ahora imagínate la expresión cuando sepa que Neville también lo superó, teniendo en cuenta la fama que tiene en el Colegio." Explicó Bill sin contener un poco de risa.
Todos los que estaban en el grupo entendieron a la perfección la razón de todo eso, y se echaron a reír pensando en esa imagen.
"¿De que se ríen ustedes esta vez?" Preguntó seriamente la Sra. Weasley acercándose al grupo de jóvenes. Con ella estaban su marido, Percy, Penélope y Charlie.
"¿Quién se lo dice?" Preguntó Ginny que sostenía la mano de Neville. Desde el baile de Halloween ambos eran una pareja y todos sus hermanos ya lo sabían.
"Mamá ¿recuerdas la expresión de Percy al saber nuestros resultados en las MHB?" Preguntó Ron dirigiéndose a la Sra. Weasley.
"Fue algo encantador ver eso." Dijo Molly sonriendo.
"Neville, diles cuantas sacaste tú." Sugirió Harry transformando un vaso de plástico en una cámara de fotos.
"13." Dijo orgulloso el joven Gryffindor.
El grupo estalló nuevamente en carcajadas al ver la expresión de Percy: sus ojos estaban desorbitados y la mandíbula estaba completamente abierta de la impresión. Parecía que sus oídos no daban crédito a lo que había oído y parecía a punto de desmayarse en cualquier momento. Todo esto era fotografiado por Harry quien se reía con sus otros compañeros y los hermanos de Percy.
"¿Qué fallaste?" Preguntó Penélope sorprendida por la revelación.
"Los prácticos de Pociones, Transformación y Adivinación." Respondió Neville con una sonrisa orgullosa.
"¿Cómo reaccionó tu abuela cuando lo supo?" Preguntó con una sonrisa Seamus.
"Casi le da un infarto de la impresión!" Se rió el joven.
"No solo Neville lo superó. Lavender sacó 15 y Parvati lo igualó en 12." Explicó Hermione con deleite al ver la cara de Percy cuando se le dijo esto.
"Nosotros no nos quedamos muy atrás tampoco. Sacamos los dos 11 cada uno." Dijo Seamus en referencia a él y Dean.
"¿Y tú cuantas sacaste, Padma?" Preguntó Harry a la joven miembro de Ravenclaw, que charlaba con Cho quien se sumó al grupo para charlar.
"Igual que mi hermana, 12." Dijo sonriendo la chica.
"¿Tú, Cho?" Preguntó Ron.
"14." Respondió la Buscadora de Ravenclaw.
"Fuiste superado por casi todos ellos, Percy!" Se rió Charlie.
"Bill también lo fue!" Agregó Ginny riéndose junto con los demás.
"¿Podríamos cambiar de tema por favor?" Rogó Percy visiblemente incomodo por la charla.
"De acuerdo." Dijeron los demás a coro.
"¿Qué les parece si Harry abre los regalos ahora?" Propuso la Sra. Weasley cambiando de tema.
"De acuerdo. Podemos seguir charlando más tarde." Dijo el joven dirigiéndose a la pila de regalos.
El primero era un par de medias de distintos colores y con dos dibujos diferentes: una era roja con un león y la otra verde con un fénix.
"Dobby." Dijeron Harry, Ron y Hermione a los demás que miraban extrañados el regalo.
El siguiente era un cuadro en el que estaban los 8 Gryffindors de Sexto año juntos en la sala Común sentados todos juntos.
"Conseguimos una foto de Collin Creevey e hicimos un cuadro de ella. Hay copias para todos nosotros." Explicó Seamus a sus compañeros de curso.
"Es el regalo de todos nosotros." Explicó Dean señalando a ellos dos, a Parvati y Lavender.
"Gracias." Dijeron los demás encantados con el cuadro y con la idea de tener una copia de él para ellos mismos.
El de Hagrid resultó ser un libro de dragones parecido al que Harry le había regalado al semi-gigante la última Navidad.
Padma le regaló un pequeño colgante que tenía dos mitades de corazones.
"Una es para ti y la otra para aquella persona que ames." Explicó la hermana melliza de Parvati.
Harry hizo aparecer mágicamente una cadenita donde puso la mitad del corazón para él y le dio la otra mitad a Hermione quien se lo colgó con una sonrisa luego de besar a su novio.
Harry ya sabía el de Cho: el libro sobre el Puddlemore. Ron miró el libro con cara de pocos amigos y parecía dispuesto a romperlo en pedacitos.
El de Ron y Hermione era un libro de fotos del trío en sus 5 años: en la Sala Común, el Gran Salón, el Campo de Quidditch, etc. Solo ellos y nadie más.
Luego siguieron los regalos de los Weasley.
Bill le regaló un libro sobre leyendas del antiguo Egipto.
Charlie botas hechas de cuero de Dragón.
Los mellizos una caja con productos suyos. La Sra. Weasley estaba escandalizada cuando vio el paquete. El trío tenía grandes sonrisas que indicaban que ya estaban planeando el uso de ellas.
Los Sres. Weasley un reloj parecido al de su casa. Las manecillas tenían los nombres de él, Ron, Hermione, Sirius y Remus, aunque se le podían agregar más. Las marcas decían entre otras cosas: "En Clase", "Habitación", "Campo de Quidditch", "Enfermería," y la clásica "En Peligro Mortal."
Percy y Penélope un libro sobre la historia de magos famosos. Para el desmayo de Harry había casi 10 páginas dedicadas a él y la derrota de Voldemort, además de la historia suya y de su vida.
"Con esto dejarás los anteojos para siempre." Dijo Remus entregándole un paquete con dos Pociones. Una púrpura, que Harry reconoció como la que se usaba para dormir sin sueños, y otra de color verde claro.
"Hace poco se descubrió una poción que sirve para curar problemas visuales." Explicó Sirius señalando el tubo con la poción verde, al ver la cara de confusión de su ahijado.
"Se necesitan casi 8 horas de sueño sin interrumpir. Para eso es la poción para dormir sin sueños." Explicó Remus.
"Wow, te vas a ver realmente sexy sin los anteojos ahora, Harry!" Exclamaron los mellizos riéndose.
Harry apuntó su varita hacia ellos dos, murmuró unas palabras y al instante se convirtieron en dos monos de color naranja fosforescente. Esto provocó las carcajadas de todos en el grupo.
"Eso no es todo lo que les hice." Dijo el joven con una sonrisa parecida a la de los mellizos devolviéndolos a su estado humano de nuevo.
Cuando Fred y George aparecieron como humanos de nuevo, tenían el pelo de color fucsia, la ropa había sido cambiada por vestidos de mujeres antiguas de colores extravagantes y tenían abundante maquillaje, además de un cartel que decía "Buscamos novio."
Todo el grupo estalló en sonoras carcajadas, mientras Harry fotografiaba todo esto con una gran sonrisa diabólica en sus labios.
"Eso les enseñará a no meterse nunca con el hijo de un Merodeador!" Exclamó Harry con diversión.
"¿¿Tú padre fue Merodeador??" Exclamaron sorprendidos los mellizos olvidándose por completo del cambio de look.
"El mejor de los 4." Respondió Remus, mientras Sirius asentía.
"Aún recuerdo la vez que James hizo bailar el tango a todos los del equipo de Slytherin antes del partido de Quidditch en mi tercer año. Eso no me lo olvido nunca más!" Exclamó Bill riéndose.
"Eso fue algo genial!" Dijo Sirius riéndose ante el recuerdo.
"¿Los conociste?" Exclamaron los mellizos, Harry, Ron y Hermione al mismo tiempo, dirigiéndose a Bill.
"Cuando entré en el Colegio, ellos estaban en Quinto año." Explicó el hijo mayor de los Weasley.
"¿Por qué nunca nos dijiste eso?" Preguntaron los mellizos a Harry y Bill.
"Nunca me lo preguntaron." Dijeron los dos al mismo tiempo con inocentes sonrisas.
"¿Qué o quienes son los Merodeadores?" Preguntaron confundidos varios de los presentes.
Sirius y Remus les contaron toda la historia de ellos con Merodeadores y algunas bromas de sus años escolares.
"¿Qué pasó con el Mapa?" Preguntó con curiosidad Remus a Harry.
"Está en mi poder actualmente. Crouch lo tenía cuando dio clases y lo recuperé al final de ese año. Supongo que olvidé devolvérselo a Harry." Explicó Dumbledore.
"Agradeceríamos tenerlo este año, Profesor." Dijo el trío de Prefectos al mismo tiempo.
"Lo recuperarán a su debido tiempo." Dijo seriamente el Director. Los chicos asintieron a esto.
El resto de la noche pasó demasiado rápido para Harry. Antes de que se dieran cuenta, solo quedaban los miembros de la Orden del Fénix. Los demás se habían ido a sus casas luego de disfrutar el festejo.
"Chicos," Comenzó Dumbledore dirigiéndose al trío con una expresión de seriedad, "tenemos una misión para Ustedes 3."
"¿Cuál, Profesor?" Preguntó Harry, quien estaba intrigado al igual que Ron y Hermione.
